Titular notícies
Nombre de resultats 25 per a turisme

27/02/2016 - Mis 10 logos turísticos preferidos
Lo sé. Debería decir mis 10 imagotipos preferidos. Pero el uso de logo está tan extendido que aceptemos pulpo y sigamos adelante. Hasta hace no mucho, las marcas turísticas eran el armario trastero del diseño, con sus palmeras descoloridas, sus soles sonrientes y sus montañas nevadas. Este tic kitsch aún está presente en algunos ámbitos turísticos como en las ferias, donde la acumulación de mal gusto campa a sus anchas. Pero es verdad que los destinos han empezado a incorporar un buen diseño de sus marcas, mucho más modernas, evocativas y funcionales. Para muestra, un botón. Éstos son mis 10 logotipos preferidos. 

10. Dubai

El principal reto era integrar dos alfabetos diferentes. Se puede leer Dubai y دبي . La propuesta, realizada por N/A transmite el mensaje de la integración entre dos culturas, la árabe y la occidental. Los colores evoquen los tonos del mar en el Golfo Pérsico. El juego de sombras proyecta volumen y dinamismo. 



9. Moldavia

Un árbol de la vida presenta los principales símbolos de la cultura moldava, como la rosa, la cruz ortodoxa, la albahaca o las orquídeas. Estos elementos se disponen en un juego de ramas, que representan también itinerarios o caminos. El diseño, realizado por Publicis, destaca por la combinación entre tradición y modernidad: Es una versión moderna de la artesanía téxtil del país, donde se representa a menudo el árbol de la vida. 


8. Victoria

El estado australiano de Victoria, donde se sitúa Melbourne, es uno de los polos turísticos del país. En contraste con la anterior, la nueva marca destaca por su simplicidad. Hace recaer toda la fuerza del mensaje en la V. Como se puede ver en su web, esta diagonal se impone en el diseño de todos los elementos gráficos de la marca. Curiosamente, ha sido diseñado por una agencia neozelandesa, Designworks.


7. Corea

Lo más rotundo del logo de Corea es la K, coloreada en un extremo con los tonos del saekdong, que es el traje popular del país. La tipografía del nombre del país es muy contundente, un buen handmade, que transmite la idea de conexión con la tradición. Han integrado el eslogan dentro del imagotipo. Aunque no es recomendable acumular tantos elementos, el resultado final es equilibrado. Y algo que precisan las marcas turísticas contemporáneas: Es radicalmente diferente.



6. Sao Paulo

Los logos de las ciudades han ganado en calidad. Philadelphia, Montréal o Dublin, por ejemplo, han presentado tres nuevos diseños que demuestran la potencia creativa del turismo urbano. Pero tal vez quien más destaca es la propuesta de la metrópolis brasileña. Ha sido diseñado por Romulo Castilho, que acaba de presentar el nuevo logo de Buthan. El logo muestra un movimiento de atracción hacia la  ciudad y simula las avenidas y los rascacielos, usando una paleta de colores muy vivos.



5. Bahamas

Las Bahamas son más 700 islas e islotes en el Caribe. El logo creado por Duffy permite integrar esa diversidad en un relato coherente de formas geométricas (las islas), que se unen como en un brazalete o una trenza. Este juego entre la diversidad y el conjunto se basa también en una gama cromática muy amplia y en una tipografía totalmente vinculada con el elemento gráfico. El resultado es muy vistoso y las aplicaciones funcionan especialmente bien.





4. Finlandia

Si han viajado a Finlandia, habrán detectado ese aprecio escandinavo por el diseño y por una innovación equilibrada. Su logo turístico, creado por Sek, rompe con la mayor parte de arquetipos del continente. No sugiere ni un sol, ni una montaña, ni una mariposa, ni una flor. Es como una ameba, una aurora boreal que se difumina entre la bruma. Esta evocación abstracta permite mucha más versatilidad. El juego cromático es también muy singular. En sus últimas aplicaciones, están eliminando el nombre del país y dejan el logo a la intemperie.


