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12/06/2014 - La farsa de las explicaciones neoliberales de la crisis actual

Article publicat per Vicenç Navarro a la columna “Dominio Público” al diari PÚBLICO, 12 de juny de 2014

Aquest article mostra la falsedat dels arguments neoliberals que atribueixen la crisi actual a una suposada fortalesa excessiva del món del treball.

Una constante en la explicación de la crisis económica y financiera actual que ha afectado de manera muy acentuada a los países periféricos de la Eurozona (GIPS, Grecia, Irlanda, Portugal y España) es la que atribuye esta situación a que los trabajadores de estos países reciben salarios demasiado altos, trabajan muy poco, reciben un número excesivo de prestaciones, tienen excesiva protección social y se jubilan demasiado pronto. Esta percepción de los países GIPS, promovida por la Troika (el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea) y por los gobiernos de carácter conservador, cristiano-demócrata, liberal y socioliberal que dominan la gobernanza de la Eurozona, ha alcanzado la categoría de dogma. En realidad, esta percepción viene ya de lejos, y fue la que motivó que el Banco Central Europeo, presionado por el Banco Central Alemán, forzara la adopción de los criterios de Maastricht como condición de pertenencia al euro: un déficit público de no más del 3% del PIB y una deuda pública no superior al 60% del PIB (ver el libro de John F. Weeks, Economics of the 1%, 2014, p. 175). La intención de estas condiciones era disciplinar a estos países y evitar excesos de gasto público resultantes de unos comportamientos irresponsables, evitando así que se gastara más de lo que se tenía. Ni que decir tiene que estas normas de Maastricht aplicaban a todos los países de la Eurozona, pero, desde el principio, se pensó en los países GIPS como los que necesitaban de mayor disciplina fiscal, por considerarlos excesivamente despilfarradores.

Las falsedades del establishment neoliberal europeo

Lo que es digno de mención es que cada uno de estos supuestos es falso, como es fácilmente demostrable con los datos. Veamos. Todos estos países GIPS tenían, antes de la crisis, una protección social y gasto público social por debajo (no por encima) del promedio de la Unión Europea de los Quince (UE-15), el grupo de países más ricos de la UE, al cual pertenecen. El país que tenía mayor gasto público en protección social de la Eurozona era Alemania. Todos los países GIPS (Grecia, Irlanda, Portugal y España) tenían, cuando se estableció la Eurozona, y continúan teniendo, un gasto público social muy inferior al alemán y muy inferior al promedio de la UE-15. Igualmente, la edad de jubilación en estos países (en el año 2010) era idéntica, no inferior, que la de los hombres de Alemania y Francia, excepto en Grecia, donde podían jubilarse a los 60 años.

La misma falsedad se da en cuanto al número de horas trabajadas por trabajador. En realidad, en todos estos países se trabaja más horas al año por trabajador que en Alemania, siendo el trabajador griego el que trabajaba más horas (2.038 horas al año, más de 40 horas a la semana), un 43% más que el trabajador alemán.

En cuanto a la excesiva irresponsabilidad de los dirigentes gubernamentales que se gastaron más de lo que tenían, generando enormes déficits y deuda pública, los datos muestran también la falacia de este supuesto. El Estado español estaba en superávit, no déficit, y la deuda pública era menor que el promedio de la UE-15, incluyendo Alemania. Grecia era el país que tenía déficit y una deuda pública elevada (80% del PIB en 2007). Ahora bien, Irlanda tenía, como España, un superávit en sus cuentas del Estado, mientras que el déficit en Grecia estaba solo 3 puntos de PIB por encima del de Alemania, lo cual no era exagerado.

La situación de las cuentas del Estado en estos países no puede presentarse como causa de la crisis. El famoso dicho de que estos Estados de los países GIPS se gastaban más de lo que tenían, despilfarrando recursos, no es sostenible. Los que sí contribuyeron de una manera notable a la crisis y al aumento del déficit y de la deuda pública, fueron los enormes rescates a la banca y la bajada de ingresos al Estado, resultado, este último, del enlentecimiento del crecimiento económico causado por la bajada de la demanda, consecuencia del descenso salarial y reducción del gasto público, todas ellas políticas de austeridad impuestas por la Troika. Ahí están las causas, silenciadas en los mayores medios de información y persuasión.

Lo que se calla u oculta

¿Por qué las políticas neoliberales, con sus recortes de gasto público y reducción de salarios, se promovieron y continúan promoviéndose en la Eurozona? La respuesta es extraordinariamente clara, aunque usted, lector, no lo leerá en los mayores diarios ni lo verá en televisión. La crisis que ha dañado enormemente a las clases populares de los países GIPS se programó para aumentar los beneficios del aparato financiero –la banca- y muy en especial de la banca alemana y también del sector exportador alemán. Tome el lector nota de que no hablo de Alemania, sino de las élites financieras, económicas, políticas y mediáticas dominantes en Alemania, pues no se entiende lo que pasa en la Eurozona sin entender la alianza que se ha establecido entre estos componentes de las clases dominantes de cada país y el sistema de gobierno de la Eurozona, incluyendo la Troika. Estas élites están imponiendo un enorme sacrificio (con reducción de salarios y gasto público social) a las clases populares, incluidas las alemanas, cosa que ha sido facilitada por el dominio que aquellas élites tienen sobre el diseño y promoción de las políticas públicas de la Eurozona.

En realidad, la reducción de la capacidad adquisitiva de la clase trabajadora alemana (resultado de las reformas Schröder y Merkel) disparó las exportaciones en aquel país, creando un enorme superávit de la balanza de pagos, causa de que las balanzas sean negativas en los países GIPS, forzando que los salarios de estos países bajen para poder competir con Alemania y aumentar las exportaciones, y con ello reducir su balanza negativa. Durante el periodo 2008-2010 Alemania consiguió un superávit de 523.000 millones de euros, mientras que los GIPS tenían un déficit de 623.000 millones de euros. Este enorme desequilibrio es lo que creó la sensación de que el euro estaba en peligro (percepción, por cierto, que era errónea, pues el euro nunca estuvo en peligro). (Ver mi artículo “Falsedades del conocimiento económico ortodoxo sobre Europa”. Público, 22.05.14). Los que sí estaban en peligro, y continúan estándolo, son las clases populares de los países GIPS, como resultado de las políticas públicas del gobierno Merkel (que consisten en bajadas salariales y subsidios al capital exportador), que favorecen los intereses de los grupos económicos y financieros que representan. Es la victoria del 1% (la población más pudiente del país que genera sus rentas de la propiedad del capital financiero y exportador) sobre todos los demás. Si usted va a Alemania y lee los mayores medios de información (controlados todos ellos por el 1% más pudiente de Alemania), verá que presentan la crisis como resultado de la holgazanería de las clases populares del Sur. Intentan que el trabajador alemán vea al trabajador del Sur como su enemigo. El nacionalismo intenta movilizar a la población para que vean sus intereses ligados a los intereses del 1%. Su temor es que las clases populares en la Eurozona se alíen y rompan con su dominio y control. Con ello se iniciaría la Europa de los pueblos, que entraría en clara contradicción y como alternativa a la Europa del capital hegemonizado por el financiero, que es la Europa actual. Así de claro.

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13/05/2014 - La muerte de la Ley de la Dependencia: quedan 16.000 cuidadores no profesionales de los 173.000 de hace 3 años

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Escribe Joaquín Santos Martí:

“Ayer, en una de esas conexiones casuales a Twitter, leí un mensaje lanzado a la red por @e_nasarre (Eva Nasarre). Apuntaba un dato estremecedor: de los 173.000 cuidadores de personas en situación de dependencia que cobraban la prestación económica hace tres años hemos pasado a 16.000. No tenía tiempo para dedicarle, pero me quedó el dato y el mensaje.

Más tarde he buscado la noticia en los medios y no la he encontrado. La fuente de la información está en la publicación del dato en la página del Servicio de Información sobre la Discapacidad (web aquí) que cita fuentes de la agencia Efe, que supongo que utilizará datos del Ministerio y que fue colgado el 9 de mayo.

Le doy unas vueltas a Google y no encuentro la información recogida en ningún medio (puede que el torpe sea yo) El mensaje de Eva fue retuiteado 11 veces. No parece haber tenido gran repercusión, y eso después del programa de Jordi Évole dedicado al tema.

Desde mi punto de vista el dato demuestra el profundo deterioro que vive la aplicación de esta Ley, su demolición controlada; máxime porque no se trata de un cambio de paradigma desde las prestaciones económicas a las prestaciones de servicio (el número de prestaciones de servicio no ha aumentado, ni de lejos, en la misma proporción)

Detrás de esta noticia hay mucho sufrimiento y mucha desatención. Una impresionante sensación de olvido y de injusticia que deben estar viviendo las personas que se encuentran en esta situación.”

(…)

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31/12/2013 - El derecho a morir con dignidad

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 31 de diciembre de 2013

Este artículo denuncia la imposición por parte de la Iglesia Católica de sus creencias y prejuicios, que dañana el bienestar y calidad de vida de la ciudadanía, como bien aparece en su constante defensa del dolor, que alcanza niveles de crueldad en el caso de la muerte.

Muchos somos los que hemos visto a personas muy queridas que, debido a la enfermedad que tenían, tuvieron una muerte larga, penosa, dolorosa y humillante. Y era la propia persona que se estaba muriendo la que deseaba morir lo más pronto posible, irse sin pena y sin dolor, y sobre todo, con dignidad. Y, en cambio, era muy poco lo que el enfermo y sus familiares podían hacer para ayudarle. La ley no lo permite.

La mayor razón de ello es un prejuicio religioso que, como en el caso del aborto, habla de la santidad de la vida, sin ser sensible al significado y calidad de dicha vida. Está, como todo sentimiento religioso, basado en fe, en creencias, y escapa a cualquier raciocinio. Y es un indicador más del enorme poder que tiene la Iglesia y de su influencia negativa en la cultura popular que tal posibilidad ni siquiera haya sido considerada por los llamados representantes de la población.

Ni que decir tiene que es un tema complejo, pues puede dar pie a abusos, es decir, que este derecho fuera utilizado por los familiares o personas próximas al enfermo como manera de aliviar su propia incomodidad, añadiendo presión al enfermo para que firmara y diera su consentimiento para que le ayudasen a morir. Pero hay mecanismos y regulaciones que pueden disminuir la posibilidad de este abuso, adquiriendo, por ejemplo, la autorización en un momento de mayor normalidad en el que el paciente pueda decidir en una situación menos estresante, o incluso cuando no estuviera enfermo en fase terminal.

Así se está haciendo en cuatro Estados de EEUU: Oregón, Washington, Vermont y Montana. Y la popularidad de dicha medida explica que otros Estados estén considerando aprobar leyes semejantes. La intervención pública permitiendo la muerte asistida por personal sanitario se llama Death with Dignity Act (ley del derecho a morir con dignidad), y se está extendiendo a lo largo de EEUU. Ello es un indicador de la pérdida de influencia de las religiones en la sociedad. En realidad, ha sido la constante de las religiones, y muy en particular de las iglesias cristianas (y más concretamente de la Iglesia Católica) el valorar el dolor como instrumento de redención y purificación, concepción que adquiere mayor contundencia en el proceso del final de la vida, camino –según dichas religiones– hacia el otro mundo, donde se desarrolla la plena realización de aquel ser. Tal creencia tiene que respetarse por mera coherencia democrática. Cualquier ciudadano tiene el derecho a practicar su religión, según los cánones que marque su iglesia. Ahora bien, este mismo ciudadano no puede imponer sus creencias al resto de la sociedad, tal como las iglesias desean, y muy en particular la Iglesia Católica española, que tradicionalmente ha tenido una relación privilegiada con el Estado español, tanto durante los periodos dictatoriales como en los escasos periodos democráticos que España ha tenido en su historia. La Iglesia Católica española no solo no es un instrumento democrático, sino que es antidemocrático, puesto que nunca ha aceptado que sus creencias son particulares (es decir, debieran afectar solo a sus creyentes) y no universales (es decir, que apliquen a toda la ciudadanía). Y la dirección ultrarreaccionaria de la Iglesia Católica, que fue durante la dictadura parte del Estado fascista (los clérigos eran pagados por el Estado y los obispos nombrados por el dictador), nunca ha aceptado que sus creencias y sanciones no deben transformarse en políticas públicas en un sistema democrático. Hacerlo, como está ocurriendo en España, es de una enorme insensibilidad democrática, además de una gran crueldad e inhumanidad. Negar el derecho a morir sin dolor y con dignidad a las personas como consecuencia de un mandato de su Dios, es delegar la gobernanza de un país a un poder terrenal no democrático que utiliza un poder supuestamente divino (que nadie ha elegido) para controlar a la población. Han sido un error grave el excesivo respeto y docilidad mostrados por las izquierdas a las imposiciones de un poder fáctico que ha dañado tanto y continúa dañando a la población, y todo ello en nombre de su Dios.

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11/11/2013 - Las reformas neoliberales en educación: el caso de Suecia y de España

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 11 de noviembre de 2013

Este artículo analiza el impacto negativo que las reformas educativas neoliberales del gobierno conservador-liberal sueco han tenido en la calidad del sistema educativo de Suecia. El artículo también señala como las reformas Wert profundizarán todavía más las desigualdades en el sistema educativo, como también ha ocurrido en Suecia.

La escuela pública en Suecia estuvo considerada durante muchos años (junto con la finlandesa) como una de las mejores en el mundo. En el informe PISA del 2000 el nivel de comprensión de lectura, matemáticas y ciencias estaba muy por encima del promedio de los otros países de la OCDE, el grupo de países más ricos del mundo. Lo que caracterizaba el sistema educativo sueco era su carácter multiclasista, es decir, que en sus aulas estaban representadas todas las clases sociales, creando una escuela cohesionadora, crisol de una de las sociedades menos desiguales en aquella colectividad de países. Era el producto de muchos años de gobierno de partidos progresistas, que promovieron los valores de equidad, progreso y cultura. El fin de la educación era formar un ciudadano solidario, culto y preparado para decidir y actuar en una sociedad democrática y fuertemente participativa.

Ahora bien, en el año 2006, una coalición de partidos conservadores y liberales cambió el sistema educativo. Muchas escuelas públicas pasaron a ser gestionadas por compañías privadas, el modelo favorito, por cierto, de las reformas Wert del Partido Popular en España. Otro cambio fue que las familias podían escoger las escuelas donde enviar a sus hijos, promocionándose las escuelas de gestión privada, financiadas con fondos públicos.

Como era predecible, hubo una selección de los alumnos por parte de estas escuelas de gestión privada, haciéndolo de forma indirecta, con lo cual aumentaron enormemente las desigualdades educativas en el país y declinó sustancialmente la calidad de toda la enseñanza. La descohesión del sistema educativo perjudicó a todo el sistema educativo. Y afectó negativamente su calidad. En el informe PISA 2009, en matemáticas y ciencias, Suecia estuvo por debajo del promedio de la OCDE. Y se teme que este año 2013 (el informe PISA sale en diciembre) continuará estando por debajo del promedio. Ello es el resultado de las reformas neoliberales que (como ha ocurrido también en varios Estados de EEUU, que introdujeron reformas semejantes en sistemas públicos) han deteriorado muy marcadamente el sistema escolar público.

Ante esta realidad, una pregunta lógica es: ¿por qué las clases más pudientes presionaron para que, a través de partidos políticos afines a sus intereses, se hicieran aquellas reformas? Y la respuesta es que deseaban inculcar un sistema desigual en el que sus hijos serían educados como ciudadanos de primera, dejando las escuelas públicas (financiadas y gestionadas por el sector público) para todos los demás. Y aceptaron incluso el deterioro de todo el sistema (que afectó negativamente la escuela de sus hijos) a fin de producir tal distancia social. Ha sido la práctica característica de las clases más pudientes, que, anteponiendo sus intereses a los de la mayoría de la ciudadanía, han causado con sus reformas un deterioro muy marcado de los sistemas públicos, utilizados por la mayoría de la ciudadanía. Esto está ocurriendo en Suecia, como también está ocurriendo en España, incluyendo a Catalunya.

Como bien ha indicado Francisco Martínez Mora de la Universidad de Leicester en su estudio sobre la educación en España, “(Des)igualdad de oportunidades educativas en España”, la escuela privada concertada y su separación del sistema público (a pesar de estar integrada, en teoría, en tal sistema) está contribuyendo a la polarización educativa del sistema escolar, con un aumento muy notable de las desigualdades en el país. Y esta polarización ocurre no sólo por la educación recibida en tales escuelas, sino por la reproducción de las características sociales de cada clase social, determinada por el origen social de cata tipo de estudiantes. La interacción entre los propios estudiantes, entre las familias y el profesorado, refuerza todavía más el clasismo de las escuelas. Y ello se acentuará sustancialmente con las reformas Wert.

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30/10/2013 - La educación clasista en España

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 29 de octubre de 2013, y en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 30 de octubre de 2013

Este artículo analiza la polarización social del sistema educativo por clase social existente en España, señalando que las reformas Wert acentuarán tal polarización.

