Interpelación en el pleno del Senado del 25/09/2012, sobre el balance que realiza el gobierno de sus políticas en materia de empleo y seguridad social.

El señor Guillot Miravet: Gràcies, senyor president.

Señora ministra, en las pasadas elecciones legislativas todos los partidos, todos, pusimos en el centro de los programas electorales y de nuestra petición de voto cuáles eran las respuestas que ofrecíamos para resolver la crisis económica y, sobre todo, combatir el paro.
El motivo de esta interpelación es evidenciar el fracaso total, a diez meses ya de estas elecciones, de las políticas del Gobierno del Partido Popular y, en particular, de su ministerio, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Ustedes, en lo que va de legislatura, han ido afirmando lo siguiente: que iban a llevar a cabo una serie de reformas que situarían a España en la senda de crecimiento, con la consiguiente creación de empleo. Y proponían  estas reformas, a pesar de una herencia recibida muy negativa que han ido aireando −ahora mismo solo hacía falta escuchar a la ministra Pastor de lo mal que se había hecho por parte del Gobierno Socialista− con lo cual ponían más énfasis en la importancia de estas reformas.

Estas reformas, básicamente, eran tres.

La primera; la estabilidad presupuestaria. Un fracaso total. Vamos a cerrar el 2012 con un déficit de aproximadamente del 7% del PIB. Es decir, no vamos a cumplir con los compromisos que cogimos con la Unión Europea; no habrá ni un cumplimiento de todo un plan de estabilidad, que ustedes han presentado, con la consiguiente desconfianza por parte de los llamados mercados. Y no solo no vamos a cumplir, porque no podemos y yo creo que no debemos, sino que, por otra parte, vamos a generar lo peor que puede pasar en política, que es adquirir compromisos que luego no se cumplen. Aquello que ustedes criticaban tanto antes a los gobiernos del Partido Socialista.

Ya se lo advertimos, señora ministra, en el debate de los Presupuestos Generales del Estado del 2012: todas las previsiones de ingresos como de gastos eran falsas. Ustedes no solo no han recuperado ninguna confianza, sino que seguimos con unos indicadores macroeconómicos negativos: la prima de riesgo sigue desbocada; estos días ha aparecido en los medios de comunicación que para el 2013 se calcula que la principal partida de los presupuestos del 2013 serán los intereses de la deuda, de aproximadamente 38.000 millones de euros; y todas las previsiones también apuntan, desgraciadamente, que para el 2013 vamos a tener una recesión de 1,2 puntos, con su consiguiente incremento del paro. Insisto en que España no cumplirá el principal objetivo, la primera gran reforma de su Gobierno.

En segundo lugar; la reforma financiera. Después de cuatro intentos, el quinto nos la van a hacer desde fuera, es decir, la reforma financiera real la va a realizar la Unión Europea o el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Y esto, ¿por qué? Por incapacidad seguro, pero, sobre todo, por la negativa relación e interposición entre política y banca y, seguramente, el caso más claro y más sangrante es Bankia.

Y una tercera reforma; la reforma laboral, la que usted ha presentado y la que ha defendido como ministra de Empleo. Luego haré referencia a ella.A día de hoy tenemos más crisis y más paro. A día de hoy hay mayor crispación social.

A día de hoy hay mayor desafección hacia la política. Ustedes, solo en los últimos estudios de opinión, pierden ya 14 puntos. Y solo hace falta ver lo que está pasando hoy, alrededor del Congreso, para darse cuenta de que amplios sectores de la opinión pública, la política, los políticos y también su partido y este Gobierno no gozan de ningún tipo de credibilidad. Y a día de hoy tenemos ya una grave crisis territorial, y evidentemente estoy hablando de Cataluña. Esto es lo que han conseguido en diez meses: más crisis, seguimos en recesión, desafección y, de paso ya, una crisis territorial gravísima, como es la que afecta a las relaciones entre el Estado y Cataluña.
Dicho de otra manera, tanto sufrimiento, tantos sacrificios no están sirviendo para nada. Es más, a ustedes que nunca les ha temblado la mano para golpear derechos laborales o para disminuir el Estado del Bienestar, es decir, todos aquellos factores y elementos que juegan para dar un determinado nivel a los sectores más desfavorecidos, siempre les tiembla la mano cuando hablamos de tener que incidir sobre aquellos que más tienen; y les pongo como ejemplo la aberrante amnistía fiscal que su Gobierno ha realizado, una amnistía fiscal que más allá de los costes éticos y morales, solo está representando hoy por hoy un ingreso de unos 50 millones de euros.

