Nos desayunamos con la foto en portada del diario El Mundo mostrando un Plenario casi vacío y poniendo en cuestión la existencia del Senado. Como he ido haciendo en todas mis intervenciones en este último año de legislatura, critico una vez más el incumplimiento de nuestro compromiso de reformar el Senado y transformarlo en un Cámara Territorial. Me imagino que, con todo el cinismo del mundo, los grandes partidos, que son los que han bloqueado la reforma, van a reiterar en sus programas electorales que hay que reformar el Senado, una Cámara ampliamente cuestionada hoy. No sé si no es mejor cerrarlo y cuando haya acuerdo de qué Senado queremos, reabrirlo y así ahorrar algunos costes.
Me toca defender las enmiendas al Proyecto de Ley Ordenadora del Sistema de Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social. Cuelgo mi intervención en el blog para quien le interese.
Sigo, no sin cierta estupefacción, el debate y las propuestas y contrapropuestas entre los partidos y las entidades independentistas para consensuar una lista única. Lo de una lista sin políticos me suena a populista, y además es un eufemismo, pues toda candidata o todo candidato a una lista electoral es ya un político. Si su objetivo es una lista unitaria cuya justificación sea ser lo más competitivos posible electoralmente para ganar y así proclamar la independencia, no veo por qué tantas complicaciones. La verdad es que todos estos tiras y aflojas, a quien desgastan más es a Artur Mas, incapaz de imponer su liderazgo.
Sigo con atención las negociaciones con Grecia; quedan pocos días para cerrar un acuerdo.
Cojo el AVE para volver a Barcelona, billete número 7390600561349.