Hoy he defendido en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado la moción que presenté hace casi un año sobre los Planes Nacionales de los Derechos Humanos, en la que instaba al Gobierno a evaluar el I Plan Nacional 2008-2012 y a presentar una estrategia de defensa y promoción de los derechos humanos, el 2º Plan Nacional. Respecto a la primera parte, el portavoz del PP me ha advertido de que esta evaluación ya se realizó por parte del Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes; lo que me ha descolocado, ciertamente. Es el problema de presentar mociones que vienen sugeridas desde entidades que no tienen por qué conocer el trabajo del Congreso y del Senado; yo sí debería saberlo. La única excusa es la limitación de medios para realizar un seguimiento exhaustivo de la actividad parlamentaria. En la segunda parte de la moción, instar a definir el 2º Plan Nacional de Derechos Humanos, tengo toda la razón. Al final, se acuerda una transaccional que suscriben todos los grupos presentes en la Comisión.
Con cierto mal sabor de boca, cojo el AVE de vuelta a Barcelona, billete número 7005900522748.