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Àngels Martínez i Castells. Conclusiones para #repensar los medios, la educación, la cultura (y la salud)
Àngels Martínez i Castells.


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Del material audiovisual de la Jornada organizada en Barcelona por la Fundació l’Alternativa sobre #repensar quedaba por reproducir el video anterior con mi intervención, un resumen elaborado con excelente criterio por el compañero Oscar Martínez y que se puede consultar en La Ratera y, en modo texto, las Conclusiones que elaboró la relatora de las Jornades, Elena Martínez Miralles, con propuesta propia y un lúcido trabajo de elección de las aportaciones (alternativas todas ellas, e insumisas en su mayoría) que se pusieron a discusión en una tarde memorable. Comparto el deseo de las compañeras y compañeros de la Fundació l’Alternativa y de las organizaciones que apoyaron las Jornadas (PIE y EUiA) de que las propuestas y los materiales recogidos bajo el lema de #repensar se difundan, se discutan, se reelaboren y a su vez, se #re-piensen, porque de esto precisamente se trata: de aportar, fortalecer y hacer más plurales y resistentes los materiales básicos para la acción: es imposible desmontar la casa del amo con las herramientas del amo. Creo, por tanto, que las Conclusiones, gracias a Elena, son un buen instrumento para re-iniciar la tarea, y ésa sería su versión en castellano:

CONCLUSIONES JORNADA #RE-PENSAR elaboradas por la companya Elena Martínez Miralles (relatora):

1.- La cultura es un elemento de participación y de transformación de la sociedad.

Reivindicaciones y transformaciones son términos consustanciales al término cultura. Por este motivo la cultura y en su esencia el pensamiento crítico molesta mucho al poder, porque siempre actúa en su contra, porque es su contrapeso, porque tensa en otra dirección sus intereses y sus aspiraciones de someter a la población en el uniformismo, al conformismo y a la involución. Es así como ha sucedido a lo largo de la historia, y es así como sucede en nuestro presente.

El poder desprecia de manera sistemática la cultura para que la ciudadanía, y de manera especial las clases populares, tengamos pocas posibilidades de cambiar la realidad.

“No dejar pensar es claramente una herramienta de control sobre la población”. ( Cita de Rosa Mª Calaf)

2.- La cultura es esencial para leer el presente y para escribir el futuro .

La cultura es nuestra historia y la mirada que tenemos del mundo. Necesitamos la cultura para poder conocer nuestro pasado, entender qué nos ha pasado, qué valores hemos dejado de lado y en qué nos hemos equivocado como sociedad. Con cultura podremos recuperar nuestras Memorias – todas ellas, en mayúsculas y en plural- imprescindibles para elevar el umbral ético de nuestro presente.

La cultura son también nuestros deseos de futuro. Cuando luchamos por un tipo de relaciones laborales, lo hacemos desde un determinado substrato cultural. Cuando luchamos por una sanidad pública y universal lo hacemos de acuerdo con una determinada concepción ética y moral. Cuando reivindicamos el derecho a una vivienda digna , a una renta mínima garantizada, et . lo hacemos desde unos determinados valores y de acuerdo con una historia de reivindicaciones y logros de derechos. La cultura es, por tanto, un elemento definidor del modelo de sociedad que queremos.

Así , para continuar anteponiendo las personas al dinero, para que el colectivo tenga preeminencia sobre los intereses individuales, para poner los derechos de las personas en el centro del debate y acabar de una vez con los intereses capitalistas y neoliberales que tanto daño nos hacen, necesitamos la cultura, más y más cultura.

3 – La cultura, por supuesto, es también democracia.

” Un indicador de vida digna es el acceso libre e igualitario a la cultura ” . ( Cita textual de Maite Mola )

Necesitamos recuperar la hegemonía de la cultura y del pensamiento crítico a través de instituciones comunicativas, educativas y formativas fuertes, formales y no formales, en las cuales se impartan y difundan habilidades realmente democráticas: que enseñen a discernir entre lo que vemos , oímos o escuchamos , que ayuden a desarrollar una nueva mirada sobre el mundo y despertar un verdadero sentido crítico de la realidad, que enseñen a leer las cuentas públicas, por ejemplo, y que la educación en derechos deje de ser un ente abstracto para convertirse en acciones que podamos sentir en nuestra propia piel.

Necesitamos construir espacios democráticos por todo, porque los espacios culturales son, a la vez, espacios políticos. Necesitamos crear auténticas ágoras ciudadanas donde sea posible la osadía y la imaginación, la reflexión y el conocimiento, la investigación y el desarrollo, y hacerlo dentro de todos aquellos espacios que se financian con dinero público y que por tanto, nos pertenecen. También necesitamos crear verdaderas universidades populares para dotar a la ciudadanía de instrumentos formativos de calidad.

