Els organitzadors de la Conferència del PSOE havien previst que intervingués breument en la sessió inaugural. Ahir a la nit, colpit per les notícies de París, vaig escriure unes breus notes per a la meva intervenció. La Conferència s’ha suspès i per tant no hi he intervingut. Us transcric les breus notes que em vaig preparar ahir de matinada.
Hoy nuestro pensamiento y nuestro corazón están en París.
Con las víctimas de la barbarie y sus familias, con todo el pueblo de Francia.
Con François Hollande, Manuel Valls y Anne Hidalgo.
Su dolor es el nuestro, su coraje es el nuestro, su esperanza es la nuestra.
Dolor, coraje y esperanza que deben fortalecer nuestros valores y nuestras convicciones.
Debemos recordar hoy por qué hacemos política.
Para construir una sociedad mejor, en la que la libertad de cada uno debe ser la libertad de todos, en la que las oportunidades de cada uno deben ser las oportunidades de todos.
Una sociedad abierta, tolerante y justa.
Una sociedad laica que promueve el respeto a las ideas y creencias de todos.
Mientras hay quien cultiva y exacerba diferencias, nosotros cultivamos y promovemos la igualdad.
Mientras hay quien se resigna frente a la pobreza y la injusticia, nosotros luchamos por la prosperidad de todos y la justicia social.
Nuestros adversarios son los intolerantes y los fanáticos. Nuestros enemigos son la pobreza, la desigualdad y la incultura. Y sabremos derrotarlos.
No vamos a dejarnos vencer por el miedo ni la oscuridad. Somos portadores de esperanza y de la luz del progreso.
Hoy somos todos franceses, pero también sirios e iraquíes, libios y tunecinos, turcos y egipcios.
Hoy recordamos también a las víctimas de Nueva York, Londres y Madrid.
Con todos ellos y ellas somos uno. Y compartimos la convicción de la igual dignidad de todas las personas. Y compartimos con todos ellos y ellas el ideal de libertad y de justicia para las personas, los pueblos y la humanidad entera.
Los asesinos pueden arrebatarnos una o muchas vidas, pero jamás podrán arrebatarnos nuestros ideales.