Nunca llegaré a saber si esto de retrasar las obras y proyectos municipales, para que los alcaldes de turno puedan inaugurarlos en plena campaña electoral, da votos. Yo intuyo que no, que más bien irrita a los ciudadanos este juego electoralista, que lo único que consigue es retrasar obras. Esto viene a cuento porque hoy, después de muchos años de obras, se va a inaugurar el rehabilitado mercat del Ninot, cuatro días antes de las votaciones municipales. Hay alcaldes que la jugada les sale mal como al de Sabadell, que la reforma de la Rambla del Mig se le ha retrasado.