3. Singapur

¿Cómo representar el dinamismo, el movimiento, en un logo estático?. La propuesta de Singapur, creada en 2010 por BBH ha resistido muy bien el paso del tiempo y luce tan bien como hace seis años. Las figuras geométricas representan los barrios de la ciudad y, en su conjunto, el perfil urbano de Singapur. En sus aplicaciones gráficas, las figuras geométricas se mueven o se transforman en vegetación, en edificios o en dibujos manga. No solo incluye el eslogan en el logo, sino también la URL del portal de turismo. 



2. Rajashtan

Lo de Rajashtan es uno de esos espacios que bordean el kistch, que se mantienen en la cuerda floja entre la imaginación desbordante y el glamour de Bollywood. Creo que el resultado es muy sugerente. El logo funciona como un juego visual en el que dos camellos y dos aves crean un bigotudo casi hípster. Los bigotes son, casi, la seña de identidad de esta región india. Y no se pierdan la nueva campaña de publicidad de la región, aquí, aquí o aquí. Es... diferente.


1. Perú

Perú se ha situado entre los primeros lugares del dinamismo turístico, siguiendo el manual básico de marcas territoriales. Han centrado su mensaje en la época precolombina, con una letra creada a propósito, que conecta con la tradición. La tipografía es muy singular y la rotunda P que evoca las líneas de Nazca. Creado por FutureBrand, la marca Perú se ha consolidado como el mayor acierto en la estrategia de los destinos contemporáneos.



Dos apuntes finales. Uno. Las marcas europeas envejecen muy mal: Estáticas, previsibles, anodinas y vacías. Lo interesante es lo que pasa en América y Asia o Oceanía. Segundo. No sé si han seguido la pista de la nueva bandera de Nueva Zelanda, una propuesta abierta en la que han participado más de 10.000 diseños. Este año veremos, en una votación sin precedentes, cuál será el veredicto popular final. ¿Será éste el destino de las nuevas identidades de marca?. 


26/01/2016 - Dejar de ir a FITUR
Me han criticado por criticar FITUR. Me cuentan que es tan útil, que permite poner a cara a las personas, que crea imagen, que ayuda a recordar la importancia del turismo... Me cuentan todo eso, pero yo miro el rey y lo veo desnudo. Y, créanme. No va depilado. Mi rechazo a FITUR (y a todas las ferias de turismo generalistas) se sustenta en cuatro puntos.

Por orden del señor alcalde, se hace saber

FITUR es una de las mayores concentraciones de políticos por metro cuadradado del universo. Ni en el Parlamento Europeo. La cosa es más o menos así. Un miércoles llega la delegación de Calasporras de Arriba, que se ha gastado medio presupuesto anual de promoción económica en un estand. Aparece una comitiva con el alcalde, el concejal y cuarenta personas más que pasaban por allí. Llega también TV Calasporras y el Heraldo de Calasporras. Y el alcalde se fotografía con tres mascotas, con dos señores con corbatas, presenta el folleto de turismo de la Comarca de la Encina y el concejal, el póster de la Romería de la Virgen del Ceño Fruncido.

Este inmenso gasto tiene un único objetivo, que es el consumo local. Los vecinos del pueblo ven en la TV del pueblo a su pueblo. Y a su alcalde hablando de su pueblo. Y al presidente de la Comunidad Autónoma fotografiado ante el estand, con un pie de foto que dice "El Presidente muestra su apoyo al turismo de Calasporras de Arriba". Nadie fuera de Calasporras de Arriba verá lo importante que es. Toda esta coreografía política no sirve para promocionar un destino, sino para que los vecinos crean que se promociona un destino.

Oferta sin demanda

Las ferias funcionan si se encuentran allí personas que quieren comprar con personas que quieren vender. Éstos fabrican chips y estos otros, ordenadores; se necesitan. Éstos son distribuidores de alimentos y éstos de aquí son una cárnica industrial. Aquéllos han diseñado filtros para el agua y éstos se han especializado en depuradoras. Las ferias existen porque ponen en un mismo espacio oferta y demanda, sea cual sea una y otra.

