Titular notícies
José Antonio Donaire La maleta
José Antonio Donaire

Tiene en su rostro cicatrices de derrota (más cornás da la vida, pienso), la camisa planchada con la precisión de un relojero y un exceso de Floïd que me devuelve por un momento a las barberías de mi infancia. Se me acerca tímido en la gasolinera, con su maleta minúscula y un cabello repeinado.

- ¿Puede usted llevarme a Gerona?.

Ha venido a la costa a hacer el verano, me dice. Y se ha recorrido uno por uno todos los restaurantes, los hoteles, los cámpings de Roses a Sant Feliu. Sabe cocinar, limpiar, servir mesas, es buen jardinero y hábil con las herramientas. Algo caerá, pensó. Pero su peregrinación por el litoral se llevó sus pocos ahorros y sus ilusiones. 

Ahora vuelve a Algeciras, sin nada, como los indianos que se fueron a Cuba y volvieron con los sacos vacíos. Y con sus cincuenta y muchos, su camisa planchadísima y su pelo repeinado, deberá volver al otro lado del país de gasolinera en gasolinera, durmiendo en cunetas, comiendo menos que más. Y sus ojos de fracaso y de humillación son como un faro que se apaga después de años y años de servicio.

Y mientras escribo estas líneas, en algún punto inconcreto de la carretera que lleva al sur, su maleta, su mirada y su dignidad herida nos recuerda que las crisis tienen ojos tristes y cicatrices en el alma. Tal vez uno de los problemas es que no lloramos lo suficiente.

Més sobre...: Meditacions
Últimes Notícies