Demà dijous 11 de febrer a les 9.30, concentració saludable davant el Parlament. A les 10, el nou Conseller de Salut, Toni Comin compareixerà davant la Comissió de Salut. No serà la primera vegada que haurà de respondre a preguntes sensibles sobre la gestió que pensa fer i les polítiques que vol seguir. Ja la setmana passada Albano Dante Fachín li va preguntar sobre el VISC+, i les respostes de Comín han donat a la premsa titulars “gloriosos”: Comín ha arribat a apel·lar a la independència per reduir les llistes d’espera .
“Disposar d’un Estat independent ens permetria recuperar els 1.000 milions d’euros que necessitem per posar fi a les llistes d’espera”.
Ha de dependre la salut dels catalans de la forma política en que es decideixi constituir el poble de Catalunya?
Reduir-ho tot a una qüestió de finançament , tal com ho planteja el nou Conseller, amaga la realitat de les eleccions ideòlogiques que ha fet i que està fent a dia d’avui el govern de la Generalitat, i que han marcat el camí de les retallades sofertes pel sistema sanitari públic, al marge de les necessitats de les persones. I ho demostren aquests links que donen arguments per preparar un bon debat:
A La Klau:
al mateix Parlament:
El Govern en funcions, el Parlament esperant… I les polítiques insanes de Boi Ruiz rebent els suports dels seus… Per sort, encara hi ha Marea Blanca, Dempeus i moltes organitzacions que ho denuncien. I periodistes i diputats com Albano Dante que expliquen les malifetes. <
En aquest video, el periodista, activista i diputat, Albano Dante Fachin, explica qui és qui al Col·legi Oficial de Metges de Barcelona i perque avala la política privatitzadora i esmicoladora de l’ICS de Boi Ruiz.
I en aquest link, la notícia explicada per Jéssica Mouzo Quintans a ElPais
Escribe hoy Jéssica Mouzo Quintans en la edición de Catalunya de ElPais que el consejero de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, retaba desafiante a la oposición en el Parlament: “¡Díganme algo que yo haya privatizado!”. Y no sólo reta al Parlament. También tuve oportunidad en 8tv de ver a Boi Ruiz blasonar de su defensa de la sanidad pública, de la ausencia de imputados en sanidad (?), de que la Oficina Antifrau sólo pedía “pequeños retoques”… y de lo contenta que la gente estaba con su gestión!
Boi Ruiz se especializa en cruzar los límites y “quedarse” también con la buena relación y agradecimiento de las personas enfermas hacia quienes les tratan -en circunstancias laborales adversas gracias al señor Ruiz en gran medida- con toda su entrega y buen nivel profesional. Convierte el alivio y respeto de las personas enfermas tratadas en la sanidad pública en aplauso a su gestión. Si antes Pujol era Catalunya (y ahora lo quiere ser Mas), Boi Ruiz es la sanidad. Porque puestos a quedarnos con lo que es de todos, esos señores de Convergencia no se andan con chiquitas en las maniobras de desposesión: Boi Ruiz se apunta en su haber, directamente, la estima de las personas enfermas a los profesionales que las atienden.
Para su arte de trilerío este conseller usa y abusa de los medios de comunicación. Nadie como Boi Ruiz pretende utilizar sus repetidas y melifluas apariciones en radio y televisión para mentir, mientras se hace la víctima incomprendida ante unas cámaras que, a su pesar, no le “quieren” nada y dejan filtrar su hipocresía de gran devastador… Y ahora cuenta la periodista cómo Boi Ruiz llevó su ya usadísimo “yo no he sido” ante el Parlament, negando la privatización sanitaria global de la que se le acusa por todas partes menos por una: la que se beneficia de sus atropellos. Y si bien es cierto que Boi Ruiz, al frente de su conselleria, no ha “vendido” (que se sepa) nada a entes privados, ni los pacientes tienen que pagar (REPAGAR) en el momento de ser atendidos en un centro público, las empresas privadas sí tienen cada vez más peso en el sector público a través de dos grandes eufemismos: la externalización de servicios y las alianzas estratégicas.
Y sigue: “La cúpula de Salud puso sobre la mesa desde el inicio de la legislatura un cambio de modelo del sistema sanitario. Dos informes de la consultora PriceWaterHouse Coopers (PWC) a petición del Departamento dibujaban la hoja de ruta del equipo de Boi Ruiz: el primero pasaba por trocear el Instituto Catalán de la Salud en una veintena de empresas abiertas al capital privado. El segundo sugería dejar en manos de entes con afán de lucro a 18 hospitales de la red pública propiedad de fundaciones y consorcios, y subastar 30 laboratorios y las ambulancias.”
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PWC recomendaba hacer esta transición a través de las llamadas alianzas estratégicas —acuerdos entre hospitales independientemente de su titularidad, para transferirse la gestión de servicios—.
Con la excusa de la falta de recursos, los centros sanitarios también podían externalizar algunas actividades a empresas privadas a través de concursos públicos o por adjudicación directa. Al final, fueron más los intentos que los hechos consumados de entrada de capital privado en la sanidad pública. La presión social frenó el desmantelamiento del ICS y tiró atrás los proyectos sanitarios más controvertidos.
VISC+. El plan de vender datos sanitarios anónimos está a punto de activarse pero poco tiene que ver con su génesis. Salud pretendía sacar a concurso la gestión del VISC+ por 25 millones de euros durante ocho años. Sin embargo, por esa presión social, Salud descartó el concurso, asumió toda la gestión del VISC+ y redujo la venta, en una primera fase, sólo a entes públicos. En la segunda podrán entrar empresas privadas.
Privatización CAP. Uno de los grandes conflictos surgió cuando Salud sacó a concurso la gestión de varios centros de atención primaria (CAP). El ICS controla el 80% de ellos, pero el otro 20% depende de consorcios públicos, fundaciones privadas y entidades de base asociativa gestionadas por los sanitarios. La adjudicación del CAP de L’Escala a EULEN, una empresa ajena a la atención sanitaria directa, levantó todas las alarmas de privatización. Se impugnó la licitación y Salud frenó los concursos de otros 20 CAP.
Euro por receta. Seis meses duró la medida por la que Salud obligaba a pagar un euro por cada receta dispensada. El Constitucional la declaró inconstitucional. La recaudación fue, según Salud, de 45,7 millones de euros. Unos 100.000 catalanes ya han reclamado la devolución de la tasa.
Derivaciones. Para reducir listas de espera, Salud optó por derivar pacientes a otros centros de la red pública, en la que desde 2012 están tres hospitales propiedad de la compañía privada, IDC Salud. Sólo en 2014, el Departamento derivó 16.253 pacientes, casi el 50% de ellos a estos tres centros.
Convenio Clínic-Sagrat Cor. Un acuerdo entre el Clínic y el Sagrat Cor, de IDC Salud, permitió que el primero cediese pacientes de traumatología al segundo e incluso médicos que iban a operar directamente a las instalaciones del Sagrat Cor para reducir lista de espera. El proyecto se paralizó después de que los médicos se posicionasen en contra de estas prácticas.
Oftalmología en Viladecans. Salud derivó a más de 126.600 pacientes de oftalmología del hospital de Viladecans (ICS) al de Sant Boi, de una orden religiosa. Estos pacientes serían atendidos en el Instituto Catalán de la Retina (ICR), de titularidad privada, que mantiene acuerdos de colaboración con el de Sant Boi.
Alergología en el Trueta. El proyecto CIMS permitió que Salud externalizase parte del servicio de alergología del Josep Trueta a una empresa privada a través de un concurso licitado por el IAS. Sindicatos y alergólogos denuncian que con este movimiento, el Trueta amortizó una de sus dos plazas de alergología.
Cuando las condiciones laborales empeoran y los derechos de las personas trabajadoras quedan cada día más recortados y desnaturalizados, dos grandes profesionales del periodismo atentos al activismo social nos dan una noticia que merece ser difundida: explican en CatalunyaPlural un caso que a primera vista parece menor, y que sin embargo puede tener un desarrollo muy favorable para la defensa de los derechos de quienes trabajan en el sector sanitario. Contra los propios intereses de MCMutual -que se negaba a reconocer como enfermedad laboral el contagio de gripe a una profesional de la sanidad- la mutua ha tenido finalmente que reconocer que no podían hacer pasar por enfermedad común un contagio vírico profesional. Aparte de la vulneración del derecho de la trabajadora, la diferencia se traduce, además, en la diferente compensación económica según se tipifique la enfermedad.
El origen del litigio tuvo lugar en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa donde se atendió, en el pasado mes de marzo, a enfermos con gripe A que contagiaron como mínimo una persona (sin que le fuera reconocido por ello enfermedad profesional). Aunque era evidente que lo había sufrido en el ejercicio de su función laboral, tuvo que vencer la resistencia de MC Mutual que le negaba ese reconocimiento.
La profesional contagiada lo notificó a la unidad de salud laboral correspondiente y el médico de vigilancia de la salud le informó de que la mutua sólo aceptaba casos en los que quedara demostrado el contagio paciente / trabajador y únicamente en el caso de gripe A – H1N1. Y así lo hizo constar en el acta que firmó, en la que descartaba que se tratara de una enfermedad profesional.
La realidad es, sin embargo, que la legislación vigente determina que todas las variantes de la gripe A, B y C pueden ser enfermedad profesional en razón del trabajo de las personas que se ocupan de la prevención, asistencia médica y actividades en las que se haya probado un riesgo de infección. En este caso era evidente que el contagio estaba vinculado al trabajo de la sanitaria con personas infectadas por el virus de la gripe.
La existencia del riesgo biológico en el lugar de trabajo viene determinada por la propia actividad del personal que trabaja en centros sanitarios en contacto con los pacientes, tanto en la atención directa como en el acompañamiento. Este riesgo también se da por la proximidad a materiales y superficies que han estado en contacto con los enfermos y a las maniobras sanitarias invasivas o no invasivas realizadas con ellos. Este riesgo está asociado también a la concentración de personas en un centro de trabajo sanitario con gran incidencia de pacientes contagiados.
Sin embargo, el médico de MCMutual no quiso reconocer el contagio de la sanitaria como enfermedad profesional y le recomendó que pidiera la incapacidad temporal a través de su médico de cabecera. La sanitaria, sin embargo, recopiló toda la información legal que justificaba su reclamación y la hizo llegar a la Dirección General de la Mutua que finalmente, aceptó la contingencia como “accidente de trabajo con baja”.
La sanitaria cree que hay que ir más allá y reconocer abiertamente que se trata de una enfermedad profesional y no buscar el subterfugio de “accidente de trabajo con baja” y se pregunta porque tuvo que ser ella y no el médico de empresa, quien defendiera un hecho tan incontestable como que el contagio de gripe de un sanitario se incluye en los casos que la ley determina como enfermedad profesional.
Ahora anima a todos los profesionales del sector sanitario que se hayan encontrado en una situación similar a que presenten la reclamación correspondiente ya que intuye que se puede estar ante una estrategia de empresa para ahorrar gastos de forma irregular, con la excusa injustificable de desconocimiento del ordenamiento legal que considera la gripe como causa de enfermedad profesional. (Y desde Dempeus per la Salut Pública le reconocemos a la sanitaria su tenacidad, su valentía y su defensa de la Salud Pública!)
Dempeus per la Salut Pública va rebre un homenatge a la Festa del NouTreball, del PSUC viu, celebrada el 4 de juliol al CEIP Sant Ildefons, de Cornellà. El secretari de Dempeus, Antoni Barbarà, acompanyat per M.Eugènia Sánchez Carreté, va recollir el guardó i va dir unes paraules d’agraïment. Podeu seguir el moment en el video del company Siscu Baiges:
Seguirem endavant amb més força, amb el nostre agraïment a les companyes i companys del PSUC-viu. Salut!
Alfons Quintà ha escrit una trilogia d’articles amb el títol compartit de “Mas no pararà la destrucció de la sanitat” . En el tercer, publicat avui a Crònica Global, Quintå es refereix al Ple de salut celebrat al Parlament en el que Ruiz va admetre la seva dèria de voler marginar el dret administratiu. El periodista creu que, de manera deliberada, Mas va usar la separació de CDC i UDC per fer passar per alt el ple de sanitat. Ell i Ruiz es mostraren decidits a destrossar-ho tot. Volen anihilar la sanitat pública i fer-ho ràpid. Ja reconeixen voler marginar el dret administratiu, cosa que afavoriria la corrupció. Els favorables a la sanitat pública han de poder formular i exposar millor els seus criteris.
Els articles anteriors podeu trobar-los aquí:
Mas no pararà la destrucció de la sanitat (1): un procés perseguit des de fa anys per CDC
Després de trenta anys sense haver-n’hi, dimecres hi hagué un ple del Parlament sobre sanitat. A la vista del resultat es podia haver esperat 30 anys més. La primera barrera defensiva va ser el cinisme de Boi Ruiz. La segona, l’indecent control mediàtic posterior. Tanmateix, goso citar un vers del millor poeta obrer català del segle XX, Joan Salvat-Papasseit: “Res no és mesquí, ni cap hora és isarda”.
El seu desenvolupament va quedar afectat pel l’arribada al seu zenit de la batussa entre CDC i UDC. No va ser per atzar. Llavors mateix, una destacada font de CDC em va fer saber que la coincidència en el temps del debat sanitari i el trencament entre CDC i UDC havia estat premeditadament buscat per CDC. Per això CDC va efectuar un “ultimàtum”, com digué UDC. La coincidència en el temps era per CDC un factor important. Res no fou cap atzar.
La font me’n va donar detalls. No volien que les portades dels diaris de l’endemà es referissin a aquell ple, malgrat estar essencialment controlats per la Generalitat, excepte mínimes escletxes. Ho van assolir: la informació sobre el ple de salut va ser tapada per la informació sobre la fi de la federació CiU.
La Vanguardia, callant descaradament
El més gros és que La Vanguardia de dissabte no va publicar ni una línia de les conclusions del ple, ni de res del tema, malgrat que aquelles conclusions fossin fetes públiques el divendres, després d’haver estat acordades per CDC i ERC des de l’inici. Els diaris de dissabte que volgueren les van publicar, sempre molt marginalment. Les conclusions, en qualsevol cas, estaven destinades a ser passades pel folre per Mas. Els que volen seguir l’agonia de la sanitat pública i encara compren La Vanguardia cometen un greu error. Una altra equivocació és que mostra la por cerval que el tema produeix en Mas. Els partits contraris a aquell silenci haurien d’obrar en conseqüència.
Ara bé, hi hagué novetats positives. Per primera vegada, una diputada (Carme Pérez, de Ciutadans) es va referir en el Parlament, i de manera solemne, a que en el 2012 hi hagué a Catalunya un increment de la mortalitat del 5,3 per cent, Ho vaig calcular jo mateix fa mesos i ho he estat publicant, primer com primícia i després com justificada base de molts de anàlisis, des del llunyà 3 de desembre del 2013.
Augment acreditat de la mortalitat
Era i és així. Hi haurà reacció a la intervenció de la diputada? No ho crec. A més de no llegir-me, cosa excusable, també faran veure que no van sentir a la diputada Carme Pérez. Són així i encara poden ser pitjors. El 23 de febrer del 2015 en vaig publicar un informe encara més detallat.
Afegeixo que, poc després de la meva primícia, el butlletí del Sindicat de Metges de Catalunya va demanar als seus membres quina creien que era la causa d’aquell enorme augment de la mortalitat a Catalunya. Un 78 per cent dels metges va afirmar que eren “les retallades sanitàries” de la Generalitat. Però va continuar i continua el silenci mediàtic. Només jo ho vaig reproduir.
Eliminar de la sanitat pública el dret administratiu
Un altre fet cabdal del ple és la confessió formal de Ruiz de voler posar “elements de dret mercantil” en l’avui lògicament obligat dret administratiu per, digué, agilitzar la gestió dels diners (públics) de la sanitat catalana. Ho he estat exposant durant mesos, com un dels més grans perills, o potser el més gran. Seria alimentar de manera descarada la corrupció ja existent en la sanitat catalana. La Generalitat no solament destrueix la sanitat pública i augmenta la mortalitat sinó que a més vol carregar-se una distinció jurídica -l’existent entre dret civil i el mercantil, per un costat, i administratiu, per l’altre. Per manca d’ambició i per ximpleria no queden.
Com escrivia jo mateix el passat 15 d’abril “estan obsessionats en marginar el dret administratiu, millor garantia contra la corrupció”. Impedir-ho ha de ser absolutament prioritari. No solament per defensar la sanitat pública sinó també l’Estat de dret. Jo ja ho he escrit diverses vegades però oficialment la Generalitat no en deia res. Cal agrair el bocamoll Ruiz la seva insolent confirmació.
El cinisme radical d’ERC
Una altra revelació també clau fou l’actitud d’ERC. El seu cinisme va ser d’una claredat meridiana. Malgrat que la convocatòria del ple, que ERC havia signat, havia estat per a condemnar “les polítiques de Boi Ruiz”, una vegada més ERC va salvar descaradament a l’inefable conseller. ERC tornà demostrar que se’n fot de tot el que no sigui aconseguir el poder pel poder. Aconsello cercar i escoltar a internet les intervencions d’Oriol Junqueras i del gran paradigma de la ignorància que és Alba Vergés, portaveu d’ERC en sanitat. Tenen un fetge com un armari mirall.
Mas i Ruiz van faltar a la veritat de forma sistemàtica. Respecte a l’escàndol Innova, amb els seus 40 imputats, van superar els límits de la decència. És un front que requeriria un atac precís per part de partits que en són capaços, però que sovint no volen efectuar-ho.
Josep Prat i Artur Mas, un vella i forta relació
Els que hagin comès errors ho han d’aclarir, malgrat que la certesa de les certeses és que Josep Prat sempre ha estat un home de CDC i en concret de Mas. Com director general del Servei General de la Salut (CatSalut) va estar despatxant sistemàticament amb Artur Mas. Anys després, el va fer el seu assessor àulic en sanitat. El model Innova era el model que CDC volia aplicar a tota Catalunya.
El Parlament va tornar a demostrar que no és, per desgràcia, el lloc més apte per l’obligat i urgent aclariment de la monstruosa destrucció de la sanitat catalana. Per això, estic proposant a diverses forces polítiques que organitzin, de la manera més àmplia possible, sense cap apriorisme, un seguit de debats públics, estructurats i articulats, amb presència dels mitjans, que duguin a terme el que no ha estat possible en el Parlament.
Una comissió cívica sobre sanitat
No es tracta de repetir el que volia ser el “Tribunal Bertrand Russell” sobre la guerra de Vietnam, ni el raport Rettig xilè, ni els magnífics debats públics, cercant la reconciliació, que hi hagué a Sud-àfrica, després de l’apartheid. Contemplaria un tema menys greu. El que el fa més greu és la seva maldat estructural. Ens ha portat a un desastre enorme i pot portar-nos a un de pitjor.
Els debats que he esmentat, en particular el Sud-africà, foren un model d’exposició pública i de voluntat de superar una maldat. El que caldria és una exposició ponderada i clara de la més gran monstruositat comesa per Mas. Faria que el vot del 27-S fos qualitativament millor, més conscient. La manera d’obrar de La Vanguardia i de TV3 són models a superar, a contradir. Contra silenci i mentides, veus i veritats.
Liquidar la pública, afavorir la privada
Ruiz va posar de relleu una altra gran maldat en parlar mil vegades de CatSalut, no pas l’Institut Català de la Salut, tot i mostrant la tarja del CatSalut com si fos el remei per a tots els mals. No és res banal. Vol que el CatSalut disposi de tots els diners i des d’allí dur a terme la definitiva privatització de tot. Unifiquen la caixa, primant la privada i marginalitzant la pública. Per això no parlen de titularitat ni de “privatització”. Si destrueixen el que és públic només quedarà del privat: objectiu assolit.
La creació del SISCAT (Sistema Integral d’Utilització Pública) com una ampliació de la XHUT (Xarxa Hospitalària d’Utilització Pública) ha consagrat als hospitals amb ànim de lucre com a part integral d’un sistema de pagament públic. A la vegada hi ha hagut una destrucció brutal de Institut Català de la Salut (ICS).