Si pasean por FITUR se darán cuenta muy pronto que no hay demanda. En FITUR hay sobre todo destinos: pueblos, comarcas, comunidades autónomas, montañas, islas... Hay también alguna cadena hotelera, que viene a presentar su último resort o algún campo de golf. Pero básicamente lo que hay en FITUR son destinos. Vienen también Renfe, Iberia y otras empresas que han sido amablemente 'invitadas' a sumarse a la fiesta. De manera que durante las sesiones profesionales, gestores de destinos se pasean por los estands de otros destinos. Esto es como una calle de peluquerías en un barrio de calvos. O como un portal para solteros exigentes sin solteras.

Por eso, la mayor parte del material promocional que es envíado a FITUR acaba en un gran contenedor de residuos turísticos. En Madrid, deberían crear un contenedor específico de color naranja con las toneladas de pósters, folletos y materiales que son desechados después de la feria. Un consejo: No se crean los balances de las ferias, en los que se inflan el número de reuniones, las personas que han realizado una consulta y el material proporcionado. Donde dice: "3217 folletos distribuidos" quiere decir "3200 folletos que hemos dejado en Madrid porque era más costoso devolverlos al pueblo".

Jotas, mascotas y desgutación de caracoles

¿Qué podemos ver en FITUR?. Básicamente, bailes regionales, mascotas imposibles y centenares de degustaciones de platillos. Con el paso de los años, la feria se ha ido llenando de personas disfrazadas, de chirigotas, de falleras, de degustación de paellas recalentadas, de mascotas y de cofradías locales. Y tenemos que admitir (el rey está desnudo) que las mascotas, los disfraces y los platillos tienen la calidad de la función de teatro de un parvulario. Sumése la mezcla de músicas y los audiovisuales a vuelo de pájaro.

Dejo para el final las azafatas con escote, minifalda y tres capas de maquillaje. Es como un concurso provincial de misses y un showroom de bañadores y zapatos de tacón. Muchos de los estands están ocupados por personas que no tienen la más mínima idea del destino y se limitan a lucir palmito. Y yo que me dedico a la investigación turística y a la formación en turismo, y que intento explicar que esto del turismo es una actividad seria, que requiere profesionalidad, rigor y esfuerzo, cuando veo en FITUR esta especie de versión temática de MHYV me deprimo profundamente.

Al final, la feria es un escaparate sin profundidad. Sin reuniones. Sin acuerdos. Sin contactos. Es un escenario en el que se simula una actividad frenética cuando en realidad solo hay ja-ja jo-jo y cenas en Casa Lucio y en Horcher. Es un rey desnudo (sin depilar) que aparenta ir vestido.

Coste de oportunidad

"Si vas a FITUR, algo haces aunque sea poco. Si no vas, no ganas ni eso", me argumenta un amigo fiturfílico. Obvia, por supuesto, que "ir a FITUR" quiere decir alquilar el espacio, diseñar el estand, montarlo, editar materiales ad hoc, pagar desplazamientos a los miembros del estand, a los políticos, a las dos cofradías invitadas, noches de hotel, dietas, taxis y un etcétera que acaba Malasaña. La pregunta fundamental es si existen otras estrategias de promoción que utilizando los recursos que se destinan a FITUR serían más efectivas. 

Tendríamos un problema inicial: No medimos el impacto de la feria. No se hace por ejemplo una encuesta a la salida para ver cuál es el recuerdo de los destinos y qué impacto han creado en los consumidores potenciales. No hay focus group, ni estudios de seguimiento, ni relaciones entre ferias e impacto en la imagen. De todas formas, en la época de google y de tripadvisor, de las inserciones, del márqueting viral, del street márqueting, del big data y la minería de datos, de la hipersegmentación, de las acciones de fidelización, del geomárqueting y de la creatividad audiovisual, sospecho que las ferias generalistas pierden todos los pulsos. Y quien dice FITUR dice SITC, por supuesto. 

Como a veces una imagen vale más que mil palabras, les propongo un recorrido virtual por la galería de la feria de 2016. Un consejo: Nunca lo miren después de cenar. Puede alterar la digestión. 


