Pregunta oral al ministro de Justicia, Pleno del Senado, 13-11-2012.
Senyor President.
Señor Ministro.
En julio del 2005 aprobamos la ley de modificación del Código Civil para legalizar los matrimonios de personas de un mismo sexo. Los que votamos la ley entendíamos que en nuestra sociedad hay diversas orientaciones sexuales, que todas merecen nuestro respeto, y que todas deben gozar de los mismos derechos e igualdad ante la ley.
El PP votó en contra y presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional. ¿El por qué de su posición? Seguramente por la combinación de rechazo a todo lo diferente a su pensamiento, por homofobia, y su dosis de integrismo religioso.
Con su sentencia, el Tribunal Constitucional les ha desautorizado.
Mi sorpresa, y el motivo de la pregunta, han sido las declaraciones públicas de un ministro de su gobierno contradiciendo la sentencia del Constitucional.
Señor Ruiz Gallardón, ¿Comparte usted las opiniones del ministro de Interior o las desautoriza?
Señor ministro, déjese de rodeos y de monsergas, ¿comparte o no las opiniones del señor Fernández Díaz? ¿O las desautoriza o las apoya? Y recuerde que quien calla, otorga.
¿Cómo puede justificar, el ministro de justicia, que otro miembro del gobierno polemice con una sentencia del tribunal Constitucional?
Esta sentencia es el fracaso no sólo del recurso sino también de la visión cerrada que tienen sobre la diversidad de nuestra sociedad y sobre los derechos civiles. Es un duro golpe al proyecto de restauración conservadora de este gobierno.
¿Recuerda todas las barbaridades que dijeron? Después de 7 años y 22.000 matrimonios de personas del mismo sexo, ni se han roto las familias, ni nuestra sociedad se ha sumido en una crisis moral, cómo ustedes vaticinaban. Tan sólo se han ampliado derechos, derechos, hoy avalados por el Constitucional.
Como toda derecha cerrada y encerrada, adolecen ustedes de dos defectos históricos.
El primero, es que a lo largo de nuestra historia siempre se han opuesto a la conquista de un nuevo derecho. Jamás, jamás, han apoyado ningún avance en materia de derechos civiles.
El segundo, es su insensibilidad, su falta de respeto hacia lo diferente. Hacia todo aquello que no comparten. Adolecen de una falta total de lazos emocionales con todo aquello que no sea lo suyo. Lo vimos con este recurso. Lo vemos cada día con su frialdad con las víctimas de la crisis.
Pero a pesar de ustedes se ha consolidado un nuevo derecho, el de los matrimonios entre personas de un mismo sexo y su derecho a la adopción.