Mostra que es vol convertir tota la sanitat fins ara pública en un sistema cada dia més privat i pitjor. L’ICS passaria de ser central a esdevenir residual, per estar mal finançat, o sigui ofegat. Això s’ha d’explicar molt bé, de manera comprensiva i detallada. Fins ara ha estat impossible efectuar-ho. Calen, per tant, nous instruments. N’haurem de parlar en altres capítols d’aquesta sèrie. El seu títol (“Mas no pararà la destrucció de la sanitat”) ha quedat reafirmat pel recent ple. El que no ha quedat clara, com caldria, és la via per parar-los-hi els peus ràpidament.
(amb el meu agraïment a totes les companyes i companys solidaris que ahir em varen fer costat al plató de 8TV…)
El debat d’ahir a 8tv sobre “La Salut és el que importa” no era gens fàcil per a qualsevol persona que representès i defensès, des de l’activisme social, la salut pública. Sols cal veure qui havia estat convocat, repassar els ex-consellers (i ex-consellera) que ocupaven els llocs d’honor, i que encapçalava en Boi Ruiz, cínic com sempre, negant la major, i intentant menjar-se al personal que li portava la contrària. Francesc Duch, de Metges de Catalunya i fins i tot Ramon Espasa, l’ex-conseller degà, varen haver d’encaixar els seus desmentiments del que és més obvi: que ha pervertit un model “català” -que mai pot ser neutre- i que condiciona la gestió. El conseller que es banta de no haver encarregat mai un informe de la PwC no diu que de fet, no li cal. Ell ja fa el que la PwC (i els grans interessos financers que especulen a la sanitat) vol, encarregui informes o no. De fet, ell sols s’encarrega de portar a la pràctica el que ordenen. Perquè encara hi ha qui mana i qui obeeix. I el conseller de (la mala) Salut de Catalunya és dels darrers. Per això el seu partit no s’oposa, sinò que signa i promou el TIPP, TISA, i tot el que vingui recomanat per Wall Street i Washington. Però quan està a la televisió, ha de fer veure que és el gall del galliner…
Si l’ex-conseller Pomès i Boi Ruiz es mostraven tan valents, no era cap casualitat. Con solen fer des de CiU, sabien que jugaven amb molt d’avantatge a plató. Però no comptaven amb la xarxa, que sobre tot a travès de twitter no els hi va deixar passar cap mentida. I pel que fa a mi, saber que aquesta campanya tuitera s’estava lliurant amb gent tant honesta, lluitadora i lùcida, em va donar moltes forces per aguantar un debat en precari, tocat ja d’inici pels minuts esmerçats a la campanya del que Rosa María Artal ha qualificat amb encert “Fusilar al concejal Zapata” . I quan finalment em donen la veu, haver de desmentir una presentació que no s’ajusta a la realitat. Qui em coneix sap que ni represento ni puc representar mai “els pacients”, sinò en tot cas, ciutadania empoderada que vol mantenir i millorar el seu dret a la salut i sanitat públiques… Però desfer la presentació esbiaixada també cansa, i fa perdre segons.
Vull agraïr la quantitat enorme d’afecte i ànim en forma de SMS, links, mails i trucades que vaig rebre abans del programa. Vaig entendre que sols em calia ser valenta, perque els raonaments, els desmentiments, les argumentacions, les posarieu vosaltres en 140 caracters. Era impossible estar còmode entre tant d’interès creat i tantes ganes de que no es diguessin les coses pel seu nom. CIU, com sabeu, a travès del seu conseller, s’entesta en infantilitzar a la gent, i pensa que amb una bonica tarjeta sanitària per rebre atenció sanitària, ja en tenim prou. El dret a la salut bescanviat per un troç de plàstic….
No importa el patiment dels professionals, ni el que diuen des de la Sindicatura, ni tan sols que el nombre d’imputats creix i no s’atura… No s’ha de dir que les llistes d’espera desesperen, ni que es tanquen llits, ni que es fan desaparèixer serveis, ni que s’expulsen malalties de la sanitat pública, ni que els pressupostos (retallats) estan esbiaixats en contra de la pública i a favor de la concertada, ara “engreixada” a més amb CAPIO (que segons Boi Ruiz, a la cimera del cinisme, també és “pública”!)
Una cosa que sí lamento és no haver tingut temps per explicar els 10 punts de la Marea Blanca al final del programa, i limitar-me a enunciar-ne alguns, potser fins i tot no els més importants… Pel que fa a la resta, i perdoneu la manca de modèstia, penso que si volien menystenir-nos o desactivar-nos, ho tenen difícil. També en el debat, i gràcies a vosaltres, la por no es va quedar del costat que ells volien i tenien predeterminat (i com sempre passa quan la gent es posa dempeus, la por va anar cambiant de banda).
Ho podeu veure (o reveure) tot plegat aquí, i opinar si ho veieu o no de la mateixa manera. A mi sols em toca constatar, una vegada més, que quan la solidaritat s’activa, no hi ha tasques impossibles.
Perquè la SALUT s’ho val, i perquè queden encara massa batalles per lliurar, moltes, moltes gràcies! I seguim!
Así se reproduce en Dempeus el artículo de Toni Barbarà, secretario de Dempeus per la Salut Pública y publicado originalmente en La Lamentable, y que incide en las ansias privatizadoras el gobierno catalán en el ámbito sanitario en particular… Pero no sólo. CIU quiere dejar bien “atado” su “legado” antes que las urnas les dejen fuera de juego.
Desde hace años venimos asistiendo a la teorización/entronización de un pretendido modelo de excelencia sanitaria denominado modelo catalán. Esta fórmula de éxito, según las sucesivas administraciones del sistema, se basaba (además de un contrastado y no tan considerado alto nivel profesional) en un carácter mixto de convergencia (aquí con todo rigor en su acepción) entre lo público y lo privado. Ese modelo sanitario pretendía ser una virtuosa suma de potencialidades empresariales, modernas y eficientes, junto a unos recursos públicos importantes (aunque según dicen de gestión obsoleta y burocrática).
Ha sido la maravilla de los consorcios, las gobernanzas, la locomotora de la simbiosis público (recursos) – privado (lucro). Décadas de praxis y de experiencia elaborada bajo el amparo de un autogobierno convergente que mimaba a los amigos y socios de los Pujol y su casta. Con una base argumental tan perversa como solvente se ejemplarizaba sobre la idoneidad de una gestión moderna y una legislación acorde con los intereses de los nuevos tiempos y del mercado.
Se afeaba en cambio la torpeza de otras comunidades del Estado, especialmente las de Madrid o Valencia, que actuaban desde la autoridad competente, más incompetente, a golpe de compra, talonario y decreto. En Cataluña las cosas se hacían de manera más sutil y la aceptación resignada de las “externalizaciones” y los diálogos y alianzas estratégicas penetraban sin apenas resistencia entre la ciudadanía, ahora convertida en adulado cliente.
Posteriormente, llegaron años de la conocida sociovergencia –PSC-CiU–, continuadora de la obra de 23 años de pujolismo. Nuevas filigranas, más eufemismos, desregulación enfermiza y reglamentos neo-liberalizadores, unidos a ententes y complicidades empresariales, complicidad e impunidad compartida en tantos casos como los que ahora se van destapando a pesar de la omertá de decenios. Épocas de instauración de un verdadero club del negocio sanitario con apellidos ilustres en los consejos de administración públicos y de empresas privadas del sector y de la industria farmacéutica y con inaudita osadía en sus tejemanejes, propiamente llamados en tantos casos: corrupción. La ilustración de lo descrito es tarea imposible en un breve artículo, pero hoy abundan kilos de información y basta con querer acceder a ella.
Así las cosas, en cada caso la norma en el trato era elemental: ¿Amigo, o desafecto? Las carreras profesionales y los laureles tenían premio entre los colegas de clan. Por el contrario, para foráneos y aspirantes funcionaba sencillamente el miedo y el sometimiento. A la vez se practicaba un nepotismo inverso: l@s díscolos e insurrectos veían su presente y futuro más que comprometido. Decenios de privilegio y de liderazgo de élites médicas versus trabajador@s del sector, en especial en el caso del Hospital Clínico que nos ocupa.
El apremio actual y la aceleración compulsiva de normativas para los procesos de instauración de lo privado incrustado en los servicios públicos (léase el paradigma Barna Clínic) se debe a la incertidumbre de un ciclo electoral que se muestra inquietante. Las inmediatas elecciones generales de fin de año, pero aún antes las previsibles y anunciadas autonómicas en Cataluña para el 27 de septiembre, han aconsejado a CiU/Generalitat/ Boi/Mas a acortar plazos, a ir cerrando negocios en gestación, a hacer caja, y atar bien atado todo lo posible ante previsibles reveses electorales.
Ante el dilema del Govern: Acelerar procesos o maquillar recortes, necesidad obliga: ambas cosas a la vez.
Caso Clínic. Antecedentes
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La historia del Hospital Clínic merece una pincelada por su carácter de hospital singular. Emergente desde una titularidad compleja y cambiante. Realidad cívica y cultural de Barcelona, además de referencia sanitaria. Histórico vínculo con la docencia de la Universidad de Barcelona, con la investigación pionera, los trasplantes, con el prestigio bien ganado por sus notables profesores y profesionales, y todo eso de la mano de una tradición de beneficencia y a la par de excelencia.
Pero el Clínic ha sido también escenario de una inveterada pugna entre élites médicas versus trabajadores/as de segunda. Una ilustración de auténtica lucha de clases y entre estamentos, con las honrosas excepciones.
Interesante seguir los cambios de estatus, la llegada de sucesivos gestores y con ellos de nuevas formas de gestión. La sostenida eficacia demostrada para desregular y prosperar lo privado. La implantación creciente de derivaciones, la reordenación racional–RAT– del territorio y los flujos de asistencia. Leer el proceso de privatización que ya no ha cesado y tampoco los intentos de formación de órganos de gestión con presencia privada-empresarial. En el curso de la historia el Patronato ha ido mixtificándose, aunque sin perder papel el llamado Comité de Delegados Médicos (un selecto núcleo a modo de pseudo-sindicato corporativo), o ya desde 1985 con la inclusión de Fundaciones como la Clínic per la Recerca, que velaría por generar alianzas estratégicas con el sector privado.
Y ahora una nueva escalada con la puesta en marcha del nuevo Consorcio que ha generado la presente batalla.
Es muy difícil precisar con cifras la sangría de actividad hacia centros privados en un continuo goteo siempre creciente. La opacidad de esos datos se acompaña de la falta de credibilidad de las informaciones oficiales publicadas.
Pero nadie pone en duda el incremento de la derivación de enfermos a centros privados, ya sea de cirugía menor ambulatoria, de procedimientos diagnósticos o de cirugía convencional (de baja complejidad –y alto beneficio-). Anualmente 16.000 pacientes derivados a centros privados, entre los cuales la mitad al Grupo IDC Salud (Ex Capio) como el hospital del Sagrado Corazón, Clínica del Pilar. En paralelo, decrece la actividad en horarios y servicios y se van perdiendo camas, 200 cerradas hoy día. Entre 2012-13 la factura abonada a IDC Salud se incrementó en el 100% y superó los 127 millones €.
Tancada Clínic (2) es una organización ciudadana que se moviliza y se ocupa de la defensa del hospital público, a partir de un encierro/tancada y que ahora mismo pilota la denuncia frente al intento en curso y en fase de alegaciones de constituir un Nuevo Consorcio para el Clínic, todavía más permeable para los intereses privados.
Tancada Clínic denuncia el cambio de forma jurídica del hospital a derecho privado, la explícita actividad privada en el centro y en otros públicos, la gestión privada tanto directa como indirecta, los principios mercantiles que regirán y su tratamiento de mercado, la pérdida de control público sobre la gestión, la precarización del personal sanitario, la liquidación de la debida universalidad y equidad del sistema, la falta de participación de ususari@s y de transparencia y control democrático de la ciudadanía.., entre otras cuestiones.
Se han presentado miles de firmas de ciudadanos y entidades que avalan la presentación de alegaciones contra esta nueva agresión.
BarnaClínic, el buque insignia privado
Un invento rentable y un escaparate en marcha. Desde unos primeros precursores allá en el 89 con CrioBarna y posteriores fundaciones se ha concretado el brazo privado de BarnaClínic, hoy denunciado y sometido a estudio y control.
En esta planta noble, con ilustres pacientes, la sucesión de irregularidades es continua. La opacidad es la norma, la negativa a suministrar las cuentas al Parlament un descaro, el descontrol consiguiente lo más habitual, las incompatibilidades, los conflictos de intereses y las puertas giratorias lo cotidiano, salarios de más de 150.000 € a altos directivos… y un totum revolutum de imposible fiscalización: Una doble puerta de entrada alevosa por inequidad y discriminatoria, con doble lenguaje y doble moral, que produce pingües beneficios.
Podemos saber que en 2013 trabajaron en Barna Clínic 561 profesionales procedentes del centro público. Es materialmente imposible contabilizar horas, insumos, suministros y prestaciones del Clínic empleados en la planta privada. Incluso la patronal del sector privado del sector sanidad (ACES) denunció a Barnaclínic por competencia desleal.
Tan evidente es que algo huele a podrido que el hedor llega al Parlament. Finalmente, la cámara se pronuncia, a pesar de CiU, y en febrero pasado el Parlament de Catalunya desautorizó BarnaClínc, e instó a frenar cautelarmente su actividad mientras no se conozca una auditoria en profundidad de su actuación.
Pero el Parlament es burlado y desatendido y, otra vez más, el Departament de Salud sigue sordo e impune. En pocos días reactiva y decreta sobre sus conflictos en auge, ya sea en el Consorcio del ICS de Lleida (operación que ha quedado felizmente desmantelada gracias a la movilización popular), la operación de venta de datos clínicos conocida como Visc+ (hoy en compás de espera), o un decreto de prestación de Servicios privados en Centros públicos, suspendido a los quince días en perspectiva de campaña electoral.
Agresiones, resistencias, movilizaciones y debates; todo se acelera. El 28 de febrero 2015, en el Paraninfo de la Universidad del Hospital nace la Marea Blanca Catalana (3), confluencia de más de 70 entidades de todo tipo que cierran filas en defensa del carácter público del sistema sanitario. Además de firmas, charlas, movilizaciones y ocupaciones, la Marea Blanca se dirige a los Grupos parlamentarios y presenta una carta en solicitud de amparo a la presidenta del Parlament.
Último capítulo, por ahora, de la cruzada neoliberal
En esta situación, el proceso privatizador activa toda la munición en la recámara. El Colegio Oficial de Médicos (COMB/CiU) de Barcelona pasa de la complicidad tradicional con el Departament de Boi Ruiz, a la arenga comprometida con la desregulación.
Más leña al fuego del troceo, del cuarteamiento del sistema público restante, del ICS, y de su acomodo para la privatización lucrativa en cada caso, forma y manera
El tridente de todas las estrategias: Departamento de Salud /Generalitat/influencia institucional y mediática. Empresas voraces, pongamos el grupo privado IDC Salud como paradigma, PWC como fábrica del ataque a lo público…y ahora la élite corporativista del COMB.
¿Qué hacer?
Por descontado confluir, sumar, revertir, recuperar, promover saludable insumisión y lucha democrática…
Con unos medios de comunicación al servicio de sus consejos de administración se impone de entrada: Recuperar el lenguaje frente a los eufemismos maquilladores. Desenmascarar la substancia profunda de términos presentados como seductores o razonables a la hora de calificar el nuevo consorcio:
Formas de gestión empresarial. Alianzas estratégicas, consorcios y gobernanzas no son sino estrategia mediática para la autoinculpación y la resignación de la ciudadanía.
Gratis. Dicen que no cuesta nada, pero no es cierto porque la sanidad pública no recibe nada a cambio, una sanidad pública que ha sido y está pagada con nuestros impuestos y nuestro trabajo.
Co-pago. Tampoco este término se ajusta a la verdad porque, hablando con propiedad, es RE-PAGO, ya que nos cobran, otra vez, aquello que ya hemos pagado.
Derivación. Este término implica el desvío calculado a centros privados y con ánimo de lucro de pacientes y procedimientos financiados por los recursos públicos. En términos biológicos, para definir ese chupar la sangre deberíamos hablar de parasitación.
¿Lista de espera? Más bien desespero insoportable, en ocasiones con fatales consecuencias, que sirve para promover el doble aseguramiento concertando –quien pueda hacerlo– con empresas y mutuas privadas
No son necesarias más aclaraciones, si bien otros conceptos, lamentablemente vinculados a la sanidad catalana y española, podrían ser los siguientes: corrupción, parasitación, recortes y escándalos que incluyen muertes y damnificados de miles de pacientes con prótesis caducadas o falsificadas…
De todo lo cual se deduce, sin la menor duda, que la Salud es luchar, y a la recíproca, Luchar es Salud. Frente a las graves patologías sociales llamadas miedo, resignación y autoinculpación, la salida es la reconquista del Sistema Público de Salud.
(1) Dempeus per la Salut Pública
(2) Tancada Clínic
(3) Viento Sur
Ahir es va formar la cadena humana amb més èxit de les tres que s’han fet fins ara. Un èxit de participació que va acabar amb la lectura del manifest elaborat per la coordinadora d’Entitats de la SAP Muntanya. Ho explica Caralp Mariné a Catalunya.Plural en aquesta primavera calenta en la que ens demanen el vot els que atempten contra els nostres drets, sense aturar ni revertir els tancament de serveis i plantes, l’augment de llistes d’espera, els col·lapses d’urgències. L’any passat, el 2014, es varen derivar 1.000 pacients de la Vall d’Hebron a hospitals concertats.
“Per una sanitat pública i de qualitat”, “Artur Mas en quina mútua vas?” o “ Boi Ruiz dimissió” són algunes de les reivindicacions que es podien llegir en les pancartes dels manifestants, que una vegada més, sortien amb bates blanques o samarretes amb missatges reivindicatius.
Trini Cuesta, del SAP Muntanya, com es pot veure en el video, explica la necessitat de defensar la sanitat, i en concret, pel que representa d’emblema de la sanitat pública a Barcelona i Catalunya, l’Hospital de la Vall d’Hebron. Amb Àngels Marro llegeixen el manifest i criden als més de dos milers de persones que eren a la cadena humana a defensar també la sanitat primària, impedir que les Urgències es converteixin en magatzems de persones malaltes i les derivacions a a la sanitat privada…. En definitiva, criden a canviar les coses per la defensa dels nostres drets. Les portaveus han demanat “la dimissió del govern de la generalitat” i que els ciutadans, aprofitant les eleccions que venen, posin “les institucions, ajuntaments i governs al servei del poble i de la gent i no dels interessos i el capital”.
Un testimoni més d’una lluita necessària per la sanitat pública catalana que ens permeten reviure i difondre els companys i companyes de SICOM.
Per poder saber, dia a dia, l’interessat desgavell de les urgències a la Vall d’Hebron, segueix com ho expressa el personal que hi treballa a @adjuntosdeurgen .I per viure el que significa el patiment quotidià per a familiars i persones malaltes d’unes Urgències col.lapsades que són una autèntica mina anti-persones: Set dies a urgències de la periodista Lali Sandiumenge.
Ja fa temps que, en el conjunt de mesures que afecten les condicions de treball i el bon funcionament de la sanitat catalana, el concurs de trasllat de personal d’infermeria de l’ICS preocupa les treballadores afectades i, més enllà, a la ciutadania més conscient i interessada per com manega el conseller tot el sector. Valoracions sindicals al marge, el cert és que el concurs és, de fet, un ERO encobert en la mesura que centenars de treballadores d’infermeria perden el seu lloc de treball. En un sector més precaritzat, no es pot exercir una sanitat en millors condicions, mantenint aquella qualitat de la que en Boi Ruiz tant es vanta. Avui, Lara Bonilla publica al diari ARA un article que reflexa els estralls que la mesura suposa.