05/03/2015 - Turisme 1S


El turisme sempre és un fet social; fins i tot quan viatgem sols ens relacionem amb nosaltres mateixos. 

La indústria turística està organitzada per a resoldre la connexió entre objectes i subjectes. Els subjectes (turistes) es relacionen amb els objectes del lloc (monuments, empreses, productes...). I tota la lògica de l'enginyeria turística intenta resoldre la relació entre subjectes i objectes. De les oficines de turisme a la senyalització, de les apps als prescriptors o les guies, el turisme ha estat un intent d'apropar aquests elements locals a la mirada curiosa dels visitants.

El turisme que ve serà sobretot una connexió entre subjectes. La nova enginyeria turística s'ha d'ocupar de relacionar primer els turistes amb els residents, segon els turistes entre ells i tercer els turistes amb els ciutadans mòbils. Connectar persones, afavorir interaccions, crear entorns que facilitin l'intercanvi d'experiències, de mirades, de relats. Reconvertir el turisme en un fet social, en el que es creen aquells instants màgics de contacte entre dos universos personals allunyats. 

La gran aventura del turisme que ve és re-construir el Turisme 1S, el turisme social. 


20/01/2015 - ¿Cómo aprovechar tu presencia en FITUR?


30/12/2014 - Diez tendencias turísticas para el 2015
  
Si la vida es lo que pasa mientras piensas qué es la vida, el turismo es lo que ocurre mientras haces predicciones sobre el futuro del turismo. Pero ya conocen mi debilidad por el futurismo y no puedo evitar la tentación de proponer algunas tendencias para el año que viene.

1. Del BRIC al BIC 

Los cuatro grandes tractores de la nueva economía han aparecido en los últimos años en la lista de los mercados de origen més cotizados. Brasil se tambalea, pero lidera el crecimiento de los turistas desde Sudamérica; India solo tiene influencia en los mercados más cercanos. De momento, el valor más sólido de los cuatro es China, que ya lidera el gasto turístico mundial. Sin embargo, 2014 ha sido el año del desplome del mercado ruso, castigado por la caída del rublo. Con la reactivación de la Guerra Fría, Rusia se cae del grupo y la apuesta de futuro se queda en los dos gigantes asiáticos y en Brasil. 

2. Asia

Asia ha sido el motor del turismo en los últimos años: en 2013 creció un 7% y en 2014 se esperan números muy similares. Un síntoma: Según Google, el país turístico más buscado ha sido Thailandia. El crecimiento del mercado continental y la creciente hegemonía de las compañías asiáticas explica que poco a poco aumente su cuota de mercado. Uno de los principales motores de este proceso son las grandes metrópolis asiáticas, como Singapur, Kuala Lumpur, Macao, Hong Kong o Bangkok. Dubai, Doha y Abu Dhabi sufren por la inestabilidad de la región. El Country Brand Index de Bloom sitúa a nueve asiáticos entre los 20 primeros.

3. Apartamentos

2015 será el año de la consolidación de la oferta no hotelera en los destinos urbanos y el inicio de la conquista en los destinos litorales no europeos. Sin duda, uno de los factores de cambio es el crecimiento exponencial de los sistemas P2P, liderados por airbnb. No es el único: Roomorama, 9flats, Windu, HouseTrip y varias decenas más han revolucionado el universo del alojamiento. Como en la música o en la prensa, no creo que el proceso se frene con normas. No es solo una cuestión de precio: Los apartamentos permiten una nueva forma de vivir la experiencia turística, más cercana a la vida local. La alianza entre RoomMate y los apartamentos de su entorno abre una vía de colaboración a explorar.

4.  Destinos saludables

El turismo de salud matendrá su progresivo crecimiento (más lento de lo que algunos intuían). La gran revolución en la salud se ha producido en los hábitos: Más que hospitales o curas, los nuevos turistas adoptan patrones saludables. Iphone ha llenado su espacio de apps de salud y monitorización de registros sobre el corazón, la dieta o los pasos diarios. La salud se situará en el centro de la demanda de los turistas y eso afectará los productos, los menús, los programas o los medios de transporte. No pierdan la pista al proyecto de bosques terapéuticos de la Costa Brava, uno de los más innovadores que he conocido en los últimos años.