En España hay clases sociales. Y es imposible entender qué ocurre en España sin entender el enorme dominio que la burguesía, pequeña burguesía y clases medias profesionales de renta alta han tenido y continúan teniendo sobre los aparatos del Estado, influencia que está alcanzando su máxima expresión durante el gobierno Rajoy, el gobierno que España ha tenido durante el periodo democrático que ha sido más sensible a los intereses de estas clases sociales.

Esta enorme influencia explica muchas realidades, tales como la pobreza del Estado del Bienestar (España tiene uno de los gastos públicos sociales por habitante más bajos de la UE-15, el grupo de países, dentro de la Unión Europea, de semejante desarrollo económico), su escasa capacidad redistributiva (de nuevo, el Estado español es de los menos redistributivos en la UE-15), su escasa progresividad fiscal (mientras que los trabajadores de la manufactura pagan impuestos -en porcentaje sobre su sueldo-, en cantidades semejantes a sus homólogos en la UE-15, el 1% de la población que deriva sus ingresos de la propiedad de capital paga sólo un 10% de lo que pagan sus homólogos en el promedio de los países de la UE-15). Todo ello explica la gran pobreza de los servicios públicos del Estado del Bienestar, tales como la educación. El Estado español gastó en educación en 2010 solo un 4,2% de su PIB, mucho más bajo que el promedio de la UE-15 (5,2 %), y mucho, mucho más bajo que Suecia (7%), uno de los países de la UE donde la clase trabajadora y las clases medias de renta media y baja tienen mayor influencia sobre el Estado. El gasto educativo por alumno (en todas las categorías de estudios) en España es de los más bajos de la UE-15.

Las consecuencias de esta pobreza del gasto educativo son muchas. Y la más llamativa es la polarización, por clase social, del sistema educativo. Desde las escuelas de infancia (mal llamadas guarderías) hasta la enseñanza primaria y secundaria, las clases pudientes llevan a sus hijos a las escuelas privadas (cuyo gasto por alumno es más elevado que las públicas, con un subsidio público muy importante, llamado concierto), y las clases populares (las clases medias de renta media y baja y la clase trabajadora) envían a sus hijos a la escuela pública. Muchas de las privadas están gestionadas por la Iglesia católica, que institucionalmente ha sido siempre cercana a los intereses de las clases más pudientes.

Durante la mayoría del periodo democrático, el número de horas lectivas en la enseñanza era mayor en las escuelas europeas que las escuelas públicas españolas. Así, en las escuelas secundarias, las horas lectivas eran de 559 horas al año en las públicas españolas, comparado con 678 horas en el promedio de las escuelas de la UE-15. Sumando el déficit anual, el estudiante español iba a la escuela secundaria un año menos que el estudiante europeo. No por casualidad, el conocimiento en comprensión de lectura, de matemáticas y de lenguas de un graduado español de la escuela secundaria era semejante al de un estudiante europeo de un año menos (Datos de PISA, 2003). Tal diferencial de conocimientos no ha disminuido. En realidad, ha aumentado (PISA, 2012). Y lo que es también interesante subrayar es que los estudiantes de la privada tampoco están mejor que el promedio de los estudiantes de la escuela pública europea (de la UE-15). En realidad, están peor.

La evidencia empírica es clara y contundente para todo aquel que lo quiera ver. Los sistemas educativos polarizados por clase social, con una dicotomía pública-privada, son peores en su calidad educativa que los sistemas públicos mayoritarios. En España, el 34% de los estudiantes van a la privada, y el 66% a la pública. En comparación, en Suecia y Finlandia (esta última es considerada la mejor de Europa) la distribución de porcentajes es 7% versus 93% respectivamente. Esta es una de las mayores causas de la baja calidad educativa en España, resultado del enorme poder de las clases más pudientes (burguesía, pequeña burguesía y clase media profesional de renta alta) sobre el Estado a través de sus instrumentos políticos (los partidos conservadores y liberales) y mediáticos (la gran mayoría de medios de información, tanto públicos como privados), que en su egoísmo –defensa a ultranza de sus intereses inmediatos- están dañando al país, y también, paradójicamente, a la educación de sus hijos, aun cuando consiguen lo que más quieren, es decir, mantener la distancia social (creando ciudadanos de primera –sus hijos- y de segunda –todos los demás-) reproduciendo las desigualdades dentro de la ciudadanía, manteniendo sus privilegios.

Representa, por cierto, una gran incoherencia que esas fuerzas conservadoras y liberales, y sus partidos políticos, como el PP, que se presentan como las “fuerzas patrióticas”, que constantemente hablan de patria o nación enarbolando la bandera, apliquen a la vez políticas públicas, en educación, que descohesiona tal patria. En realidad, la defensa de sus intereses a través de las políticas públicas del gobierno Rajoy daña a la mayoría de la ciudadanía, mostrando que pese a su discurso y narrativa, son profundamente anti-patriotas, pues el elemento clave de la patria –el término que utilizan ellos-, es su población. Y la mayoría queda dañada por esas políticas. De ahí que debiera ser una tarea a realizar por las fuerzas progresistas desenmascarar la utilización tan abusiva y oportunista de los “superpatriotas” de las banderas, pues en realidad están defendiendo sus intereses de clase. Su visión de España es una visión clasista que daña a la España real. Cada uno de los elementos de la reforma Wert favorece a su visión clasista, en contra de la España real, la España social y la España plurinacional. Es una reforma reaccionaria que dañará a las clases populares –la mayoría de la ciudadanía en España-.

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05/10/2013 - Albert Batiste i 25 economistes i juristes contra la reforma pensions

Informe de 25 economistes i juristes contra la reforma de les pensions del PP

generacion perdida

Albert Batiste Triadó – ATTAC Acordem

La darrera ofensiva del capital financer i els polítics al seu servei contra les classes populars, és apropiar-se de la part del sal.lari que els treballadors destinem a tenir una pensió quan ens jubilem. El que fins ara es fa primordialment a través de les aportacions al sistema públic de la seguretat social, volen que, com als Estats Units, es faci a través de fons de pensions de les asseguradores privades.

Després de que el govern de Zapatero ja hagués començat aplicat aquestes polítiques elevant als 67 anys l’edat mínima de jubilació, ara el govern de Rajoy vol reblar el clau impulsant una reforma de les pensions que, entre altres mesures, pretén modificar el criteri actual d’actualització d’acord amb l’increment del cost de la vida (expressat en l’IPC), per un altre d’increment en funció de l’increment dels ingressos de la seguretat social, amb un mínim del 0,25 %. Aquest criteri, aplicat a l’any 2014 (en que serà d’aplicació el mínim i l’increment de l’IPC es preveu del 2 %), significarà una baixada del poder adquisitiu dels pensionistes del 1,75.

Això, de més a més de ser l’incompliment més clamorós del programa electoral de Rajoy (que va jurar que no tocaria les pensions), significarà cas de ser aprovat la modificació sense consens d’un acord bàsic de la transició (el Pacte de Toledo acordat l’any 1995 per consens entre tots els partits espanyols). De fet, respon a un nou diktat de la troika (Fons Monetari Internacional, Banc Central Europeu i Comissió Europea) que governa de fet Europa i representa els interessos del capital financer internacional, a la que Rajoy obeeix al peu de la lletra.

Aquests atacs als pensionistes es justifiquen en base a un informe que va encarregar el govern a un grup de “experts” vinculats a les asseguradores, amb l’argument principal de que cada cop vivim més anys i no hi haurà prous ingressos per a mantenir l’actual nivell de pensions.

Front a aquest informe, 25 prestigiosos economistes i juristes han redactat un contrainforme en el que argumenten que la sostenibilitat de les pensions no és un problema demogràfic ni econòmic si no polític, i aporten alternatives a la retallada que proposa el Partit Popular (enllaç a l’informe a 1).

En realitat, l’objectiu d’aquesta ofensiva no és altre que augmentar els beneficis de les asseguradores, ficant la por al cos de la gent per el seu futur com a jubilat i induint-los a que contractin plans de pensions. Estratègia que ja porten temps aplicant pel que fa a la sanitat pública i que ja els està donant resultat amb un notable increment de la subscripció d’assegurances sanitàries per part de les classes mitges que poden fer-ho.

De moment, tots els partits polítics menys el Partit Popular s’oposen a la reforma (veurem si persisteixen tots fins al final). Els moviments socials (que per experiència no es refien dels partits polítics) estan impulsant iniciatives contra aquest nou atac a les classes populars. L’ocupació de la seu de la Seguretat Social a Barcelona feta per la iniciativa ciutadana Iaioflautes el passat 30 de setembre (2), i la crida a l’acció feta per les associacions de veïns de Barcelona (3), són els primers passos de la lluita en defensa d’un servei públic fonamental i del benestar de les generacions actuals i futures.

(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=174336

(2) http://www.iaioflautas.org/blog/2013/09/30/iaioflautas-en-defensa-de-las-pensiones-ocupamos-la-adminisitracion-de-la-ss-gritamos-sospensiones/

(3) http://www.favb.cat/node/751



03/09/2013 - Consum solidari vs. malnutrició: “Terra sense gent, i gent sense terra”

La malnutrició i les formes contradictòries d’abordar-la. Entrevista a Xavier Montagut

ERNEST CAÑADA | ALBA SUD

president xarca consum solidariConversem amb el president de la Xarxa de Consum Solidari sobre les limitacions de les polítiques per fent front als problemes alimentaris a Catalunya, com els bancs d’aliments, i l’aparició d’alternatives d’auto-abastiment i organització de la gent.

A principis d’agost de 2013 el Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, va presentar l’Informe sobre malnutrició infantil a Catalunya, que posava en evidència una de les conseqüències més alarmants de la situació de pobresa que s’està accentuant amb l’actual crisi econòmica i la política de retallades. Quina valoració en fas d’aquest Informe?

El Síndic de Greuges ha fet palès la situació existent respecte al tema de la malnutrició infantil. L’informe és clar i contundent, basant-se en dades públiques de Catalunya contrastades amb diverses fonts, tant públiques com d’entitats socials (Caritas, Creu Roja,…). Ressalta  que Catalunya té un problema greu de malnutrició infantil que afecta a prop de 50.000 infants que pateixen privacions alimentàries per raons econòmiques. Es tracta d’un problema general de malnutrició per defecte al que caldrien afegir els problemes de malnutrició per excés i els casos puntuals de desnutrició.

Per donar tota la seva dimensió a aquest informe, cal  recordar que el problema de la malnutrició infantil és nomes l’aspecte mes cridaner d’una realitat social de pobresa que inclou la vulneració del dret a la alimentació adequada a població de totes les edats. Darrera de cada cas de malnutrició infantil hi ha, com a mínim, una mare i/o un pare angoixats i problemes de malnutrició que afecten també als adults.

Les crítiques a la validesa de l’informe però no s’han fet esperar.

La resposta del creadors d’opinió i altres sectors afins al govern ha estat la de relativitzar l’informe, acusant al síndic de crear alarma social. Han provocat discussions semàntiques, confonent la malnutrició amb la desnutrició, barrejant temes com la malnutrició per excés, deslligant el tema dels hàbits alimentaris de la pobresa…. L’objectiu ha estat treure ferro a les mancances detectades i a la mateixa realitat de pobresa de Catalunya i limitar les propostes que posen en evidencia la política de retallades en els serveis socials.

Però com està actuant l’Administració de forma pràctica davant aquest tipus de problemes cada cop més estesos?

Mes enllà del soroll mediàtic, la resposta practica de l’Administració s’estructura en diferents àmbits. A un nivell més global, la seva resposta té a veure amb una política econòmica que enlloc de combatre la pobresa aprofundeix la crisi fent-la pagar als sectors mes desfavorits, el que està en el mateix origen del creixement de la malnutrició infantil.

En un àmbit més concret estan les mesures pal·liatives que ha de prendre l’Administració. També aquí són evidents els límits d’unes mesures concebudes quan el problema de la malnutrició, per defecte, era associat a petits sectors “marginals”. Una situació com l’actual, on aquest dret està sent vulnerat per a sectors importants de la població, convertint la manca de drets en un fet transversal, requeria aprofundir i estendre les mesures tradicionals, i sobretot plantejar noves mesures que s’adeqüessin al nou context. Contràriament, el govern de la Generalitat no s’ha plantejat noves mesures per garantir aquest dret i es dedica a retallar drets socials bàsics i a desmantellar les minses mesures que hi havien: la política de 0-3, beques de menjadors, retallades a serveis socials, retallades al PIRMI, retallades a ensenyament,  retallades a sanitat,… Aquesta és la pràctica del govern de la Generalitat, igual a les polítiques aplicades pel govern de l’Estat en els  àmbits que li són propis. A més es pateixen endarreriments en els pagaments i en l’execució.

Com a element positiu en aquest panorama cal ressaltar la feina que s’està fent en contacte directa amb els problemes per diferents professionals, institucions publiques i privades, i on es comencen a entreveure els dèficits de les mesures actuals i s’apunten les primeres línies per  anar més lluny i garantir un dret bàsic, el d’una alimentació adequada per tothom, que l’actual sistema econòmic està fent retrocedir a situacions que pensàvem que eren del passat.

Una peça central en la resposta als problemes alimentaris en aquest context semblen ser els bancs d’aliments. Què n’opines?

El repartiment d’aliments gratuïts està agafant una importància excessiva. La solució a una gran part de la problemàtica d’accés a la  alimentació va lligada al desenvolupament de drets socials que avui estan sent retallats. Els menjadors escolars, una  llei de dependència com cal, unes pensions dignes, una renta mínima garantida,… són mesures que disminuirien dràsticament la necessitat de repartir aliments gratuïts fins i tot en una situació de crisi i atur com l’actual.

Els bancs d’aliments aporten una alternativa que busca subministrar calories gratuïtes al màxim de gent. Entenen l’eficiència com aconseguir repartir el màxim de calories al major nombre de persones amb el mínim cost monetari. Aquesta visió, que podria tenir lògica en una situació de desnutrició massiva per manca de aliments, però que no és el nostre cas, té una sèrie de característiques que la fan ineficient i, al mateix temps, suposa dedicar diners públics a mesures que ajuden poc a eradicar la pobresa i les seves causes profundes.

Ens pots donar un exemple?

La partida més important que gestionen els bancs d’aliments són els fons dels antics excedents agrícoles originats  per  la Política Agrària Comunitària, la PAC. Aquest fons, que el 2012 va ser de 81,11 milions d’euros, s’utilitza totalment per comprar aliments per part del Fons Espanyol de Garantia Agrària, el FEGA, depenent del Ministeri d’Agricultura, en una subhasta centralitzada. Aquesta subhasta es fa amb criteris típics dels bancs d’aliments: calories fàcils d’emmagatzemar i transportar, amb llargs terminis de conservació en determinades condicions ambientals, i barats. El resultat: l’única fruita és el préssec en almívar i les verdures només les trobarem en els “potitos”. Cap producte fresc, cap producte local. El que acostumem a trobar als lots dels bancs d’aliments son les pastes, les pastes industrials i l’arròs… Una alimentació basada excessivament en aquest productes barats és part del desequilibri alimentari i la  malnutrició que estem patint.

Però això també respon a l’enorme capacitat d’incidència de les grans empreses agroalimentàries, amb tot el que suposa.

Efectivament, qui son capaços d’oferir grans quantitats d’aquests productes? Les grans multinacionals de l’alimentació. Aquests suposats ajuts agrícoles van a multinacionals com Nestlé, Heros, etc. Una part d’aquest diners públics van a incrementar els marges d’aquestes empreses que expatrien els seus guanys. No són diners que reforcin els teixits productius locals sinó els seus depredadors. Es perd així una ocasió d’utilitzar importants partides de compra pública per a enfortir les economies locals, que són les generadores tan de riquesa repartida entre la població com de feina, dos elements bàsics per combatre, més enllà de l’emergència, la pobresa i amb ella les mancances alimentaries. Aquest sistema de compra hípercentralitzat implica que al voltant d’un 7% dels diners se’n vagin en transport (3,4 milions d’euros) i gestió i magatzematge (2,5 milions) d’un total de 81,11 milions. La part que els bancs d’aliments recullen dels excedents de les empreses està feta sense cap política de control i reducció del malbaratament alimentari. Serveix per presentar com a “solidari” el que és un malbaratament desorbitat i evitar-se el cost de gestionar aquests residus.

Quina és la responsabilitat dels bancs d’aliments en aquest model de funcionament?

Els banc d’aliments no són responsables de les aquestes pràctiques de les empreses i administracions. Però del que si són responsables és de donar per bones aquestes polítiques, fins al punt de demanar, en el súmmum dels despropòsits, diners públics mitjançant desgravacions fiscals a aquest malbaratament inadmissible si es redistribueix mitjançant els bancs d’aliments. No tot val per aconseguir la distribució de més calories. Primer de tot s’hauria de penalitzar el malbaratament que avui significa que es llenci aproximadament una tercera part dels aliments i reduir-ho a nivells tècnicament inevitables. Només en aquest marc una política de  redistribució tindria sentit.

Una suposada eficiència en un marc neoliberal?

