Avui el diari ABC em publica l’article que trobareu transcrit a continuació.
ARTUR MAS, ¿AMBIGÜEDAD O ENGAÑO?
El pasado domingo el President Montilla, candidato socialista a la reelección, realizaba una declaración especialmente relevante: “El tripartito ha hecho un gran servicio, pero su tiempo ha pasado. Digo eso pero no me arrepiento, en absoluto, tenemos que estar orgullosos del trabajo que hemos hecho, pero no lo reeditaremos. Aunque podamos sumar. Con esta fórmula, y con las propuestas actuales de sus líderes, no podríamos encarar el futuro de Cataluña. Ahora hay que hacer un punto y aparte. Ahora hace falta un Gobierno socialista, presidido por un socialista, para hacer posible, nuevamente y renovadamente, el proyecto político del catalanismo de izquierdas que queremos y que el país necesita”.
El balance del tripartito es altamente positivo: Cataluña dispone hoy del máximo nivel de autogobierno en la historia democrática, el mejor sistema de financiación, el máximo nivel de inversión pública del Estado y la asunción de competencias tan relevantes como la gestión del servicio de cercanías y de trenes regionales, la inspección de trabajo o la expedición del primer permiso de trabajo de los trabajadores extranjeros. Cabe destacar también el importante esfuerzo inversor de la Generalitat que ha pasado de 365 € per cápita en 2003 a 735 € per cápita en 2009. Este esfuerzo ha servido para priorizar las políticas sociales, una estrategia de concertación permanente con los agentes y sociales y una obsesión por el equilibrio territorial. Todo ello se ha traducido en estos cuatro últimos años en la contratación de cinco maestros, tres mossos d’esquadra y dos médicos cada día, y en la construcción de 1.000 equipamientos públicos, entre los que cabe destacar la construcción de dos escuelas cada semana.
Pese a ese balance que deja a Cataluña mejor preparada para el futuro, el tripartito no se repetirá porque algunas de las condiciones planteadas por los socios de gobierno para reeditarlo son totalmente inasumibles para el PSC. Y, en particular, el apoyo a la celebración de un referéndum por la independencia de Catalunya. Se puede decir más alto pero no más claro: el PSC no pactará con nadie que pretenda aparcar el Estatut aprobado por los catalanes, con quien renuncie a su aplicación y extensión, con quien busque la confrontación con el resto de España, con quien no quiera impulsar políticas de justicia social y las reformas necesarias para salir de la crisis.
No hemos pactado ni pactaremos con aquellos que llevaron la mentira sobre Cataluña al resto de España, los que han atizado el problema convivencial y de lengua que no existe y que recurrieron el Estatut ante el TC. El PP no entra en los planes de futuro para nuestro partido en los acuerdos de país. Ni pactaremos con quienes alimenten la división interna entre los catalanes ni el distanciamiento y la separación de los catalanes con el resto de los españoles.
En la campaña exigimos a Artur Mas la misma claridad. ¿Renuncia a pactar con quienes quieren reducir las autonomías y quienes han practicado el anticatalanismo de la peor especie? ¿Se desmarcará de quienes dan por enterrado el Estatuto, predican aventuras inciertas como la reivindicación del concierto económico y preparan la independencia? Si Mas persiste en esquivar esas preguntas no nos hallaremos ante un caso flagrante de ambigüedad sino que nos encontramos frente a un gran engaño.