La situación que este Gobierno afronta se puede resumir en dos fechas: el 11 de septiembre, con la manifestación de la Diada de Cataluña y el 15 de septiembre, con la manifestación, en Madrid, en contra de los recortes. Las dos expresan un malestar y un rechazo, pero las dos también expresan una misma exigencia: que frente a esta situación, en todos los órdenes, hay que dar voz a los ciudadanos.
Como no podía ser de otra manera, estas políticas, esta lógica de fondo ha hecho fracasar la gestión de su ministerio, y, en concreto, todo aquello orientado a la creación de empleo.
En cuanto al buque insignia de su ministerio, la reforma laboral, a estas alturas ya podemos decir que es un fracaso en toda regla. Y permítame que le dé unos datos: desde el 31 de diciembre a hoy tenemos 390.000 personas ocupadas menos. Del 31 de diciembre a hoy tenemos 420.000 personas paradas más. Del 31 de diciembre a hoy tenemos 134.000 trabajadores indefinidos menos.

En el periodo de vigencia de la reforma laboral respecto al mismo periodo del año 2011 cae la contratación un 4,4%; cae el número de contratos indefinidos totales un 5,8%; caen las conversiones en indefinidos un 14,3%. Crecen los contratos indefinidos iniciales, sí, pero solo en un 0,5%.
La proporción de contratos indefinidos sobre el total de contratos alcanza la cifra más baja en agosto de 2012, el 6%; cae la contratación temporal un 4,6%. Esos son los efectos de su reforma, más paro y más precariedad.
En cuanto al número de expedientes de regulación de empleo –hoy aparece en todos los medios de comunicación- de enero a julio se ha incrementado un 72,4% respecto al año anterior. Los despidos colectivos llevan un incremento de trabajadores afectados del 45,4% entre marzo y junio de 2012; aumentan un 58,2% los afectados por suspensión, crecen un 38,2% los afectados por reducción, y se incrementan también los afectados por extinción un 15,2%.

Ustedes decían que el objetivo era conseguir que, aunque salieran ERES, no fueran de extinción pero en eso también han fracasado. Hoy, con su reforma laboral, un 15,2% más de trabajadores y trabajadoras son despedidos mediante un expediente colectivo. En cuanto a la negociación colectiva, se han firmado un 41% de convenios menos que en el mismo periodo del año pasado.
Es decir, hay un fracaso de la reforma laboral, que está provocando mayor paro, y está haciendo fracasar también su propuesta de presupuestos.
Y permítame que le dé algunos datos: ustedes están llevando a cabo una reforma que es una fábrica de generar paro y esto ha disparado el gasto. En los primeros siete meses del año, el gasto en prestaciones por desempleo ha crecido un 5,4% respecto a 2011; ustedes disminuyeron esta partida con la fantasía, me imagino, de que el paro iba a disminuir, un descenso del 4,2%. Se recorta también la partida de prestaciones contributivas porque se afirma que muchas personas dejarán de tener derecho.
En cuanto al presupuesto de las percepciones de los desempleados ha pasado de 30.140 millones en prestaciones para desempleo a 28.503; es decir, a pesar del crecimiento del desempleo, que está alcanzando cifras récord y con la previsión de seguir haciéndolo en 2012, redujeron la partida en 1637 millones de euros. Recortó el doble las prestaciones asistenciales que deben recibir las personas que pierdan el derecho a una prestación contributiva. A 31 de diciembre la cobertura de prestaciones era el 70% y hoy en día es el 66%, Por no hablar de la reforma del Plan Prepara, que también va a ser otro elemento que disminuirá la posibilidad de cobertura a los parados.