” La cultura es uno de los principales elementos de desarrollo personal. Las personas no pueden ser expulsadas de los procesos formativos nunca, ni de jóvenes ni de mayores. Todo el mundo debe tener derecho al conocimiento en cualquier etapa de su vida y el ejercicio de este derecho debe ser universal, continuado y permanene” . (Cita de Toni Barbarà.) La cultura introduce la complejidad en nuestra vida y, por tanto, nos hace más capaces de responder de manera eficaz ante la gestión de la pluralidad y crear nuevos imaginarios de consenso para la necesaria cohesión social.

Necesitamos recuperar la política como alma de la democracia. Necesitamos una política basada en una verdadera cultura democrática, donde el poder no sea su fin, que esté abierta al pensar y sentir de la gente, transgresora y revolucionaria a la vez, que rompa la perversa dinámica del amigo-enemigo, del pensamiento único, del individualismo, los prejuicios y los falsos líderes construidos a dedo.

“Debemos construir la democracia real con valores de las mujeres: situar la distribución por encima de la producción; dignificar, visibilizar y valorar todos los trabajos, y trabajar con valores no jerárquicos. De hecho , las izquierdas no podrán avanzar si en su praxis incorporan comportamientos que forman parte de la derecha” . (Cita de Ángeles M. Castells.) La cultura democrática es la cultura de la responsabilidad, del civismo, del deber y de la transparencia donde las formas deben ser cuidadas y no únicamente vale que se hagan cosas, sino que es necesario que las cosas se hagan bien, con un sentido ético y moral, que resulten beneficiosas para las personas pero también para el conjunto de la humanidad.

4.- Sin embargo, hoy, los principales agentes generadores de cultura están en manos del poder.

Cualquier fomento de la cultura pasa principalmente por la responsabilidad de los medios de comunicación y del sistema educativo, dos ámbitos que tanto las estructuras administrativas como las agendas políticas mantienen separados del sistema cultural, aunque los tres tienen funciones análogas para la construcción del conocimiento, los imaginarios sociales colectivos y el pensamiento crítico .

a) Los medios de comunicación.
Los medios de comunicación , que se sitúan ya como el segundo poder, se han vendido a una finalidad que en esencia no les pertenece y son plenamente responsables de crear los actuales modelos sociales, antagónicos con cualquier manifestación cultural, contrarios a la acción de pensar y de tomar decisiones con libertad.
Los medios de comunicación contribuyen a añadir más confusión en las personas. Han conseguido que la ciudadanía crea que sabe y que está informada, cuando en realidad lo que existe es una info-intoxicación en nuestra sociedad. Con la comunicación sucede lo mismo que con los alimentos: si la información que recibes no es buena, finalmente consigues un cuerpo social enfermo.
La información es un derecho, pero se ha convertido en una mercancía, en un objeto mercantil al servicio de los poderes. La información es un bien común, controlar este bien común no tiene nada que ver con vulnerar la libertad de prensa. Los medios de comunicación necesitan renovación y regulación . “Hoy tenemos más personas creando comunicación que periodistas buscando información y el periodismo debe servir para hacer visible lo que es invisible y no para reproducir la evidente”. ( Cita de Rosa M ª Calaf.)

El periodismo actual cada vez es menos analítico , más frívolo, banal y superficial y persigue el objetivo de que la ciudadanía deje de hacerse preguntas. Las noticias son cada vez más cortas y más rápidas, en un minuto no es posible explicar lo que es importante, y de ahí nace principalmente la dificultad de que la izquierda no pueda introducir su mensaje a través de los medios. El lenguaje que utilizan los medios de comunicación cada vez es más pobre y mentiroso. Aparecen nuevos eufemismos para no decir las cosas por su nombre. Está instalada la práctica de poner palabras amables para difuminar las ideas. El lenguaje también se ha rendido al poder económico. Los debates pretenden conseguir adhesiones, afiliaciones, y no reflexión, ni información, ni conocimiento .