La postura dels bancs d’aliments sobre les desgravacions fiscals per a les empreses no és casualitat. Si llegeixes l’argumentari que fan servir per dirigir-se a les grans empreses per tal que els hi donin els seus excedents, tots es basen en els avantatges que aconseguirien de maximitzar guanys i reduir costos. Aquest argumentari, que pot semblar una habilitat per aconseguir més calories barates, s’acaba transformant en una assumpció dels interessos de les empreses amb suposats objectius caritatius. El perfil dels dirigents dels bancs d’aliments (alts executius jubilats, gent vinculada a la gran empresa) acaba de completar l’anàlisi. Per desgràcia la voluntat d’exercir tasques caritatives quan es donen en el marcs d’eficiència plantejats per la ideologia neoliberal al servei de la gran empresa i sense cap escletxa crítica, poden dur a aquestes organitzacions a fer tasques totalment funcionals pels que estan causant les situacions de pobresa i injustícia.

Quins principis haurien de prevaldre en la distribució d’aliments?

En aquesta redistribució s’haurien de prioritzar els mecanismes locals i directes abans que el centralisme dels bancs d’aliments. Tot el contrari a pràctiques com les de l’Ajuntament de Girona de posar cadenats als contenidors per evitar la redistribució directa, que significa la pràctica del “freeganisme” i donar el monopoli als mecanismes centralitzats del bancs d’aliments.

La incapacitat dels bancs d’aliments de proveir aliments frescos fan que els serveis socials dels ajuntaments i les entitats que treballen directament amb la població empobrida estiguin buscant altres mecanismes per fer-los arribar. Com es poden aconseguir?

Una solució habitual és donar vals a les famílies necessitades perquè es puguin proveir d’aliments al mercat. En el fons aquesta mena de vals son una incipient moneda local recolzada pe un ajuntament i que, per desgràcia, tenen un recorregut molt curt. Els ajuntaments han creat un instrument molt important per condicionar la compra i centrar-la allà on es vulgui. I no són conscients de les possibilitats que tindria desenvolupar aquest instrument.  Normalment es controla que aquest vals siguin utilitzats per comprar aliments  relacionats amb una dieta equilibrada. Per què no condicionar també que siguin utilitzats en productes i comerços locals? Perquè no afegir-se a la voluntat d’un sector creixent de ciutadans que volen fer el seu consum alimentari essencialment local? Perquè no utilitzar una moneda local per fer aquest vals? Les avantatges serien múltiples.

Ens pots detallar quins serien els avantatges d’una moneda local com la que anomenes?

Una moneda local té mecanismes potents per fomentar l’economia local, especialment comerços i productors. Aquest dos agents juguen un paper fonamental tant en una distribució de la renda més equitativa  com en la creació de feina. Tots dos són mecanismes bàsics per combatre la pobresa. Una moneda local permet un cert endeutament i aconseguir un efecte de palanquejament que permet a l’Ajuntament multiplicar la seva capacitat de treball en un moment de dificultats monetàries. Evita també l’estigmatització dels vals municipals, barrejant el seus usuaris amb un sector de la població favorable al consum local, creant així vincles de cohesió social. Una moneda local podria ser un potent instrument de sinèrgies entre les despeses alimentaries d’institucions locals publiques i privades i els projectes agroecològics existents o els que es podrien arribar a crear.

Alguns ajuntaments també estan cedint solars per a la creació d’horts i fer front així a les necessitats alimentàries d’algunes persones als seus municipis, connectant així amb un moviment molt més ampli d’expansió dels horts urbans. Com s’ha produït aquest procés i quines dimensions té?

Parafrasejant a la PAH podríem dir que hi ha terra sense gent i gent sense terra. Tenim doncs els elements per abordar una alternativa a l’accés a productes frescos del que hem parlat abans. I així ho esta veient molta gent. No hi ha setmana que no arribi la noticia de que en algun indret o altre de la península, veïnes i veïns posen terres a produir hortalisses per auto-abastir-se.

Les formes d’accedir a la terra també son variades. En uns casos és fa ocupant terres ocioses seguint una llarga tradició dels moviments okupes que ha demostrat l’èxit de les seves propostes, com els 80 horts gestionats pel veïnat durant prop de 10 anys a la Vall de Can Masdeu i que avui signifiquen una alternativa real per gent empobrida per l’actual sistema  , o l’Obra social de la PAH a Girona. En altres casos s’arriben a acords amb el propietaris de forma directa. En molts casos aquests processos son impulsats o acompanyats per entitats de tot tipus, des d’una assemblea o associació d’aturats fins a Caritas o el menjador social del barri. En altres casos són els propis municipis els que participen, cedint terrenys o afavorint que terrenys privats en desús siguin oferts per a fer horts.

I les formes de gestió també són diverses, però quina és la importància d’aquest procés, més enllà de la pròpia provisió d’aliments frescos?

Les formes de gestió inevitablement han de partir de la pròpia gent que conrea els horts, doncs sense ella no es poden gestionar. Fins on arriba el grau d’autonomia i control per la seva part depèn de les característiques de cada  projecte, de la gent que ho ha impulsat i del perfil de les que hi participen. En tot cas, i mes enllà de les especificitats, permet un empoderament molt important: el control de la pròpia alimentació. Dóna capacitat a la gent necessitada  de solucionar per ella mateixes una part de les necessitats alimentaries de la seva unitat de convivència. Qualsevol persona que hagi estat prop de situacions d’empobriment sap que aquests elements són molt importants per recuperar l’auto-confiança  necessària per enfrontar-se amb èxit a aquestes duríssimes situacions.

L’hort és també un espai de convivència i socialització, on un mateix aprèn a trobar recursos per satisfer les seves necessitats, sovint amb actuacions col.lectives. No és d’estranyar que donada la varietat de sectors que es veuen empesos a auto proveir-se dels seus aliments hi hagin múltiples sinèrgies. Quan gent amb tot tipus d’habilitats es troben al voltant del conreu de les seves verdures sorgeixen moltes possibilitats de crear mecanismes d’ajuda mútua i intercanvi. Hi ha horts que esta generant el seu propi banc de temps…

Però posar-se a fer un hort no es fa així com així i més amb població urbana, què es requereix, a més de la terra?

Per muntar un hort el que és imprescindible és la terra i la il·lusió de la gent que la treballa. Tanmateix requereix d’algunes eines, infraestructures i coneixements per fer-ho amb èxit. Pel que fa als coneixements és imprescindible l’acompanyament, com a mínim en un primer període. I què millor que les pageses i les pagesos locals per fer aquesta feina? Per sort avui existeix un petit sector en totes les comarques de gent que ha optat per una agricultura agroecològica de forma vocacional i que ja ha acumulat una experiència significativa fent horts viables i adequats al territori. Elles i ells són uns mestres immillorables que poden trobar en aquesta feina un complement a la seva tasca, no gaire fàcil en els temps que corren, de sobreviure com a petites pageses agroecològiques.

Però aquest model d’horts té moltes possibilitat d’anar més enllà de l’autoabastiment.

Els petits horts són també un excel.lent viver per projectes amb un component monetari. Per una banda subministren la formació, i permeten destriar a aquelles persones que tenen habilitats i desitjos per fer del cultiu d’aliments una professió amb remuneració monetària. També proporcionen també les eines, terres i infraestructures  necessàries per fer horts que puguin tenir una producció mes enllà de l’autoabastiment.

Per altra banda algunes de les institucions o entitats que estan impulsant aquests horts generen i/o poden condicionar una demanda d’aliments que podria garantir la sortida d’aquestes produccions. Tenim a l’abast els elements bàsics per fer projectes agroecològics viables. Les formes i models a explorar son múltiples. Des d’acords senzills on una part de l’hort es dedica a subministrar aliments a menjadors socials gestionats per les pròpies institucions que han impulsat el horts (casos d’aquest tipus es donen a Valldoreix i Montblanc, encara que sense contraprestació econòmica), fins a garantir compres a projectes impulsats per associacions d’aturats, les possibilitats son múltiples en un camí de sinèrgies que tot just s’està començant a explorar.

I tota aquesta dinàmica dels horts també pot tenir efectes multiplicadors en el propi moviment agroecològic i en la dinamitzador de l’economia local.

A vegades, enlloc de començar un projecte des de cero es pot aprofitar el que ja està en marxa i té possibilitats de créixer. Alguns petits projectes agroecològics tenen terres i instal.lacions que no s’estan posant a produir en totes les seves capacitats per manca de demanda. Les mateixes entitats que poden garantir una demanda significativa que permetés  posar noves terres en producció podrien aprofitar l’experiència i les infraestructures d’aquest projectes ja existents per garantir feina remunerada i/o d’autoconsum a alguna gent. Buscar aliances locals amb productores agroecològics pot donar pas a múltiples formes de col.laboració.

En segon lloc les institucions locals tenen una important despesa publica en aliments. Sigui amb beques de menjador escolar, amb vals d’alimentació, donant suport a activitats de lleure, finançant àpats als menjadors socials, etc. Condicionar aquesta despesa per tal que sigui realitzada amb criteris de suport als productors locals és una forma de deixar la riquesa al territori i anar atacant les causes profundes de l’empobriment. Les formes poden anar des de les mes petites de compres concretes a mecanismes mes complexes i ambiciosos com poden ser les monedes locals. En qualsevol cas és un camí necessari a explorar.

Per acabar ja, quines implicacions té des de la perspectiva del moviment a favor de la sobirania alimentària l’expansió creixent d’aquest model d’horts urbans?

Auto-abastir-te dels aliments és una de les formes amb més possibilitats per controlar una part fonamental de la teva pròpia alimentació. És, en ella mateix, una estratègia que afavoreix la sobirania alimentaria. Quan aprens a cultivar aliments i establir la relació que requereix amb la natura, és difícil que això no influenciï en tota la teva visió sobre la alimentació, la cuina i la conservació dels aliments, que no comencis a valorar el control sobre altres aspectes de la teva alimentació… Estàs iniciant el teu camí personal per exercir part de la teva sobirania sobre la alimentació

Fa temps, des del anàlisi de la viabilitat ecològica d’un territori com l’Àrea Metropolitana de Barcelona, es constava que sense un retorn important de terres a usos agrícoles  respectuosos amb la natura la matriu ecològica bàsica del nostre territori s’està deteriorant de forma irremeiable e irreversible. L’època del boom immobiliari va suposar un retrocés d’aquests usos agrícoles sense precedents. Avui centenars d’horts urbans estan apareixent en antics terrenys  abandonats o a l’espera de noves construccions que, per sort, ja no s’albiren   a l’horitzó. Això és una bona noticia per a la sostenibilitat del nostre territori. Si aquesta tendència es transforma en milers de petits horts la noticia seria excel.lent.

La forma d’alimentar-nos que tenim a Barcelona té una petjada ecològica tremenda que estan pagant altres territoris del nostre propi país i d’altres països. I això pel tipus d’aliments que consumim, que són produïts molt lluny i per la quantitat de kilòmetres que han de recórrer fins arribar al nostre plat. Que una part del nostre consum sigui ecològic i de proximitat significa una important reducció de la nostra petjada ecològica i es una bona noticia. Hi ha innombrables estudis sobre les avantatges ecològiques, econòmiques i de salut pública de la agricultura ecològica i de proximitat. És doncs una bona noticia també per la salut publica i per una visió a llarg termini de l’economia del país

Com es veu la Sobirania Alimentaria té molt a dir sobre com garantir el dret a l’alimentació adequat per a tota la població. A Catalunya i arreu de l’Estat hi ha prou gent sensible treballant en projectes agroecològics o per evitar la malnutrició perquè pugui començar un diàleg que serà segur fructífer i farà néixer multitud d’iniciatives.



27/06/2013 - ¿Quién influencia a la Comisión Europea y al Presidente de la UE?

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 27 de junio de 2013

Este artículo señala las influencias que las grandes empresas europeas tienen sobre el Presidente de la UE y sobre la Comisión, influencias que tienen lugar de manera casi conspirativa.

Tengo que admitir que no soy adepto de la escuela historiográfica que explica lo que ocurre en el mundo como resultado de conspiraciones. Me encuentro más cómodo con aquellas teorías que ven lo que ocurre en nuestro entorno como resultado de conflictos de intereses que se expresan a través de instituciones, cada una con su propia lógica, y dentro de estos conflictos, el existente entre los intereses del capital versus los del mundo del trabajo son de especial importancia para explicar la situación de crisis actual. Habiendo dicho esto, no quiero negar la existencia de conspiraciones o cuasi conspiraciones en el desarrollo de esos conflictos. Y una de ellas es la relación privilegiada que intereses empresariales muy potentes en Europa tienen, en condiciones casi de clandestinidad, con el equipo dirigente de la Comisión Europea y muy en particular con el Presidente del Consejo Europeo Van Rompuy.

La revista más conocida del mundo intelectual progresista en EEUU, CounterPunch, acaba de publicar el artículo “Wrecking the Welfare State in Secret” June 25, 2013, que explica las reuniones periódicas que este Presidente tiene con dirigentes de las mayores empresas europeas -hasta un total de cincuenta- en el club más exclusivo existente en Bruselas -en una mansión por entonces propiedad del banquero François Empain (que había ayudado al rey Leopoldo II a saquear el Congo Belga). En estas reuniones se habla con gran franqueza pues se supone que son off the record, sin prensa en las salas.

Según el artículo del autor David Cronin (autor también de un trabajo que será publicado pronto por Pluto Press sobre la influencia de las mayores empresas en el mundo) y que dice tener información verídica de lo que ocurre en esas reuniones en Bruselas, los empresarios han acentuado en estas reuniones la necesidad de que la UE establezca las bases para conseguir una mayor competitividad, incluyendo entre las más importantes la eliminación del estado del bienestar existente hoy en la mayoría de países de la Unión Europea, la reducción de las pensiones públicas y su privatización, y la desaparición de los servicios públicos como sanidad y educación y su sustitución por servicios privados. Estas reuniones, patrocinadas por la European Round Table of Industrialists (ERT), no tienen actas y no se publica ninguna información bajo su auspicio. Un tema que ha dado mucho que hablar en dichas reuniones es la “reforma de las pensiones”, que está creando gran frustración a la ERT, pues ven muy claro qué es lo que debería hacerse (es decir, su desaparición) pero se quejan de que los políticos no tienen agallas y no se atreven a tomar las decisiones que deberían tomarse. David Cronin también señala que los grandes empresarios no tienen mucha confianza tampoco en cambios en la educación (lo que llaman capital humano), a no ser que se pusiera directamente bajo su mando.

Todas estas propuestas, hechas repetidamente al Presidente de la UE, de desmantelar el estado del bienestar (incluidas las pensiones públicas), se hacen bajo el argumento de que hay que aumentar la competitividad de las grandes empresas europeas, lo cual entra en clara contradicción con su insistencia al Presidente y a la Comisión de que deberían relajarse las reglas que impiden la aparición de monopolios en la UE, y que garantizan la competitividad entre empresas. El entendimiento de lo que es “competitividad” está claramente sesgado en estas reuniones.

Que el Presidente de la UE se reúna con los dirigentes de las mayores empresas europeas no tiene nada criticable. Lo que sí es criticable es que una autoridad pública se reúna en condiciones opacas, sin ninguna transparencia y sin ninguna nota o acta que describa el contenido de esas reuniones. Esto es lo que debería considerarse inaceptable. Tiene todas las características de una conspiración que adquiere un nivel altamente alarmante cuando –según testigos de la reunión– el Presidente de la UE, receptor de esas propuestas, concluyó que él personalmente estaba “bastante de acuerdo con sus recomendaciones”, observación que tampoco se ha hecho pública. Mírese como se mire, esto es una conspiración, a la cual deben añadirse, como sujetos de denuncia, los mayores medios de información que no han informado sobre ello.

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20/06/2013 - Respuesta a Miquel Puig

Artículo publicado por Vicenç Navarro, cuya versión original se publicó en catalán en el diario ARA, 20 de junio de 2013

Este artículo contesta las críticas al Profesor Navarro del economista Miquel Puig, que sostiene la tesis de la inviabilidad de las pensiones debido a la transición demográfica.

La creencia más extendida entre los autores, como Miquel Puig, consideran el sistema de pensiones públicas existente en Catalunya y España insostenible financieramente, se basa en un determinismo demográfico que asume, en parte, que el alargamiento de la esperanza de vida de los ancianos hará imposible financiar sus pensiones. El ejemplo más claro de esto es el alarmismo con el que empieza el informe del Comité de Expertos sobre las pensiones (nombrado por el gobierno Rajoy) cuando afirma que desde el año 1900 la esperanza de vida a los 65 años se ha doblado, y ha pasado de 10 a 20 años, lo que nos ha llevado –según subraya el Comité– a una situación que es insostenible. Lo que el informe no señala, en cambio, es que durante el mismo periodo el PIB de España, que mide la riqueza del país, ha crecido 24 veces, es decir, el PIB de ahora es 24 veces más grande que en el año 1900, lo que quiere decir que España tiene 24 veces más recursos ahora que en el año 1900 tanto para los pensionistas como para los no pensionistas. Entonces, ¿cuál es el problema? España tiene los recursos para cuidar a aquellos que contribuyeron a que la riqueza se multiplicara por veces.

