La revista El Siglo em publica en el seu número d’aquesta setmana l’article que trobareu transcrit a continuació.
Coherencia y lealtad federal
El martes pasado los socialistas catalanes, a instancias de Pere Navarro, votamos de forma distinta al conjunto de los socialistas españoles una resolución propuesta por CiU (“El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a iniciar un diálogo con el Govern de la Generalitat, en aras a posibilitar la celebración de una consulta a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya para decidir su futuro”), y otra de IU-ICV-CHA en el mismo sentido.
Nunca hasta ahora se había producido una discrepancia de este calibre entre PSC y PSOE. Pero no ha sucedido por capricho: el PSC se presentó a las elecciones al Parlament de Cataluña con un programa electoral en el que se decía: “Nos comprometemos a promover las reformas necesarias para que los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya puedan ejercer su derecho a decidir a través de un referéndum o consulta acordado en el marco de la legalidad”.
Esta discrepancia no sólo no debe impedirnos seguir trabajando juntos sino que debe estimularnos para alcanzar el horizonte federal que compartimos. Y para eso necesitamos más lealtad que disciplina y más política que reglamentos. Debemos ser fieles a nuestra vocación de tender puentes de unión y no levantar murallas de división, que es lo que hacen quienes quieren separar a Cataluña del resto de España. Los mismos que pretenden que se quiebre cuanto antes la relación entre el PSC y el PSOE, unos porque así creen acelerar el proceso independentista, otros porque así se aseguran de que el PSOE no vuelva a ser en mucho tiempo alternativa de gobierno en España.
Algo muy importante se rompió con la Sentencia del Tribunal Constitucional sobre los recursos presentados contra el Estatuto de Autonomía de Cataluña votado por los catalanes en referéndum. Lo ha descrito de forma impecable Javier Pérez Royo. La situación se ha agravado por la percepción catalana de un trato económico injusto y por actitudes recentralizadoras y escasamente respetuosas con el carácter pluricultural y plurilingüístico de España.
Nadie debe cerrar los ojos ante una realidad evidente: hay bastantes catalanes que hoy quieren la independencia y son muchos más los que quieren poderse pronunciar al respecto. Y la democracia debe proporcionar instrumentos para hacerlo posible. Que quede claro: los socialistas catalanes votaríamos en contra de la independencia, y creemos que así lo haría también una mayoría de catalanes y catalanas si conseguimos entre todos los españoles renovar nuestro proyecto común, que es nuestra máxima prioridad. También por eso votamos en contra de la Declaración de soberanía y del derecho a decidir del pueblo de Cataluña aprobada por el Parlament a instancias de CiU y ERC, que pretendía desconocer la Constitución española de 1978 y el propio Estatuto de Autonomía de 2006.
Los socialistas catalanes queremos reforzar el autogobierno de Cataluña a través de una reforma constitucional que haga de España un Estado federal. Pero queremos también, en la línea que han defendido entre otros Francisco Rubio Llorente, Francesc de Carreras y Juan-José López Burniol, que los ciudadanos de Cataluña puedan ser consultados sobre su voluntad de seguir unidos a España.
La llave para superar el actual bloqueo es un acuerdo de tipo federal. Por ello celebramos que, a instancias de Alfredo Pérez Rubalcaba, en la propuesta de resolución presentada por el Grupo Socialista se defendiera una reforma constitucional afirmando que “el PSOE apuesta por avanzar hacia un modelo federal y considera que esta reforma, en este campo, tiene que abordar, entre otros, los siguientes objetivos: buscar una clara implicación de las Comunidades Autónomas en la gobernabilidad conjunta, con la necesaria reforma del Senado y la potenciación de mecanismos de cooperación multilateral; proponer una clarificación de la distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas y definir constitucionalmente el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas”.
Es hora de proponer soluciones, como también deberemos conocer, a través de procedimientos democráticos acordados, la opinión de los catalanes al respecto. Pere Navarro y Alfredo Pérez Rubalcaba sin duda van a contribuir de forma decisiva a encontrar una solución. ¿Están dispuestos también a hacerlo Mariano Rajoy y Artur Mas? ¿Sabrán anteponer a sus intereses personales y partidistas los intereses de Cataluña y España? De ello depende en buena medida el futuro de todos.