Me lo comunica con tristeza otro amigo que hace del internacionalismo y la defensa de la salud una causa cotidiana, Toni Barbarà: se trata de una mala noticia para todas las personas forjadas en la solidaridad que atraviesa fronteras, en la igualdad que pasa necesariamente por la defensa de la clase y los derechos de las mujeres, en las luchas antifascistas y de liberación de los pueblos… Ha muerto Fanny Edelman, una activa luchadora por los Derechos Humanos, en un hospital de Buenos Aires. Edelman es conocida y reconocida en todo el mundo por su larga, dilatada, exhaustiva trayectoria en favor de los derechos sociales y humanos y su intensa labor intelectual y política. Era también presidenta del Partido Comunista de la Argentina.
Su antifascismo la llevó a defender en España la II República. En septiembre de 1937 llegó a Valencia junto a su compañero para participar de las Brigadas Internacionales. Entró en contacto con Miguel Hernández y Antonio Machado, con quien colaboró particularmente durante una campaña de alfabetización dirigida a los soldados. Tras el avance fascista, huyó a Barcelona y regresó a Argentina en mayo de 1938. La misma rebeldía antifascista que la había traído a España la hizo también destacar en el combate a la dictadura militar argentina. Con su ayuda se presentaron doscientos testimonios de familiares y víctimas de la última dictadura militar en el año 1978 ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Fanny Edelman, cuyo apellido de soltera era Jabcovsky, ha muerto a los 100 años. Todo un siglo de vida en rojo de esa mujer que participó en la defensa de la República durante la Guerra Civil Española, formó parte del Socorro Rojo, trabajó durante 50 años en la Unión de Mujeres de la Argentina, fue secretaria general de la Federación Democrática Internacional de Mujeres y realizó importantes trabajos con la ONU, la UNESCO, UNICEF y la OIT. Fue además secretaria general de la Federación Democrática Internacional de Mujeres e impulsora del Año Internacional de la Mujer y del Encuentro de la ONU en Nairobi en 1975.
Fanny Edelman, como dijo el poeta, es de las imprescindibles.