El pasado sábado día 18 se celebraron distintas manifestaciones contra el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP). Las autoridades de la Unión Europea y de los Estados Unidos llevan ya varias rondas de conversaciones para ir ultimando el tratado, siempre desde la opacidad y la falta de información. ¿Qué tiene de malo el TTIP? Para mí lo peor es la homologación a la baja de cuestiones tan importantes como derechos, fiscalidad y limitaciones ambientales y de salud pública. La voluntad de los negociadores es concretar un tratado entre USA y la UE, que armonice a la baja en todas aquella materias que puedan limitar el comercio y la inversión, y por ende los beneficios. Un paso desregulatorio más, que va a representar un nuevo desmantelamiento de la Europa comprometida en la sostenibilidad social y ambiental.