El gran error del Comité de Expertos y de Miquel Puig (a partir de ahora MP), que asumen que el envejecimiento de la población hará las pensiones inviables a no ser que se recorten mucho, es que no consideran dos elementos esenciales en esta discusión. Uno es el aumento de la productividad, y el otro, la distribución de la riqueza (creada por este aumento de la productividad) entre las rentas del capital y las del trabajo (de las que deriva la mayor parte del dinero para pagar las pensiones en los países con sistemas de reparto). MP, en su intento (Les pensions: retallades inevitables, ARA, 18.06.13) de desmerecer mis tesis,  se refiere a esta distribución de recursos ridiculizándola, definiéndola como una “excitante” lucha de clases que es irrelevante para explicar la viabilidad de las pensiones públicas y, para demostrarlo, presenta datos que cree que reflejan el error de mis tesis. Veamos sus datos y quién está equivocado.

En primer lugar, me critica porque considera que exagero el crecimiento de la productividad, indicando que durante el periodo 1995-2012 fue, según él, solamente del 0,27% por año y no del 1,5% (como erróneamente asume que yo digo). MP confunde productividad por trabajador con productividad por hora trabajada. La cifra que yo cito es la media anual de aumento de la productividad por hora trabajada, que es la medida adecuada y común para medir la productividad. Él, en cambio, utiliza la productividad por trabajador ocupado, que lógicamente da una cifra de la medida del PIB diferente a la mía y más pequeña. Es más, el promedio del aumento de la productividad por hora trabajada que yo utilizo está basado en los datos no de los últimos 17 años (como hace él), sino de los últimos 40 años, que es el periodo que ha escogido el Comité de Expertos para fundamentar su predicción de insostenibilidad del sistema de pensiones debido a los cambios demográficos. En realidad, y a fin de que no se me acusara de exagerar la cifra, ya la disminuí pasando del 2,4% (que era la de los últimos 40 años) a un 1,5%, que es una cifra razonable. Ahora bien, MP considera que es aún demasiado alta y, para probarlo, utiliza un indicador erróneo (que yo no utilizo) y reduce, además, el periodo de cálculo, limitándolo al último ciclo económico (1995-2012), que ha experimentado la recesión económica más importante de la historia reciente de Catalunya. Haciéndolo de este modo, no es extraño que sus previsiones sobre el crecimiento económico sean tan negativas. Ahora bien, si el futuro es, en la práctica, una ligera modificación de la situación actual, entonces el problema no es solo de las pensiones, sino de toda la sociedad, i no creo que la población lo aceptara. Forzaría antes un cambio de las políticas públicas neoliberales que nos han llevado a la gran recesión, tal y como pasó en América Latina. La Eurozona está sufriendo lo que sufrió este continente antes de que rompiera con las políticas impuestas por el FMI. Hoy América Latina es uno de los continentes con mayor crecimiento económico y más reducción de la pobreza.

MP también cuestiona otra tesis mía: la que afirma que la fuerte bajada del porcentaje de población que trabaja en el campo se explica por el aumento de productividad del sector agrícola. Él lo niega diciendo que Catalunya está importando alimentos, pero este dato es irrelevante porque Catalunya también está exportando, y mucho más que hace cuarenta años.

Finalmente, MP intenta mostrar que estoy equivocado remarcando que el grupo de catalanes autóctonos de 5 a 30 años es mucho más pequeño que el de 30 a 55 años, lo que dice, según dice, nos creará un enorme problema para pagar las pensiones. Ahora bien, ¿por qué tiene que ser un problema cuando hay modos de resolverlo? Miremos los datos. El primer grupo, de 5 a 30, es ahora de 1,9 millones de personas; y el de 30 a 55, de 2,8 millones. La diferencia entre ambos grupos es de cerca de un millón, lo que le lleva a decir que se tendrán que recortar las pensiones. Ahora bien, lo que cuenta no es el número de personas sino la gente ocupada y su productividad. Supongamos que, en lugar del 47%, la tasa de ocupación en Catalunya fuera el 70%, como en algunos países nórdicos de Europa. Si fuera así, tendríamos ahora un millón y medio más de personas trabajando y cotizando y, en el futuro, incluso con la estructura demográfica que tenemos, habría un millón más trabajando, que es precisamente el agujero que le preocupa a MP. Si a esto le sumamos un aumento de la productividad y unas intervenciones públicas que no permitan que los salarios sean tan bajos en Catalunya y en España, la riqueza que se produciría sería más que suficiente para equilibrar la transición demográfica. Un tema clave es, por tanto, el número de ocupados y la calidad del trabajo, y la distribución de las rentas entre el capital y el trabajo, precisamente lo que MP intenta ridiculizar.

En nuestro país se recorta mucho, lo que afecta al bienestar de las clases populares (la mayoría de la población). Así, se recorta el Estado del Bienestar, los salarios, y ahora quieren recortar las pensiones. Estos recortes no se hacen porque la ciencia económica lo diga (dice precisamente lo contrario, en un momento de recesión), sino porque hay grupos y clases sociales en nuestro país que tienen mucho más poder que otros. La evidencia de esto es abrumadora, por lo que aconsejo a MP que no ironice tanto y que sea más riguroso con el contenido y estilo de sus notas.

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20/06/2013 - El problema de las izquierdas

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 20 de junio de 2013

Este artículo señala uno de los mayores problemas que tienen las izquierdas en España por su resistencia a desarrollar una cultura contestataria que trascienda sus intereses partidistas, para crear otra más plural que permita el establecimiento de movimientos político-sociales que transformen la sociedad.

Uno de los mayores problemas que tiene España es la excesiva atomización de las izquierdas, divididas en distintos partidos y movimientos sociales, muy celosos de su autonomía y reacios a establecer plataformas conjuntas orientadas a crear una cultura contestataria y un movimiento político-social que cuestione y transforme el sistema político-económico hacia un país más democrático, más justo y más solidario.

No soy muy partidario de referirme a experiencias personales, pero creo que aquello a lo que me voy a referir explica claramente el problema que estoy describiendo. Hace años, cuando cumplí 70 años, un muy buen amigo nos invitó a mi esposa y a mí a ir a cenar el día de mi cumpleaños al Ateneo Barcelonés. Creía que sería una cena íntima, de poquísimas personas, y así se nos había anunciado. Pero cuál sería mi sorpresa, cuando llegamos al Ateneo y mi amigo nos desvió y, en lugar de ir al restaurante, nos llevó al salón mayor y, al abrir la puerta me encontré con una enorme sorpresa. La sala estaba llenísima de amigos de muchos años, algunos de los cuales no había visto desde los años cincuenta. Y había desde amigos ocupando puestos de representatividad institucional, como el que había sido President de la Generalitat, Pasqual Maragall (a quien había conocido en los años sesenta) y su esposa, a compañeros de la lucha antifascista en los años cincuenta. Allí habían socialistas, comunistas reciclados como verdes, comunistas no reciclados, nacionalistas de izquierda, independentistas de izquierda, anarcosindicalistas, cristianodemócratas de izquierda (que los había entonces) y un largo etcétera.

Uno de los momentos más interesantes fue cuando cada uno de los presentes comenzó a explicar cómo me había conocido. Comenzaron los de los difíciles años cincuenta y sesenta, muchos de ellos miembros de lo que se llamaba el SUT (Servicio Universitario del Trabajo), que resultó de la infiltración de la resistencia antifascista en el sindicato vertical universitario, el infame SEU, y que fue prohibido más tarde porque fue una de las asociaciones que concienció y radicalizó a muchos estudiantes, presentes en la reunión. Había incluso enfermeras que me habían ayudado en los años sesenta cuando establecimos el único Centro de Salud que había en el Somorrostro, el barrio más pobre de Barcelona, donde vivían los inmigrantes de otras partes de España (que las derechas llamaban “los charnegos”). Y así todos fueron explicando lo que habían hecho y en qué habían participado en los años cincuenta, sesenta y, más tarde, setenta. Lo que fue muy valioso fue que en aquella explicación de lo que había hecho cada uno, se estaba, en realidad, narrando parte de la historia de las mayores fuerzas políticas de todas las sensibilidades y movimientos sociales que habían existido en la clandestinidad. ¡Qué lástima que no se grabara! Era una pequeña pieza de una historia poco conocida y muy olvidada.

Más tarde, como resultado de la comida y también de la bebida, apareció la faceta más emotiva. La cultura catalana es excesivamente austera en su emotividad y parece que solo a través del canto se permiten expresar ciertas emociones. Y fue claramente emotivo cuando todos, independientemente de su sensibilidad política o de la generación en la cual participó, cantamos conjuntamente canciones de la resistencia, incluidas las que se conocieron en la mal llamada Guerra Civil, que en realidad fue un golpe militar, ayudado por Hitler y Mussolini, contra un gobierno democráticamente elegido y muy popular.

Pero el momento álgido de la noche fue cuando una persona, con voz alta, dijo lo siguiente: “Compañeros y compañeras, ¿os dais cuenta de que es la primera vez que personas de las distintas izquierdas cantamos juntos en una fiesta?”. E irónicamente añadió “tendríamos que celebrar cada año el cumpleaños de Vicenç, utilizándolo para que nos veamos y lo hagamos”.

Y llegó el momento en que me cedieron la palabra. Y allí, con el control de la emotividad, que no era fácil de mantener en aquella ocasión, sí que recuerdo que, con cierta contundencia, indiqué que no podía ser que las izquierdas celebraran sus fiestas cada una de ellas por separado, sin celebrarlo conjuntamente. Y que era criticable que ello ocurriera tan raramente. Las izquierdas tenían que transcender sus propias fronteras para crear una cultura más allá de cada partido, de cada sindicato y de cada movimiento social. En realidad, lo que las unía era mucho más de lo que las separaba y la evidencia de ello continúa siendo abrumadora. Excepto en espacios como la Universitat Progressista d’Estiu de Catalunya (Universidad Progresista de Verano de Catalunya) (ver el programa de este año en mi blog www.vnavarro.org), todavía hoy es raro que las izquierdas se encuentren, dialoguen y discutan. Y todavía más que se creen coaliciones estables. El movimiento progresista está atomizado y ahí está el problema tanto en Catalunya como en el resto de España. De ahí que enfatizara que la falta de camaradería y la limitada solidaridad que existe entre las izquierdas es un grave problema en nuestro país. Y así lo dije en la reunión al final de la fiesta. Mi esposa, que es la personificación del sentido común, me dijo más tarde que puede que no fuera el momento más adecuado para decirlo. Y llevaba razón.

Pero lo repito ahora pues poco ha cambiado. Con contadísimas excepciones hay escasísimos espacios de hermandad y colegialidad entre las izquierdas. Como bien dijo Manuel Vázquez Montalbán, amigo de los sesenta, “contra España vivíamos mejor”. Había más camaradería entonces que ahora. Naturalmente que mucho ha cambiado. Pero no la resistencia que todavía existe entre las izquierdas a anteponer la colegialidad de las izquierdas al partidismo (no libre en ocasiones de sectarismo) dominante en nuestro país.

La necesidad de un cambio radical

Pero la situación actual requiere y exige un cambio radical. Hoy estamos viendo lo que mi amigo Noam Chomsky ha definido –en su introducción del libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar social en España- como una “guerra de clases unilateral”, de una minoría frente a las clases populares, que son la mayoría de la población. El gobierno más reaccionario que España ha tenido desde que terminó la Dictadura está desmontando el Estado del Bienestar y está eliminando la protección social. Y está intentando debilitar a los sindicatos y forzando enormes reducciones de los salarios y, ahora, de las pensiones. Nunca antes en el periodo democrático habíamos visto unas políticas públicas tan regresivas y tan hostiles a la clase trabajadora de España como ahora. Y la respuesta de las izquierdas ha sido extremadamente moderada. Solo los movimientos sociales y, muy en particular, el 15-M y sus sucesores, han respondido con una radicalidad necesaria, sin excluir la desobediencia civil. Creo evidente que es necesario un movimiento político-social (que no quiere decir un nuevo partido político) que movilice a la ciudadanía en contra del establishment financiero –gran patronal- y político, a fin de recuperar los escasos derechos democráticos, civiles, laborales y sociales que las clases populares habían adquirido y que ahora se les está robando (y no hay otra manera de decirlo). Este movimiento ya está radicalizando a los partidos políticos de la izquierda, a los sindicatos y a los movimientos sociales, a fin de conseguir la segunda transición hacia una democracia completa con un bienestar social hoy todavía muy limitado.

Una última observación dirigida a las personas de izquierda que se quejan de los partidos de izquierda y de los sindicatos, sin que ellos mismos hagan algo. Independientemente del mérito y demérito de las críticas, el hecho es que la pasividad de gran parte de las personas e instituciones de izquierda es sorprendente. ¿Qué hace, usted, lector, frente a esta guerra de clases unilateral? ¿Cuántas veces ha llamado, por ejemplo, a la televisión, a la radio o a la prensa, para mostrar su protesta frente a la desinformación que se difunde? ¿O ha protestado frente a un político, o un banquero, o un director de un rotativo o un canal televisivo, que está contribuyendo a promover políticas y actuaciones que dañan a la población? ¿Cuántas veces ha escrito a diarios o a canales de televisión protestando por su sesgo conservador o neoliberal? ¿Cuántas veces…?

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10/06/2013 - ¿Qué pasa en Suecia?

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 9 de junio de 2013

Este artículo analiza la evolución de las políticas laborales y económicas de Suecia, explicando las causas de las revueltas populares, centrándose en la inmigración.

Creo conocer bien Suecia. Cuando a principios de los años sesenta me fui de España por razones políticas, escogí irme a aquel país, donde los partidos socialdemócrata y comunista habían ayudado mucho a las fuerzas democráticas que luchaban contra la dictadura fascista (la historia de la resistencia antifascista catalana y española no se ha escrito todavía). Tales partidos nos habían dicho que si algún día tuviéramos que irnos de nuestro país, consideráramos Suecia como nuestra casa. Y así fue. En un día lluvioso de agosto (que siempre recordaré) inicié el camino hacia Suecia.

Yo era médico en aquel entonces y estaba en el Karolinska Hospital. Pero recibí la instrucción por parte de mis compañeros de la resistencia antifascista de que me formara y aprendiera del Estado del Bienestar sueco. Me dijeron que Franco iba a caer en cualquier momento –el optimismo de la resistencia era necesario para continuar la lucha contra uno de los regímenes más represivos que hayan existido en Europa (por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió diez mil, según el estudioso más conocido del fascismo en Europa, el profesor Malekafis, de la Universidad de Columbia)-. No tenía ni idea de cómo realizar ese aprendizaje y se lo dije al gobierno sueco, que me derivó al economista más influyente de la socialdemocracia escandinava, el Sr. Gunnar Myrdal (que recibió más tarde el Premio Nobel de Economía), y a su esposa Alva Myrdal, una de las mentes más claras que yo haya conocido. Más tarde también conocí a Walter Korpi, el analista más conocedor de la realidad económica y social de Suecia, y a Carl-Henrik Hermansson, que había escrito el libro más crítico de la estructura de poder económico en Suecia (mi esposa, sueca, tradujo parte del libro al inglés), y que fue el Secretario General del Partido Comunista en el periodo 1964-1975, precursor del eurocomunismo. Fue así como cambié de profesión y comencé a estudiar economía política y economía social, habiendo tenido todas las personas citadas una gran influencia en mi trabajo. Y tuve la gran suerte de presenciar en primera fila uno de los debates más interesantes que yo haya visto jamás en las áreas de política económica y economía social.

El debate sobre como resolver la falta de trabajadores: inmigración versus integración de la mujer

Mírese como se mire, Suecia es un país poco poblado. Es enorme, casi tan grande como España (la superficie de Suecia es aproximadamente la de España sin Aragón) pero tenía entonces solo 7 millones y medio de habitantes. Y las autoridades del país eran conscientes de que iban a necesitar muchos más trabajadores de los que tenían. La pregunta era ¿de dónde obtendremos los nuevos trabajadores? Una respuesta, procedente de los conservadores y liberales, era que vendrían de la inmigración y, muy en especial, de los otros países escandinavos, principalmente Finlandia y Noruega, y de los países eslavos. Las izquierdas gobernantes entonces -el Partido Socialdemócrata y el Partido Comunista- priorizaban, en cambio, facilitar la integración de la mujer al mercado de trabajo. Lideradas por Alva Myrdal, propusieron y desarrollaron la infraestructura de servicios –como escuelas de infancia y servicios domiciliarios- que ayudaran a las familias y facilitaran la integración de la mujer al mercado de trabajo. También, por cierto, se enfatizó la necesidad de la corresponsabilidad en las tareas familiares, educando y socializando al hombre para que compartiera las tareas domésticas que hasta entonces asumía la mujer (hoy la mujer sueca pasa 28 horas a la semana realizando tareas familiares, y el hombre 22. En España son 42 y 9 horas respectivamente). Era, además, parte de la ideología de las izquierdas que la igualdad de género exigía la integración de la mujer al mercado de trabajo.