Es decir, estamos en una situación, para mí, de fracaso total. La reforma laboral es una máquina de destrucción de empleo, es una fuente de gastos, y, evidentemente, es un atentado a los derechos laborales.

Creo que usted, señora ministra, como le he dicho en repetidas ocasiones, en el desarrollo de su política ha subestimado seis, para mí, grandes cuestiones.

En primer lugar, la fuerza del diálogo y el consenso; ustedes han llevado y están llevando a cabo medidas muy importantes, entre ellas, la reforma laboral, que estuvo precedida por un gran acuerdo entre sindicatos y empresarios, sin ningún tipo de consenso ni diálogo. Lo mismo sucedió con la reforma del Plan Prepara.

En segundo lugar, ustedes han instaurado la amplia percepción social de que cuando se convoca a hacer sacrificios no se está convocando a todo el mundo, y no solo eso, sino que no se convoca a aquellos que mayor renta y mayor capacidad y defensa tienen.

En tercer lugar, por otra parte, ustedes,  antes lo he dicho al hablar de la estabilidad presupuestaria, nunca han sido conscientes o no han querido aceptar –luego pasa lo que pasa- la realidad de que España ni debe ni puede cumplir los objetivos y plazos del plan de estabilidad.
Otra cosa es que la política española, los políticos españoles y el Gobierno de España se desentiendan del déficit, de la deuda, que, evidentemente, es un problema para todos y que hay que atajar. El problema es que en estos plazos tan cortos y con estos porcentajes tan grandes, España ni puede ni debe.

En cuarto lugar, ustedes también han infravalorado que la gran salida, una de las únicas, exclusivas salidas, son las políticas de relanzamiento económico. No conocemos aún, a estas alturas, ninguna medida concreta de relanzamiento económico por parte de su Gobierno, porque solo con relanzamiento económico generaremos riqueza, habrá ingresos, crearemos empleo y, sobre todo, es el único instrumento real que tenemos para garantizar la devolución de la deuda.

En quinto lugar, ustedes -la reforma laboral es una expresión clarísima- siguen instalados en el viejo concepto de que la economía son solo los empresarios. Una economía del siglo XXI no solo son los empresarios, hay multitud de otros actores, entre ellos, y fundamentalmente también, los trabajadores, agentes menospreciados, cuando no ignorados, en lo que son el diseño de sus políticas laborales.

En sexto lugar, en definitiva, ustedes no saben, improvisan, afirman, llegan, corrigen, y todo ello porque no tienen un modelo productivo claro. El único modelo que realmente han puesto encima de la mesa; es una España donde los costes laborales son bajos, y esa es nuestra oferta de competitividad. Pero en esto solo pueden estar interesados el señor Adelson, o Eurovegas o macrotimbas, como las que se pueden instalar en Alcorcón o en Tarragona. Una economía del siglo XXI no solo puede ofrecer este tipo de competitividad.

Señora ministra, en mi opinión, y se lo digo de una manera muy sincera y con todo el respeto, tienen que revisar a fondo sus políticas.
No digo ahora que rectifique o que anule, porque sería dar golpes contra la pared. Pero con estos datos, con estos resultados, con este presente y con estas perspectivas de futuro inmediato –no me hable de futuros muy lejanos porque como, aquel que dice: …todos calvos- deben ser capaces de abrir un proceso de diálogo con los agentes sociales que permitiera redefinir esa situación y poder repartir costes, repartir sacrificios, relanzar la economía y, a partir de su relanzamiento, poder afrontar todo el resto de retos, si no, seguiremos instalados en una lógica que, día a día, demuestra que vamos hacia abajo, que todo se complica, que los datos cada vez son más negativos y, de verdad, no creo que valga la pena seguir por este camino, vistos estos resultados.