5. "Wearables"

Mientras esperamos los efectos del Internet de las cosas y la irrupción de las NFC para más adelante, 2015 será el año de las "wearables", las pulseras, los relojes y los gadgets diversos que cuestionan la hegemonía del móvil. Además de las aplicaciones que permitirán abrir la puerta de la habitación del hotel o la entrada del museo, este registro constante de información será un filón para el big data y la huella digital de los turistas.

6. Responsablemente

Control de las emisiones, reducción de la contaminación, reparto de la riqueza, kilómetro cero... El turismo responsable se ha hecho un hueco en los criterios de decisión. Un tercio de los turistas británicos tienen en cuenta la RSC de las empresas cuando realizan su reserva. En el último WTM, el 60% de las empresas consideraron que el turismo responsable crecerá en los próximos tres años. Ante la escasa reputación de los label de calidad (McDonald's luce la Q de calidad turística), las redes sociales pueden ejercer de eficientes auditores.

7. Más que imágenes que nunca

Instagram ya ha desbancado a twitter en número de usuarios. Flickr y Pinterest continúan ahí y Vine empieza a asomar. Éste será el año de la GoPro y, para bolsillos más pudientes, de los drones. Selfies, vídeos bajo el agua, imágenes aéreas y cientos de miles de horas de bosques a vista de cráneo. Será la mayor producción de imágenes turísticas de la historia. 

8.  Bicicleta

2015 será el año de la revolución de las dos ruedas. En primer lugar, porque este medio se ha aposentado en la estrategia de movilidad de muchas ciudades, de Sydney a a Copenhage, de Bogotá a Seatle. Segundo, porque las ciclovías se han multiplicado por todas las geografías. Europa se ha tomado en serio el proyecto de EuroVelo, una densa red de vías cicistas continentales. Pero sobre todo por correr e ir en bicicleta son los nuevos hábitos de las clases medias, las clases turísticas. Los nuevos modelos de bicicletas eléctricas abren un escenario casi inédito.

9. P2P

Airbnb es solo el principio. El P2P (economía colaborativa lo llaman algunos) penetra en todas las rendijas de la cadena de producción turística. Del transporte (Uber, ya saben) al intercambio de casas (HomeExchange), del couchsurfing a los restaurantes pop-up (EatWith), de guías (Vayable) a nuevas experiencias (Trip4Real). El P2P es un juego de luces y sombras, de problemas y soluciones. Acercan prestadores y turistas, pero facilitan la creación de grandes oligopolios. Mejoran la difusión de los beneficios turísticos, pero crean grandes holdings que cotizan en paraísos fiscales. 2015 será el boom definitivo del P2P y eso lo cambiará (casi) todo. 

10. Comer (y beber)
 
En año sin Juegos ni Mundial, el evento del año es la Expo de Milán... dedicada a la alimentación. No hay plan de destino que no sitúe a la gastronomía en el centro de su estrategia, de Perú a Sudáfrica, de Dinamarca a Vietnam. Se estima que en los últimos tres años viajaron unos 27 millones de americanos por motivos gastronómicos. Aunque el TastingSpain no acaba de funcionar, España es percibida como el destino líder europeo en turismo gastronómico. El enoturismo también crecerá, aunque no hay enoturistas para tantos enoturismos. Al menos, de momento.

En resumen, la alianza entre el crecimiento (leve) de la economía, el precio del petróleo y el auge de nuevos mercados dibujan un 2015 de récord. Pero será también el año de la eclosión de nuevos destinos. El resultado de la ecuación es que precisamos de más creatividad, más formación y más innovación. Y sí, el turismo cubano vivirá un buen año.



06/10/2014 - #BarrisxViure (o #elTurismeT1Límit)

(Síntesi de la intervenció que vaig fer al Plenari de l'Ajuntament del 3-10-2014 en defensa de la proposició d'ICV-EUiA contra el turisme com a negoci especulatiu, i en favor d'un Pla de creixement zero d'allotjaments turístics a la ciutat. La proposició va ser rebutjada amb els vots de CiU-PP, novament aliniades amb el turisme sense límits). 