Y lo consiguieron. El 72% de las mujeres están integradas en el mercado de trabajo (En España es el 51%). Esta integración ha sido clave para explicar la riqueza del país (trabajo quiere decir riqueza) y su elevado nivel de ingreso de fondos (a través de impuestos) al Estado. El elevado nivel que los impuestos representan sobre el PIB se basa en el alto porcentaje de la población adulta que trabaja y en el elevado gravamen que sostiene el Estado del Bienestar más desarrollado que todavía hoy existe en Europa. La alta  protección social es consecuencia y también causa del elevado nivel de desarrollo económico. Suecia ha mostrado durante muchas décadas que, en contra de lo que los conservadores y liberales asumen, el Estado del Bienestar es una necesaria inversión para lograr un elevado nivel de desarrollo económico, social y humano. Ni que decir tiene que persistían muchos problemas todavía en este modelo social. Pero sí que se había alcanzado un nivel de bienestar que se había convertido en un punto de referencia internacional.

La integración de la inmigración

El gobierno sueco permitió, naturalmente, la inmigración, pero no fue la prioridad para resolver el problema de escasez de mano de obra. Ahora bien, lo que sí se enfatizó fue que, si bien la integración de la mujer al mercado de trabajo era el tema prioritario, no podía descuidarse la inmigración. El inmigrante tenía que ser considerado como un ciudadano más con los mismos derechos que el ciudadano sueco. Aunque nunca formulado en estos términos, el eslogan de los sindicatos podría haber sido: “No damos prioridad a la inmigración pero sí al inmigrante”. La política gubernamental de las izquierdas estaba claramente orientada a la integración del inmigrante, lo cual requería su plena integración en el amplio esquema de protección social del país que se caracterizaba por su universalidad, es decir, por ser un derecho de toda la ciudadanía, sin dividirla por raza u origen étnico o cultural, división que siempre favorece al mundo empresarial.

El cambio de gobierno, con una coalición de partidos conservadores y liberales, ha cambiado esta situación. Esta universalidad se ha cuestionado y la protección social se ha diluido, el abanico salarial ha aumentado y el paro ha crecido. Todo ello ingredientes del estallido social. Sería injusto atribuir estos cambios exclusivamente a los gobiernos de derechas. Varios de ellos se iniciaron por el gobierno socialdemócrata. El compromiso con el pleno empleo, por ejemplo, se diluyó algo en los años ochenta, bajo la dirección de un Ministro de Finanzas que priorizó el control de la inflación. Y como ya había escrito Hermansson, el modelo social sueco estaba todavía lejos del proyecto socialista al cual las izquierdas aspiraban. Pero creo justo afirmar que la gran mayoría de cambios en camino regresivo han alcanzado su máximo desarrollo ahora en la época conservadora-liberal que ha seguido políticas públicas responsables del mayor crecimiento de las desigualdades que cualquier país de la OCDE (el club de países más ricos del mundo) haya experimentado. Tal crecimiento ha alimentado el descontento entre los sectores más vulnerables, con menos recursos. No hay plena conciencia de que es muy fácil desmontar el Estado del Bienestar de un país (como se está viendo en España). Y los estallidos sociales se han dado con mayor intensidad en las ciudades gobernadas por las fuerzas conservadoras y liberales. La comercialización de los servicios públicos, la introducción de los mal llamados mercados (como mecanismo de descohesión social), la desuniversalización de los Estados del Bienestar, tienen un coste: la descohesión social, que crea un estallido social.

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16/04/2013 - Dolores de Cospedal contra las personas dependientes

Plataforma Dependencia CLM

He recibido un mail en el que, de forma resumida, una amiga me dice: “… como siempre te pido máxima difusión. El Gobierno de Castilla la Mancha está empezando a retirar ayudas a la dependencia. La Plataforma necesita mucho apoyo porque Cospedal es una depredadora” y acaba pidiendo que ayudemos a difundir este video:

La plataforma de dependientes de C-LM denuncia, con datos y sin paliativos, “el exterminio de la Ley de Dependencia y la política canalla, llena de mentiras y manipulación de un Ejecutivo liderado por Dª Dolores Cospedal García y que ha tenido y tiene como ideólogo y brazo ejecutor al Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales D. José Ignacio Echániz Salgado”.

Y añaden:

“Esta Plataforma, como venimos demostrando día a día en los dos años de existencia, siempre va CON LA VERDAD POR DELANTE, y está demostrando que no se pliega ante las presiones que ha recibido y está recibiendo porque somos LIBRES, NO DEPENDEMOS DE SUBVENCION ALGUNA Y ACTUAMOS EN CONCIENCIA, CON EL UNICO OBJETIVO DE DEFENDER LOS DERECHOS QUE ESTE GOBIERNO ESTA HURTANDO A LOS BENEFICIARIOS DE UNOS DERECHOS GARANTIZADOS POR LEY. Nuestra Asociaciòn es plural y forman parte de ella miembros de todas las tendencias políticas, IU, UPYD, PSOE Y PP, INCLUSO UN MIEMBRO DE NUESTRA DIRECTIVA ES UN EX-PRESIDENTE DE NNGG DEL PARTIDO POPULAR.

Nuestra Plataforma siempre ha tendido la mano a todas las organizaciones políticas y ha solicitado el apoyo de TODAS, INCLUIDO EL PARTIDO POPULAR EN LA FIGURA DE SU SECRETARIO DE SANIDAD Y ASUNTOS SOCIALES AL QUE INCLUSO SE LE HA INVITADO A DEBATIR EN PLURALIDAD Y LIBERTAD TODOS LAS REFORMAS DE LA LEY DE DEPENDENCIA.

Plataforma-Ley-Dependencia-Castilla-La-Mancha2La Plataforma en defensa de la Ley de Dependencia en CLM sigue denunciado los continuos acosos a los que está sometida, acosos que comenzaron con la utilizaciòn de una Televisiòn Pública como es RTVCM contra uno de sus precursores y que ha culminado con el ataque falaz, mentiroso y canalla contra nuestro Presidente, el Sr. Gómez-Ocaña.

Nuestra Plataforma quiere hacer una pregunta directa a la Secretaria Gral. del Partido Popula, Sra. Cospedal. Si usted califica de nazismo puro los escraches, como debe calificarse el intento de desprestigiar e injuriar al Presidente de nuestra Asociaciòn solo por ponerse frente a un Ejecutivo que utiliza la manipulaciòn para intentar lanzar una cortina sobre su verdadero objetivo y que no es otro que EMPUJAR A LA EXLUSION SOCIAL Y A LA BENEFICIENCIA A LOS DEPENDIENTES, ¿QUIZAS LA BENEFICENCIA SEA LA EXCUSA PARA LAVAR CONCIENCIAS?”

Y lo firma la Junta Directiva Plataforma Ley Dependencia CLM
Fundadora y Portavoz de la Coordinadora Estatal de Plataformas en defensa de la Ley de Dependencia del Estado Español.



19/03/2013 - En defensa de la Ley de Dependencia

Cospedal con mantillaAnte la silla vacía del representante del gobierno de la piadosa Cospedal en Castilla la Mancha,  mujeres y hombres de organizaciones sociales, a título personal o de partidos se reunieron en Toledo a principios de este mes de marzo para hablar de la penosa situación de las personas dependientes. Este video es un resumen de las intervenciones hechas desde la mesa, y estoy segura de que todas las personas sensatas y bien nacidas nos sumamos a  sus argumentos y nos resistimos, con ellas, a retroceder a los tiempos de la beneficencia y del sálvese quien pueda.  Defender los derechos de las personas dependientes es igual a reivindicar el derecho de toda la sociedad a comportarnos como seres sociales solidarios y civilizados, frente la ley de la selva que supuestas dirigentes con peineta, aparentemente muy cristianas, nos quieren imponer como durísima norma inhumana de no-convivencia,

Los  argumentos que se van desgranando en el video, frente a la silla vacía del poder, nos interpelan a todos… y las palabras finales de Eva Nasarre, además, nos conmueven y nos dignifican.



24/04/2012 - Lo que está en juego

Prólogo escrito por Vicenç Navarro titulado “Lo que está en juego” en el libro “La sanidad (y nuestra salud) está en venta”, escrito por Joan Benach, Carles Muntaner, Gemma Tarafa y Clara Valverde, febrero de 2012.

La Segunda Guerra Mundial fue una guerra contra el nazismo y el fascismo llevada a cabo por una alianza mundial de fuerzas progresistas con el objetivo de alcanzar un mundo mejor. El enorme sacrificio que significó la guerra, sobre todo para las clases populares de los países participantes en el conflicto bélico, se hizo con la esperanza de que con la derrota del nazismo y el fascismo en cada país se construyera una sociedad capaz de alcanzar las expectativas de las generaciones presentes y futuras. Parte de estas expectativas fue el desarrollo de un diseño internacional, que incluyera una sociedad de naciones llamada Naciones Unidas, orientada a desarrollar y garantizar los derechos humanos en cada país, entre los cuales destacaba el derecho a la salud. Ese fue el momento en que la salud se definió no sólo cómo la ausencia de enfermedad, sino también como buena calidad de vida y como el bienestar social de las personas y las comunidades. Para todo ello hacía falta desarrollar al máximo el potencial humano en todas sus dimensiones, no sólo biológicas, psicológicas y emotivas, sino también las sociales. Esta concepción de lo que es la salud, ha sido el banderín de enganche de todas las fuerzas que han luchado durante los siglos XX y XXI por una sociedad que permita y facilite el logro de ese derecho humano. Ello explica que la gran mayoría de Constituciones actuales hayan incorporado ese derecho entre los más importantes en su compilación de derechos, siendo una función de los Estados respetarlo, apoyarlo y  desarrollarlo. Así consta, por ejemplo, en el artículo 43 de la Constitución Española, que claramente reconoce “el derecho a la protección de la salud (…) Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La Ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto”.

Hoy es importante reafirmar de nuevo ese derecho, en un momento en que muchos representantes políticos parecen poner en cuestión tal derecho. Recientemente, nada menos que el Conseller de Salut del Gobierno de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Boi Ruiz, ha indicado que la salud es un bien privado que depende de uno mismo y no del Estado, una postura que entra claramente en contradicción con la Constitución Española y con el Estatut d’Autonomia de Catalunya (aprobado en referéndum por la población catalana, el Parlament de Catalunya y las Cortes Españolas), donde consta claramente que el Estado y la Generalitat de Catalunya tienen que garantizar tal derecho. Que la máxima autoridad sanitaria catalana niegue o cuestione ese derecho, transformándolo en una mera prerrogativa individual, personal y privada es extremadamente regresivo. Es probable que en España ésta no sea una voz aislada, pues en la actualidad muchos otros personajes con responsabilidad pública actúan acorde con esa visión privatizadora y mercantil de la salud y de la sanidad que nos retrotrae al siglo XIX o inicios del siglo XX, antes de la Segunda Guerra Mundial, que echa por los suelos el derecho adquirido reflejado en la Constitución y el Estatut. Derechos, por cierto, que fueron refrendados en la Ley General de Sanidad y en la recientemente aprobada Ley de Salud Pública catalana.

El libro del cual forma parte este prólogo documenta ampliamente las consecuencias que la privatización y la mercantilización tienen en la sanidad, la salud y la equidad. Con el detalle y rigor que caracterizan los bien conocidos trabajos de investigación de sus autores, el libro va desmontando pieza a pieza el enorme entramado ideológico, tecnocrático y político construido -con la inestimable ayuda de las cajas de resonancia proveídas por los grandes medios de comunicación- para justificar la venta de la sanidad pública y la progresiva eliminación del derecho a la salud.

Otro aspecto relacionado con el punto anterior y también muy preocupante es la aseveración del Conseller de Salut de la Generalitat, Boi Ruiz, de que la salud de la ciudadanía depende de su genética, los antecedentes familiares y hábitos personales. Este libro muestra el enorme error planteado por esa sesgada postura ideológica que, por cierto, está ampliamente aceptada por grandes sectores de los establishments conservadores. Si bien esos factores influyen en la salud de la población, su valor explicativo es menor frente a otras variables y factores sociales y políticos de mucha mayor importancia pero que raramente aparecen en los medios de mayor difusión. La literatura científica, bien analizada y resumida en este libro, es contundente. El componente genético juega un papel menor en explicar el nivel de salud de la población. Mayor importancia tienen los comportamientos dietéticos, el ejercicio físico y otros “estilos de vida” relacionados con hábitos que reflejan conductas de las personas. Pero incluso estos factores tienen menos importancia que lo que la OMS denomina Determinantes Sociales de Salud, otro tema central del texto. Tal término incluye la acumulación de factores sociales como el desempleo, la precariedad laboral, la contaminación ambiental, la disponibilidad de vivienda digna, la inseguridad alimentaria y el limitado acceso a una alimentación adecuada, las facilidades educativas, las desigualdades de renta y propiedad, la escasa posibilidad de participación y expresión democrática, entre otros. El hecho de que un ciudadano de Pedralbes en Barcelona (uno de los barrios más pudientes de la ciudad), viva 10 años más como promedio que un ciudadano de Nou Barris (un barrio de clase trabajadora no cualificada), no se debe, como parece creer el Conseller Boi Ruiz, a que tengan estructuras genéticas distintas o comportamientos personales diferentes, sino al contexto económico, político y social que configura su desigual nivel de salud y calidad de vida.

Por otra parte, el texto identifica y plantea con nitidez otro tema esencial: la gran importancia de la atención sanitaria pública como determinante de la salud y la equidad. Esa atención sanitaria pública, fruto de largas luchas sociales, está hoy fuertemente cuestionada y atacada por fuerzas económicas y políticas muy conservadoras que, como el libro señala con precisión, utilizan estrategias como la difusión de la ideología biomédica de la salud, “culpabilizar” a los enfermos de abusar del sistema sanitario o no cuidar su salud, difundir el sistema privado de lucro, la supuesta mayor “eficiencia” de la gestión privada por encima de la pública, la necesidad de “racionalizar” un sistema público debilitándolo e instaurando copagos y mecanismos de gestión privados que supuestamente harán que el sistema público sea “más eficiente y sostenible.” Los datos y argumentos que presentan los autores (investigadores de gran prestigio y reconocimiento internacional, dos de los cuales han sido los únicos miembros catalanes y españoles que participaron en la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la OMS) son robustos y deben ayudar a que toda la sociedad realice una profunda reflexión sobre estos temas forzando a que las autoridades públicas mantengan y amplíen el derecho a la sanidad y la salud de la población catalana y española, tal y como apoya el 87% de la población según las encuestas.

En un importante capítulo final, el libro apunta también a que la “solución” de esa preocupante situación no es técnica sino política, y que los retos son muy importantes. Destaquemos tres: cambiar el lenguaje y la conciencia personal y colectiva sobre la salud y sus causas mostrando un modelo de salud público alternativo al discurso neoliberal dominante que tenga en cuenta los determinantes sociales; hacer alianzas entre los movimientos sociales y las fuerzas populares con los profesionales, investigadores, expertos y académicos que trabajan en favor de la sanidad pública y la equidad; y reconstruir luchas democráticas, participativas y unitarias que frenen la privatización de la sanidad pública defendiendo su universalidad, equidad y calidad.

La población debe ser consciente de lo que está en juego: un derecho esencial como la sanidad pública y la salud que, fruto de largas luchas populares, está reconocido en los documentos legislativos. Si la información es poder, el conocimiento incluido en este libro constituye un recurso muy valioso que ha de permitir concienciar y dar más poder a la ciudadanía para defender un derecho hoy seriamente amenazado.

Barcelona, 13 de febrero de 2012

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18/04/2012 - El error de las políticas de austeridad, recortes incluidos, en la sanidad pública

Artículo publicado por Vicenç Navarro en GACETA SANITARIA, abril de 2012

Este artículo analiza críticamente la política de recortes de gasto sanitario público que se está realizando en España, recortes que acentuarán todavía más la polarización de la atención sanitaria en España por clase social.

Una de las características de la sanidad pública española es su bajo gasto público sanitario, uno de los más bajos de la Unión Europea de los Quince, UE-15 (el grupo de países de la Unión Europea de semejante nivel de desarrollo económico al de España). Según Eurostat, en el 2008, el primer año de la crisis, España se gastaba sólo un 6,5% del PIB, comparado con un 7,3% en el promedio de la UE-15. Se llega a la misma conclusión cuando se escoge el gasto público sanitario por habitante. España se sitúa, de nuevo, a la cola de la UE-15.

Soy consciente de que algunos economistas de la salud en España han señalado que España se gasta ya en sanidad pública lo que le corresponde por su nivel de desarrollo económico, postura insostenible a la luz de los datos (para ver una crítica de tal postura, ver mi artículo publicado en la revista Salud 2000 de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (“Los determinantes del gasto público sanitario”. Agosto 2010). En realidad, España se gasta en sanidad pública mucho menos de lo que le corresponde por su nivel de riqueza. Su PIB per cápita es ya el 94% del PIB per cápita promedio de la UE-15. En cambio, su gasto sanitario público per cápita es sólo el 79,5% del gasto sanitario público per cápita del promedio de la UE-15. Si en lugar de 79,5% se gastara el 94%, España se gastaría en su sector sanitario público 13.500 millones de euros más de los que se gasta. Ni que decir tiene que el PIB por habitante no es el determinante del gasto público sanitario por habitante, pues muchas otras variables intervienen en configurar tal gasto, desde la estructura demográfica al tipo de organización del sistema sanitario, entre otros. Pero todas las indicaciones permiten llegar a la conclusión de que el gasto público sanitario es más bajo de lo que debiera ser por el desarrollo económico que tiene el país. Esta observación es aplicable a todos los servicios públicos del Estado del Bienestar. El número de personas adultas trabajando en los servicios públicos del Estado del Bienestar es de los más bajos de la UE-15. Sólo un 9%, comparado con un 15% en la UE-15 y un 25% en Suecia, el país que tiene mayor desarrollo de su Estado del Bienestar.

