“La crisis económica no sólo tiene consecuencias visibles, otras consecuencias ocultas repercuten en la salud de las personas. Según los datos del estudio “Els riscos per a la salut mental de la crisi econòmica a Espanya: evidència en població atesa en centres d’atenció primària entre 2006 i 2009″ que se presentó durante el reciente Congrès Català de Salut Mental (en el que también participó en nombre de Dempeus per la Salut Pública su fundador y Secretario, el Dr. Antonio Barbarà Molina), en el Estado español a raíz de la crisis han aumentado en un 19% los casos de depresión detectados en la red de atención primaria de salud, un 8,4 % los de ansiedad y un 4,6% los problemas relacionados con el alcohol. Además, según el Informe de Salut a Catalunya, las personas con riesgo de problemas de salud mental en 2011 suponían el 14,1% de la población. “Los hombres parados tienen tres veces más riesgo de sufrir problemas de salud mental, y las mujeres un 1,5%” , explica María José Fernández, médico de familia y miembro del grupo de trabajo de salud mental y ética de la Societat Catalana de Medicina familiar i Comunitària ( Camfic ) .
“Se ha constatado que la crisis agrava la situación de los enfermos mentales, porque son personas muy vulnerables” , asegura el presidente de la Fundació Congrès Català de Salut Mental , José Clusa . ” El motivo radica, por un lado, en el hecho de que el cumplimiento de la pauta asistencial es más difícil de llevar a cabo. Hay enfermos que, por ejemplo, no se medican. “Además , – añade Clusa -,” hay unas carencias en cuanto a personal que hacen que las visitas se hayan espaciado en el tiempo.”
La creciente preocupación de los profesionales de la salud, sin embargo, radica en los casos de afectación general de la población. ” Lo que se ha detectado es que las personas afectadas por la crisis tienen una sufrimiento no identificable, es decir, no se puede atribuir a una enfermedad, sino a problemas . El peligro es que se están medicalizando estos problemas, pero no se busca el porqué de los mismos”, comenta Clusa . Una opinión que comparte el director del Observatori de Salut Mental de Catalunya, Josep Moya , que explica : “La crisis aumenta la angustia . Las personas afectadas muestran, predominantemente, síntomas de tristeza, rabia, desesperación, impotencia, etc., Pero muchas veces no se trata de un trastorno depresivo . ” El psicólogo Jordi Codina asegura que, ya ” antes de la crisis, un 26% de personas sin trastorno mental fueron tratadas como si lo tuvieran”. En la opinión de Moya, “si estas personas encuentran trabajo habrá una remisión completa de los síntomas “.
Y es que el trabajo precario , los cambios en el sistema de trabajo, el paro, los desahucios, el endeudamiento y la pobreza son los motivos principales que afectan a hombres y mujeres, eso sí, de manera diferente. ” Ellas reaccionan con cuadros depresivos y con somatización, mientras que los hombres agravan el consumo de ciertas sustancias, sobre todo de alcohol “, dice el director de los Servicios de Salud Mental del Benito Menni de Hospitalet de Llobregat, Lluís Albaigues. Además, según apunta Fernández , “un aumento del 3 % de paro se incrementa un 4,5 % el número de suicidios.”
Así pues, para dar respuesta a esta situación, Moya apunta que “es necesario hacer un cambio de modelo” . El informe “Quina crisi estem patint, com afecta la salut i com ens en sortirem?” reclama la necesidad de crear programas en los que participen profesionales de diversos ámbitos . “Se han ido descabezando los programas más necesarios, como el programa Salut i Escola” , explica el psiquiatra Lluis Isern. Los profesionales proponen potenciar la creación de grupos específicos de ayuda mutua en los centros de salud y programas de seguimiento individualizados.
El aumento de los casos de trastorno mental por la crisis ha hecho que los psicólogos clínicos estén desbordados. “La ratio no llega a 4,5 por cada 100.000 habitantes en España , muy lejos de los 18 de la media europea. Además, según un informe del Senado del 2010, hay una carencia de hasta 7.200 psicólogos clínicos.” La Asociación Nacional de Psicólogos y Residentes recomienda la incorporación progresiva de estos especialistas sobre todo en los centros de atención primaria, en las unidades de oncología y de dolor y en los programas de trastorno mental severo. Aseguran, de manera adicional, que actualmente los trastornos mentales se han medicalizado en exceso.” Sería más efectivo abordar los problemas combinando tratamiento médico con intervenciones psicológicas.”
Artículo de Angela Folguerola y traducido del catalán en elPunt.Avui
Bibliografía adicional: Carta de Barcelona sobre precariedad y salud