b ) El sistema educativo.
Las escuelas y las universidades representan dos de las principales instituciones formativas de nuestro país, desde donde se produce cultura. Ambas deben ser espacios que permitan el análisis libre e independiente de la realidad que nos rodea y sobre todo, la motivación para cambiarla.
Es fundamental que las escuelas y las universidades se independicen de los poderes económicos y financieros que tanto miedo tienen a la libertad ideológica y de pensamiento: necesitamos que estas dos grandes instituciones formativas trabajen para fomentar el espíritu crítico .
La escuela, dentro de su singularidad, trae consigo la presencia de toda la sociedad. Por lo tanto, la escuela es hoy en día una escuela de clases donde se reproduce también el uniformismo y el individualismo presente. “El sistema educativo y la formación profesional están bajo el proceso de liberalización así como el resto de servicios públicos”. ( Cita de Sonja Crivelli.)
Es necesario fomentar una escuela pública, gratuita, laica, plural, con suficientes recursos económicos, de responsabilidad colectiva que rechace las injerencias de los mercados en los currículos y la gestión de personal.
La escuela debe ser un espacio donde los alumnos se puedan sentir relacionados, integrantes reales de una colectividad, donde aprendan a ser responsables de sí mismos y del conjunto de la sociedad, a formularse preguntas partiendo de ellos mismos y del lugar que ocupan en el mundo.
Es necesario un profesorado preparado para dar respuestas a los problemas actuales del alumnado, que les enseñe a desarrollar la capacidad de análisis de la realidad, la curiosidad, a dudar y a dialogar con sus incertidumbres, a interactuar con la diversidad, y a que sepa poner las bases de una nueva práctica del lenguaje y de las diferencias de género que se producen. “En el sistema educativo tienen que volver materias fundamentales para preservar y fomentar nuestra capacidad de pensar como son la filosofía y la historia”. ( Cita de Ángeles M. Castells.)

c ) el modelo de gestión pública de la cultura.
Es necesario construir un nuevo modelo de gestión pública de la cultura. La cultura debe ser gestionada como lo que realmente es : un derecho fundamental, un deber de estado, una riqueza compleja en esencia, diversa y plural sin la cual es imposible conseguir un horizonte de pretensiones saludables para el conjunto de la sociedad.
Como derecho fundamental que es necesita una protección especial y evitar que constantemente sufra recortes y se reserve a unas élites sociales. El espacio cultural también necesita ser definido con unas claras líneas rojas que nunca deben traspasarse.
Debemos gestionar la cultura como un mosaico de valores a garantizar y preservar, donde todas sus piezas entran a la vez en juego, donde ninguna sobresale por encima de otra sino que ninguna puede darse sin la otra. No puede ser gestionada como una suma de simplicidades, de individualidades y de parcelas, donde únicamente un departamento -supuestamente y en el mejor de los casos- se encargue de hacer lo que no hace el resto, porque su acción queda meramente reducida a la anécdota. La cultura es transversal, no puede segmenarse, y debe estar presente en todos los estamentos públicos y sociales, debe ser permeable en todas y cada una de las actuaciones que llevan a cabo las administraciones. La cultura no es jerárquica, es horizontal y va de abajo hacia arriba.
Además , la cultura no puede quedar reducida a una cuestión de cifras, porque la calidad y la consecución real de los objetivos que la mueven nunca pueden tener únicamente una traducción económica. ” Debemos reivindicar la cultura no como valor instrumental, sino por su valor intrínseco, por lo que la experiencia cultural aporta a los seres humanos” . (Cita de Toni Barbarà.)

5.- Es necesario repensarlo todo y construir pensamiento crítico.

En la actualidad , la práctica de los poderes no buscan fomentar el individualismo sino alienar al individuo. Por lo tanto, debemos aprender a luchar, y tenemos que buscar respuestas trascendentes al pensamiento dominante.
Para hacerlo, necesitamos practicar el pensamiento crítico, lo cual significa:

- Saber qué quieres pensar.
- Precisar qué es lo que te interesa sobre un tema concreto.
- Consignar unos objetivos.
- Poner dedicación y esfuerzo.
- Y registrar el pensamiento de manera escrita.

“El pensamiento crítico debe poderse escribir y verbalizar. El pensamiento debe poder ponerse en palabras. Así es como se construye el pensamiento para la acción, al contrario, el pensamiento no sirve de nada.” ( Cita de Felipe L.Aranguren.) Sin embargo, los intelectuales están al servicio del poder o parten su análisis de la aceptación reformista del presente. Actualmente sólo existen verdades absolutas cuando las cosas crecen y se transforman a través de verdades relativas. “La sociedad no es que no valore la cultura, sino que valora la incultura”. ( Cita de Ramon Miravitllas.)

El espíritu crítico es el motor que alimenta las transformaciones sociales y del que nacen todas las acciones que caminan hacia la libertad. Y también es el tipo de pensamiento que nos enriquece individual y colectivamente, porque para lograr su desarrollo las personas requieren humildad, integridad, empatía, valentía, perseverancia y consistencia intelectual; actitudes y aptitudes todas ellas imprescindibles para construir un nuevo modelo de sociedad, y más en los momentos actuales.

Elena Martínez Miralles


Más información en La Ratera de Toni Barbarà


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