Los términos branding y rebranding se refieren a estrategias muy similares, prácticamente idénticas, pero que se dan en momentos distintos dentro de una marca o una empresa.
Así que lo que debemos diferenciar no es tanto el ‘qué’ sino el ‘cuándo’, o el contexto en el que se toma la decisión de hacer una estrategia de branding y de rebranding.
Una estrategia de branding consiste en diseñar, planificar y gestionar diferentes acciones encaminadas a conseguir que la imagen de marca que llega a nuestros usuarios sea exactamente la que la marca desea.
Las acciones de branding desde todo el proceso de diseño tanto del logo como de la imagen corporativa, hasta las estrategias de marketing online y offline que estén destinadas a conseguir que la comunicación y la imagen de la marca sea la deseada.
Al fin y al cabo, cuando vemos un elementos identificativo de una determinada marca, bien sea un establecimiento físico de la misma, su web, carteles publicitarios o anuncios en televisión, dentro de nuestra se forma una idea sobre esa marca. Y esa idea está generada a partir de todas las acciones en conjunto que la marca ha llevado a cabo.
Todo lo que hemos comentado hasta ahora sobre el branding es un proceso que se lleva a cabo desde que una marca nace, con acciones progresivas que van haciendo que la mente del usuario se haga una idea predeterminada de cierta marca.
Una situación diferente es el rebranding, proceso que se lleva a cabo por las marcas en un momento en el que éstas desean cambiar la percepción que el usuario tiene de ellas. Esto puede ser debido a que hay cosas que no están haciéndose bien, o que podrían hacerse mejor; a crisis de reputación, tanto online como offline, o a que se desea renovar por cualquier motivo una marca.
El rebranding es un proceso complicado y tiene sus riesgos. McDonalds es uno de los ejemplos más conocidos de rebranding, proceso que se llevó a cabo cuando se extendió la idea de relacionar esta marca con comida basura, no solo poco saludable sino perjudicial para la salud. La marca entonces decidió renovar toda su imagen corporativa, pasando de mostrar el color rojo como su imagen principal al color verde, mucho más relacionado con la comida saludable, y a cambiar su menú incluyendo ensaladas y comida que se considera más sana.