Mig miler d’infermeres es queden sense feina
Després d’anys treballant colze a colze, el Fèlix Heras, metge d’atenció primària, es va trobar ahir passant consulta al CAP del Raval Sud de Barcelona sense la infermera amb qui ha format equip durant els últims set anys. I no sap qui vindrà a substituir-la. Ella és una dels més de mig miler de professionals d’infermeria que s’han quedat sense feina arran del concurs de trasllats de l’Institut Català de la Salut (ICS). De fet, més de 2.200 professionals sanitaris -entre metges, pediatres, infermeres i personal administratiu- van deixar ahir el lloc de treball que han ocupat durant anys al seu centre d’atenció primària. Els trasllats -mitjançant els quals un treballador funcionari amb plaça en propietat reclama un canvi a un altre destí- són una pràctica habitual i un dret legítim del treballador, però els professionals sanitaris es queixen que mai havien afectat un volum tan important de personal. Des del 2007 que no se’n feia cap.
El col·lectiu més afectat és el d’infermeria, amb 634 places convocades i 540 adjudicades, un 11% del total de la plantilla. En aquest cas, a més, s’ha ofert als professionals d’infermeria dels hospitals la possibilitat de traslladar-se a centres d’atenció primària en places que fins ara estaven cobertes per interins. Els treballadors denuncien que els hospitals “perdran personal fix especialitzat sense que es garanteixi la seva substitució de manera permanent”, mentre que 540 professionals d’infermeria “seran acomiadats sense cap compromís de reubicació”. És per això que consideren que es tracta “d’un ERO encobert”, cosa que l’ICS nega. Els afectats també demanen que les places que queden buides als hospitals no s’amortitzin i lamenten la “falta de transparència” de tot el procés. “S’hi han compromès, però s’ha de fer una comissió de seguiment”, diu una infermera d’un CAP de Barcelona que des d’ahir està a l’atur després de deu anys treballant al mateix lloc. “Anem a l’atur, al carrer, perquè a la borsa no hi ha feina per a tanta gent i jo no puc anar a treballar en una UCI d’hospital”, diu aquesta infermera. “Jo tinc 33 anys i ja m’espavilo, però hi ha gent amb 50 anys que s’ha quedat fora i que només ha treballat a la primària”.
Com afecta l’usuari?
Metges i infermeres lamenten que la magnitud d’aquests canvis afectaran la qualitat de l’atenció que rebrà l’usuari tant als hospitals com als CAP. Hi ha centres que han de renovar el 50% del seu equip.
El Col·legi d’Infermeria de Barcelona qüestiona que es desplacin “infermeres amb anys d’expertesa a la primària” i que se substitueixin per “altres altament especialitzades en processos no propis de l’atenció primària, i a l’inrevés”. L’ICS, però, assegura que s’ha actuat de forma “especialment curosa” en els casos en què es requereix un perfil professional concret. Diu que la qualitat de l’assistència “està garantida en tot moment” i que, de fet, aquest concurs de mobilitat suposa donar “més estabilitat i flexibilitat als equips”.
La primària, la gran oblidada
Els professionals de l’atenció primària consideren que la manera com s’ha fet aquest concurs de trasllats és una mostra més del “menyspreu” a l’atenció primària, considerada, diuen, “la germana petita de la medicina” quan cada dia “està assumint més tasques”. “Si no dónes valor al personal que tens tampoc estàs valorant l’atenció que dónes a la població”, diu Heras. Aquest metge de família lamenta que ara haurà de tornar a començar de zero: “La feina de l’atenció primària requereix conèixer la gent i que els pacients confiïn en els seus metges i infermeres, i si es trenquen equips consolidats des de fa anys, això no es pot fer”, conclou.
Penjat inicialment a DEMPEUS, Toni Barbarà acaba d´arrodonir en aquest post les seves explicacions des de La Ratera. I de La Ratera a Punts de Vista. No cal explicar que el difonem per la seva vàlua, però també per seguir fent pedagogia del VISC+ i celebrar, a l’ensems, que per una vegada (i esperem que aquesta flor sí faci estiu) TV3 ens ha convocat per participar en el debat sobre “La confidencialitat de les dades mèdiques i el projecte “VISC+”“, que es va emetre al programa Els Matins. Agraïm la oportunitat expressar públicament la nostra opinió, en nom de tots els que defensem la sanitat pública, i per tant rebutjem els intents de privatitzar-la. El projecte VISC+ n’és un. Escolteu els arguments de’en Toni Barbarà, en contrast amb la resta de convidats.
Aquí ens teniu, a partir del minut 16:15 del video.
Les idees que Toni Barbarà va trametre en el poc temps del que va disposar… malgrat les tirallongues del responsable d’AQUAS o de l’apassionant debat sobre d’ibuprofè…
1.- Dempeus no es posiciona en actituds de negació de l’avenç científic ni de les incorporacions de noves tecnologies… Tot el contrari ens pronunciem pel seu bon ús i aprofitament, …en benefici de la salut i la sanitat públiques.
Al costat del benestar social, dels serveis públics, de la prioritat social, dels drets de la ciutadania,… NO DELS MERCATS.
2.- Per tant, des de DEMPEUS, NO entenem que hi pinta en tot aquest debat, pretesament sanitari i tècnic, la PENETRACIÓ de la lògica comercial, del món empresarial i de l’afany de lucre, el dit “valor” comercial del “producte”… Malgrat els eufemismes en curs i abús per part del neoliberalisme rampant i motriu del Governs de CiU, i els seus còmplices ERC – Marina Geli, i els executors materials Departament de BoiSalut… malgrat els “diàlegs competitius” de que parlen denunciem el veritable objectiu crematístic de la operació. Com s’explicaria si no fos així la disposició i interès de certes empreses privades (amigues i properes a la inefable PWC) per “abonar- finançar- PAGAR” per tal d’accedir a aquestes dades ?
Una empresa, inverteix quan té expectatives fundades de negoci. Això ara i sempre.
3.- Es en definitiva un nou episodi de PENETRACIÓ privada en allò públic. Vol dir de PRIVATITZACIÓ ! en una més de les formes camuflades, i/o no, que practiquen
Em pregunten si els argument llargament desenvolupats pel representant de l’AQuAS no ens han convençut sobre les bondats del projecte… Ens han convençut -i del tot- de la posició contraria. Neguem la major, ara ja, un cop vist el tractament en fases i el camuflatge de procediment en curs. Estem per la Retirada de l’atual Visc+ .
4.- Ens pregunten si desconfiem… Per suposat ! Com és legítim i saludable desprès d’assistir bocabadats a les continues agressions, incompliments i tossuda impunitat amb que opera el departament de Salut. En temps de brutals retallades i agressions contra el sistema públic de salut.
En uns pocs dies de pre-Setmana Santa (setmana negra, setmana tràgica…) el BoiDepartament s’ha despatxat de forma compulsiva amb un decret darrera l’altra contra la Salut i la Sanitat Pública, al Server dels seus compromisos i objectius mercantils, i en flagrant desobediència i confrontació amb les Resolucions democràticament aprovades pel Parlament de Catalunya,
Sembla que se’ls esgoti el temps per deixar “atado y bien atado” tota una sèrie de desregulacions que deixin el camp obert pel gran negoci que tenen entre mans…mani qui mani i surti com surti el vot ciutadà del futur.
I si cal ja tindran el famós (encara poc conegut i desemmascara’t TTIP) per fer del dret a la salut el mercat de la selva del negoci de la no-salut.
Confiar? És impossible. No estaríem en les nostres capacitats neuronals si ho féssim. Com confiar en qui decreta l’esmicolament de l’ICS via Consorci de Lleida, o introdueix l’activitat privada dins els centres públics -del que BarnaClínic n’és un exemple clamorós, o el mateix projecte de venda de dades que s el Visc+….Tot això CONTRA les indicacions del Parlament de Catalunya i havent aconseguit que tota l’oposició (excepcions, tornem-hi, d’ERC i de la Sra Geli) s’aixequi del la Comissió Parlamentaria del passat dia 9 d’abril i deixi al Sr. Boi, – l’enemic públic nº 1 de la salut segons la Marea Blanca de Catalunya – i a la seva tropa amb els powers points i les mentides orals a la boca.
5.- Ja ni entrem en els aspectes imprescindibles de privacitat, confidencialitat, ètica, o garanties exigibles des de la mateixa legislació. Llei de Protecció de Dades i la NO consulta- permís a les persones incloses en la base de dades mèdiques. Ja no parlem de la capacitat, gairebé il·limitada de la tecnologia informàtica que fa gairebé incontrolable procediments de RE-personalització de dades, d RE-desanonimització, en definitiva de invertir el procés per fer anònimes les dades fins a posar-li altre cop nom i cognoms…i més coses, inclusa la més elemental intimitat. La recent història ofereix casos de mal ús i de mala intenció punitiva a altres llocs com el Regne Unit. USA, o Alemanya… Veieu Caféambllet.
Evident que per finalitats de recerca, ja és avui possible, factible i en plena vigència la possibilitat “pública, des de institucions publiques i control públic” d’usar aquestes informacions. Amb finalitats assistencials, d’avaluació pròpia o de recerca estadística o epidemiològica. NO COMERCIALS ni al servei d’asseguradores, mútues privades, serveis de treball temporal, farmacèutiques, para-farmacia i empreses de publicitat.
Pueril negar les intencions de “segones fases” que permetin externalitzar, vendre, privatitzar tot allò que en una primera fase es pretén controlat. Els ho dic i els irrita: “això és ensenyar el -plumero-”
Per anar acabant, recordar que qui vulgui entrar en el tema de forma més explicita teniu a la web de Dempeus una pila de posts propis i aliens a disposició.
Salut i amatents/es. Com ja estan fent algunes organitzacions, cal explicar la nova malifeta. Cal recollir signatures com fan a Mataró, cal negar-se a que les nostres dades siguin vendibles per aquests mercaders, cal oposa’ns-hi, denunciar, …cal lluitar.
Salut !
Si voleu, aneu també a La Tribu de Catalunya Ràdio, a partir del m. 46 aprox., per escoltar més arguments Dempeus contra el Visc: I al blog de Dempeus: Dues diputades critiquen durament la política sanitària
Magnífica y esclarecedora entrevista publicada en Los mares del sur a la enfermera, investigadora, activista y gran persona Ana Martínez. En el texto se inserta toda la problemática de la sanidad y la salud en el amplio contexto de “las causas de las causas”, pero sin huir de los datos concretos que permiten ver, con igual claridad, los árboles y el bosque. Por ejemplo, qué significa el proceso que sufre (y así, sufrimos todas) el Hospital Clínic…. Para leer despacio, tomando nota!
Ana Martínez nació en Barcelona en 1981. Trabaja como enfermera en el servicio de urgencias del Hospital Clínic de la misma ciudad. Es coordinadora, junto con Montse Vergara, del libro recientemente publicado, “Cómo comercian con tu salud” (Icària, 2014), en el que se plasma el trabajo de la primera fase del proyecto “Privatizando la sanidad. Impacto en la salud de la privatización de la sanidad en Catalunya”, impulsado por múltiples colectivos embarcados en la investigación, desvelamiento y denuncia del complejo proceso de privatización de la sanidad pública catalana, oculta bajo una ola desarticuladora que pretende invisibilizar las consecuencias y los mecanismos que la rigen. Nos saluda con su sonrisa indeleble en la puerta de su centro de trabajo, lugar de encuentro también para una tarde dominical, desde donde nos lleva a una terraza no muy lejana, donde, tras una mirada desconfiada a la grabadora, da rienda suelta a su discurso vivaz.
LMS. ¿Te definirías como enfermera o investigadora en salud?
AM. Ni lo uno ni lo otro me convence. Ahora mismo soy activista por la defensa de la sanidad pública. Es como si nos fuera la vida en ello (risas).
LMS. ¿En qué momento te involucraste en la lucha por la sanidad pública?
AM. Los tijeretazos contra la salud se empezaron a aplicar con fuerza justo antes de que estallara el 15M, en 2011. Hacia finales de 2010, con la llegada de CiU al poder y los vientos austericidas que trajo consigo, mucha gente, entre ellos un gran número de trabajadores de la salud, se levantó contra las medidas implementadas por el conseller Boi Ruiz. Curiosamente, en general creo que no se recuerda bien la cronología. Si le preguntas a alguien por la calle, te dirá que toda protesta masiva se dio tras el 15M, pero lo cierto es que las que estuvimos implicadas en las primeras luchas lo recordamos como un fenómeno de masas que se dio bastante antes del 15 de Mayo. Por ejemplo, “Indignados por los recortes en sanidad” (nacido por iniciativa de los compañeros del Hospital del Mar) éramos originalmente cuatro gatos (asindicales y horizontales) que nos comunicábamos a través de Facebook y organizábamos movilizaciones contra los recortes sanitarios. Conocimos a Democracia Real Ya en los compases previos al 15M y también a algunas compañeras de la PAH, que llevaba más de cuatro años en pie de guerra. Después el levantamiento popular desencadenado a partir del 15 de Mayo nos pasó por encima y nos integramos en él. A veces pienso que entonces se deslizó algo muy profundo, algo que movilizó a ciudadanas y trabajadoras de una forma que no volveremos a ver en Catalunya.
LMS. ¿Cómo nació el libro “Cómo comercian con tu salud?”
AM. El libro se concibe en la indignación, nace en la academia y cuenta con la colaboración de múltiples actores: investigadores, activistas, plataformas, entidades…. Me explico: es la plasmación de un grito, el de las plataformas en lucha por la sanidad, los movimientos sociales, las asociaciones de pacientes y usuarios, canalizado a través del Grupo de Investigación en Desigualdades en Salud (GREDS-EMCONET), con Joan Benach y Gemma Tarafa a la cabeza, frente a la necesidad de hacer un esfuerzo de análisis ante un fenómeno tan difícil de aprehender como es la privatización de la sanidad catalana. Así que se decidió llevar a cabo una colecta pública de dinero (lo que ahora se llama “crowdfunding”, jejeje), a través de un blog y un verkami, para arrancar el proyecto en cuatro fases de las que el libro es sólo la primera. Montse Vergara y yo nos animamos a coordinarlo. Durante su elaboración, el documento ha contado con la estrecha colaboración de las personas, plataformas y entidades en defensa de la sanidad pública, que lo revisaron, aportaron sus notas, modificaciones y dieron su visto bueno. Ha sido un trabajo con mucho feedback.
LMS. ¿En qué consiste cada una de las fases del proyecto?
AM. Dejadme primero aclarar una cosa: la necesidad del proyecto no consiste en guiar la actividad de los movimientos sociales. Se trataba de conseguir una base teórica sólida, de cargarnos de argumentos para defender un derecho. En Catalunya, la información es escasa, los datos se han tratado de ocultar todo lo posible desde el principio. Con más énfasis en los últimos cinco años. Todavía hoy sigue siendo un problema muy relevante, al que la actual administración gira la espalda de manera interesada. Por eso mismo la primera parte del proyecto consistió en hacer un barrido de datos inicial, detectando los “gaps” existentes y aproximándonos a cuál podría ser la investigación ulterior. Esta primera fase responde a dos interrogantes principales: en primer lugar, identificar los elementos de privatización y mercantilización del sistema catalán. En segundo lugar, aproximarnos al mecanismo mediante el cual esas medidas de austeridad (entendidas también como elementos de privatización y mercantilización del sistema) han podido impactar en el sistema de salud y en la salud de la población, tratando de distinguir nítidamente- lo cual no es nada fácil- entre austeridad y privatización. La siguiente fase, en marcha actualmente, es redactar un informe con un carácter más reflexivo, ampliado y propositivo del que generó la primera fase.
LMS. En el libro se hace mucho hincapié en la necesidad de diferenciar claramente entre mercantilización y privatización. ¿Por qué?
AM. Es importante distinguir ambos conceptos para conocer el sistema sanitario catalán y poder identificar los mecanismos de su génesis, transformación y ahora destrucción en su vertiente pública. La privatización, más sencilla de definir a pesar de no estar libre de controversias, es la transferencia de recursos de la esfera pública a la privada, en las diferentes funciones que tiene el sistema: gestión, provisión, dirección, formación, etc.; mientras que la esencia de la mercantilización no radica en la titularidad de los recursos, sino que es la introducción de elementos de mercado en el sistema público. Los “elementos de mercado” abarcan desde la conceptualización, que afecta al discurso, de la salud como un producto y no un derecho, hasta la ley, que la privatiza de facto. El ejemplo paradigmático son los entes públicos, empresas y consorcios públicos, de titularidad pública, financiación variable y gestión cada vez más frecuentemente de carácter mixto en la sanidad catalana, en proceso de privatización radical. Todo ello inducido por los cantos de sirena de los adeptos de ESADE & cia., voceros neoliberales, que no paran de insistir, sin fundamento, en que la sanidad pública es insostenible, en la necesidad de implementar mecanismos para aumentar la eficiencia, etc., lo cual entra de lleno, de nuevo, en la ideología que propicia los procesos de mercantilización. Recubierto de tecnicismos y apariencia de objetividad, está el interés puro y duro de convertir la salud en una mercancía más, la sanidad en un negocio. Los procesos de privatización implican siempre mercantilización. La mercantilización, más subrepticia y difusa, no siempre implica privatización o la implica de forma parcial. Aunque a mí me gusta decir que la mercantilización es la antecámara de la privatización.
LMS. Por suerte, pues ¿qué queda hoy sin mercantilizar?
AM. Así es…
LMS. ¿Es el Hospital Clínic un ejemplo de esto?
AM. Es el paradigma del Modelo Catalán. En él se dan los dos fenómenos con una intensidad brutal y, hasta ahora, una falta de consciencia abrumadora por parte de los trabajadores y usuarios. Y no sorprende, pues tras años y años de privatización encubierta y propaganda (mercantilización), durante los que millones de euros se han ido por el sumidero, se han cerrado más de un 20% de camas, se derivan miles de pacientes al ámbito privado (Hospital Sagrat Cor, Hospital Plató, Hospital General de Catalunya, todos de IDCSalud, antes Capio, cuyo actual director de innovación fue el anterior director general del Clínic), la excusa de la austeridad se está usando como ariete justificador del lucro oculto (o no tan oculto). En cuanto a la cooptación de los trabajadores por la élite dirigente, en plena danza centrípeta, como corresponde a toda puerta giratoria, especialmente en el caso de los médicos, el comité de delegados, único sindicato existente para la plantilla médica y del que se pasa a formar parte automáticamente con la firma del contrato, ha jugado un papel importante amedrentando a los pocos que se atrevieron a cuestionar el modelo o las medidas derivadas del mismo. En cuanto a enfermería, ahora se ha creado un comité específico para nosotras, por lo que muchas de mis compañeras callan y sueñan con subir, como hacen los médicos, por la escalera que va de la precarización al estrellato monocorde. Sin contar con el resto de categorías profesionales. Es más, pisándolos si cabe, para defender “lo nuestro” como categoría. Es inteligente por parte de la empresa: divide y vencerás.
LMS. ¿Por qué crees que hoy en día, a diferencia de lo que pasaba hace apenas unos años, en centros públicos los hospitales o la universidad hay tanto miedo por parte de los trabajadores a expresar el descontento? ¿Por qué se hace tan difícil crear redes de solidaridad y acción colectiva en estos lugares?
AM. No hay una sola razón, pero el motivo más importante ahora mismo, a mi parecer, es el miedo. La situación actual produce en todos y todas miedo a perder el trabajo, incluso en aquellos que tienen la suerte de no engrosar la segunda lista más importante de jóvenes en edad laboral después de los parados: los hiperpreparados precarios. Pero siempre hay valientes: en el Clínic, por ejemplo, cuando hicimos la primera acampada, muchas y muchos de los que allí estaban eran suplentes.
En la universidad, creo que probablemente el factor miedo se ve por lo menos equiparado por el individualismo autorrefencial inducido por la hegemonía académica actual, que fuerza a dejar de pensar y actuar colectivamente para encerrarse a escribir papers y solicitar becas a entidades privadas. Un profesor politizado no está bien visto, ni bien entendido, como si los que se las dan de “liberales neutros” no tuvieran una actitud política. Dicho esto, quiero añadir que el desamparo al que se ven abocados los trabajadores en el ámbito privado es mucho peor, pero no se habla de ello porque no interesa. De momento, hay que desacreditar todo lo público y alabar lo privado.
LMS. ¿Qué papel crees que han jugado los sindicatos en todo esto?