Las causas de este escaso gasto público sanitario son predominantemente políticas: el gran dominio que las fuerzas conservadoras han tenido sobre el Estado español a lo largo de su historia, característica que comparte con Grecia y Portugal, los países que tienen también un gran retraso en su gasto público social (ver Navarro, V., El subdesarrollo social de España. Causas y Consecuencias, y Volúmenes I, II y III de La Situación Social en España, 2004, 2007 y 2009).

La polarización por clase social del sistema sanitario español

Esta situación explica que España sea también el país que tiene el mayor porcentaje de gasto sanitario privado de la UE-15. Casi el 30% del gasto sanitario es gasto privado procedente predominantemente del 20-25% de la población que tiene mayor nivel de renta. Ello determina que exista una polarización por clase social del sistema sanitario español, con una sanidad privada que atiende básicamente a los sectores con mayores recursos y una sanidad pública que atiende a las clases populares. Esta polarización es típica de los países donde las fuerzas conservadoras han tenido mayor influencia sobre el Estado, tales como el sur de Europa y la mayoría de países de América Latina.

Tal sistema, además de injusto, es altamente ineficiente, pues mientras que la privada es, en general, mejor que la pública por su confort (una cama por habitación), por su mayor tiempo de visita y por una menor lista de espera, en la pública la calidad del personal y riqueza de la infraestructura es superior . En países donde se ha comparado la mortalidad estandarizando las variables que pueden afectar la mortalidad, ésta es mayor en los centros privados (con afán de lucro) que en los centros públicos (P. J. Devereaux, et ál. “Payment for care at private for-profit and private not-for-profit hospitals: a systemathic review and meta-analysis”, 08-06-04, y P. J. Devereaux, et ál. “A systematic review and meta-analysis of studies comparing mortality rates of private for-profit and private not-for-profit hospitals”, en la revista de la Canadian Medical Association 28-05-02).

Las políticas públicas que se están proponiendo con recortes sustanciales de la sanidad pública acentuarán todavía más la polarización por clase social del sistema sanitario español. Los recortes en el gasto público acelerarán el crecimiento de la sanidad privada, proceso de aceleración que será facilitado por la desgravación del aseguramiento privado que alcanza su máxima expresión en las propuestas del Conseller de Salut del gobierno CiU de Catalunya, el Sr. Boi Ruiz, quien ha propuesto el aseguramiento sanitario obligatorio para las rentas superiores, reduciendo el sector público a un sector asistencial de mínimos para las clases populares. Esta dicotomía afectará todavía más negativamente la inequidad e ineficiencia del sistema, como ha demostrado la experiencia en EEUU. Ningún otro país se gasta tanto en sanidad y tiene un mayor grado de descontento popular con su sistema sanitario que EEUU, donde el aseguramiento privado está generalizado. Es un tremendo error ir en esta dirección.

Los recortes acentuarán más la polarización social

Las insuficiencias del gasto público sanitario han dado pie a las políticas de recortes que se justifican bajo varios argumentos, ninguno de los cuales es sostenible, ni conceptualmente ni empíricamente. Es paradójico que algunos economistas aconsejen tales recortes que conllevarán una expansión de tal aseguramiento, argumentando que estimularán la eficiencia “eliminando la grasa”. Tal argumento ignora, sin embargo, el carácter político de los recortes, los cuales reproducen y acentúan más la desigualdad en la distribución del poder institucional dentro del sector sanitario, pues los grupos más poderosos se defienden mejor de los recortes que los grupos con menos poder. No hay ninguna evidencia de que tales recortes estén mejorando la eficiencia del sistema. Antes al contrario, están acentuando todavía más las grandes ineficiencias, consecuencia de la polarización por clase social del sistema sanitario.

Estos recortes van acompañados de una llamada al incremento de los ingresos privados, aumentando todavía más el elevado porcentaje que el gasto público privado representa sobre el gasto total. Uno de ellos es el copago, medida que se presenta frecuentemente como medida moderadora de un supuesto abuso del sistema público por parte del usuario, del cual no hay ninguna evidencia. El hecho de que el usuario español tenga más visitas o más recetas no es un indicador de abuso del sistema por parte del usuario, pues esta mayor utilización se debe a causas administrativas (tener la firma del médico) o a una subutilización del personal de enfermería, entre otros factores. Es más, la utilización y el gasto sanitario viene determinado en gran manera por el médico, no por el usuario.

El sistema de copago no es equitativo y sería mucho más eficiente, eficaz y equitativo que el pago se hiciera por vía impositiva con una orientación finalista, tal como se ha desarrollado en otros países. La carga fiscal en España es, además de baja, altamente regresiva. Y debería corregirse, añadiendo un componente finalista en la corrección de inequidades fiscales. Las encuestas señalan que, a la vez que existe una gran desaprobación por parte de la población de los recortes y del copago, hay una amplia aprobación del aumento de los recursos para la sanidad (87% de la población). En realidad, los fondos que el Estado intenta ahorrarse recortando los servicios sanitarios podrían haberse adquirido a base de medidas tales como eliminar la baja de impuestos a las empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (que habrían obtenido 5.300 millones de más) o recuperando el impuesto del patrimonio (2.100 millones de euros), y eliminando la reducción de los impuestos de sucesiones (2.552 millones), o eliminando el fraude fiscal de la grandes fortunas, de la banca y de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año, consiguiendo 44.000 millones de euros, por citar sólo unos ejemplos (ver “Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar en España” Navarro, V., Torres, J., Garzón, A.). Tales recortes responden a unas coordenadas políticas de poder que se presentan erróneamente como las únicas alternativas posibles. Pero los datos muestran que otras intervenciones son posibles si existe voluntad política para ello.

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10/02/2012 - Porque la economía española no se recuperará

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 10 de febrero de 2012

Este artículo señala que las políticas de austeridad que se están llevando a cabo en España están dificultando la recuperación de la economía, señalando que las políticas necesarias para que esto último ocurriera son precisamente opuestas a las políticas de austeridad, es decir políticas expansivas que pueden llevarse a cabo a nivel español, además de a nivel europeo.

Para un estudioso de la realidad económica de los países de la Eurozona (que no esté absorbido por el dogma neoliberal dominante en los mayores “fórums” financieros y económicos) es fácil ver cuáles son los mayores problemas que existen en esta zona monetaria, problemas precisamente creados por las políticas neoliberales impuestas por las instituciones que dominan la gobernanza de tales países, tanto en su esfera financiera como en la política. Uno es el problema de la demanda, es decir, de la escasa capacidad de consumo de la mayoría de la población. Esta escasez de demanda contribuye en gran manera al escaso crecimiento económico de los países de la Eurozona. Y otro problema es que los Estados, que en este momento están endeudados hasta la médula, tienen escasos recursos para llenar el vacío creado por la escasa demanda en el sector privado.

El endeudamiento de los Estados no se debe a su “excesivo” gasto público –como los neoliberales continúan acentuando- sino a sus limitados ingresos, resultado, no sólo del escaso crecimiento económico, sino también de las ayudas millonarias a los bancos y a las enormes reducciones de impuestos que ocurrieron en estos países, reducciones que beneficiaron, sobre todo, a las rentas del capital de las cuales derivan la mayoría de ingresos los sectores más adinerados de la población, es decir, los súper ricos. Estos súper ricos se han estado forrando de dinero invirtiendo en actividades especulativas (creando burbujas, bien sea inmobiliarias, bien de alimentos, bien sea de lo que sea) y comprando deuda pública a unos intereses hiperbólicos y exagerados. Ahora bien, ha llegado el momento de que los fondos donde los súper ricos invierten su dinero –los bancos, las compañías de seguros, sus pensiones privadas, los fondos de alto riesgo y otros instrumentos (todo ello conocido como el capital financiero)- tienen también un problema grave: han comprado deuda pública a unos intereses exagerados muy beneficiosos para ellos, pero lo han hecho tanto, que en estos momentos su propia viabilidad depende de que estos intereses se paguen (o que otros bancos compren los bonos públicos que tienen). Y el pánico les entra cuando comienzan a sospechar que tal vez los Estados no puedan pagarles. Y ello está ocurriendo ya en Grecia, y se está extendiendo a otros países de la Eurozona. De pronto, parece que tendrán que reducir sus ganancias y comenzar a acumular pérdidas.

¿POR QUÉ LOS BANCOS DUDAN DE QUE LOS ESTADOS PUEDAN PAGARLES LO QUE LES DEBEN?

La respuesta a esta pregunta clave conlleva una cierta esquizofrenia. Por un lado, los llamados “mercados financieros” creen que las cuentas de los Estados se están desmadrando, es decir, que tienen déficits públicos muy altos, y las finanzas públicas colapsarán. De ahí su insistencia en que los Estados tienen que reducir sus déficits públicos a fin de que los bancos les tengan confianza de nuevo. Es lo que se conoce como “recobrar la confianza de los mercados”.

Pero (y es ahí donde aparece la esquizofrenia) cuando se hacen recortes de gasto público, se baja la demanda y el crecimiento económico y se reducen los ingresos al Estado, con lo cual, paradójicamente, el déficit público, en lugar de bajar, continúa subiendo. Es lo que pasa en Grecia (y en España). La estupidez (y no se puede decir de otra manera) de reducir el gasto público en tiempos de recesión está llevando a un suicidio económico. Y los bancos comienzan a ser conscientes de ello. De ahí que ahora tengan dudas de que los Estados con el crecimiento tan bajo, e incluso negativo, puedan reducir su déficit. Y llevan razón en esta percepción. Es imposible crecer económicamente con las “políticas de austeridad” que los Gobiernos españoles (de Zapatero y de Rajoy) y europeos están llevando a cabo.

Se ha establecido así un círculo vicioso. Los bancos presionan para que haya recortes para reducir el déficit de los Estados, pero cuando ello ocurre, baja el crecimiento económico, con lo cual, los Estados dejan de ingresar recursos y aumenta el déficit. Se ha creado de esta manera tal parálisis, que los bancos incluso han dejado de comprar deuda pública, pues ya no se fían de nada ni de nadie. Y cuando reciben más de 500.000 millones de euros (que el Banco Central Europeo les regala, es decir, se los da sin ninguna condición, a un ridículo interés del 1%), lo primero que hacen los bancos es guardarse el dinero (depositándolo en el BCE para que se lo guarde). Mientras, el crédito al ciudadano y a la mediana y pequeña empresa brilla por su ausencia. Las grandes empresas, sin embargo, no tienen ningún problema de crédito, pues tienen más dinero de lo que se puedan gastar. En aquellos países como España, donde la mayoría del empleo lo crean medianas y pequeña empresas, la economía está cayendo en picado y el desempleo está subiendo.

¿CÓMO SE ARREGLA ESTO?

En primer lugar, interrumpiendo las políticas neoliberales que han causado el problema que se está imponiendo (utilizo este término porque cada una de ellas es altamente impopular). El hecho de que se mantengan y continúen imponiéndose es porque benefician a unos intereses muy poderosos, incluyendo la banca y las grandes empresas, que están consiguiendo lo que han deseado siempre: debilitar al mundo del trabajo y privatizar el Estado del Bienestar.

Lo que hay que hacer es precisamente lo opuesto, tal como ocurrió en otras ocasiones en que las economías estaban en Recesión y Depresión. Las recesiones de principios del siglo XX (la Gran Depresión) y la existente al final de La II Guerra Mundial en Europa se solucionaron a base de unas políticas expansivas de gasto público, con el objetivo de crear empleo. Los Estados pueden generar recursos imprimiendo dinero y gravando a los sectores más pudientes de la población, que obtienen la mayoría de sus ingresos de las rentas del capital, que se gravan mucho menos que las rentas del trabajo. Y con este dinero pueden crear mucho empleo a través de inversiones públicas, tanto en infraestructuras fiscales (necesarias para el desarrollo económico), como sociales (necesarias para garantizar el Bienestar social de la población). Si España tuviera la política fiscal de Suecia con sus políticas de recursos humanos, el Estado español ingresaría 200.000 millones de euros más, creando cinco millones de puestos de trabajo, consiguiendo que los empleados en el Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios domiciliarios, servicios sociales, vivienda social, entre otros) pasarán de ser de uno de cada diez adultos (como hoy, uno de los más bajos de la UE-15), a uno de cada cuatro, como en Suecia. Existe una gran urgencia en que el Estado (ya sea central, como autonómico o local), cree empleo en los servicios públicos del Estado y, muy en especial, en los servicios del Estado del Bienestar, que están subfinanciados y donde hay gran escasez de recursos humanos. Pero, además de ello, los Estados tienen que establecer bancas públicas (en lugar de continuar ayudando a la banca privada) que garanticen la disponibilidad del crédito. Con el dinero que se han gastado ayudando al capital financiero privado podrían haberse establecido bancos públicos que garantizaran la disponibilidad del crédito.

¿PODRÍAN LLEVARSE A CABO TALES POLÍTICAS EXPANSIVAS EN ESPAÑA? ¿LO PERMITIRÍA LA UNIÓN EUROPEA?

Y ahí está el “quid” de la cuestión. Cuando uno propone medidas expansivas (y lo he estado proponiendo desde el inicio de la crisis), la respuesta inmediata es que esto no puede hacerse en el ámbito de un solo Estado. Pero ello no es cierto. Vemos los datos. Y ruego a los que estén en desacuerdo que provean otros datos. El Gobierno español podría haber hecho muchas cosas diferentes, incluso en las coordenadas existentes hoy. Por ejemplo, en lugar de recortar 600 millones de euros en los servicios domiciliarios, destruyendo empleo, se podrían haber ahorrado estos fondos (evitando la destrucción de empleo) y continuar financiando los servicios domiciliarios a base de reducir el subsidio público a la enseñanza religiosa en los centros públicos, que significa un gasto incluso mayor. O en lugar de reducir los salarios y el empleo público, se podrían conseguir muchos más fondos haciendo que las rentas del capital se graven al mismo nivel que las rentas del trabajo o prohibiendo las transacciones en metálico por encima de 1.000 euros, y así disminuir el fraude fiscal. De esta manera, el Estado se ahorraría incluso más millones que los que se consiguen con los recortes sociales, y con estos fondos se podría crear empleo (ver el libro Hay alternativas. Propuestas para crear empleo y bienestar en España, que Juan Torres, Alberto Garzón y yo publicamos recientemente).

Ni que decir tiene que la salida de la recesión podría facilitarse si se hicieran políticas expansivas a nivel de toda la Unión Europea, o al menos a nivel de la Eurozona. Esta sería mi solución preferida. Pero no veo que ello ocurra en las coordenadas políticas actuales y futuras. El BCE y la Comisión Europea, además del Consejo Europeo, están empapados del dogma neoliberal que refleja el enorme poder que el capital financiero y la gran empresa tienen en ellos. Incluso la “nueva” socialdemocracia continúa estancada en esta sabiduría convencional neoliberal. Como bien señala el economista George Irvin de la Universidad de Londres, en “Social Europe”, es frustrante ver al PD, el Partido Demócrata Italiano (una de cuyas raíces es el que fue el Partido Comunista Italiano) apoyando las políticas de austeridad del mal llamado tecnócrata Monti (un banquero ultraliberal) o el candidato socialista francés François Hollande, presentarse como un parangón de la rectitud fiscal, o al laborista Ed Ball (encargado de temas económicos en el partido de la oposición) indicando que si el Partido Laborista recupera el poder mantendrá los recortes de David Cameron, o al Partido Socialdemócrata alemán evitando comprometerse en políticas expansivas a nivel europeo, por no hablar de la socialdemocracia española que hasta el día de hoy no ha hecho ninguna propuesta de políticas expansivas, siendo su única propuesta la de disminuir la intensidad y la rapidez de los recortes. Sería de desear que la enorme crisis que está ocurriendo en la Eurozona hubiera dado pie a un cambio profundo de sus propuestas políticas, pero ello no está ocurriendo. Continuar esperando es injusto para los millones y millones de personas que están sufriendo como consecuencia de tales políticas neoliberales de austeridad.

De ahí que las izquierdas deberían considerar iniciar una reflexión y debate sobre la conveniencia de que España salga del euro. Suecia, que está en la Unión Europea, está saliendo de la recesión (con un crecimiento de un 3%) mejor que Finlandia, que tiene el euro. De nuevo, esta no sería mi primera solución, pero lo que no es tolerable es que a España se la condene a perpetuar la situación actual, en la que el 48% de jóvenes están en el paro. De todos los escenarios posibles, la situación actual es la peor. El debate en sí puede reavivar la búsqueda de alternativas a las políticas actuales, además de reforzar la postura de España en sus negociaciones con las fuerzas neoliberales que dominan la Eurozona, pues lo último que éstas desean es que los países que despectivamente llaman PIIGS (cerdos en inglés) se salgan del euro: ello significaría un enorme desastre para sus bancos (cuyo comportamiento contribuyó a la crisis que estos países están sufriendo). A no ser que se explore lo inexplorable, el Estado español continuará imponiendo políticas en sentido opuesto a lo que debería hacerse, y terminaremos en una Gran Depresión. Y si no se lo creen, continúen esperando y lo verán.

