Por infiltrado de una institución con secretas intenciones o por simple chorizo, acaba de dimitir el Presidente de Standard and Poor’s, Deven Sharma, el hombre que, de manera personal, estuvo detrás de que Standard and Poor’s rebajara los bonos del Tesoro de la triple AAA a AA+. Mucha gente le hace responsable de la enorme volatilidad del índice Dow Jones Industrial en los primeros días de este mes, cuando subió y cayó en al menos 400 puntos durante cuatro días seguidos. La peor caída fue la del lunes, 8 de agosto, cuando perdió 624 puntos. Ese lunes fue el primer día de operaciones después de la rebaja de los bonos del Tesoro de la triple AAA a AA+, aunque la montaña rusa había empezado el martes, 2 de agosto, el día después del acuerdo –en el último minuto– para levantar el techo dela Deuda en los EE.UU. El Dow Jones cambió de dirección durante ocho sesiones bursátiles consecutivas, también por primera vez. Quizá la dimisión de Deven Sharma ayude a explicar esta volatilidad sin precedentes, aunque la caída del 8 de agosto fue la peor desde 2008 y la sexta mayor caída de la historia.
En el Bolsa de Nueva York, en opinión de Ellen Brown, podría estar librándose una batalla entre dos fuerzas titánicas, una empeñada en hundir la Bolsa, la otra en remontarla: el martes, día 9 de agosto, subió más puntos de los que había perdido el lunes. ¿Por qué? ¿Y que tendría que ver con la dimisión de Deven Sharma?
Muchos analistas, entre los que se incluye Dean Baker, co-director del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas, y el Premio Nobel Paul Krugman, cuestionaron la validez de la rebaja de Standard and Poor’s por la que Sharma había apostado con tanta fuerza. También Jane Hamsher, en una lúcida exposición publicada en Firedoglake el 5 de agosto, concluía: “Es cada vez más obvio que Standard and Poor’s tiene una agenda política que cabalga sobre la idea de que los EE.UU. está en riesgo de impago sobre la base de un límite arbitrario en la relación deuda-PIB. (…) Ya va siendo hora de que los medios de comunicación y el Congreso empiecen a preguntar a Standard and Poor’s cuál es su agenda política y a quién sirven.”
Jason Schwarz intentó responder a esta pregunta en un artículo en Seeking Alpha titulado “El ascenso del terrorismo financiero.” En el mismo cuenta que Deven Sharma tuvo también un papel muy destacado en la Cumbre de 2009 del Club Bilderberg, con los 120 hombres y mujeres más ricos del mundo. Su objetivo sería presionar hacia el fin del dólar como moneda de reserva mundial. En sus escritos sobre la “estrategia competitiva” el Presidente de Standard and Poor’s consideraba que los Estados Unidos son el problema del mundo actual, ya que operan con una ventaja injusta y temeraria. La brutal realidad en su opinión, es que la “globalización”, para tener éxito, debe hacer pedazos a los Estados Unidos…
Junto a Sharma, en el artículo se señala también como sospechoso de las manipulaciones del mercado a Michel Barnier, responsable de la normativa europea que provocó una alarmante caída de 513 puntos en el Dow Jones el 4 de agosto, y que fue también uno de los asistentes confirmados en las últimas conferencias de Bilderberg. ¿Actuarían Sharma y Barnier al servicio de la agenda de Club de Bilderberg?
Daniel Estulin, destacado experto en el Club Bilderberg, describe ese grupo como “un medio para reunir a las instituciones financieras que cuentan en el mundo, a los intereses financieros más rapaces y poderosos “. En junio de 2011 escribió:
“Bilderberg no es una sociedad secreta …. Es una reunión de personas que representan una cierta ideología …. No es un Gobierno Mundial ni un Nuevo Orden Mundial, como mucha gente cree equivocadamente. El Club Bilderberg está menos interesado en el gobierno del mundo que en la posesión del mundo (…) La idea que está detrás de cada una de las reuniones del Club de Bilderberg es crear lo que ellos llaman una aristocracia entre las élites europeas y las de América del Norte sobre la mejor manera de manejar el planeta. En otras palabras, la creación de una red global de carteles gigantes, más poderosa que cualquier otra nación en la Tierra, destinada a controlar las necesidades de la vida del resto de la humanidad.”
Si seguimos la línea de Schwarz, acabaremos en una teoría de la conspiración que serviría los intereses del Club Bilderberg, y por los que Deven Sharma habría tenido finalmente que dimitir. Pero ¿es ese realmente el motivo o se trata más bien de un delito de tráfico de información privilegiada?
Porque para Ellen Brown podría haber otra explicación para la sospechosa rebaja en la cualificación –a pesar de que el gobierno hiviera concesiones importantes a los republicanos (o mejor al Tea Party) para evitar el default y, a pesar de la revelación embarazosa de que las cifras de S&P tenían un error de 2 billones de dólares: El 12 de agosto, MSN.Money informó que la rebaja “no había sido una gran sorpresa”, ya que por Wall Street había circulado el rumor de que se avecinaba. Y a menos que todo sea una gran coincidencia, es probable que alguien filtrara la información. La pregunta es quién fue, y si la fuga supuso operaciones con información privilegiada, Según el Daily Mail, se apostaron $ 850 millones en el mercado de futuros sobre las perspectivas de una rebaja de la deuda de EE.UU., y la apuesta podrá dar sus frutos después de que Standard and Poor’s rebajara la calificación crediticia de AAA a AA +, con unos rendimientos del 1.000 por cien si, como es lógico, la rebaja en la calificación provoca una subida de los tipos de interés.
La Comisión del Mercado de Valores (SEC) anunció el 8 de agosto que había iniciado una investigación en Standard and Poor’s. De acuerdo con el Financial Times, la medida es parte de un examen preliminar en el potencial uso de información privilegiada. La dimisión de Deven Sharma puede ser un primer resultado de las indagaciones. Y sea lo que suceda lo que venga después, merece ser observado con muchísima atención.