AM. La crisis política se manifiesta también en el mundo sindical, de manera triste y perversa. Es una crítica que hace muchos años que se está dirigiendo hacia ellos, pero hace todavía más años (tantos como tiene el bipartidismo) que las cúpulas sindicales hacen oídos sordos. Los sindicatos de clase han sido parte del problema, y otros, más activos y radicales, no han sabido agitar o movilizar a la gente. Estaban cómodos en su posición. El problema es tremendo, porque más allá de su inutilidad actual, no parece que vayan a renacer de sus cenizas aunque tuvieran intención y capacidad de reactivarse y reconstituirse. La intensidad del sectarismo, seguidismo, entreguismo, cainismo, depende, de todas formas, del centro de trabajo del que hablemos. Hay ejemplos recientes muy loables. Sin embargo, la desconfianza que generan, por muy inducida que sea en parte por determinados sectores de la clase política y empresarial, está, en términos generales, justificada. Por eso creo que en el desbordamiento transitorio del sistema que simbolizó el 15M era clave olvidar las banderas. La gente estaba muy cabreada, también con los sindicatos, que por acción o por omisión tenían parte de la culpa.
Por ejemplo, pasa en el comité de empresa del Hospital Clínic: cuando desde el grupo de Tancada Clínic nos presentábamos en las reuniones reclamando nuestro derecho a participar, nos decían literalmente: <<preséntate y que te voten; entonces podrás hablar>>. Lo mismo que nos decían en el Parlament, lo mismo que nos dicen desde el Gobierno. Reproducen las mismas formas vacías y antidemocráticas de eso a lo que llaman sistema de representación. En fin, miedo y mediocridad, como en tantos otros sitios.
LMS. En un mismo orden de cosas: ¿y la academia? ¿Juega toda ella un papel legitimador de las propuestas neoliberales o hay focos críticos?
El pensamiento crítico, por desgracia, ha pasado de ser uno de los leitmotivs de la universidad a un motivo de vergüenza entre la casta académica. Creo que Joan Benach y su grupo de trabajo funcionan de una manera bastante excepcional en la Universitat Pompeu Fabra, donde también trabaja Vicenç Navarro, muy crítico con la austeridad en general y en la salud en concreto. Pocas puertas más allá de sus despachos, están los economistas, los de Andreu Mas Colell, tránsfuga del comunismo al costumbrismo, encabezado el pasillo por un cuadro de Milton Friedman: es un insulto diario.
LMS. ¿Crees que las cátedras de salud pública y preventiva de las facultades de medicina se han opuesto en general a los recortes?
AM. En absoluto. Yo creo que, en cierta manera, Benach se la juega. La sensación que tengo es que la gente que está más comprometida no puede mantener unos principios muy radicales desde la academia. Vicenç Navarro podría ser un ejemplo: en términos políticos se posiciona en la socialdemocracia, aunque tiene claro que hay que frenar la austeridad, no es un radical.
LMS. Has comentado más arriba, y no es la primera vez que lo oímos, que el colectivo médico está impregnado de clasismo. Salvo honrosas excepciones, como ocurrió en la marea blanca de Madrid, los médicos no suelen implicarse en lucha alguna, a no ser que sea puramente gremial. Probablemente esto sea consecuencia de dos fenómenos esencialmente: el papel de clérigo paternalista que se le ha atribuido al médico históricamente, con el mensaje implícito de que, como todo confesor, no debe tener características distintivas que vayan más allá del acento o la marca del reloj y, por otro lado, la carrera por el reconocimiento y/o el enriquecimiento, llena de sacrificios, chanchullos, gestas, competencia irracional, insomnios, calumnias, y otras tantas caras que rebasan lo ético, pero que en ningún lado incluyen la politización explícita (como si lo de Piqué, Boi Ruiz, Lasquetti, Belenes, etc, no fuera político…) y en casi todos los casos conllevan un falso sentimiento de pertenencia a la clase dominante (hace poco Yanis Vaorufakis decía que es una de las tentaciones más habituales y más difíciles de resistir: el discreto encanto de la burguesía). ¿Se podría extrapolar al colectivo de enfermeros y enfermeras?
AM. Menos en términos cuantitativos, pero cualitativamente te diría que el mecanismo se está incorporando en un grado incluso mayor que entre los médicos. Yo veo en mis compañeras el deseo irrefrenable de llegar a la misma posición que el estamento médico. Es decir: situarte siempre por encima del resto de trabajadores.
LMS. ¿Funciona como un sistema de clases?
AM. Sí. Exacto. Enfermería sería la supuesta clase media, que se saca el pañuelo palestino frente a los médicos y las cacerolas para diferenciarse de “los negros de abajo” (compañeros y compañeras de limpieza, camilleros, seguridad, administración, etc.). De hecho, el sistema de promoción profesional no sólo es jerárquico, sino que es claramente clasista. Enfermería tiene un muy buen sistema de promoción. Sin embargo, al resto de estamentos se les dieron las migajas. Cada uno en su sitio, aunque el rasero patine o se acerque, más o menos, según quién acerque la mano. Mirando al colectivo médico, lo dividimos por temor, nos dividimos por envidias, nos separamos de las que realmente son las nuestras.
LMS. ¿Crees que es aplicable una lectura de clase a la evolución de la salud pública? ¿Crees que si, a diferencia de lo que se ha dicho durante los últimos cuarenta años, la transición fue una derrota de los trabajadores y no una victoria, estamos metidos hasta el cuello en el lodo de aquellos polvos?
AM. Es evidente que sí. Es una estrategia para tener controlada a la sociedad, para llevar más allá todavía la “sociedad de los dos tercios” propuesta por Thatcher. Llevamos decenios apuntalando una falacia, con la invención de una supuesta clase media separada de la clase trabajadora, dando por supuesta la “ahistoricidad” del sistema, lo perenne de los derechos, etc. Todos queríamos escalar cómodamente, valga el oxímoron. Acabas pensando que el opresor es el modelo a seguir.
LMS. ¿Esa clase media que se ha visto desprovista de la base económica que permitía su modo de vida, que se sentía identificada con el modelo de crecimiento, accederá a entrar en mutuas privadas o aceptar la privatización?
AM. Espero que no. Por lo menos otras muchas personas y yo trabajamos para impedirlo. Ahora hay más gente despierta, consciente, que cuando empezamos a dar voces en el desierto hace cuatro años. No obstante, que no estemos en el desierto no significa que estemos pregonando frente a las masas. Usamos lengua de signos para sordomudos en mitad de la selva de pantallas y altavoces que repiten el mantra oficial sin parar. Luchar contra eso no será cosa de dos días. Sin embargo, pongo en duda que la gente no reaccione pase lo que pase. Cualquiera se da cuenta de que lo están atendiendo peor, o de que lo han dejado de atender, o de que le cobran por la consulta, o le hacen ir a rehabilitación muy lejos de su domicilio.
LMS. Pero habrá una parte de la gente que, sin formar parte de la élite social, podrá permitirse pagar una mutua y lo haga pensando que es lo que le conviene, aunque hasta ahora haya acudido siempre a la sanidad pública.
AM. “Poder permitírselo” no es una realidad objetiva, es un cambio de prioridades inducido por las necesidades, que a su vez responde al discurso hegemónico. No sé si habéis visto la televisión catalana últimamente, pero los anuncios de mutuas y servicios sanitarios privados se han multiplicado de una manera insultante. Hasta cuando se emitió el documental Ciutat morta, el primer anuncio que pusieron, frente a una audiencia teóricamente crítica pero en todo caso muy amplia, fue el de una mutua de seguros. Pero insisto: hay una parte de la clase media que sí que se ha visto desprovista de todo, incluida la cobertura sanitaria, y a marchas forzadas. Así han despertado. Pastilla roja o pastilla roja, ni elección a lo Matrix ni leches. El ejemplo de la PAH es perfecto para explicarlo.
LMS. ¿Qué son los determinantes sociales de la salud?
AM. No soy una experta en determinantes de salud. Os recomiendo que recurráis a cualquier trabajo de Joan Benach. En todo caso, en síntesis podríamos decir que en nuestra salud no sólo influye el sistema sanitario, también son fundamentales la vivienda, las condiciones de empleo, el entorno familiar y educativo, el nivel socioeconómico, el género, etc. Hay que distinguir la salud de la sanidad. Hasta ahora, con los recortes en los hospitales y en los centros de atención primaria, nos estábamos refiriendo a la sanidad, pero la salud engloba muchos otros factores. Los pobres no solo mueren más, sino que además mueren peor. No es casual que en las zonas más pobres haya más hipertensos, más diabéticos… no porque coman menos sino porque comen peor, porque tienen que priorizar su hipoteca o no tienen tiempo para cuidar de su salud. Tienen menor percepción de su salud, menor conciencia de la misma. Hay ejemplos muy cercanos y sencillos, a la vez que terribles: la esperanza de vida de un vecino de Pedralbes en casi diez años mayor que la de uno de Nou Barris. A los grandes popes de la medicina moderna y a los adalides de la “modernización del sistema”, que tanto se jactan de que sólo tienen en cuenta las propuestas basadas en la evidencia, aquí tienen una evidencia. Lo que les falta es, tal vez, “videncia”.
Hago un paréntesis para poner un ejemplo: cuando se lanzaron las Entidades de Base Asociativa en Barcelona (que permitieron a médicos inversores adjudicarse centros de salud pertenecientes a la red pública), fue casualmente en los barrios más ricos donde se llevó a cabo con más ahínco. Ello pone de manifiesto dónde tenían más oportunidades de negocio estas entidades con ánimo de lucro. El 33% de los pacientes de las EBAS tiene doble cobertura frente al 8% del resto de CAPs. Las EBAS están situadas, principalmente, en zonas muy estratégicas. Dónde van a poder ser más eficientes, es decir, hacer mejor negocio? En una zona de ricos, con doble cobertura… para las “tonterías” se van a la privada
Muchos se apresuran a concluir: entonces que los ricos se paguen la sanidad y que para el resto sea pública. Se equivocan. Primero, por una cuestión de equidad y, segundo, porque al pijo le gusta evitarse las listas de espera y tener una habitación individual con vistas al mar, pero si tiene que escoger entre eso y no morirse de una enfermedad grave, no dudará y acudirá a la pública. En resumen: todos podemos vernos, antes o después, afectados por los recortes y privatización de la sanidad pública.
LMS. ¿Crees que es consecuencia de que el modelo es muy asistencialista, con poco énfasis en las medidas enfocadas a la medicina preventiva?
AM. Ahora nos quejamos de eso, no hemos hecho educación sanitaria ni programas de educación, se ha adelgazado la atención primaria en lugar de robustecerla y la prevención brilla por su ausencia. Es parte de la estrategia neoliberal. Sin programas de educación en salud y prevención conviertes a la población en más dependiente del sistema sanitario. Después, ya puedes culpabilizarla y responsabilizarla. Además, con un sistema preventivista, la industria farmacéutica dejaría de ganar mucho dinero. Hemos convertido a la población en individuos dependientes para poder pedirles que se corresponsabilicen, sobre todo económicamente, obviando completamente los determinantes sociales y acusándolos de abusones que demandan a la primera de cambio. Nos quejamos del sistema. Pues es el mismo sistema que ha provocado esta situación.
LMS. Ahora que comentas que en ocasiones los ricos también prefieren la sanidad pública: este mismo mes, el Parlament ha solicitado una investigación en profundidad de la actividad de Barnaclínic, la parte privada del hospital Clínic. El desencadenante fue una demanda de la patronal de centros privados sanitarios, que acusaba a Barnaclínic de competencia desleal.
AM. Sí, es muy paradójico que quien levante la liebre sea la propia patronal. Sobre todo si tenemos en cuenta que el actual conseller de Sanitat, Boi Ruiz, fue durante largos años director y después presidente de la Unió Catalana d’Hospitals, principal lobby de la patronal privada. No es la primera vez que se pone a Barnaclínic en tela de juicio. El informe de la sindicatura de cuentas de 2012 reveló una deuda importantísima hacia el hospital, cuando la justificación que tienen en boca sus defensores a todas horas es que la actividad privada, no sólo no implica un conflicto ético aunque se dé en las mismas instalaciones, con los mismos recursos y por parte de los mismo profesionales, sino que ayuda a hacer menos deficitaria la asistencia pública porque los beneficios revierten en la actividad pública del hospital. Aunque el actual director general, el Dr Josep Maria Piqué, lo ha repetido hasta la saciedad en diferentes charlas para calmar a los trabajadores, no ha mostrado ni un solo dato convincente que explique, por ejemplo, los sueldos de los principales dirigentes de Barnaclínic y sus vínculos con la junta de patronato del hospital. En todo caso, la investigación a Barnaclínic y su aparición en los medios ha supuesto un verdadero varapalo al ejemplo paradigmático de privatización encubierta que caracteriza al actual modelo sanitario catalán. Mientras tanto, se está sacando a concurso la compra por parte de capitales privados de veinte centros de atención primaria, este año se han operado más de 17.000 pacientes procedentes de la sanidad pública en centros de IDCSalud, que en 2013 facturó 127 millones de euros a la Generalitat, y suma y sigue. CiU, con la ayuda por omisión de ERC, está en plena carrera por completar su modelo antes de las próximas elecciones.
LMS. ¿Podrías resumir en qué consiste la estrategia de CiU?
AM. Es a la vez muy simple y muy complicado. Simple porque en esencia lo que se pretende es sacar tajada de algo que es un derecho universal y, por tanto gratuito; pero a la vez complejo, porque no es una ocurrencia de ahora. No es que, de repente, cuatro iluminados de derechas se hayan despertado y se hayan golpeado la frente recordando los donuts olvidados sobre la encimera de sus ostentosas casas, no: llevan intentándolo más de treinta años, pero hasta ahora la “correlación de debilidades” sólo les ha permitido hacerlo de forma sibilina, disimulada, encubierta por rebuscados acuerdos y triquiñuelas legales. El objetivo es doble: destruir lo público, no por placer si no por interés, parasitarlo, exprimirlo, y convertir la salud en una mercancía con la que poder hacer negocio. Las estrategias van por fases, la primera es destrozar lo público, recortando, adelgazando el presupuesto con las razones más peregrinas, precarizando el trabajo, robando la dignidad, hundiendo la calidad. Después habrá que vender en todos los foros y de todas las maneras posibles que lo privado es más eficiente (y limpio, y educado, y huele mejor, y hay más famosos). Es una guerra de propaganda en la que el enemigo tiene el poder de quitarte los fondos y usarlos en su beneficio, mientras les mina la moral a tus tropas.
LMS. ¿Cómo? ¿De qué manera se mete a los nuestros en el bolsillo?
AM. Responsabilizando o, más bien, acusando, a las personas enfermas de estarlo. Tiene que ser conscientes (sic) de sus propios procesos de salud y enfermedad y, por lo tanto, entender la necesidad y arrimar el hombro para procurar la sostenibilidad del sistema. Se engaña al ciudadano haciéndole creer que se le otorga un papel relevante de decisión y autonomía, cuando en realidad se lo está convirtiendo en una mercancía con la que hacer negocio. Esta vuelta de tuerca se completará con la aplicación del proyecto Visc+, que le va a vender los datos clínicos de los pacientes del sistema catalán de salud a empresas aseguradoras y farmacéuticas multinacionales que, analizando esos datos, pondrán el precio que más les convenga a las pólizas y fármacos que nos endosarán en la siguiente fase. <<No señor, a usted la póliza le sale el doble de cara>>, <<¿Por qué?>>, <<Porque fumó hasta hace 20 años>>, <<Cómo lo sabe, si no se le he dicho?>>, <<Lo pone aquí>>.
LMS. ¿Y cómo es posible con la que está cayendo que la respuesta popular sea tan tímida?
AM. La debilidad de las luchas sanitarias es un fiel reflejo del modelo sanitario catalán, muy desagregado y confuso (titularidad pública del ICS con sistemas mixtos, entes de colaboración privada, las privadas con lucro…). La constitución de la respuesta frente al mismo no ha partido de una marea ciudadana transversal. En los centros sanitarios, la implicación de los trabajadores es muy desigual. En comparación con las luchas de Madrid, aquí hay hasta ahora (el 28 de febrero se constituyó la marea blanca en Catalunya, agrupando a todas las plataformas y colectivos en lucha) un crisol fragmentado de luchas, en la que los ciudadanos y profesionales han coincidido poco. Es verdad que en Madrid fue tan brutalmente abrupto, que la reacción generada fue más compacta y enérgica…
LMS. ¿Qué finalidad persigue en este contexto el plan de reordenación territorial y asistencial (RAT)?.
AM. Con la excusa de repartir de manera equitativa la baja/moderada complejidad y la alta complejidad entre los centros de tercer nivel de Catalunya, lo que se ha hecho ha sido desviar la actividad más lucrativa (la de baja complejidad) hacia el ámbito privado (esencialmente IDCSalud), y la de alta complejidad, mucho más cara, a los grandes centros públicos. Lo peor es que la justificación del plan, en el contexto del plan estratégico de sanidad 2011-15, se basaba en una evidencia contradictoria hasta el tuétano: en el mismo informe figura que Catalunya estaba excepcionalmente bien situada en el conjunto de Europa en aspectos como el porcentaje de hospitalizaciones, el uso de fármacos, el funcionamiento de la atención primaria, por no hablar de la esperanza de vida, que era la mejor. Pocos años después, ésta ha caído estrepitosamente, se ha hecho todo lo contrario a lo que había que hacer (fortalecer la primaria y la educación sanitaria, entre otras cosas), y se han aplicado medidas injustificables para enviar cada vez más pacientes a la privada mientras se cierran pacientes en la pública. Miles de usuarios se han quedado sin especialista, las listas de espera han aumentado en lugar de disminuir, y un largo etcétera de catástrofes y situaciones demenciales propias de un país de pandereta. El objetivo último, como digo, es la reorganización de zonas de para agrupar áreas que se gestionaran desde una misma unidad, con el objetivo final de vender o privatizar estas unidades.
LMS. ¿Qué hay detrás del copago?
AM. Repago.
LMS. ¿Vamos hacia un modelo como el estadounidense?
AM. No exactamente. Siempre digo que es un tremendo error poner el ejemplo estadounidense como el futuro de nuestra sanidad. Aquí es más perverso. Es el negocio redondo para los que se están lucrando: cobertura universal con financiación pública (es decir: todo hijo de vecino es cliente potencial, a excepción de algunos colectivos, como los inmigrantes sin papeles), pero con un porcentaje cada vez mayor de mercantilización de los servicios. Un ejemplo: un paciente consulta en urgencias del Hospital Clínic por una neumonía. Es atendido, y al cabo de pongamos, 14 horas, es derivado al Hospital Sagrat Cor de IDCSalud, donde pasa 48 horas y es dado de alta precozmente. El paciente, al llegar a casa, se complica porque el alta era prematura. Probablemente consulte (o la ambulancia lo lleve por orden “de arriba”) al Clínic o, en caso de que llegue al Sagrat Cor, lo derivarán al Clínic. Además, el precio que IDCSalud cobra cada día a la Generalitat por tener al paciente es casi un 50% más de lo que se le paga a un centro público. Es el negocio perfecto: monopolio con colaboración pública. Infalible.
LMS. Según tú, ¿qué papel debería jugar el estado en la gestión de lo público?
AM. Dos matices: prefiero hablar de lo común más que de lo público. Esto último es lo que se gestiona desde las administraciones, mientras lo común se refiere a aquellos bienes que son de todos y deberíamos poder gestionar entre todos con participación y democracia directa. En realidad, aunque diga esto, no me considero una anarquista (en realidad, prefiero no etiquetarme; se es más libre), pero no soy defensora del papel del estado en la gestión de los bienes comunes. En la fase en la que estamos ahora, en la que se trata de recuperar lo que nos han quitado, lo prioritario es devolver a la esfera pública por lo menos lo que es común y gestionarlo con transparencia.
LMS. En el caso de que los bienes comunes se administrasen a partir de la intervención más activa de la ciudadanía, ¿no deberíamos ser todos mucho más responsables? (eso, al menos, será lo primero que te espete quien se sostenga en el paradigma antropológico liberal).