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19/12/2011 - No existeix un mandat per a les polítiques d’austeritat dels governs PP i CiU

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05/12/2011 - No existe mandato para las políticas de austeridad de los Gobiernos PP y CiU

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 5 de diciembre de 2011

Este artículo muestra que ni los resultados electorales del 20N ni las encuestas populares realizadas durante todos estos años significan que haya existido en España o que exista hoy un mandato popular para que los gobiernos del Partido Popular y de CiU lleven a cabo los recortes de gasto público social que están proponiendo y realizando.

Como era predecible, la mayoría de los medios de mayor difusión del país están presentando una imagen de lo ocurrido en las elecciones del pasado 20-N que no se corresponde con la realidad, y ello es consecuencia de que, en su descripción de los resultados electorales, no tienen en cuenta las enormes deficiencias del sistema electoral español. Al centrarse en el número de escaños obtenidos el día de las elecciones se ignora que tal mayoría de escaños no corresponde con la mayoría real del país. No es cierto, como están anunciando tales medios, que España se haya movido a la derecha. El hecho de que, excepto Cataluña y el País Vasco, todas las CCAA fueran azules (el color del PP) en el mapa gráfico del resultado de las elecciones, dio un mensaje falso de que España se había corrido a la derecha.

España (desde el punto de vista electoral) es toda la población que podía votar, es decir, el censo electoral. Pues bien, el censo electoral muestra que en las elecciones del 20-N el apoyo popular al Partido Popular fue del 30,27% que fue únicamente un 0,97% superior al que consiguió en 2008. Mírese como se mire, un incremento que es inferior al 1% del censo es un incremento minúsculo sobre el cual ahora se está montando todo el mensaje mediático de que la población española se ha corrido a la derecha. Es importante que esto se entienda porque según fuentes próximas a la dirección del PP, el señor Mariano Rajoy, presidente del PP, ha prometido a la señora Merkel que va a recortar 18.000 millones de euros en los próximos meses, que los medios de mayor difusión presentarán como resultado de un mandato popular que los datos muestran claramente que no existe, puesto que el PP no representa a la mayoría de la ciudadanía en España.

Una situación semejante ocurre en Catalunya, donde el partido gobernante, CiU, ha presentado los resultados de las elecciones como prueba del apoyo por parte de la población catalana hacia los recortes que han llevado a cabo al frente del gobierno. CiU ha obtenido sólo el voto del 18,8% del electorado catalán, es decir, de los catalanes que podían votar. Es por lo tanto una fuerza muy minoritaria en Catalunya. No llega ni siquiera a uno de cada cinco catalanes. No se puede deducir de estos datos que haya un apoyo popular a estos recortes, tal como el gobierno Mas está presentando los resultados de estas elecciones.

La gran noticia del domingo fue, no el movimiento de la ciudadanía a la derecha, sino el descenso muy notable del voto del partido socialista, el PSOE en España y el PSC en Catalunya. El PSOE pasó del 32,19% al 19,49% y en Catalunya del 31,7% al 17,1%. La pérdida de estos votos se debe, en gran parte, a la aplicación de políticas económicas de carácter neoliberal que han antagonizado a sus bases electorales.

La movilización mediática para acentuar un mandato que no existe

La gran mayoría de los medios de España son conservadores o liberales (en realidad neoliberales). Ello explica el mensaje que transmitieron inmediatamente después de las elecciones de intentar presentar las elecciones del 20-N como un movimiento de la población de los distintos pueblos y naciones de España hacia posturas conservadoras y neoliberales. De esta manera se está construyendo una interpretación de lo ocurrido en el 20-N como un mandato para recortar todavía más el escasamente financiado Estado del Bienestar español. El objetivo de mostrar el mapa electoral de España de color azul y Catalunya de un azul más intenso era precisamente afirmar que España es hoy de derechas.

Los datos, sin embargo, muestran una realidad distinta. Los votos al PP y a CiU han sido minoritarios (más minoritario el de CiU que el del PP). Y también es minoritario (muy minoritario) el apoyo a los recortes de gasto público social. Según el centro de investigación sociológico CIS, sólo un 2,7% de la población está a favor de los recortes del gasto público sanitario que han estado ocurriendo o que se está proponiendo; sólo un 3% favorece recortes en educación; un minúsculo 3,5% está de acuerdo con los recortes en pensiones y sólo un 9,8% favorece recortes en los servicios sociales. En cambio, más del 50% favorece recortes en Defensa.

En realidad, la población española está entre las poblaciones de la Unión Europea que creen que sus Estados deberían gastarse más en sus Estados del Bienestar. El 87% de la población española considera que el Estado debería gastarse más o mucho más en sanidad; el 87% cree que debería gastarse más o mucho más en educación, y el 83% cree que debería gastarse más o mucho más en pensiones. Es difícil alcanzar unos mayores porcentajes de apoyo al Estado del Bienestar.

Es más, la gran mayoría de la población no sólo favorece la expansión del gasto público en las transferencias y en los servicios públicos del Estado del Bienestar, sino que se opone a que la reducción del déficit público ocurra a costa de recortes en el gasto en tales transferencias y servicios. Frente a la pregunta “Suponiendo que las Administraciones Públicas se vieran obligadas a recortar prestaciones y servicios públicos, dígame si estaría a favor o en contra de que se recortaran los siguientes servicios”, la enorme mayoría, (el 97%) están en contra de que se recorte en sanidad; el 97% de que se recorte en educación; el 97% de que se rebajen las pensiones; un 91% de que se reduzca el seguro de desempleo; un 83% de que se recorte en el capítulo de vivienda social. Es imposible encontrar porcentajes más altos en contra de los recortes que están teniendo lugar. Por otra parte, el 55% favorecía recortar Defensa.

Mírese como se mire, pues, no puede argumentarse que exista un mandato para realizar las políticas de recortes del Estado del Bienestar que están ocurriendo. En realidad, la gran impopularidad del gobierno Zapatero y de su partido, el PSOE, se debe a que llevó a cabo tales políticas de austeridad, en ausencia de un mandato popular. El argumento utilizado por la dirección de tal partido para explicar su enorme retroceso electoral (de que no se explicó bien a la población), carece de credibilidad, puesto que la gran mayoría de medios de información españoles apoyaron tales medidas de austeridad, proveyendo amplias cajas de resonancia mediática a sus argumentos.

La gran mayoría de la población entendió muy bien sus argumentos y, con razón, no los aceptó. La continua excusa del perdedor, aduciendo que fue derrotado porque no se explicó bien (el argumento que utiliza la dirección del PSOE) es la manera de justificar unas políticas públicas de austeridad que, además de ser innecesarias (véase Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón, Hay Alternativas, en www.vnavarro.org), se están mostrando (tal como predijimos los autores de tal libro), contraproducentes.

Y lo que alcanza niveles de gran incoherencia es atribuir la victoria de PP a su programa electoral, incluyendo mano dura, con todo tipo de recortes en el Estado del Bienestar. Los datos mostrados al inicio del artículo señalan claramente que el hecho más llamativo del 20-N no fue el inexistente incremento de voto del PP, sino el colapso del PSOE, debido precisamente a los recortes que llevaron a cabo. Creerse que el voto del PP refleja un mandato popular para continuar tales políticas es de una incoherencia que, por desgracia para la democracia española, se reproduce con excesiva frecuencia en los mayores medios de información y persuasión del país.

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09/11/2011 - El subdesenvolupament social d’Espanya i de Catalunya

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03/10/2011 - Mas-Colell invita al saqueo de los servicios públicos

Ayer lo comentamos en la Asamblea del 15-M de Terrassa para ilustrar en el fondo la gran estafa que es la crisis y la pérdida de derechos y conquistas sociales que puede significar para la ciudadanía. En la edición de Catalunya del diario Público del sábado, 1 de octubre, en catalán, podían leerse una columna en la que se nos informaba que la crisis y los recortes están provocando en poco tiempo una “contracción” (¡malditos eufemismos!) de los servicios públicos. Ante eso, el conseller d’Economia, Andreu Mas-Colell, había hecho un llamamiento al sector privado a ocupar el espacio que los “ajustes” dejan en el sector público.

Nos recordaba la columna (sin firmar) que el Govern de CiU ya se manifestó a favor de que la población opte por acudir a mútuas privadas en lugar de seguir confiando en los servicios que presta la sanidad pública, pero el conseller d’economia considera que este “reemplazo” se puede aplicar a todos los sectores. “Me gustaría que tomaseis la iniciativa: ahora está muy claro que desde el sector público no se podrán atender grandes proyectos de rentabilidad económica y social”… estas fueron algunas de sus afirmaciones ante el Cercle d’Economia. Y más adelante añadió: “Esto no significa que el sector público y la Generalitat no tengan ningún papel, sino que el sector privado aproveche los espacios de los que la Administración se retirará“.

Para dejarlo más claro, Mas-Colell dijo al calibrar el impacto de los recortes que “entiendo que haya quejas. Pero si todos contribuimos (añado yo a modo de ejemplo: el Govern privatizando, el sector privado aprovechando la coyuntura y la ciudadanía intentando la difícil tarea de apretarse el cinturón mientras se baja los pantalones) podremos salir antes de la situación y llegar a otras de equilibrios mayores”. Lo que no dice el Conseller es todo lo que habremos dejado en el camino de dignidad, bienestar, empleo y seguridad para nosotros y nuestros hijxs y nietxs para perseguir los imposibles “equilibrios” del neoliberalismo.

Pero, además, es que algo falla en esta ocupación de los servicios públicos por los privados: algo que es demasiado triste per la sociedad y demasiado doloroso para las personas enfermas, mayores, que necesitan cuidados. Vean si no esta otra noticia que reproduce Dempeus per la Salut Pública:

La clínica Sant Antoni de Barcelona pide a los pacientes que lleven las medicinas

Se trata de una clínica privada integrada en la Xarxa Hospitalària d’Utilització Pública (XHUP),  dedicada especialmente a geriatría. La Clínica Sant Antoni nació de la fusión de las clínicas La Figuerola y Provenza y fue inaugurada el pasado 16 de setiembre por el consejero de Salud, Boi Ruiz, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU). 
Los recortes anunciados por el gobierno de CiU se están dejando sentir ya. La Clínica Sant Antoni de Barcelona ha pagado  sólo el 65% de la nòmina de setembre. Reducción del 35% de las nóminas de los trabajadores y que los pacientes traigan sus propios medicamentos. Este es el plan que ha puesto en marcha la Clínica Sant Antoni de Barcelona.
Estos recortes repercuten directamente en los enfermos, la situación que están viviendo los enfermos de esta clínica va mucho más allá del co-re-pago, es una vuelta a los hospitales y clínicas de los países más pobres del mundo. ¿Es este el trato que el president Mas quiere que se de a nuestros mayores? ¿Es esta la calidad en los servicios de salud a la que aspira el “gobierno de los mejores”? ¡Una vergüenza, eso es lo que es!
 

Los familiares contratan a cuidadores porque los empleados ya no dan abasto

ALBA CASANOVAS - Barcelona – 02/10/2011

Un hospital sin más de 40 medicamentos básicos, con escaso material de curas y con una plantilla que no puede atender a los pacientes. Los recortes sanitarios de la Generalitat han dejado en esa situación a la clínica Sant Antoni de Barcelona.

Los 184 trabajadores de la clínica no solo sufren una reducción del 35% del salario de septiembre, la misma cantidad que el Departamento de Salud ha pagado de menos al centro. También se ven en la tesitura de pedir a los familiares de los pacientes, más de 200, que traigan de sus casas algunos de los medicamentos que necesitan.

La mayoría de los 40 fármacos que faltan son básicos, como analgésicos, inhibidores de coágulos que favorecen la circulación sanguínea y complementos alimenticios, según explica Margarita Capitán, una de las presidentas del comité de empresa. “La dirección dice que no puede hacerse cargo de los gastos”, añade. Este periódico trató ayer de obtener la versión del centro, sin éxito.

“Los enfermeros nos negamos a solicitar ayuda a los familiares. Se lo comunican los médicos”, dice otro trabajador, que no quiere dar su nombre. Ante tal situación, los parientes acuden a los centros de atención primaria en busca de recetas para comprar las medicinas. “Es una vergüenza”, comenta Juan L. R., que admite adquirir fármacos para su mujer.

Los empleados también denuncian la escasez de material de curas. “En lugar de tener apósitos de última generación, utilizamos gasas convencionales”, explica un miembro del comité de empresa. Y critica que la clínica “se excuse con los recortes” para no comprar el material necesario.

Los enfermeros del centro también revelan que tienen a su cargo más pacientes de lo que les corresponde. Ayer, dos auxiliares de enfermería atendieron a 36 pacientes, y un enfermero, a 83. Es el caso de Jesús Pizarro, enfermero de 29 años, que trata a 76 enfermos. “La calidad en la asistencia brilla por su ausencia”, lamenta mientras confiesa no sentirse “realizado”. “No hago ni la mitad de lo que podría hacer”, puntualiza.

A los familiares les explican las carencias que sufren. Algunos lo entienden. Otros no. “Se deben de acumular las quejas”, pronostica Juan mientras entra en la clínica por detrás (la entrada principal está cerrada) custodiado por dos vigilantes que el centro ha contratado para impedir que los trabajadores lo invadan.

Familiares y empleados afirman que hay enfermos que aguantan más de una hora con el pañal sucio y a los que no se les levanta de la cama cuando toca. De ahí que la mayoría de los pacientes dispongan de un cuidador. Es el caso de Ana Velasco, de 57 años. Asiste a su paciente siete horas al día. “Se lo hago todo”, dice. “Sus familiares pueden pagar mis servicios, pero ¿qué pasa con los que no pueden?”, se pregunta mientras se encoge de hombros.

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15/09/2011 - La pobreza como sentencia de muerte

El senador Bernie Sanders, de los Estados Unidos, ha publicado estas reflexiones recogidas en Reader Supported News sobre el crecimiento de la pobreza en los USA. Tienen doble interés en la medida que exponen la crueldad de la crisis para la población más débil y desprotegida, pero sobre todo porque, con las políticas de la Merkel y de la UE, las desigualdades en Europa llevan el camino de los Estados Unidos. De hecho, aunque el senador Sanders no la menciona, según datos de otro Informe de la OCDE para el 2010, España es el segundo país con la tasa de pobreza infantil más alta, con un 18,5%, y sólo Portugal la supera en la lista de 21 países. En el apartado de bienestar sanitario, España según la OCDE, ha retrocedido al puesto 21, seguido por EE.UU., Italia y Hungría que cierra la clasificación. Vale la pena observar que para medir el bienestar infantil, la OCDE ha utilizado tres indicadores para evaluar el comportamiento de los 24 países: dolencias referidas por los niños, alimentación sana y frecuencia de ejercicio físico intenso.

“La crisis de la pobreza en Estados Unidos es uno de los grandes temas morales y económicos que enfrenta nuestro país, pero muy raramente aparece en los medios de comunicación. Y aún menos atención se le presta en el Congreso. ¿Por qué debería importarnis la gente pobre? La mayoría de personas pobres no votan. Desde luego, no hacen grandes contribuciones de campaña, y no tienen grupos de presión poderosos que representen sus intereses.

Pero ese es precisamente el motivo por el que nos deberían importar a todos. Hay 46 millones de estadounidenses – uno de cada seis – que viven por debajo del umbral de la pobreza. Es la mayor cifra de la historia, según un nuevo informe publicado el pasado martes por la Oficina del Censo. Unos 49,9 millones de estadounidenses carecen de seguro de salud, y ese número ha subido en 13,3 millones desde el año 2000.

Por otra parte, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, los Estados Unidos tiene el más alto índice de pobreza general y la tasa de pobreza infantil más alta de cualquier país industrializado del mundo, en un momento en que los EE.UU. la distribución de la riqueza y el ingreso es más deisgual que en cualquier otro país importante de la tierra : el 1 por ciento de la población gana más que el 50 por ciento de la población con menos ingresos.

Según las últimas cifras de la OCDE, el 21,6 por ciento de niños estadounidenses viven en la pobreza. Pueden compararse con el 3,7 por ciento en Dinamarca, el 5 por ciento en Finlandia, el 5,5 por ciento en Noruega, el 6,9 por ciento en Eslovenia, el 7 por ciento en Suecia, el 7,2 por ciento en Hungría, el 8,3 por ciento en Alemania, el 8,8 por ciento de la República Checa, el 9,3 por ciento en Francia, el 9,4 por ciento en Suiza. Supongo que puede servir algo de consuelo en que los números no son tan malos si se comparan con Turquía (23,5 por ciento), Chile (24 por ciento) y México (25,8 por ciento).

