Les aseguro que no es una tarea nada satisfactoria seguir acumulando datos de esta Europa de las desigualdades que con el pretexto de la crisis económica está llegando a extremos totalmente inhumanos. Ayer supimos que La Unión Europea y el FMI quieren que el Gobierno de Portugal, al que han prestado 78.000 millones de euros, aplique nuevas medidas de austeridad en 2012, para asegurar que a finales de ese año habrá reducido el déficit a un 4,5 por ciento del PIB. Ello supone un “ahorro” (pueden leer recortes sin problemas) de unos 1.000 millones de euros, que se suma a todas las medidas ya adoptadas contra la mayoría de la población portuguesa (las últimas hasta ahora consistieron en un impuesto extraordinario en la paga de navidad o la anticipación del aumento del IVA en la electricidad y en la luz). En la sección de Opinión del Avante de la Festa! se habla también de sacrificios injustos y desigualdades crecientes.

El Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en su Informe de 2011 exije de Alemania un concepto coherente de lucha contra la pobreza. Entre otras medidas, pide al gobierno de Angela Merkel que asegure que a los niños de familias numerosas se les garantiza la alimentación suficiente. También en Alemania, siguiendo las políticas de la acumulación capitalista, una parte cada vez más importante de la población cae en la pobreza. El número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza en territorio alemán es más de 11 millones de personas, lo que significa un porcentaje del 14,5. Pero el dinero no ha desaparecido. Sólo cambió de manos. El número de alemanes ricos que en 1999 era de 365.000 este año ya ha alcanzado casi el millón. Su fortuna aumentó un 51% en la última década, mientras los ingresos salariales disminuyeron en promedio en un 2,5%. En los grupos de personas con menor nivel de renta, según un estudio del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), en los últimos 10 años, sus ingresos han disminuido en un 22%. Por lo tanto, es de un cinismo extremo que la canciller acuse a la gente trabajadora de vivir por encima de sus posibilidades, a sabiendas de que son víctimas de los devastadores efectos de las políticas de robo, desastre económico, social y laboral que desde hace años imponen las grandes potencias de la Unión Europea y que son ordenadas por Berlín.

En el diario de Düsseldorf “Handelsblatt” (19/20.08.2011), cuyo subtítulo lo presenta como “el periódico económico y financiero de Alemania”, podemos leer un artículo que ocupa la primera página y en el que se muestra la satsfacción por el hecho de que “la debilidad de Europa es la fuerza de Alemania”. Y sigue: “Hoy en día no hay duda de que Europa no puede ser griega, italiana o francesa” (sino sólo alemana). Y ese faro del polo imperialista alemán continúa señalando que “Alemania hacer posible Europa, el libre mercado, la unión monetaria, ya que la profundización de la integración política conviene a los intereses alemanes, aunque Alemania no debería “disolverse” en este proceso.” Y más adelante aclara: “La casa europea es demasiado débil para que nosotros podamos vivir allí mañana” ya que además, “el ministro de Hacienda no está en Bruselas, está en Berlín. El verdadero jefe del gobierno económico no es el señor Van Rompuy, sino el ministro de Finanzas alemán. Nunca antes los intereses alemanes y europeos se han confundido tanto como ahora. El camino a Europa pasa por Berlín, o no lleva a ninguna parte.”

Se trata de colaborar en esta farsa de naturaleza colonial, en este proyecto de dominio imperialista, de traicionar los intereses de Portugal, de los trabajadores y trabajadoras portugueses que Passos Coelho repitió la semana pasada en Berlín, siguiendo el ritual de Sócrates, para rendir vasallaje, recibir órdenes y volver con la habitual palmadita en la espalda de la canciller Merkel.(… Incluso en Deutsche Welle puede leerse: “Passos Coelho visita Alemania con un discurso acorde al interés germano”.) Una vez más este año, en la tribuna de la Festa do Avante! Jerónimo de Sousa explicó que “lo que está pasando no es más que una gigantesca huida hacia adelante, cuya única intención es salvar las ganancias de las grandes empresas, defender los intereses de las grandes potencias –especialmente Alemania– y tratar de salvar el euro mediante la imposición de relaciones económicas y políticas de tipo colonial en el espacio de la Unión Europea.”

Sin embargo, el Secretario General del PCP también advirtió para no caer “en las trampas del discurso de MÁS Unión Europea más para superar la crisis “y que lo importante es intensificar la lucha por una Europa de los trabajadores y los pueblos, una Europa, defensora de la democracia, la justicia social, la soberanía de los pueblos, y la verdadera cooperación y solidaridad entre los Estados soberanos e iguales en derechos y deberes”.