AM. No creo que me rasgase las vestiduras para tratar de convencer a un tipo así. En todo caso, para no alargarnos, diré que no es lo mismo participación que administración, igual que no es igual ser responsables que corresponsables.
LMS. Con la Ley General de Sanidad de 1986, durante el primer gobierno socialista, ¿hubo una intención real de crear una ley sanitaria que buscaba que la sanidad fuera realmente común, pública, y después no pudo ser? ¿O crees que era una estrategia desde el inicio para generar un sistema universal pero mixto, y que después ha devenido en algo cada vez más privado?
AM. Esa ley tuvo vigencia real 2 o 3 años, luego surgieron informes Abril y otros tantos peros a la idea inicial… estuvo bien como punto de partida, pero no fue más allá. Creo que si se intentó en algún momento, la insistencia se esfumó rápido.
LMS. ¿Cuáles son las vinculaciones entre el poder político y el poder económico en el proceso de privatización de la sanidad?
AM. Dilucidar este punto es el objetivo principal de mi tesis doctoral. El ejemplo más claro son las puertas giratorias, como la que hemos comentado antes del antiguo director general del Clínic. Os recomiendo el video Quién manda en la sanidad de Catalunya de la PARS. En la sanidad catalana, en lugar de puertas giratorias podríamos hablar de autopistas de oro. Antes de abandonar sus cargos políticos ya están en consejos de administración de grandes empresas del ámbito de la sanidad. Es el ejemplo de Josep Prat, Josep Maria Padrosa (el anterior y actual directores del sistema catalán de salud, respectivamente), Boi Ruiz y una larga, larguísima lista. Además, se ven implicados grandes financieros como Isidre Fainé (“La Caixa”), bufetes de abogados, periodistas y por supuesto, la tercera pata del chiringuito de la sanidad privada: el poder mediático. Montamos el modelo y lo difundimos a través de los medios de masas. ASISA lo dice bien claro en su eslogan: <<nuestro beneficio es tu salud>>.
LMS. ¿Te parece que la participación de grandes empresas catalanas en este proceso no ha sido criticada duramente cuando ha salido a la luz porque las mismas han contribuido a generar la imagen ad hoc de la “nació catalana” que defiende Mas y que parece no repugnar demasiado a ERC?
AM. Es un fenómeno muy complejo: generar una conciencia nacional catalana, en la que han conseguido insertar con la aquiescencia de la izquierda, la mentalidad neoliberal en casi todos los ámbitos con la excusa de que <<será mejor que estar al servicio de Madrid aunque tengamos una sanidad privada>>, ha funcionado, pero con sus contradicciones. No obstante, sí creo que el soberanismo sirve como cortina de humo al austericidio y mercantilización de la sociovergencia y ERC. Las competencias en sanidad se transfirieron en 1981, y ahora nos venden la moto de que la reducción de 1500 millones del presupuesto en sanidad durante sus cuatro años de gobierno es culpa de que hay maltrato fiscal impuesto por el gobierno central, que son antiindependentistas y antidemocráticos. No se lo creen ni ellos ni Rajoy, que se ha prestado encantado a seguirles la farsa.
LMS. Curiosamente, el partido que más está haciendo porque se investigue el fraude sanitario son las CUP.
AM. Totalmente cierto. En ese aspecto, nada que reprocharles. Me siento muy afín a la CUP en su programa social. Ello no quita que tenga mi opinión sobre su concepción nacional y sobre a quién le tienden la mano en su afán por priorizarla constantemente por encima de todo. Me gustaba el lema “Independència per a canviar-ho tot”, pero sigo pensando que levantar una frontera y decir que así serás libre, es un oxímoron “como una catedral”. La base social y el discurso social que tienen lo suscribo 100% pero cómo lo pretenden llevar a cabo y con quién se alían creo hace que se diluya su programa y su sentir de izquierdas. En cierta manera, siento que están priorizando la independencia por encima de la izquierda. Sin embargo, Esquerra Republicana de Catalunya, es todavía peor. Aunque ya sabíamos que no eran de izquierdas de antemano. Las CUP, es verdad, defienden mucho la clase trabajadora, se ponen de su lado, pero lamentablemente creo que quien se lleva “al bolsillo” a la clase trabajadora fue el PSC antes de devenir lo que son ahora y Podemos o Podem en la situación actual. El cinturón rojo no es de las CUP, por mucho que se empeñen. Las CUP se nutren básicamente de los hijos díscolos de la burguesía (me lloverán las críticas por esto): universitarios, básicamente, en barrios como Gràcia o Sants, mientras la currante, la clase obrera real, el Hospitalet, Cornellà, Nou Barris… es la de los Podem y los Guanyem en general (bueno: el que tiene más o menos algo de consciencia de clase, porque muchos se desentienden o votan a la derecha). No ha existido independentismo popular como fenómeno de masas; no ha habido obreros independentistas nunca! El noi del sucre no era independentista, ni la CNT, ni el PSUC de la guerra civil, ni el POUM. Els segadors, por mucho que se empeñen, no es un himno independentista, es un clamor popular – catalanista, sí- contra el sistema feudal. Los independentistas eran los burgueses de Cambó.
LMS.¿El 15M ha permitido legitimarse a la izquierda vistiéndose de deseo ciudadano (hablamos de Podemos, claro)?
AM. Para mí el 15M fue un despertar colectivo, desorganizado y precioso, que ha permitido romper con determinados anatemas. No es que sea muy fan de Podemos, pero sí que entiendo el abandono del discurso derecha-izquierda por el del 99% vs. 1%. Hay que cambiar el discurso de vez en cuando. El 15M sentó esas bases. No es lo mismo que lo que propugna Podemos, por mucho que se esfuercen en erigirse como la cristalización de la indignación en las plazas, porque allí gritábamos <<no nos representan>> y ahora nos representan ochocientos. Quizás más que recoger el espíritu del 15M lo han electoralizado. Me acuerdo de una señora al principio del 15M que dijo <<vosotros sois los políticos del futuro>>, pensaba que no se enteraba de nada, pero vaya si tenía razón la señora… lamentablemente.
LMS. Quizás también la clave es que para cada <<no nos representan>> había un significado diferente. Para unos era un hartazgo de la clase política, para otros de los partidos de aquel momento… Y Podemos ha conseguido dar la vuelta a ese discurso y volverlo exclusivamente contra el bipartidismo y no tanto contra el sistema de representación, ¿no?
AM. Este es otro de los riesgos que yo le veo a los nuevos partidos, que no me gusta tener que llamar partidos: que, de hecho, a veces parece que se han conformado con cambiar la cara o presentarse como la pureza delante del sistema bipartidista corrupto, que nadie puede negar que lo es. Me da miedo que se produzca la segunda transición española y volvamos a un sistema de representación partidista en el que damos un cheque en blanco cada cuatro años y no hay cambio de conciencia en la participación y en el ejercicio de un verdadero sistema democrático
LMS. Últimamente se ha hablado mucho de la “Hipótesis del Comunismo Ninja™” en Podemos, es decir, que son gente de izquierda radical que se han dado cuenta que hay que utilizar las herramientas que hay para llegar al poder y a partir de ahí defender una serie de cosas porque no se podrá superar la esfera neoliberal por la correlación actual de fuerzas, ¿te parece descabellada? ¿Cierta? ¿Es viable? ¿Se puede hacer una pedagogía desde arriba para cambiar las cosas?
AM. Creo que lo de pedagogía desde arriba duele a los oídos. La pedagogía se hace desde abajo. No tengo una opinión clara sobre esto, porque recibo mensajes divergentes desde gente muy diferente a la que respeto mucho. No tengo claro que haya que llegar a las instituciones para dinamitar el poder, pero tampoco que se pueda hacer desde fuera. Creo que Podemos es, en el momento de emergencia actual, “el mal menor”.
LMS. Pero tú le recomendarías a un ciudadano de a pie que se ve afectado por los recortes…
AM. …que vote a Podemos? Sí, ¡claro! ¡Votadles! ¡todos! Los males menores a nivel estatal son Podemos y “hasta” IU. O los “Ganemos” municipales. No es que me convenzan absolutamente. Lo que yo querría no es un sistema de representación política, pero “ahora” no me voy a poner muy pejiguera con esto. Los “otros” nos están matando, literalmente…
LMS. Pero Podemos se ha constituido como una agrupación de gente que se ha movilizado y activado, ¿no? O por lo menos en eso basan su autojustificación.
AM. Yo le veo, por supuesto, las potencialidades. Pero hace falta lucha popular y movilización social más allá de que se vote a Podemos, y de momento, lo que sé es que la movilización social ha caído en picado desde que se supone que hemos “asaltado las instituciones”. Existen iniciativas más radicales incluso a nivel de representatividad en las instituciones burguesas, como la que fue la Demo4.0, que reclama la cuota de representación para cada una de nosotras: . De eso me enamoré completamente. Habrán de pasar años para que quizás podamos ver algo similar.
LMS. ¿Piensas que no debe de haber ninguna representación a ningún nivel?
AM. No, no creo eso exactamente. Por eso digo que vivo en una constante contradicción. Te vuelvo a poner el ejemplo de los bienes comunes. Los asuntos que nos afectan a todos deberían poder decidirse entre todas. Yo no puedo delegar mis opiniones sin condiciones por siempre y para siempre en otra persona. Hay cosas de tal importancia que deberían ser consultadas siempre. No conozco a fondo el programa de Podemos, pero no sé si a nivel de calidad democrática y de participación -no solo de cara a la galería- tiene una buena posición respecto a eso. Tal vez sean las prisas, o la potenciales “responsabilidades de gobierno”. Repito que, ahora estamos en una situación muy crítica, y la prioridad es que dejen de matarnos. Pues, bien, mamá, abuela: votad a Pablo Iglesias. O a Ada Colau, en Barcelona.
LMS. ¿Qué perspectiva ves para los próximos cinco o diez años? Pon un vector encima de la mesa.
AM. Tengo miedo de que si hay un cambio de gobierno la gente se moverá menos. Puede haber cambios en general si se completa el tan cacareado fin del bipartidismo; básicamente en cuanto a ponerle fin a las medidas de austeridad, que es lo más urgente. De todas formas, el mismo capitalismo acabará con la austeridad porque después de tantos años de acumulación sin trabas puede permitirse aflojar la soga unos años para seguir con “su paz social”. No sé a qué situación abocará eso en Europa, pero el cambio más profundo que se necesita no será en diez años. Me preocupa que dentro de treinta años nos demos cuenta de que volvemos a estar de nuevo al principio, o al final, según se mire, de una nueva transición democrática que en el fondo encubra un nuevo ciclo del capital. Habremos perdido el tiempo de nuevo y tendremos que andar otra vez ese camino. Y la incertidumbre estará ahí de nuevo: hoy que se puede, ¿cogemos un poco, o nos preparamos para cogerlo todo mañana?
LMS. ¿Qué hacemos?
AM. No tengo recetas. Dentro de poco, como sigamos así, nadie las tendrá…
LMS. ¿A qué persona nos recomiendas que entrevistemos para averiguar más cosas sobre el proceso de privatización de la sanidad?
AM. Os recomendaría a muchas personas. Mis maestras, con mucho cariño: Clara Valverde y Jesús Blanco.
LMS. ¿Cuáles son tus mares del sur y qué música o literatura te llevarías?
AM. Mi nuevo hogar en la montaña, a casi una hora del bullicio de Barcelona. Allí os pondría “Llegan voces”, cantada por Carmen Martín, y os daría a leer “Por qué la austeridad mata” de David Stuckler y Sanjay Basu.
LMS. Muchas gracias, Ana.
Los procesos que parecen más perjudiciales para la ciudadanía perpetrados por los malos gobiernos, pueden revertir en favor del bien común si llegan nuevas mayorías sensibles y atentas a las necesidades sociales. Por ejemplo, la promesa de devolver la gestión del agua a la comunidad la cuenta en Nueva Tribuna Paco Rodríguez de Lecea, aunque se refiere también a las desordenadas prisas de Boi Ruiz por privatizar a todo trapo todo lo que puede. Un saqueo que también denuncia Milagros Perez Oliva con gran contundencia. En cambio, los medios no han recogido las dos noticias de formsa similar. Aunque es difícil dudar de la importancia de que se haya presentado en Barcelona el Pacto Social para el Agua Pública en Catalunya, donde se habla de una gestión integral, pública y participativa del agua, la prensa de mayor tirada no parece haber captado la importancia del acuerdo.
En la actualidad, en los principales centros urbanos el suministro del agua se gestiona por la empresa mixta formada por la multinacional Agbar (Aguas de Barcelona) y la AMB (Área Metropolitana de Barcelona), que aprobó la creación de dicha empresa con los votos favorables de CiU y PSC. Ahora se pretende revertir el proceso desde la plataforma Aigua és Vida, los sindicatos CCOO y CGT, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), la Confederación de Asociaciones Vecinales de Catalunya (CONFAVC), Ecologistas en Acción, y hasta un total de más de veinte organizaciones. Han suscrito el pacto las siguientes instancias políticas: ERC, ICV, EUiA, la CUP, Barcelona en Comú, Podemos y Procés Constituent, que se han comprometido a incluirlo en sus programas para las próximas elecciones municipales. Si logran la mayoría (perfectamente factible) el Pacto por el agua podrá cumplirse.
Sigue Rodríguez de Lecea advirtiendo que quizás la importancia de la propuesta ha quedado oscurecida en los grandes medios por el anuncio hecho por el alcalde Trías de un nuevo cuerpo policial que perseguirá conductas incívicas tales como el consumo de alcohol y el orinar en la calle (ya ven, cada uno ve a su manera cómo acercarse a la ciudadanía…) Sin embargo, se consuela el autor al encontrar en los medios “el eco del malestar que está provocando el conseller de Sanidad Boi Ruiz, reincidente empedernido en políticas privatizadoras, con dos iniciativas de su departamento: la creación del Consorci de Lleida, y la propuesta de venta de datos sanitarios recogidos e informatizados por la Administración. Son dos temas en los que el Parlament ha dado el alto al conseller, sin conseguir detenerlo hasta el momento. Alega el hiperactivo Boi Ruiz que publicar en el Diario Oficial de la Generalitat la propuesta de Estatutos del futuro Consorci no implica desobediencia al mandato del Parlament de paralizar las gestiones para su creación. En el caso de los datos sanitarios, afirma estar llevando a cabo su “anonimización” e insiste en los beneficios de ponerlos a disposición de la ciencia y la investigación. Pero no estamos hablando de puesta a disposición sino de venta, y esta no se limitará a organismos científicos y universidades, sino que podrá recaer en primera o en segunda instancia en otras entidades; por ejemplo las compañías farmacéuticas, vieja obsesión de sor Teresa Forcades, las cuales cuentan con medios muy avanzados y sofisticados, susceptibles de “desanonimizar” lo “anonimizado”.
Y concluye Rodríguez de Lecea: “Ante semejantes desafueros por parte de un gobierno de Catalunya que ha puesto ya el piloto automático para conducir al país a una declaración unilateral de independencia, uno se pregunta si tantas prisas por tener un «Estat propi» no se deberán al hecho de que cuentan en firme con un comprador para el mismo, y no tienen la menor intención de echar a perder el negocio.”
Considera el Gran Wyoming que “cuando la vida tiene precio urge otro modelo”. Diría que mucho antes, porque la deriva de una sociedad dominada por los “des-valores de mercado” ha ido abarcando productos básicos para la vida, reduciendo y prohibiendo su acceso, hasta intentar convertir salud y enseñanza en mercancías prostituidas en manos de amigotes, sectas y buitres. Urge otro modelo porque ya ha hemos entrado en caída libre en la liquidación de los valores reales de convivencia europeos, como que hacer política por el bien común implica priorizar una mejor redistribución de la renta y la riqueza (y no el carnaval de la desigualdad que se hipertrofia en nuestro día a día). O la apuesta por la igualdad de oportunidades, aunque sólo sea para devolver empleo digno a las generaciones más jóvenes, o investigación a las Universidades, o derechos y responsabilidades sin sesgo de género ni de clase para mujeres y hombres en un contrato social que no sancione esta crisis-estafa en vergonzosas enmiendas constitucionales. Y hay que recurrir a las mejores y más descarnadas denuncias para que todo el mundo lo entienda. Las televisiones públicas deberían asumir su función, incluida y en lugar destacado TV3, y poner en horario de prime-time PSICO, de Micheel Moore, pero también “La salut, el negoci de la vida” de SICOM… Así entenderíamos mejor las consecuencias de esa piratería obscena que Boi Ruiz nos niega. Por todo ello, textos como el que sigue (y el próximo número de cafeambllet) deberían ser leídos, discutidos y utilizados para defender una convivencia digna y preservar la salud de los buitres que monopolizan Sovaldi u otros fármacos, y de los CAPIO de turno….
(Ante el error del paciente que abre su boca al máximo, el médico le aclara que lo que debe abrirle es su cartera…)
“Los partidarios y promotores de eso que llaman colaboración público privada, también llamada PPP (Public Private Patnership), han tocado techo. Bajo esa lógica de cooperación que adquiere múltiples formas se esconde también la cesión por parte de la Administración de todo aquello que pueda enriquecer a las grandes empresas en detrimento del bolsillo de los ciudadanos.
Resulta obvio pensar que la iniciativa empresarial sólo “colaborará” con la Administración en aquellos proyectos en los que obtenga beneficio, claro, pero el rédito que obtiene la Administración en esos proyectos, puesto que de colaboración se trata, es más complicado de entender y, en cualquier caso, esa colaboración debería tener un límite, alguna línea roja.
Yo vengo de un mundo donde los grandes descubrimientos científicos pasaban a ser patrimonio de la humanidad al instante. Gracias a ello, muchos de los que defienden a ultranza desde la política y los medios de comunicación la falta absoluta de control por parte del Estado en los negocios irían con muletas a trabajar por no haber tenido acceso en su día a la vacuna de la polio, o no habrían sobrevivido a enfermedades como la viruela, actualmente erradicada, o a infecciones que hoy no suponen el menor riesgo gracias a los antibióticos. ¿Alguien se imagina el precio que podría haber alcanzado en el mercado negro la penicilina si su uso no se hubiera universalizado?
Recuerdo ahora la película El tercer hombre, luego convertida en novela, de Graham Greene, donde el malvado Harry Lime se dedicaba, precisamente, a eso, a hacer negocio con la precaria salud de los austriacos en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial vendiendo medicinas en el mercado negro. Se consideraba entonces el más execrable de los crímenes.
Ahora es un negocio legal. En la moral del siglo XXI es guay. Nadie duda del legítimo derecho en una sociedad llamada de libre mercado a obtener beneficios de una inversión, pero la falta de intervención del Estado en favor del interés general o, mejor dicho, la intervención del Estado para procurar el máximo beneficio a la industria farmacéutica, que en Estados Unidos quita y pone presidentes a través de eso que llaman lobbies, que no es otra cosa que la compra de voluntades desde el mundo del dinero, ha llegado a convertir en cotidiano, a legalizar de hecho, la especulación criminal, dicho en el sentido más literal del término: una especulación que mata. Que priva del recurso necesario para seguir viviendo al que padece una enfermedad crónica. Me refiero, como muchos habrán comprendido, a la hepatitis C. Llamo especulación criminal a lo que sucede porque el precio al que se vende el fármaco nada tiene que ver con la inversión realizada en la investigación para su descubrimiento, sino con la efectividad del mismo y la exclusividad de una marca a la hora de ponerla en el mercado que no deja elección posible. Si tienes dinero, te salvas. Si no, te mueres. Así de sencillo. Esa es la filosofía. Es la ley del libre mercado. Es el paradigma de los que pregonan que la intervención de Estado en la regulación del mercado es un atentado contra la libertad y una forma perversa de totalitarismo. Para los neoliberales es un dogma.