Cuando hablamos de pobreza en los Estados Unidos, pensamos en las personas que pueden estar viviendo hacinadas o en casas de mala calidad, o pueden ser personas sin hogar. Pensamos en personas que viven con inseguridad alimentaria, que no saben cómo van a alimentarse a sí mismos o a sus hijos el día de mañana. Pensamos en gente que, en los estados frío como en Vermont no tienen dinero suficiente para adquirir el combustible que necesitan para mantenerse calientes en invierno. Pensamos en personas que no pueden pagar un seguro médico ni tienen acceso a la atención médica. Pensamos en personas que no pueden permitirse un automóvil ni cualquier medio de transporte, y no puede ir a su trabajo ni siquiera al supermercado. Pensamos en personas mayores que pueden tener que tomar una decisión entre comprar los medicamentos recetados que necesitan, o los alimentos adecuados, que también necesitan.

Quiero centrarme en un punto de enorme importancia. Y es que la pobreza en América hoy en día no sólo conduce a la ansiedad, la tristeza, la incomodidad y la falta de bienes materiales. Conduce a la muerte. La pobreza en la América de hoy es una sentencia de muerte para decenas y decenas de miles de personas de nuestro pueblo. Por ello, la tasa de pobreza infantil en nuestro país es tal ultraje.

Algunos datos: En un momento en que estamos viendo grandes avances médicos en el cáncer y otras terribles enfermedades para las personas que pueden pagar los tratamientos, la realidad es que la esperanza de vida para mujeres de bajos ingresos ha disminuido en los últimos 20 años en 313 municipios de nuestro país. En otras palabras, en algunas zonas de América, las mujeres están muriendo a una edad más temprana que antes.

En Estados Unidos hoy en día, la gente que pertenece al nivel del 20% de ingresos más altos, viven, en promedio, por lo menos 6,5 años más que aquellos que están en el grupo de ingresos más bajos. Permítanme repetir eso. Si usted es pobre en Estados Unidos va a vivir 6,5 años menos que si son ricos o de clase media alta.

En Estados Unidos hoy en día, hombres y mujeres adultos que se han graduado de la universidad puede esperar vivir por lo menos 5 años más que quienes no han terminado la escuela secundaria.

En Estados Unidos hoy en día decenas de miles de personas que mueren innecesariamente porque no pueden obtener la atención médica que necesitan. Según Reuters (17 de septiembre de 2009), casi 45.000 personas mueren en los Estados Unidos cada año – uno cada 12 minutos – en gran parte debido a que carecen de seguro médico y no puede obtener una buena atención. Investigadores de la Harvard Medical School lo publicaron con un análisis que se dio a conocer al pasado jueves. “

En 2009, la tasa de mortalidad infantil para bebés afroamericanos fue el doble de los niños blancos.

Enumero estos hechos, porque creo que si la situación actual ya es mala, probablemente empeore en un futuro inmediato en lo que respecta a la pobreza, a consecuencia de la codicia, la imprudencia y la conducta ilegal de Wall Street que ahora estamos en medio de la peor crisis económica desde la década de 1930. Millones de trabajadores han perdido sus empleos y han salido de la clase media para caer en la pobreza. La pobreza va en aumento.

Además, a pesar de la realidad de que nuestro problema del déficit ha sido causado por la recesión y la disminución de los ingresos, sin pagar por dos guerras y los recortes de impuestos para los ricos, hay algunos en el Congreso que quieren diezmar a la red de seguridad (…)”

Ver también: Aumenta la miseria infantil en los Estados Unidos

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22/08/2011 - En defensa del PIRMI i la dignitat, dins i fora del Parlament

Per divendres, 26 d’agost, a les 9:30 hores del matí, diferents organitzacions ciutadanes convoquen a una concentració davant del Parlament de Catalunya per exigir una Renda Mínima d’Inserció (PIRMI) digne i suficient. Ja en la concentració de dijous 16 “En defensa del PIRMI, la pobresa alça la seva veu”
, un miler de persones que treballen en l’assistència social, que reben el PIRMI o que estan aturades, juntament amb ciutadans i ciutadanes de Catalunya que manifesten la seva legítima preocupació per les retalles contra els més febles, varen decidir, amb el suport del moviment 15 M, de sindicats i altres col.lectius i organitzacions, denunciar la lleu de “mesures fiscals i financieres” de 27 de juliol que en el seu article 62 empitjora la Lley de Renda Mínima d’Inserció. Des de l’Assemblea d’Aturats i Aturades de Barcelona ens diuen:

“También se criticó la insuficiencia económica del PIRMI reivindicándose la aplicación del artículo 24.3 del Nou Estatut de Autonomía de Catalunya que establece el derecho a una Renta garantizada de ciudadanía, y que su cuantía económica sea de 658 euros tal como existe en Euskadi con la Renta Básica. Se condenó el intento de criminalizar a los más débiles y la política del Gobierno de la Generalitat de rebajar impuestos a los más ricos y de tolerancia con episodios de corrupción bien conocidos.

Por último se convocó a una concentración de protesta delante del Parlament de Catalunya el 26 de agosto (viernes) a las 9:30 horas de la mañana, día en que los Consejeros de Empresa y ocupación y Bienestar social, sres. Xavier Mena y Josep Lluis Cleries deberán comparecer ante la Diputación permanente del Parlament para dar cuenta de sus acciones ante la reclamación de la mayoría de partidos representados. (…)”

Cal difondre aquesta convocatòria per exigir un PIRMI digne i suficient, amb la reparació dels perjudicis ocasionats amb el canvi en el pagament d’aquest mes d’agost, i perquè el conseller Mena es desdigui de les seves declaracions de suport de la “societat catalana”. Ningú li demana que faci el fatxenda, senyor Mena, i no volem que ens faci còmplices de les seves dèries i els seus abusos contra les persones més dèbils, com li han reclamat també Càrites i les entitats socials.

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11/08/2011 - La mala fe del nou sistema de pagament del PIRMI al descobert

Els problemes del PIRMI es traslladen ara a les oficines de treball de la Generalitat on els beneficiaris s’han de presentar per poder continuar cobrant. Els que han rebut la carta, tenen un termini de 5 dies per renovar la seva pètició. Se’ls dóna un número de telèfon per demanar hora que sempre està ocupat, segons es pot veure al video del 3/24, “Més problemes amb el PIRMI”, aquí.   També al meu blog ha arribat aquest comentari d’una persona afectada, que reprodueixo per donar-hi la màxima difusió:

`PARA TODOS LOS AFECTADOS COMO YO CON EL PIRMI Y LA FAMOSA CARTA EN LA QUE NOS CITAN EN LA CALLE SEPULVEDA…Y EL DICHOSO 900900500 QUE NADIE CONTESTA CON EL PLAZO DE 5 DIAS….HE LLAMADO AL DEFENSOR DEL PUEBLO QUE VAN A PONER UNA QUEJA OFICIAL Y LO QUE ESTA GENTA HAGA POR TODO LO QUE NOS ESTAN HACIENDO Y DE MOMENTO NOS ACONSEJAN QUE NOS PRESENTEMOS EN LA OFICINA DE TREBALL PARA QUE NOS DEN UNA INSTANCIA QUE HEMOS DE RELLENAR HACIENDO CONSTAR QUE ESTAMOS INTENTANDO LLAMAR Y NO ENCONTRAMOS RESPUESTA PARA NUESTRA CITA…ESTE DOCUMENTO NOS EVITARÁ QUE NOS LO QUITEN POR TODO EL MORRO LO QUE NO EVITARA LUEGO QUE SE LO QUITEN A QUIEN LE DE LA GANA POR EL MOTIVO QUE SE INVENTEN¡…LOS QUE COBRAMOS ESTO YA SABEMOS LAS HUMILLACIONES QUE PASAMOS CON INSISTENTAS QUE LAS HAY DE TODAS CLASES Y ACOSOS VARIOS COMO SI NO TRABJARAMOS POR QUE NO QUISIERAMOS….Y ACUSANDONOS DE GANAR CUATRO EUROS LIMPIANDO O ALGO …PUES CON 459 EUROS NO SE VIVE YO PAGO 5OO DE ALQUILER ESTOY SOLA CON 51 años y ya debo dos meses de piso….y encima ayer cobré el famoso cheque y la caixa se queria quedar 40 e de intereses por pagarme unos recibos sin permiso….tuve que amenazarles con quedarme a vivir allí con mi perra para que me dieran lo mio pues estaba dispuesta a todo. MUCHAS GRACIAS¡ ECHO DE MENOS UNA SENTADA INDIGNADA DELANTE DEL MINISTERI DE TREBALL¡ DONDE ESTAN TODOS LOS INDIGNADOS¡ CON LOS QUE ME MANIFESTE EL 19¡ UN ABRAZO A TODAS TODOS¡

Per altra banda, encara segueix havent-hi prop de la meitat dels perceptors que no han rebut el xec.Llegeixo a les notícies de Sírius que  enviar el xec del PIRMI costa 86.700 euros mensuals. Segons la Redacció Sírius:

Els treballadors de Correos exigeixen la rectificació de Colet, que dimarts va atribuir els problemes de la recepció dels talons al funcionament del correu certificat: “Com a sindicat sempre hem informat l’opinió pública quan l’empresa Correos no compleix amb un servei públic i de qualitat a la població”, diu el comunicat que avui ha enviat la CGT, sobre les declaracions del secretari d’Empresa i Ocupació, Enric Colet (foto), en què va atribuir al funcionament del correu certificat els problemes en la recepció del taló amb l’import de la renda mínima (PIRMI). Els treballadors de Correus defensen que “els certificats s’estan repartint al dia” i rebutgen qualsevol responsabilitat en els retards. Segons el sindicat, les declaracions del secretari general d’Empresa i Ocupació desvien “l’atenció cap al missatger” i l’obliguen “a donar, en el millor dels casos, unes explicacions” que no li corresponen.Els treballadors de Correus es mostren “profundament indignats” i consideren que “utilitzar com a excusa els possibles fraus per canviar la forma de pagament de les prestacions de 34.000 persones i complicar la vida als més necessitats que depenen de 420 euros per subsistir demostren molt poca qualitat, tant humana com política, per a algú que ostenta un càrrec públic i amb un bon sou.” Per una altra banda, des de la CGT asseguren que el tracte dels treballadors als qui cobren el PIRMI “és exquisit, entre altres coses per solidaritat”.A més, recorden que l’enviament de cada correu certificat costa 2,55 euros, que multiplicat pels 34.000 perceptors dóna un total de 86.700 euros mensuals i 1.040.400 euros anuals. Si bé és cert que parlem d’un preu similar al de la transferència bancària entre diferents entitats, ningú no qüestiona gastar més d’un milió d’euros en enviaments a persones que cobren al voltant de quatre-cents euros mensuals?

Han passat uns dies des del dimarts, però Enric Colet continua optimista. En una entrevista aquest dijous a Catalunya Ràdio, Colet ha assegurat que “el 99% de la gent que ho té tot bé i ha rebut el taló a casa l’ha pogut cobrar”. “Estem en la situació que la mesura buscava”, ha reblat. Una situació en què al dia 11 del mes el 36% de perceptors del PIRMI -poc més de 12.000 persones- encara no ha cobrat. I, per si no quedava clar, ha conclòs: “Això no és una nòmina, els ciutadans tenen drets però també obligacions”.
 
 

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19/05/2011 - Recortes y polarización social

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 19 de mayo de 2011

Este artículo analiza el impacto de los recortes del gasto público social (a nivel del estado central y autonómico) en la polarización (por clase social) de los servicios públicos del estado del bienestar tales como sanidad y educación. El artículo señala la contradicción de los movimientos nacionalistas –tanto “centrales” como “periféricos”- que hablan retóricamente de su compromiso con toda la población de lo que consideran su nación por un lado, y por el otro, promueven políticas públicas que dividen y separan por clase social a la población de tal nación.

Según las últimas cifras proveídas por la Agencia de Estadística de la Unión Europea (Eurostat), la España social continúa, 33 años después de haber terminado la dictadura, a la cola de la Unión Europea social de los 15, el grupo de países de la UE de semejante nivel de riqueza que España (UE-15). Y ello a pesar de los considerables avances que se hicieron durante estos años (y muy en particular en el periodo 2004-2008) en corregir el enorme retraso social heredado de la dictadura. Su gasto público social, que incluye el gasto en servicios públicos del Estado del bienestar (tales como sanidad, educación, y servicios sociales, entre otros) y transferencias públicas a personas (tales como pensiones de vejez y otras), es el más bajo de la UE-15. Un 27,9% del PIB, en comparación con el 33,8% promedio de la UE-15 para 2009. Si escogemos otro indicador, el gasto público social por habitante (7.180 euros estandarizados), estamos también a la cola de la UE-15 (cuyo promedio es 9.189 euros estandarizados). Y si analizamos el porcentaje de la población adulta que trabaja en los servicios públicos del Estado del bienestar vemos también que tal porcentaje, el 9%, es el más bajo de la UE-15 (cuyo promedio es 15%). En Suecia, el país que tiene el Estado del bienestar más desarrollado en la UE-15, tal porcentaje es el 25%, es decir, uno de cada cuatro suecos trabaja en tales servicios. España no llega a uno de cada diez.
Estas cifras muestran la falsedad del argumento utilizado por las voces conservadoras y neoliberales que acusan al Estado del bienestar español de estar hipertrofiado, atribuyendo el estancamiento económico de España a un excesivo sector público (incluido el sector público social) que –según tales voces– está obstaculizando a la economía, no permitiéndola salir de la crisis.
Esta situación se debe al enorme poder que las clases pudientes (la burguesía financiera e industrial, la pequeña burguesía y la clase media profesional de renta alta) han tenido en la historia de España y que continúan teniendo sobre el Estado español (tanto central como autonómico). Esta clase utiliza los servicios privados en su mayoría. Van a la sanidad privada cuando caen enfermos, y envían a sus hijos a la escuela privada que recibe un subsidio público bajo el nombre de concierto. La sanidad pública y la escuela pública son utilizadas primordialmente por la clase trabajadora y las clases medias de renta mediana y baja (es decir, las clases populares).
El Estado del bienestar español está, así, polarizado por clase social, una situación que es altamente ineficaz. El 20-30% de la población que utiliza la sanidad privada, por ejemplo, cree que tiene su atención médica resuelta, pues recibe unos servicios que, en general, son más sensibles a sus necesidades (tales como mayor confort, un trato más personal, una cama por habitación si está hospitalizado, un mayor tiempo de visita cuando va a ver al médico y menos tiempo de espera) que los servicios públicos. Pero la pública es mejor en la calidad del personal y en la infraestructura técnica que la privada. Naturalmente, hay siempre excepciones en ambos sentidos, pero en general la situación es tal como la describo, de manera que, si el lector tiene una enfermedad grave, le aconsejo que vaya a la pública.
Las clases pudientes, pues, no tienen resuelto su problema aunque no sean conscientes de ello. De ahí que lo que se requiera sea un sistema público sanitario multiclasista único que tenga el confort de la privada y la calidad de la pública, pero para ello se requiere un gasto público sanitario mucho más alto del actual, lo cual exige que los grupos de mayores ingresos contribuyan al Estado (sea central o autonómico) en porcentajes superiores, semejantes a sus homólogos en la UE-15. Su resistencia a tal homologación explica, en gran parte, que los ingresos al Estado sean los más bajos de la UE-15:
sólo un 34% del PIB en comparación con el 44% en el promedio de la UE-15 y el 54% en Suecia.
Los recortes de gasto público sanitario, al empobrecer a la sanidad pública, acentuarán todavía más la polarización por clase social de la sanidad española, deteriorando la situación de una manera muy marcada. Tales recortes en la pública favorecerán la expansión de la sanidad privada, lo cual es una motivación no siempre hecha explícita de tales políticas. Es más que probable que una medida que las fuerzas políticas conservadoras y neoliberales promuevan sea la desgravación de las pólizas individuales (ya existe tal desgravación para las entidades colectivas) a las compañías de seguro sanitario privadas. Ahora bien, los recortes del sector público afectarán no sólo a los usuarios de la pública sino también a los de la privada, pues la medicina privada depende en gran manera de la infraestructura de la pública (que frecuentemente hace los análisis y las pruebas complejas de la privada).
Un tanto semejante ocurre en la educación, claramente polarizada por clase social. El sistema escolar español reproduce la estructura social de España. Las escuelas privadas atienden prioritariamente a los sectores de mayor renta y las escuelas públicas atienden a las clases populares. Esta situación es altamente preocupante, pues educa a dos tipos de ciudadanos, los de primera y los de segunda. La mejor escuela de Europa es la finlandesa, donde el hijo del banquero y el del empleado de banca van a la misma escuela, una situación impensable en España. Es sorprendente que los nacionalismos, tanto centrales como periféricos, a los cuales se les llena la boca hablando de patria y nación, apoyen a la vez sistemas escolares que dividen a sus ciudadanos. Los recortes de gasto público educativo acentuarán todavía más tal polarización educativa por clase social, dificultando la movilidad social, una de las más bajas de la UE-15. Así es España.

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11/05/2011 - (Català) Les retallades són innecessàries

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