Titular notícies
Jordi Guillot “Pacto de Estado contra la pobreza.”
Jordi Guillot

Intervenció al Ple del Senat.

Senyor president.
Señorías.

Con mucho retraso, el gobierno nos propone este primer proyecto de ley de reforma del FAD, Fondo de Ayuda al Desarrollo, con el largo título de “reforma del sistema de apoyo a la internacionalización de la empresa española”.
Primer proyecto este, del FIEM, que viene acompañado de uno posterior FONPRODE, que en breve discutiremos.
Esta reforma era un compromiso de la ley reguladora de la gestión de la deuda externa (aprobada el 2006). La reforma de los créditos FAD, comprometidos para diciembre del 2007, los discutimos hoy en el Senado, a finales del mes de mayo del 2010.

Decía el ministro de Industria en el Congreso que “nunca es tarde si la dicha es buena”. Pues no, es tarde, hay un retraso de casi 30 meses y es evidente que visto el número de enmiendas presentadas, y leídos los comentarios de rechazo que ha recibido este proyecto de ley por parte de las ONG,s, que la dicha tampoco es buena.

Permítanme, antes de entrar a defender las enmiendas que presento en nombre de Iniciativa Verds- Esquerra Unida, que opine sobre el proceso.

No entiendo porqué no discutimos a la vez las dos leyes que reforman los FAD; esta del FIEM y el proyecto de ley del fondo de promoción al desarrollo, FONPRODE.
Creo que hubiera sido lo mas lógico. Como acertado hubiera sido que el Consejo de Cooperación al Desarrollo hubiera visto en condiciones este proyecto de ley.
Es innegable que había que reformar los FAD, fondos de ayuda al desarrollo.Son necesarios instrumentos para ayudar a la internacionalización de nuestras empresas en este mundo globalizado. Como es conocida la extremada sensibilidad política y social que existe para evitar que este nuevo fondo no redunde en el sobreendeudamiento de los países receptores, con especial atención a los países pobres altamente endeudados.

Es por esto, que el grueso de nuestras enmiendas van dirigidas a corregir determinados efectos perversos que permite el actual proyecto de ley.

En primer lugar, garantizar que las políticas comerciales deben ser coherentes con las políticas de cooperación.
Y esto significa que los créditos a la exportación con apoyo oficial, deben cumplir las normativas internacionales respecto a: derechos humanos, derechos de los trabajadores y de igualdad de género, protección del medio ambiente y disposiciones internacionales anticorrupción. De exigencia, también de responsabilidad social de los agentes privados. Y la no financiación de exportación o suministro de equipos militares, policiales o de doble uso.

Y otra exigencia que realizamos en coherencia entre nuestras políticas comerciales y las de cooperación, es la de que los países pobres con problemas financieros de sobreendeudamiento, acogidos a iniciativas multilaterales de condonación no puedan ser, en ningún caso, beneficiarios de financiación reembolsable.
Se argumenta que para los países HICP, con la deuda condonada, es la única manera de poder acceder a créditos.

Creo que es un argumento que no se sostiene, porque es más que evidente que estos países jamás podrán hacer frente a las obligaciones de una deuda nueva aunque se les haya condonado las anteriores, porque no podemos olvidar que son fundamentalmente países pobres, muy pobres. 

El resto de países prioritarios para los programas de cooperación al desarrollo española, solo podrán ser beneficiarios de este fondo cuando expresamente lo autorice la Comisión Delegada del Gobierno para Cooperación al Desarrollo.
Decía antes, que en primer lugar hay que garantizar una coherencia.

Un segundo aspecto es la nítida diferenciación entre lo que es ayuda oficial al desarrollo y fondos con distinta finalidad, como los del FIEM.Esta es una vieja reivindicación, la de diferenciar a partir de los criterios del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE: lo que es ayuda oficial al desarrollo, de lo que son fondos que tienen como principal objetivo el apoyo a la internacionalización de nuestras empresas.

Y una tercera y no menor cuestión, es todo lo relativo al control parlamentario y social del uso del FIEM. En nuestras enmiendas planteamos una mayor concreción con las cuestiones que el gobierno debe informar, así como la participación de las comisiones de cooperación en el seguimiento del uso de estos fondos.
También planteamos, en tres enmiendas,  un mayor control parlamentario.

Y quisiera terminar, señorías, con una reflexión y con un emplazamiento al hilo del debate de esta ley y del recorte presupuestario de la ayuda oficial al desarrollo para 2010, 300 millones de euros y 500 para el 2011, aprobado por el gobierno.

En todo el debate de este proyecto de ley del FIEM, compromiso de la ley reguladora de la gestión de la deuda externa y recogido en el Pacto de Estado Contra la Pobreza, han surgido diferencias claras respecto a la intencionalidad primaria de reforma de los FAD.
El ejemplo más claro es que se ha tenido que batallar hasta el último minuto, que los FIEM no computen como ayuda oficial al desarrollo.Es evidente que no todos pensábamos lo mismo cuando hablábamos de esta reforma. Pero sobretodo, hoy debemos afrontar con realismo y de forma constructiva un hecho, y es que uno de los puntos de acuerdo más importante del Pacto de Estado contra la Pobreza, que el 2012 alcancemos el 0’7% de la renta nacional bruta, no se va a poder cumplir.

Si uno de los pilares básicos de nuestras políticas de cooperación es el consenso social y político que se plasma en el Pacto de Estado contra la Pobreza, y que luego ha permitido el acuerdo político en la formulación de los planes directores, hoy vigente el 2009-2012 y en la aprobación de los planes de actuación, no creen que seria oportuno convocar a los firmantes del Pacto de Estado, y a tenor de las nuevas circunstancias rehacer el pacto desde el realismo, el consenso y el compromiso claro con las políticas de cooperación internacional?

Les emplazo, en primer lugar al gobierno, al grupo parlamentario socialista y al partido socialista, a que tomen la iniciativa, a que convoquen a los partidos firmantes, a las organizaciones sociales comprometidas con la cooperación y rehagamos este pacto.

Es imprescindible, y más en la dura realidad socioeconómica que atravesamos, rehacer un gran acuerdo. Que establezca nuevos compromisos y que de fuerza a un gobierno que no podemos olvidar que hoy preside la Unión Europea, presidencia previa al encuentro de setiembre de Nueva York donde se van a revisar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Replantear el pacto, buscar nuevos consensos a partir de compromisos claros que permitan mantener una unidad política y social del todo necesaria en las políticas de cooperación y solidaridad de España.


Més sobre...: Blogroll
Últimes Notícies