Según varios informes, ya se habría amortizado con creces el gasto en la investigación del fármaco. El alto coste del tratamiento, que se planteaba en 60.000 euros por enfermo, teniendo en cuenta que es una enfermedad que afecta a millones de personas –los cálculos en EEUU estiman en 3,2 millones los que la padecen sólo en aquel país– obliga a la búsqueda de una solución sin demora y sin que tengan que seguir muriendo de forma gratuita miles de seres humanos por la codicia de unos negociantes sin escrúpulos. De demagogia tachan cualquier propuesta los defensores del tráfico de vidas humanas que, dicho sea de paso, ignoran si padecen la enfermedad, ya que pueden pasar hasta veinte años sin que afloren los síntomas.
Hay que indemnizar al propietario de la patente por un precio razonable, ahora que todavía no se ha aprobado el Tratado de Libre Comercio, el famoso TTIP, donde contemplarían en ese pago el “lucro cesante”, es decir el negocio que hubieran hecho si no interviniera el Estado, y poner el fármaco a disposición de los médicos.
Hay que recordarles a los que se escandalizan cuando se plantean estas medidas que el laboratorio propietario de la patente del fármaco no fue el que la descubrió, sino que la compró a los que dieron con él, con la sana intención de forrarse a costa de la vida de los ciudadanos. Pues eso mismo es lo que tenían que haber hecho las Administraciones Públicas si miraran por el interés del personal en lugar de pasarse el día engrasando las puertas giratorias. Así de sencillo. Se enteran de cuánto han pagado por esa patente y se les da un dinero, vamos lo que se llama una expropiación, que es lo que hacen con las propiedades de los paisanos cuando se traza una carretera, una vía del tren o Eurovegas. Ahí no tienen problemas.
La gente está muriendo. Esta cuestión no es broma ni motivo de rifirrafe ideológico; pone en cuestión la esencia de la utilidad del Estado. Con la excusa de salvar la vida de los ciudadanos dilapidamos fortunas en medidas preventivas sintetizadas en la compra de armamento, medidas que se hacen más incomprensibles ahora que el software de nuestros arsenales se queda obsoleto enseguida.
Sólo la lucha del colectivo de afectados por esa enfermedad, que ha desenmascarado la injusticia social, moral, política y religiosa que supone esta verdadera masacre llevada a cabo con la colaboración de nuestros gobernantes, nos ha hecho tomar conciencia de hasta dónde están dispuestos a llegar. Si se hubieran muerto en silencio, sin hacer ruido, como pretende el actual ministro de Sanidad cuando afirma que las acciones de este colectivo son perjudiciales para la negociación, no se hubiera evidenciado en manos de quién estamos y de qué lado están.
Este no es un caso aislado. Es sólo un ejemplo que nos ayuda a comprender el empeño de estos señores neoliberales por exterminar la investigación científica tal y como siempre la habíamos concebido, como un empeño colectivo al servicio de la Humanidad.
Son muchas las investigaciones llevadas a cabo con un gran esfuerzo de dinero público que cuando están tocando a su fin son vendidas a la empresa privada para que exploten los resultados.
Ellos han tocado techo en su desprecio por la vida de los ciudadanos. Nosotros fondo.
No queda otra, a pesar de la apocalíptica imagen del terror y las amenazas de los organismos internacionales “neutrales”, tecnócratas y apolíticos que dirigen nuestras vidas, que tomar impulso y salir a la superficie.”
Va publicar la notícia la periodista Jessica Mouzo Quintáns fa tres dies, però ha tingut molt poca repercusió. No és estrany, així és com es fan les coses a can Boi Ruiz, de tapadillo, com si fos una qüestió de tràmit sense importància, i quan te n’adones ja està aprovada la tupinada, com una mena d’excrecència més de la “col.laboració” público-privada que algunes polítiques d’ERC (i no sols) consideren “inevitable”. Fan com que tanquen els ulls i quan els obren, ja tenen al davant una bona i sòlida instal.lació reforçada de les portes giratòries a la sanitat. Amb la seva ignorància o el seu consentiment.
Mirin que, com els cucs, des del Departament de Salut s’arrosseguen sense fer soroll i aprofiten la llei d’acompanyament dels pressupostos del 2015 per incloure canvis legislatius en matèria sanitària. I canvis greus. Ens explica Mouzo Quintáns: “El Govern planeja modificar diversos articles de la Llei de l’Institut Català de la Salut (ICS) per permetre que, en el marc d’aliances estratègiques entre aquest ens i hospitals de la xarxa pública, els alts comandaments de l’ICS puguin tenir més d’un càrrec i compatibilitzar la gestió en l’organisme públic —que controla vuit grans hospitals i el 80% de l’atenció primària— amb més funcions de comandament en altres centres aliens a l’ICS. Algun d’aquests hospitals és privat, però la seva funció és pública.
Fins ara, tenir un càrrec directiu a l’ICS era incompatible amb qualsevol activitat que no fos de docència o d’investigació. No obstant això, l’Executiu de Mas afegeix ara una altra excepció i obre la porta al fet que els comandaments de l’ICS puguin exercir funcions directives en altres centres, sempre que hagi “aliances estratègiques o projectes de gestió compartida” entre l’ICS i altres empreses, com és el cas del projecte CIMS a Girona (conveni de col·laboració entre l’hospital Josep Trueta i l’Institut d’Assistència Sanitària). A més, la Generalitat preveu que aquests càrrecs puguin cobrar fins un 30% més del sou que perceben a l’ICS i, fins i tot, amb un acord de govern, “poder superar aquest límit retributiu”.
Però la reforma legislativa de la Generalitat ha topat amb un dictamen desfavorable del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC), òrgan assessor del Govern en matèria socioeconòmica i laboral. El CTESC critica que les retribucions d’aquests càrrecs directius “no s’estableixen en funció de la dedicació horària, sinó de les activitats encomanades”.
En el seu reguitzell de canvis, la Generalitat preveu, a més, que, també a través d’aliances estratègiques, tots els professionals de l’ICS puguin prestar serveis en qualsevol dels centres adscrits a l’acord de col·laboració. El CTESC rebutja aquesta reforma, ja que considera que la mesura permet que treballadors amb “condicions laborals i retributives diferents” —els de l’ICS són estatutaris, mentre que els dels altres centres es regeixen per altres convenis laborals— facin la mateixa feina.
El Govern també preveu derogar l’article que limita l’activitat del personal amb funcions de comandaments intermèdies —càrrecs en unitats de gestió i gerències territorials—. La Generalitat, que prohibia als càrrecs intermedis de l’ICS qualsevol activitat de responsabilitat en altres centres sanitaris, deixa ara via lliure al fet que, amb aliances estratègiques o sense, aquests comandaments intermedis puguin compaginar les funcions a l’ICS i en altres centres, públics o privats. El CTESC critica que no queda clar si aquesta activitat es duu a terme en el marc d’una aliança estratègica o no, i tampoc no hi ha cap “text alternatiu que ho aclareixi”.
Una altra modificació legislativa, fora de la llei de l’ICS, és la que dóna potestat al director del Servei Català de la Salut (Catsalut) per “establir acords, convenis, concerts i encàrrecs de gestió per a la prestació de serveis” sense comptar amb el consell de direcció, que passarà de tenir poder de decisió a simplement “ser informat periòdicament” de les accions.
Encara que la seva decisió no és vinculant, el CTESC ha proposat per unanimitat eliminar totes les reformes sanitàries de la Generalitat. La UGT i CC OO, presents a CTESC, critiquen que Salut aprofiti aquesta llei per “colar” reformes sense passar pel consell de direcció de Catsalut.”
Leo en el blog de Médico Crítico una especie de palabras de despedida, algo así como un pequeño epílogo a la gestión de Ana Mato, la ministra que nunca debió serlo. Sin apenas adverbios ni adjetivos, la lista desgrana nuestros agravios y enumera, uno a uno, todos los hechos y motivos por los que, a pesar de que no la echaremos de menos, dificilmente podremos olvidarla. Los destrozos graves, de fondo y calado en la sanidad pública, de la ya ex-ministra MATO, exigirán los mejores restauradores para que el sistema de salud pueda recomponerse… Quedan pendientes las imperdonables responsabilidades de Mariano Rajoy, que debería dimitir de inmediato no sólo por beneficiarse también, por su cargo, de todas las tramas descubiertas en su Partido, sino sobre todo -y eso sí es criminal- por poner en manos de una política emblemática de la Gurtel un servicio público fundamental y nuestro derecho a la sanidad. Y hacerlos trizas entre insufribles incompetencias, rapiñas desmedidas y a contra reloj… Y ni un gesto de pesar por el sufrimiento y las muertes que sus destrozos han provocado. También en memoria de Alpha Pam, no te echaremos de menos, Ana Mato, pero esperamos que se vayan sumando cargos que te encadenen al banquillo.
Y estos son los cargos de Médico Crítico:
(1) No tener absolutamente ni idea de sanidad, servicios sociales o igualdad cuando llegas al cargo.
(2) Provocar mediante un Real Decreto un cambio en la conformación del sistema sanitario recuperando un concepto que creíamos anacrónico, el de asegurado.
(3) Basar el discurso de una reforma sanitaria en que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que hay que actuar con rapidez (que en este caso era sinónimo de atolondradamente).
(4) Cargarte la universalidad del sistema sanitario y que la sociedad se organice para rebelarse contra esa medida y monitorizar los efectos de la misma a lo largo del tiempo.
(5) Enfatizar la palabra NACIONAL de “Sistema Nacional de Salud”, utilizando al inmigrante indocumentado como un instrumento (riesgo de salud pública) desvistiéndolo de toda dignidad individual o colectiva.
(6) Instaurar un “medicamentazo” con unos criterios -fármacos para síntomas menores- confusos y que habían probado ser inefectivos en medicamentazos similares en otros países.
(7) Manipular de forma repetida los datos de gasto y consumo farmacéutico para que queden bien con el discurso apriorísticamente diseñado.
(8) Mentir una y otra vez negando los efectos de tus políticas y ocultando problemas de salud bajo eslóganes simplones.
(9) Dar apoyo explícito a consejeros que aplicaron con fervor leyes que costaron la vida de gente.
(10) Hacer gala de ignorancia en temas de género diciendo que “la falta de varón no es un problema médico”.
(11) Continuar con una visión de la salud más propia del siglo XIX, negando la visión de las “causas de las causas” y caminando hacia el individualismo que niega la influencia de la sociedad en la salud.
(12) Ir por el mundo contando mentiras manipulando los datos para defender tu gestión.
(13) Hacer que el aborto sea un asunto legal y que el ministerio de sanidad no tenga nada que ver en la defensa del aborto como prestación de salud pública.
(14) Gestionar a nivel nacional una crisis de salud pública internacional (ébola) de la forma más desastrosa posible, llegando al punto en el que tu propio gobierno te desacredita y te saca de la esfera de comunicación pública porque das vergüenza e intranquilidad a los que te escuchan.
Pero lo que te ha hecho dimitir no ha sido eso, sino ser “partícipe a título lucrativo” de la trama Gürtel. Ese será tu motivo, pero nosotros no olvidamos las demás hazañas. Que lo que venga nos sea leve.
Mentre Artur Mas s’entesta en que mirem cap a un altre lloc amb els seus jocs de mans (ahir de nou es va presentae com Moisès remasteritzat Spiderman per teixir una terinya ben opaca que no ens deixi veure com destrossen els nostres serveis públics), la manca de vergonya de Boi Ruiz i de tot el Govern de la Generalitat va com anell al dit per legalitzar les portes gitaròries a la sanitat, com ens explica Jéssica Mouzo Quintans. Fins ara, tenir un càrrec directiu a l’ICS era incompatible amb qualsevol activitat que no fos de docència o d’investigació, però aprofitant la llei d’acompanyament dels pressupostos del 2015 el Govern vol modificar la Llei de l’Institut Català de la Salut per permetre les portes giratòries a la descarada. Si s’aprova la tupinada, els alts dirigents de l’ICS podran tenir més d’un càrrec, fent “compatible” la gestió en l’organisme públic —que controla vuit grans hospitals i el 80% de l’atenció primària— amb més funcions de comandament en centres aliens a l’ICS, que com ens alerta Mouzo, d’aquests hospitals és privat, encara que la seva funció és pública. Les sangoneres ja no tindran que dissimular. Tindran un peu a la pública i l’altre a la privada per anar fent el buidatge de la sanitat de totes i tots cap a le butxaques dels seus amics. I encara que aquesta reforma topa amb un dictamen desfavorable del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC), òrgan assessor del Govern en matèria socioeconòmica i laboral, res sembla detenir els pillatge. I menys encara quan Artur Mas, en plena tupinada de la sanitat, s’organitza, amb força èxit, un besamans particular on fina i tot alguns que es diuen d’esquerra s’hi feien veure…
L’indignant espectacle de fi de cicle (o no) de CIU amb canvi de lleis per fer legals (que no legítimes) les seves barrabassades, manté tota la sanitat de Catalunya sota la destral del destripador de la salut pública. Cap territori ni cap servei se n’escapa.
Però les mobilitzacions s’organitzen i prenen força, i des de Lleida, on el proper dia 29 es rebrà una Gran Marea Blanca antiprivatitzadora, ens arriben aquests arguments:
15 arguments que faran sumar-te a aturar el consorci i defensar la sanitat pública!
Segueix la marea a Facebook i a twitter
Difon els cartells i octavetes d’aquestes accions
Més informacions de la convocatòria
I avui 21 hores programa especial a Ràdio Terrassa @RàdioMTerrassa 95.2 de la FM, internet i TDT
Victòria Pacheco – minut 3.03 – i Helena Motos – minut 4.20 – expliquen a SICOM perquè no es pot acceptar el Consorci Sanitari de Lleida.
Explica Toni Barbarà, amic, metge i Secretari de Dempeus per la Salut Pública que hi ha dies en els que les activitats s’apleguen i esdevenen jornades especialment intenses i gratificants, al servei de les lluites de sempre. El divendres 14 de novembre va ser un d’aquests dies. Jornada doble, com als cinemes d’abans, i sense obviar les tasques quotidianes. Matí i tarda DEMPEUS.
Es va celebrar primer l’acte de celebració del 20è aniversari de l’EAP (equip d’atenció primària) del barri del CLOT de Barcelona. Organitzat pels mateixos treballadors i treballadores del CAP amb intervencions d’ Arcadi Oliveres, Ada Colau, Toni Barbarà, Jesús Martin, (treballador social)i Ferran López (pediatra) I a la tarda va tenir lloc la Xerrada-Col·loqui sobre sanitat pública al local del CÈNTRIC Espai Cultural del Prat de Llobregat. Organitzat per l’A.V. Sant Cosme i Sant Damià I altres col·laboracions, amb intervencions de Ana Martínez, Marta Carreras, Roger Bernat (ADSP), Ramón Montoya (Hosp. Bellvitge), Miguel Mansergas i Fèlix Redondo (veïns de RebeliónBellvitge), i Toni Barbarà com a representant de Dempeus. La moderació va fer-la Xavier Martínez, periodista de la revista Delta del Prat.
L’entranyable mestre Arcadi Oliveres, sempre solidari, sempre pedagògic, sempre brillant, denunciant com sempre les injustícies, les desigualtats, es crims contra la humanitat… també en forma de des/atenció a la salut pública, però també els silencis i desinformacions mediàtics i còmplices del sistema. I la perversa voluntat política de primar els interessos econòmics del gran capital que amaga els noms i cognoms del malfactors.
Oliveres va parlar de la davallada en protecció i atencions socials, i com front les retallades i les austeritats letals els malbarataments són culpables: Rescats a la gran banca, des de 2006: 4 bilions, 600.000 milions d’euros. Despesa militar a Espanya (perfectament evitable i inútil) 52 milions d’euros cada dia. I cal afegir el Frau fiscal crònic i especialment identificat per la inspecció d’Hisenda: Grans Bancs (amb BBVA i Santander liderant), Grans empreses (i les farmacèutiques en lloc preeminent), i les Grans Fortunes (amb tot el llistat de megarics de Forbes i d’altres fortunes de la corrupció, molt més opaques)
Ada Colau va parlar amb energia, coherència, joventut i futur, amb tota l’experiència d’una dona lluitadora social. Va parlar de la necessitat de canviar les coses, i que ja es fa en la necessitat d’habitatge des de febrer 2009, quan neix la PAH. Ada constata els canvis en curs i les victòries estimulants. No sols pels miler de desnonaments aturats, ni per la notorietat i el creixement del moviment social de les samarretes verdes, sinó també pel canvi de percepció i actitud de les persones i famílies afectades. Han passat de la vergonya, la por la indefensió resignada, la pròpia inculpació, al sentiment de col·lectiu en lluita pels seus drets i en defensa justa i legítima de les persones front l’agressivitat dels bancs i les immobiliàries.
Ada Colau fa evident la necessitat urgent de trencar els compartiments sectorials en que ens volen dividir, i fa pedagogia de lluitar plegades i plegats. No són empoderaments ciutadans aliens i separats la mobilització per l’habitatge, la educació, l’alimentació, o la salut, que era avui el fil conductor, i en reivindica la seva unitat.
Toni Barbarà va començar amb una definició de Salut més enllà de la Sanitat. És obligat dedicar alguns minuts dedicats a explicat el caràcter i la petita crònica de Dempeus, en defensa del Sistema Públic de Salut, també des de febrer de 2009, com la Pah…
Barbarà explica la tasca feta per Dempeus per rescatar les paraules i re-crear el nou llenguatge que descontamini i expliqui la substància dels conceptes front a tants perversos i sofisticats eufemismes que el sistema genera per amagar la seva agressió: RE-pagament que no copagaments, Ja pagat que no gratis, “parasitasió” que no “col·laboració públic-privat”. Destralades que no retallades, ciutadanes/ns que no clients, privatitzacions que no externalitzacions, excuses per derivacions que no gestió de llistes d’espera, conxorxes opaques que no consorcis eficients i Llei Mato 16/12 d’exclusió i repagaments que no de “racionalització, sostenibilitat i qualitat del sistema sanitari” …
Barbarà va mencionar temes com els determinats socials de la salut (treball, educació, alimentació habitatge, medi ambient…), la corrupció insuportable, la necessitat de llegir Cafèambllet per estar ben informats en clau insubmisa i vèncer les patologies socials de la por, la resignació i la autoinculpació…. Va parlar de que la lluita és necessària i possible. Que no és cap “Il·lusió” (accepció “fum”/”fer-se il·lusions”) sinó una realitat tangible que defensem amb determinació, esperança i passió, amb nous èxits (gens publicats als medis de comunicació) i noves agressions (projectes com MACA, Visc+, etc) I que som capaços de construir una Nova Cultura de la Salut.
I podeu tenir més notícies de les saludables activitats de Bellvitge i DEMPEUS de la tarda anant a La Ratera!
La sanidad en Catalunya. Entrevista a Ana Martínez y Montse Vergara
Entrevista de Sergi Raventós publicada originalmente en VientoSur.
Recientemente se ha presentado el libro “Como comercian con tu salud” del que me consta que ha requerido de mucho esfuerzo pues ha colaborado mucha gente. En primer lugar felicitaros por el trabajo realizado. ¿En qué consiste este libro?
Este libro surge de la necesidad de entender qué está ocurriendo con la sanidad catalana, intentar esclarecer qué hay detrás de todo aquello que se oye día a día, desde los medios de comunicación, las instituciones y los actores sociales. Entender cómo es la sanidad catalana, si es cierto o no que se ha acelerado un proceso privatizador justificado por las recientes medidas de austeridad y en qué consiste; así como también valorar qué impacto puede llegar a tener todo ello para la salud de las personas.
- El primer capítulo trata de los Determinantes de la salud y las políticas neoliberales ¿Por qué son tan importantes los determinantes sociales en un libro que trata de la privatización de la sanidad catalana?
La sanidad es un importante determinante de la salud, pero no el único. Necesitamos un sistema sanitario de calidad cuando estamos enfermas, para que guíe la promoción y la protección de la salud. Pero los motivos por los cuáles enfermamos no sólo se encuentran en la sanidad, sino en nuestro entorno urbano, ambiental, en nuestra manera de vivir y trabajar. Es importante conocer todo aquello que puede afectar a nuestra salud, para poder intervenir y planificar con políticas más eficientes y adecuadas a todos los niveles, no sólo el sanitario. Ahora bien, que la sanidad no sea el único o más relevante determinante de la salud no significa que debamos reducir los recursos destinados en sanidad. Precisamente, en tiempos de crisis, donde los determinantes de la salud se ven perjudicados pues las personas pierden sus viviendas, sus trabajos, su capacidad adquisitiva… y se destinan menos recursos para el bienestar social, existen evidencias científicas y de sentido común que muestran cómo la gente enferma más, y por tanto, va a necesitar planificar mejor la redistribución de recursos, entre ellos los sanitarios.
- ¿Por qué se establece una diferencia entre privatización y mercantilización cuando os referís a la sanidad catalana?
Es importante distinguir entre ambos conceptos. El proceso de privatización implica mercantilización, sin embargo, mercantilizar no implica siempre privatizar, aunque sí facilita y promueve este proceso. En el libro, consideramos la privatización como la “transferencia o desplazamiento, parcial o total de las funciones o activos públicos (gobierno central, administración pública, agencias y empresas de titularidad pública) hacia el sector privado; mientras que mercantilización hace referencia a la introducción de criterios mercantiles en el funcionamiento y la gestión de las administraciones públicas.
En Catalunya, podemos encontrarnos con estos procesos dentro de la sanidad pública, tanto en la provisión de servicios, como en la gestión de los mismos o en las infraestructuras y recursos. Por ejemplo, algunas de las entidades públicas, aunque sean de titularidad y naturaleza pública, están siendo gestionadas desde el derecho mercantil privado. Otras, también públicas, comparten gestión, titularidad u otras funciones con entidades privadas. Además, hay empresas que forman parte del sistema público, y que tienen financiación pública, que son completamente privadas, y aunque de momento la mayoría de ellas son de carácter benéfico, cada vez más nos encontramos con entidades privadas con explícito ánimo de lucro. El sistema sanitario catalán es muy complejo, la convivencia y colaboración público-‐privada y los elementos de mercantilización están muy presentes dentro del sistema público y se han visto potenciados en el contexto que vivimos ahora.
- Los estragos de los recortes en la sanidad catalana han sido muy considerables ¿Podéis hacer un breve repaso?
Para empezar, hay que entender las “medidas de austeridad” en el sistema sanitario -‐los recortes, pero también las contrarreformas legales y otros cambios recientes-‐ como elementos de privatización o de mercantilización del sistema. Todo ello forma parte de un mismo proceso, que en Catalunya sentó sus bases en los años noventa y que se ha visto intensificado desde 2010 en el contexto de crisis económica. El presupuesto en salud se ha reducido, en conjunto, en más de un 15% desde entonces. Y aunque en salud y sanidad, más presupuesto (o más gasto) no es siempre sinónimo de mejores resultados, es interesante señalar que estos recortes, en Catalunya, se han repartido de forma muy desigual. Por ejemplo, aunque la evidencia internacional apunta a que los sistemas sanitarios centrados en la atención primaria son más eficientes, equitativos y obtienen mejores resultados en salud, el presupuesto en atención primaria ha pasado de suponer un 20% del total en 2010 a un 16% en 2014. En especializada la asignación relativa ha aumentado, en el mismo periodo, de un 46% a un 49%.1
Además, los centros públicos han sido más castigados en recorte presupuestario que los centros privados y, paralelamente, se está produciendo una redistribución de recursos, precisamente, desde entidades públicas a entidades privadas con ánimo de lucro. Mientras que la literatura internacional señala que las entidades privadas con ánimo de lucro pueden generar mayores inequidades, y en general son de menor calidad y presentan peores resultados en salud /1.
Tampoco debemos olvidar las contrarreformas legales que se han aprobado recientemente. La ley Omnibus, aprobada por el Gobierno catalán en 2011, incorpora distintos elementos de mercantilización dentro de las entidades públicas. Por ejemplo, permite la actividad de las entidades privadas en los centros públicos, con los recursos e infraestructuras públicas. Por su parte, el Real Decreto Ley Estatal 16/2012 y su Instrucción 10/2012 en Catalunya están limitando el derecho de acceso a la asistencia sanitaria a muchas personas y dejando fuera del sistema a muchas otras. Es el fin de la asistencia sanitaria universal, tanto en el estado Español como en Catalunya.
Todas estas medidas, que en el libro definimos como “austericidas”, tienen consecuencias sobre la estructura del sistema y el acceso a la asistencia; y pueden impactar negativamente en la calidad, en la equidad y, a más largo plazo, en los resultados en salud. En el libro, hemos explorado cuáles podrían ser algunas de estas consecuencias e impactos.
- Uno de los temas que ha tenido mucha repercusión ha sido el cierre de centros de atención primaria, el cierre de plantas, la reducción de camas, el aumento de las listas de espera y también la reducción de personal sanitario. ¿Tenéis cifras de todo esto?
En efecto, la reducción presupuestaria ha supuesto reducciones de personal, de salarios, cierre de centros de atención primaria y supresión de servicios hospitalarios y extra-‐hospitalarios. En el libro recogemos algunos ejemplos de los años posteriores a las primeras medidas tomadas.
Así, en 2011, observamos que habían dejado de funcionar las urgencias de 24h en 58 centros de atención primaria, 31 centros habían restringido su horario y 4 habían cerrado definitivamente. Entre 2010 y 2012 se cerraron 1.134 camas y se suprimieron total o parcialmente, varios servicios y actividades. El transporte urgente ha visto reducidas sus unidades en más de un 12% entre 2010 y 2012 /1. En el ICS se perdieron más de 1.500 puestos de trabajo y se han deteriorado las condiciones laborales, con medidas propias de Catalunya y del resto del estado. Y todo esto, en un contexto social y económico que está deteriorando las condiciones de vida de las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
- Cabe esperar, como ya hemos dicho, que todas estas reducciones puedan repercutir en la salud. Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta. Por ejemplo, el impacto esperado puede ser distinto, si consideramos por ejemplo el cierre de un Centro de Atención Primaria (CAP) en la ciudad de Barcelona, frente el cierre de un CAP en un pueblo que se sitúa a mayor distancia de otros centros sanitarios de referencia.
De momento, todavía es pronto para extraer conclusiones definitivas, pero cabe mencionar un empeoramiento en algunos indicadores intermedios de los procesos de atención. Por ejemplo, el tiempo medio de espera para las intervenciones quirúrgicas no sólo ha aumentado en más de un 50% en intervenciones no urgentes (como prótesis de rodilla o de cadera) sino que también se ha visto incrementado en intervenciones urgentes de corazón o de cáncer. Así, la espera media para intervenciones de cirugía valvular ha pasado de ser de poco más de 2 meses en 2010 a casi 5 en 2013.1 Esta espera puede tener consecuencias, no sólo sobre la calidad de vida de las personas que esperan, sino también sobre el uso que hacen (o harán) de los servicios de salud, y a más largo plazo en la morbilidad o en la mortalidad.
No obstante, el sistema catalán de salud adolece de una enorme falta de transparencia. Es difícil conocer y desagregar indicadores de estructura y financiación, así como otros indicadores de calidad del sistema. Nuestra intención era, como hemos dicho aproximarnos a la situación actual, valorando la información disponible y los vacíos existentes en Catalunya.
- En un libro de casi 100 páginas es imposible poder desarrollar muchos temas a fondo pero hay algunos que apuntáis y son importantes. Por ejemplo el papel central de la Atención Primaria. Sobre este tema ¿podeis desarrollar más aspectos como el funcionamiento democrático de los equipos de atención primaria? ¿hay alguna cosa más a añadir sobre los polémicos EBAS?
Como hemos comentado anteriormente, la atención primaria se encuentra en una peor situación respecto a la atención especializada. Y esa peor situación, que se ha visto agudizada por las medidas de austeridad, responde en gran parte al enfoque biomédico de la salud y a los intereses precisamente mercantiles y de negocio que ven mayores beneficios en la inversión en atención especializada, principalmente en la atención hospitalaria. La mayor parte de los recursos y el prestigio se centran en las tecnologías biomédicas y en los grandes hospitales. La salud pública, la atención primaria y comunitaria, los servicios socio-‐ sanitarios y la participación popular dentro del sistema están claramente infra-‐desarrollados en Catalunya.
En atención primaria, el 77% se provee mediante el Institut Català de la Salut (ICS), entidad de naturaleza y gestión pública. El 23% restante se reparte entre otras entidades públicas (aquellas que decíamos que podían contener elementos de mercantilización o distintas colaboraciones público-‐privadas), entidades benéficas y entidades privadas con ánimo de lucro, entre las que encontramos las Entidades de Base Asociativa (EBAs). Las EBAs, implantadas a mediados de la década de los noventa, suponen un 12% de la provisión de la atención primaria.1 Son entidades formadas por profesionales de la atención primaria que gestionan de forma autónoma el presupuesto público que reciben, obteniendo los beneficios resultantes de su gestión (es decir, con ánimo de lucro). Se crearon bajo el principio que podían mejorar la eficiencia y la calidad de la atención, a través de un funcionamiento auto-‐gestionado y democrático, pero obteniendo beneficios económicos para sus socios. Sin embargo, los pocos estudios realizados hasta la fecha no son concluyentes e incluso apuntan a que estas entidades podrían estar obteniendo peores resultados en las intervenciones de enfermería y en el control de los enfermos crónicos que realizan estas profesionales de la sanidad.
En general, en el sistema sanitario catalán hay pocos estudios que analicen y evalúen la gran heterogeneidad en la titularidad y gestión de los proveedores que ofrecen asistencia pública, con financiación pública, ni en la atención primaria, ni en la especializada (dónde precisamente, estas diferentes formas de titularidad y gestión están más presentes).
- ¿Cómo son las relaciones entre la industria del medicamento y la sanidad? ¿Cómo está la financiación de la sanidad?
Nos preguntas por la financiación, y curiosamente la relacionas con la industria del medicamento… ¿Es casualidad? Realmente no es fácil financiar estudios en salud pública, y menos en los tiempos que corren. También ocurre lo mismo en sanidad. La sanidad pública, en el estado español, ha estado históricamente infra-‐financiada (también en Catalunya); sin embargo, como decíamos al principio, más gasto o más presupuesto en sanidad no es siempre sinónimo de buenos resultados. El problema radica en la priorización de unos temas frente a otros.
El sistema de salud catalán tiene actualmente un enfoque “biomédico” de la salud. Y en ello, la industria farmacéutica juega un papel muy relevante. En un contexto en el que está escasamente regulada, la industria del medicamento, participa no sólo en la formación continuada de los profesionales de salud sino también en muchas otras instancias del sistema. Y es que, este enfoque “biomédico” es un elemento coadyuvante de la mercantilización de la sanidad. La industria farmacéutica obtiene considerables beneficios al “medicalizar” excesivamente a las personas (especialmente a las sanas). En el Estado español se calcula que un tercio de los medicamentos consumidos no son necesarios. En la atención primaria, por ejemplo, se han estimado 18,6 efectos adversos por cada 1.000 visitas (57% leves y 7,3% graves), de los cuales el 70% se consideró evitable y el 5,8% requirió de hospitalización /1.
- ¿Qué situación ha dejado la crisis y las políticas de recortes y de ajuste en la población? ¿han aumentado los problemas de salud y/o de salud mental?
Como comentábamos anteriormente, todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas. No obstante, sabemos que los determinantes de la salud, que conllevan una peor o mejor condición de vida, vivienda o trabajo han empeorado con la crisis, y también las ayudas sociales propias de un estado del bienestar se han visto reducidas.
De igual forma que en la sanidad de forma general, específicamente vemos como no se están destinando recursos para la atención de la salud mental, otro ámbito históricamente infra-‐ valorado, infra-‐ presupuestado y externalizado en Catalunya. Hace unos días, el mismo Boi Ruiz presentaba un informe sobre salud y crisis en el que se ponía de manifiesto que las hospitalizaciones por intento de suicidio habían crecido en Catalunya de un 22,2 por cada 100.000 habitantes a un 26,7 /2.
Estamos viendo casos extremos donde ante la desesperación y el sufrimiento, las personas se suicidan o intentan suicidarse. Es la punta del iceberg, de una realidad invisible, silenciosa, en el interior de algunos hogares, que nos hacen pensar que todo va mejorando, simplemente porque no se sale en los medios, porque aún existe solidaridad, redes familiares y sociales, que las amparan, pero que no por ello, justifican la “no acción” ante este importante problema que nos afecta a todas.
- En el libro hay un capítulo dedicado a las luchas y la participación. Hay diferentes modelos de participación democrática de la ciudadanía y de las personas afectadas per problemas de salud. ¿Por qué se ha producido una marea blanca en Madrid y no en Catalunya? ¿Qué pensáis de las luchas que se han dado y se dan en la sanidad catalana?
A veces comentamos que las luchas por la sanidad en Catalunya parecen un reflejo de la complejidad del sistema. Existen numerosas luchas porque son muchos los frentes sobre los que luchar: modelo biomedicalizador, desigualdad de recursos según nivel de atención (primaria y especializada), privatización, exclusión sanitaria, cierre de centros, iatrogenia, falta de transparencia o corrupción… Se unen además los distintos intereses corporativos, otra realidad que diferencia Catalunya del resto del estado. Éste podría ser tal vez uno de los motivos que explica por qué en Catalunya no se ha producido la marea blanca, que une profesionales de la salud y ciudadanía. No se identifican claramente los “enemigos” o “causas” comunes o hay mucho por lo que luchar y pocos que luchen por ello. Además, en tiempos de crisis, aún es más difícil preocuparse por ello, cuando son tantas las amenazas sociales que nos acechan.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la sanidad, muchas veces, y lamentablemente, no se entiende como un sistema. Es decir, cada quién a lo suyo, y a su manera. Es necesario defender todos y cada uno de sus elementos, de manera conjunta: condiciones laborales de los profesionales, pero también igualdad de acceso de la ciudadanía y calidad de la asistencia con, enfoque integrado que contemple la naturaleza biológica, psicológica y social de la personal, reflejado en la praxis asistencial, para que el sistema funcione, para todos y todas, para que sea eficiente en cuanto a la distribución de recursos y los resultados en salud. Si no entendemos eso, seguramente no podremos avanzar.
- ¿Queréis añadir algún aspecto que creas importante que nos hemos dejado?
Queremos agradecer el interés de la revista por conocer y divulgar el libro. Y aprovechamos también para agradecer a todas aquellas personas y colectivos que han colaborado, bien en la elaboración de contenidos o para que el libro pudiera salir a luz, gracias a su contribución económica. Esperamos que sea de utilidad como herramienta de conocimiento en la lucha por una mejor sanidad pública para todas las personas.
Notas
1/ Las fuentes de los datos introducidos en la entrevista pueden consultarse en: Martínez A, Vergara M, Benach J, Tarafa G i Grup de Treball sobre l’impacte de la privatització a Catalunya. Com comercien amb la teva salut: Privatització i mercantilització de la sanitat a Catalunya . Barcelona: Icaria; 2014. Páginas (por orden de aparición en el texto): 46, 24, 62, 72, 34, 40
2/ Los intentos de suicidio crecen en Catalunya por la crisis. El Periódico [Internet]. 2014 Oct 9; Disponible en: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/intentos-‐suicidio-‐crecen-‐ catalunya-‐crisis-‐ 3589129
Intento todavía digerir el primer Estudio sobre la situación laboral de los médicos en España elaborado por la Organización Médica Colegial (OMC)- No puede ser más triste ni difícil de asumir: la mitad de los médicos de la sanidad pública están sin contrato indefinido, y 10.000 se han ido a trabajar al extranjero en los últimos cuatro años. El colectivo que ha realizado el Informe representa a los 52 colegios oficiales de médicos existentes en España y da muchísimos datos que demuestran hasta que punto han puesto en precario nuestra sanidad pública: está pasando a ser ya una especie en extinción el profesional que tiene “una plaza en propiedad” (aunque sería mejor decir un puesto de trabajo digno donde ejercer) mientras se van encadenando, entre la incertidumbre y el miedo, contratos temporales que invitan, nada sutilmente, a emigrar. La lógica de los buitres carroñeros es perversa: excluyendo a personas enfermas de la sanidad, también puede echarse personal médico del sistema de salud. Pueden seguir leyendo en dempeus, pero pueden también darle la vuelta con Médicos del Mundo que ayer protagonizó por las calles de Madrid un esperpento que dentro de nada puede ser muy real:
Porque… ¿para qué necesitamos más médicos cuando está en oferta el “doityourself”? “Tu te subes a la ambulancia, y tu te atiendes”, “Sujeta tu propio gotero” o “2×1, comparte tu ambulancia y paga la mitad” son algunas de las ofertas de la campaña Sanichollo, lanzada por Médicos del Mundo. Las ambulancias con estos o parecidos mensajes recorrieron ayer las calles de Madrid siguiendo la línea de denuncia que pone el acento en las consecuencias de los recortes sanitarios en España, con un guiño a la moda del consumo low cost: “Sólo hoy, masaje cardiaco gratis”…
La campaña se articula en torno a la web www.sanichollo.es, que se define irónicamente como la página donde encontrar “las mejores ofertas para quienes se han quedado sin sanidad pública” y que presenta un aspecto similar al de las web de compras con descuento. El lema final, “para la salud no hay gangas”, consolida el mensaje de la campaña: ninguna de las ofertas de Sanichollo existe en realidad, pero aunque parecen inverosímiles, desgraciadamente los casos que hay detrás de cada una de ellas sí son reales. Míralos y avergoncémonos por cómo hemos dejado que nuestra sanidad se haya convertido en un “supersanichollo” para los personajes más indeseables de los negocios y la política.
HAY QUE PONERSE SERIOS
Nos dicen desde Médicos del Mundo: “Es el momento de reivindicar una sanidad pública de cobertura universal, ahora que todavía estamos a tiempo de cambiar las cosas. Porque para la salud no hay gangas ni las va a haber nunca”. Por eso continúan con esta acción-denuncia la campaña “Nadie Desechado” del 2013. Y yo estoy con ellos.
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Per un Servei Nacional de Salut: presentació del document als grups parlamentaris
El dia 15 d’octubre es va presentar al Parlament de Catalunya el document Programa per un Servei Nacional de Salut a Catalunya i a la nova web de Sicom.cat podeu trobar tota la informació que reprodueixo aquí. El document traça una línia vermella: cap diner públic per a la sanitat privada. Marta Ribas de ICV-EUiA i Carme Pérez de Ciutadans, varen acceptar aquesta línia vermella mentre que Marina Geli del PSC i Alba Vergés de ERC li varen posar tota mena de pegues. CiU va fer una volada de coloms sense dir res de res, i la CUP i PP no varen acudir a la cita, per diferents motius. Aquest és el resum de la presentació feta per Àngels Martínez Castells de Dempeus per la Salut Pública i Josep Martí de la Plataforma pel Dret a la Salut i de les respostes de les portaveus parlamentàries.
(presentació del document)
Quan els pacients de Bellvitge foren herois
La indignitat de la mal dita col•laboració públic privada s’entén i es manifesta amb tota la seva crueltat, quan han de ser els pacients – herois – el que diuen “No vull que em facis fora del meu llit”… perquè saben que el tancaran hi n’obriran un a la sanitat privada. Va passar a Bellvitge i passarà més si no canvien les polítiques i els polítics. La col.laboració público-privada és un atac al bé comú.és un procès de saqueig i cal que els polítics obrin els ulls. No és que la ceguesa els faci còmplices: és que la salut de la nostra societat no es pot permetre aquest espoli ni un dia més.
Dempeus per la salut pública // @Dempeus
Plataforma Pel Dret a La Salut @PelDretalaSalut
Sicom @Sicomtelevision
En espera del video de SICOM con el que podrán seguir la presentación de la propuesta de las (de momento) 33 organizaciones que defienden la sanidad pública, así dan la noticia Ara.cat y en El Pais El Pais, Jessica Mouzo Quintans, y Benoît Cros en @CatalunyaPlural de ElDiario.es
En concreto,en @CatalunyaPlural puede leerse:
“Dar la vuelta al sistema sanitario catalán”. Es lo que pretenden una treintena de entidades que han presentado este miércoles un documento en el Parlamento con el objetivo de pedir la adhesión de los grupos políticos. Después de varios años de luchas contra los cierres de plantas o los recortes de sueldos, de indignación por el aumento de las listas de espera o por el crecimiento de la colaboración público privada, los activistas quieren pasar ahora a una fase de propuesta que pasa en primer lugar por la nacionalización del sistema sanitario catalán.
“Hay que cambiar la orientación para evitar puertas giratorias”, explicó Ángeles Martínez Castells, presidenta de ‘Dempeus per la salut pública’. Concretamente, la propuesta es poner fin a los consorcios sanitarios, que han dado lugar a varios casos de conflicto de intereses, y transferirlos progresivamente a un Servicio Nacional de Salud de Cataluña.
El texto recoge también las principales reivindacions los últimos años como el rechazo de cualquier copago. Los firmantes también inciden en la necesidad de reforzar la atención primaria y hacer de ella “el instrumento básico para una atención global e integrada”. Por otra parte, piden una mayor participación de los ciudadanos y del personal sanitario en la gestión de los centros y de los diferentes órganos de gobierno.
Pero el documento no sólo hace propuestas sobre la gestión sanitaria sino que sugiere también cambios en la manera de tratar a los pacientes. “Habrá que iniciar un proceso de reversión de la actual tendencia medicalizadora motivada por una visión biologicista de la salud y por la cultura del consumo”, indica el manifiesto. En opinión de los firmantes, es necesario abrir un debate social y profesional para cuestionar esta tendencia que “no se traduce en resultados en la salud de los ciudadanos”. En este sentido, las entidades quieren “fomentar el uso adecuado de los medicamentos, de las tecnologías y herramientas terapéuticas” y cuestionan “la omnipresencia de la industria farmacéutica”.
También insisten en la necesidad de no considerar la salud como sólo una cuestión individual sino de tomar más en consideración los determinantes sociales de la salud. Por ello, recalcan que “los gobiernos, a todos los niveles, deben ser responsables de poner ‘salud en todas las políticas”. En este sentido, exigen la recuperación de la Agencia Catalana de Salud Pública, suprimida el año pasado con el acuerdo de CiU y ERC.
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En El Pais, Jessica Mouzo Quintans escribe:
Más de una treintena de entidades sociales, sindicatos y grupos en defensa de la sanidad pública registraron ayer en el Parlament un decálogo de propuestas para reivindican “el derecho a decidir” sobre el sistema sanitario catalán. Las organizaciones propusieron a los grupos parlamentarios un modelo de gestión alternativo que asegure una sanidad “universal, pública y no excluyente”.
Capitaneados por Angels M. Castells, portavoz de la plataforma Dempeus por la Salud Pública, y Josep Martí, miembro de la Plataforma por el Derecho a la Salud, 33 entidades sociales avalaron el documento que presenta “una alternativa a la privatización, mercantilización” de la salud. El decálogo recoge un plan de nacionalización de los servicios públicos y propone convertir el Servicio Catalán de la Salud (Catsalut) en un Servicio Nacional de Salud de Cataluña, “con funciones de planificación, financiación, gestión y evaluación de los servicios de salud públicos”.
“Tenemos señales de alerta como las puertas giratorias o las derivaciones que hacen crecer las desigualdades. De lo que se trata es de hacer virage a cómo se está llevando ahora la sanidad y conseguir que vuelva a ser pública y accesible para todo el mundo”, explicó Castells.
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Y en el blog de Dempeus se resume así:
Aquest dimecres més de trenta entitats hem exposat als grups parlamentaris de Parlament de Catalunya el nostre programa “alternatiu a la mercantilització de la salut per a que sigui possible en un futur proper”
JosepMarti-acnEl portaveu de la Plataforma pel Dret a la Salut (PDS), Josep Martí, ha explicat abans d’entrar a la sala 2 del Parlament que 33 entitats catalanes s’han adherit a la proposta de programa per a un Servei Nacional de Salut a Catalunya. Han exposat als grups parlamentaris, punt per punt, la necessitat de que Catalunya tingui “un Sistema Sanitari totalment públic, sense grisos i on no es fa negoci amb les privades sinó que tot el diner públic es destina al benefici dels ciutadans”. A partir d’aquí comença una campanya per donar a conèixer aquesta proposta entre els ajuntaments, entitats, associacions i ciutadans perquè se n’informin “i s’hi adhereixin, si volen”.
“Capgirar el sistema sanitari català”. És el que pretenen una trentena d’entitats que han presentat aquest dimecres un document al Parlament amb l’objectiu de demanar l’adhesió dels grups polítics. Després de diversos anys de lluites contra els tancaments de plantes o les retallades de sous, d’indignació per l’augment de les llistes d’espera o pel creixement de la col·laboració público privada, els activistes volen passar ara a una fase de proposta que passa en primer lloc per la nacionalització del sistema sanitari català.
“S’ha de canviar l’orientació per evitar portes giratòries”, ha explicat Àngels Martínez Castells, presidenta de ‘Dempeus per la salut pública’. Concretament, la proposta és de posar fi als consorcis sanitaris, que han donat lloc a diversos casos de conflicte d’interessos, i transferir-los progressivament a un Servei Nacional de Salut de Catalunya.
El text recull també les principals reivindacions dels últims anys com ara el rebuig de qualsevol copagament. Els signants també incideixen en la necessitat de reforçar l’atenció primària per fer-ne “l’instrument bàsic per a una atenció global i integrada”. Per altra banda, demanen una participació més gran dels ciutadans i del personal sanitari en la gestió dels centres i dels diferents òrgans de govern.
Però el document no només fa propostes sobre la gestió sanitària sinó que suggereix també canvis en la manera de tractar els pacients. “Caldrà iniciar un procés de reversió de l’actual tendència medicalitzadora motivada per una visió biologista de la salut i per la cultura del consum”, indica el manifest. En opinió dels signants, és necessari obrir un debat social i professional per qüestionar aquesta tendència que “no es tradueix en resultats en la salut dels ciutadans”. En aquest sentit, les entitats volen “fomentar l’ús adequat dels medicaments, de les tecnologies i eines terapèutiques” i qüestionen “l’omnipresència de la industria farmacèutica”.
També insisteixen en la necessitat de no considerar la salut com només una qüestió individual sinó de prendre més en consideració els determinants socials de la salut. Per això, recalquen que “els governs, a tots els nivells, han de ser responsables de posar ‘salut en totes les polítiques’”. En aquest sentit, exigeixen la recuperació de l’Agència Catalana de Salut Pública, suprimida l’any passat amb l’acord de CiU i ERC.
Aquest programa per un Servei Nacional de Salut a Catalunya presenta una alternativa a l’actual privatització-mercantilització i biomedicalització de la salut i la sanitat, bastint una proposta de programa per a la salut i la sanitat pública a Catalunya que pugui ser punt de trobada i confluència per a la majoria d’organitzacions que defensem la salut i una sanitat pública universal, de qualitat i accés garantit, al servei de la població de Catalunya.
El Programa es va aprovar en assemblea el proppassat dia 6 d’octubre. El document traça les línies mestres d’un futur Servei Nacional de Salut i assenyala que en cap cas s’acceptarà la participació de la sanitat privada en el sistema públic de salut. Va néixer com a resposta al document clarament privatitzador que en el seu dia va fer públic l’Assemblea Nacional Catalana i que posteriorment i davant l’allau de crítiques que va rebre, fou retirat.
Els signants, entitats i plataformes que porten anys lluitant en defensa de la sanitat pública, van entendre que calia una proposta clara de Servei Nacional de Salut . El resultat és aquest document que dimecres 15 hem presentat al Parlament.
Consta de 10 punts que podeu llegir clicant aquí.
Ébola, errores y horrores de una epidemia de estulticia y austericidios
El Ébola se desarrolla en un caldo de cultivo social caracterizado por la incompetencia, la estulticia, la improvisación, la propaganda. Y todo ello al servicio del neoliberalismo y la preminencia de intereses económicos y políticos.
Negarán lo evidente y es que este desastre es patético y vergonzante si no fuera además mortífero. Negarán que para que tanto error y horror puedan campar y reproducirse, hace falta, algo más que mala suerte. Hace falta crear las condiciones para la debacle: recortes presupuestarios, cierres de servicios, cierre de camas, despidos de trabajadores, coRepagos y exclusiones de asistencia, desmantelamiento de lo público, derivación parasitaria a lo privado, prioridad de lo economicista, lucrativo y mercantil…desprecio del rigor científico y profesional, abandono de la preminencia de los servicios públicos, del bienestar y la dignidad de la población, de la debida atención universal de los derechos humanos de todo tipo… Y negarán que todo eso se ha conjugado, por enésima vez, en el caso que nos ocupa. El virus Éboicios públicos, del bienestar y la dignidad de la población, de la debida atención universal de los derechos humanos de todo tipo… Y negarán que todo eso se ha conjugado, por enésima vez, en el caso que nos ocupa. El virus Ébola, y todo virus, bacteria o “bichito”, al decir de aquel otro ministro de la derechona hispana, campan a sus anchas ante tanta negligencia culpable.
Errores y horrores
De lo anterior, verdadero núcleo del problema, que como tantas veces tiene una causalidad no médica y sí determinada por lo social y lo político (causa de las causas), se desprende que la cadena de errores ha sido necesidad y condición para llegar al actual estadio del problema…no cerrado, ni mucho menos. Al tiempo.
Una de las evidencias más lamentables es que la ciudadanía, incluida la más acrítica, autoincupada y resignada, ha llegado a la conclusión de que no estamos en buenas manos. Ha perdido aquella confianza (que no fe) en las “administraciones”, el “gobierno” al decir de la calle.
No es fácil digerir una rueda de prensa como la ofrecida en la tarde del lunes por la Ministra Mato y sus responsables… Pasará sin duda a la antología de la improvisación, la teatralización, el panfleto y la generación de toneladas de incredulidad mediática en tan poco espacio de tiempo. Por no entrar ya en el lenguaje y las “noticias” verbales emitidas, y analizadas urbi y orbi como un despropósito flagrante, quiero hacer notar el lenguaje gestual de la mesa con la Mato al frente: tics, balbuceos, miradas errantes, sudores, papeles y papelitos, expresiones de susto y pánico escénico, sequedad de mucosas, … Una escenificación grotesca del desastre, desconocimiento, desconcierto, descaro, desfachatez, despropósito… “Todos los protocolos son perfectos y avalados, todo se ha hecho como se debía, …nada ha fallado… pero algo que no sabemos debe haber fallado” …Y ¿cómo pues? siendo así, se habrá colado ese filamento-plastilina del Ébola en nuestra propia casa? Preguntaba un periodista en una muestra de lucidez tan ejemplarizante como ausente en la mesa.
En tiempos se hubiera echado mano de la conspiración judeo-masónica y el contubernio marxista internacional… Ahora es un poco más difícil (aunque no tanto como podría pensarse) y seguro que acabaran atribuyendo el desaguisado a las propias víctimas: error humano se llama esa técnica. La enfermera, en estado crítico, será criticada porque dirán no siguió las normas.
Las cosas mal hechas, se pagan siempre.
Algo que está perfectamente demostrado por la historia es que en salud pública, en experiencias de riesgos biológicos, de epidemias, pandemias, o se hacen las cosas bien desde el principio o cada error sucesivo, aumentado y provocado aboca a otro error mayor y más grave y así consecutivamente y en progresión piramidal. Cada hora que pasa más afectación en número y más descontrol en las actuaciones. Como reacción cívica y saludable al “todo controlado oficial” cada día más estupefactos y con más miedo.
(…) seguir leyendo en La Ratera
.Con la excusa de que la comida no tiene nada que ver con la sanidad, la Comunidad de Madrid pretende avanzar en la privatización de las cocinas en los hospitales públicos. Así lo denuncia el Sindicato Asambleario de Sanidad de Madrid (SAS Madrid), que ha lanzado un estudio y una campaña para enterrar esta generalizada idea.La privatización de la alimentación en los hospitales públicos, detalla el informe, se inició en julio de 2012, con la ley 4/2012, por la que el Gobierno de Esperanza Aguirre decretó la progresiva privatización de 26 servicios “no sanitarios”, entre ellos las cocinas. Desde entonces, la Comunidad ha entregado al sector privado los servicios de limpieza y lavandería, entre denuncias de gestión deficiente, despidos y rebajas salarias de hasta el 45%. Precisamente para evitar que esta “ola privatizadora” continúe con las cocinas, el SAS ha iniciado una campaña para destacar la importancia de la nutrición en la salud de los pacientes.Sin ir más lejos, según el estudio Predyces, el 23% de los pacientes ingresados en un hospital español se encuentra en riesgo de desnutrición. La malnutrición, defienden desde el SAS, compromete la recuperación del paciente, condiciona la tasa de reingresos prematuros, produce una mayor “susceptibilidad a la infección” y contribuye a aumentar la tasa de muerte y de enfermedades.
Según el SAS, la “mercantilización” de las cocinas no sólo pone en peligro “la calidad del proceso asistencial”, sino que no significa necesariamente un ahorro. Según un informe de la Cámara de Comptos de Navarra, de junio de 2014, sobre la externalización de las cocinas del Complejo Hospitalario de Navarra, si se hubiese mantenido el sistema público, se habría producido un ahorro de 676.314 euros.
Según el SAS, la “mercantilización” de las cocinas no sólo pone en peligro “la calidad del proceso asistencial”, sino que no significa necesariamente un ahorro
En el caso de la Comunidad de Murcia, la revista Interviú, bajo el título Precios “gourmet” para hospitales públicos, la empresa Mediterránea de Catering, subcontratada en varios hospitales públicos de esta comunidad autónoma, cobraba 4,60 € por un litro de leche, 3,6 € por una infusión y 3,40 € por un zumo.
Según destaca el SAS, también la calidad de la comida se ve comprometida. Los sistemas de control aplicados sobre el Complejo Hospitalario de Navarra han finalizado en tres expedientes sancionadores a la empresa adjudicataria por un importe de 75.000 euros después de que en 34 inspecciones se detectaran 84 anomalías relacionadas con la higiene, las temperaturas y los materiales empleados, según el informe de la Cámara de Comptos de Navarra.
Otro ejemplo: la privatización de las cocinas y la cafetería del Hospital de Villajoyosa (Marina Baixa), en junio de 2009, supuso, detalla el informe del SAS, “no sólo la reducción de la plantilla sino una importante rebaja de la calidad que dio lugar a numerosas quejas”.
Otra muestra de la degradación del servicio en las cocinas privatizadas tiene forma de sandwich: la foto de dos rebanadas de pan bimbo con un poco de atún saltó a las redes gracias a la familia de una paciente con cáncer en el hospital público Morales Meseguer, en Murcia. La concesionaria era una vez más Mediterránea de Catering, una empresa que recientemente se ha hecho cargo, denuncian desde el SAS, de la alimentación de los pacientes del hospital Infanta Leonor de Vallecas.
No nos falta ética, nos faltan camas
A nosotros no nos falta ética, lo que nos faltan son camas, profesionales sanitarios y que nos devuelvan los 2.000 millones del presupuesto de sanidad que nos han robado en tres años a través de los recortes. Y nosotros sí tenemos pruebas de que se están degradando y privatizando los servicios públicos de salud. En otras palabras, se han aumentado los recursos económicos del presupuesto público a disposición de los hospitales concertados con ánimo de lucro, es decir, los privados, privados.
El Consejero de Salud está muy nervioso, porque además del calor de estos días y de que no le hemos dejado hacer demasiadas vacaciones, ahora tiene miedo del aumento creciente de las movilizaciones y por eso continúa diciendo tonterías – el cierre y la falta de camas en los hospitales son un mito -; mentiras – que no hay problemas en los servicios de urgencias o que no hay intención de privatizar … -; y disparates, como acusar a los sindicatos, plataformas de defensa del sistema público de salud y partidos políticos de izquierdas, de politizar la sanidad para su provecho, y de falta de ética!
La realidad sin embargo es que con los recortes se está degradando la sanidad pública con la excusa de la crisis y de que no hay dinero (según para qué y para quién). Los presupuestos de salud se han reducido, según los papeles oficiales, en 1.585 millones de euros en tres años y según el Consejero – tiene narices que hable de reducciones superiores a las que indican los datos oficiales – en 2.000 millones. Esto representa entre un 16% del presupuesto (de 9.874 millones en 2011 a 8.285 millones en 2.013) según las cifras oficiales y un 20% según Boi Ruiz. Debemos pedir pues, ahora que nos quieren convencer de una recuperación económica inexistente para la mayoría, que nos devuelvan, como mínimo, estos 2.000 millones.
Estos recortes han sido desiguales. Mientras que a los servicios de atención primaria y hospitales de propiedad y gestión pública y los concertados sin ánimo de lucro, se les recorta este 16% de media, a los concertados y los calificados de utilización pública, pero que son empresas privadas con ánimo de lucro, – por ejemplo los tres hospitales de la empresa multinacional de sanidad Capio / IDC: Sagrado Corazón, General de Cataluña y hospital de Sabadell (que no debe confundirse con Parc Taulí) se les ha aumentado el concierto en un 78,6%. Dinero público para hacer negocio privado. Y es por este motivo que se derivan pacientes de los hospitales públicos “recortados” a estos otros hospitales. Si esto no es privatizar la salud para convertirla en un negocio….
Todo ello pasa porque con el recorte interesado de recursos disponibles, se han cerrado camas, quirófanos y otros servicios en los hospitales y los CAP públicos, con lo que han aumentado las listas de espera de todo tipo y los servicios de urgencias se han visto colapsados reiteradamente este verano. Y las reclamaciones amontonadas por falta de trámite.
Nosotros ya advertimos el mes de mayo que la situación se agravaría con los cierres de camas de verano sumados a las camas estructurales cerradas durante los últimos tres años (ver tabla n.1) El hospital de la Vall d’Hebron ha cerrado en agosto 195 camas más y el hospital del Mar, 113.
Tabla 1
Clínic – 180
Bellvitge – 260
Vall Hebron – 130
Can Ruti – 115
Arnau Vilanova – 100
Joan XXIII – 42
Sant Pau – 106
Parc Salut Mar – 84
H. Mataró – 40
Total – 1.057
Abriendo las camas cerradas en Bellvitge, Can Ruti y Vall d’Hebron, que son 570, podríamos operar 23.500 pacientes más al año, que casualmente son los que ahora esperan más de 6 meses por uno de los 14 procedimientos con garantía.
Las listas de espera de todo tipo – por visita al especialista, para pruebas diagnósticas y para intervención quirúrgica- han aumentado sobremanera. Incluso los 14 procedimientos quirúrgicos que tienen garantía de espera de menos de 6 meses, han aumentado un 60% con los recortes (de 50.000 pacientes en 2009 a 80.000 en 2013). Y de estos pacientes, 23.500 ya hace más de 6 meses que están en la cola. Pero es que oficialmente y por si fuera poco hay 100.000 pacientes más que desesperan por otras intervenciones con unos tiempos de espera aún más largo (años, en muchos casos).
También hemos visto como se colapsaban los servicios de urgencias, algunos de ellos con esperas para ingresar (por falta de camas) de hasta 3 y 4 días. ¡En urgencias! Tanto el cierre de más camas y plantas de hospitales como las largas esperas en urgencias, han sido motivo de movilizaciones de plataformas y sindicatos estas vacaciones con el lema “Abrimos plantas, los enfermos no hacen vacaciones”.
Esta situación de colapso del sistema público es la coartada del Departamento de Salud y del Gobierno de Cataluña para continuar derivando pacientes y dando recursos económicos públicos a hospitales privados que tienen el negocio como objetivo. Solamente el hospital de Vall d’Hebron ha derivado al hospital Sagrado Corazón de Capio/ IDC 575 pacientes para operar, además de los que ha derivado a la Clínica Platón y a San Rafael (en total, unos 1.000 pacientes). Pero es que al Sagrado Corazón y a la Clínica Platón también les derivan pacientes del Clínico, del hospital del Mar y de Sant Pau, así como pacientes del Maresme y del Baix Llobregat, que nosotros sepamos.
Posiblemente las instalaciones de estos hospitales privados no puedan absorber tantos pacientes derivados y acabarán por llevarse trabajo a casa. Todo sea por el negocio (con dinero público por supuesto).
¡Esto consejero, también es privatizar la sanidad!