Aquesta proposició s’insereix en la nostra trajectòria a favor d’un altre model turístic. Però s’insereix també en un context de punt d’inflexió. Un escenari on els barris diuen prou: a la Barceloneta, però també a la resta de Ciutat Vella, i a Poblesec, a la Sagrada Família, a Gràcia, a Poblenou... les veïnes i els veïns es mobilitzen per fer visibles les seves demandes justes, contra els impactes d’un model de negoci turístic que origina dinàmiques de ruptura de la quotidianitat als barris. Les veïnes i els veïns surten en defensa d’un bé comú bàsic, elemental : el dret a un barri per viure. Barris amb mixtura social, teixit comercial divers, espai públic per usos ciutadans. Res a veure amb el que són avui tendències a l’expulsió de residents, la substitució d’activitats o la sobreexplotació de l’espai públic. Molts barris han superat amb escreix la seva capacitat d’acollida i càrrega turística. I el govern ha reaccionat molt tard i de manera del tot insuficient. Sovint amb mesures que entren en contradicció amb les grans decisions que van alimentant el model de turisme sense límits.     


Sí, Barcelona és una ciutat oberta, un pol d’atracció a escala global. I el turisme és un element clau de la nostra economia local. Tanmateix, l’impacte del fenomen sobre els barris i la vida de la gent ens remet també a la necessitat d’un encaix radicalment diferent entre ciutat i turisme. No és una reflexió nova. El 2010, Pla Estratègic de Turisme, menystingut pel govern,  ja formula un triple repte: a) abandonar els objectius d’increment i substituir-los per un turisme sostenible que incorpori la lògica dels seus propis límits; b) transitar de polítiques promocionals, monopoli del sector hoteler, cap a una estratègia integral, sota lideratge públic, i oberta a un ventall més ampli d’agents; c) i obrir un nou temps de regulació pública dels efectes del turisme.


Són reptes que xoquen avui, frontalment, amb amb un model que cavalca sobre una dinàmica de bombolla. Una bombolla inflada per un excés d’oferta que reprodueix la lògica que ens ha portat a la crisi, ara desplaçada del sector residencial a l’hoteler, lúdic i comercial. Les xifres récord de turistes vénen de la mà d’un sector que precaritza l’ocupació: els contractes per hora i parcials superen ja el 30%; subcontractacions creixents; i temporalitat massiva que concentra riquesa i distribueix pobresa laboral amb sous de 700 € al mes


Un model també configurat per actuacions-clau de la majoria CiU-PP que alimenten la bombolla i posen en risc els equilibris socials i ambientals dels barris. La modificació antidemocràtica del Pla d’Usos que retorna la barra lliure hotelera a Ciutat Vella; la Marina de Luxe, que elititza el Port Vell, i exerceix de punta de llança especulativa sobre la Barceloneta; l’ordenança de terrasses que es carrega el model d’accessibilitat universal; i l’obertura de comerços en diumenge a costa dels drets laborals i del teixit de proximitat. Són polítiques que dibuixen una estratègia turística amb dues potes: incrementalisme turístic al dictat del lobby hoteler i mercantilització dels impactes (es desmantella el règim de llicència dels habitatges, es perverteix la finalitat de l’impost turístic...), una fórmula injusta que concentra beneficis i dispersa perjudicis; una combinació nefasta d’interessos privats i ideologia neoliberal, amb la ciutadania exclosa dels àmbits de decisió i víctima d’aquestes mateixes decisions. 


Aquest és el nucli del model -sense límits i amb poc control- del govern municipal, un model que cal revertir de forma substancial. I és per això que situem avui la nostra proposició en clau propositiva i alternativa. Ho hem fet de manera tenaç des de l’inici del mandat. Però les mobilitzacions veïnals obren un nou escenari. I cal avui una bateria propositiva més potent que mai.


En aquest sentit, voldria destacar, en primer lloc, el punt que encapçala la proposició: l’elaboració d’un Pla d’Allotjaments Turístics, per mitjà d’un procés participatiu, en un termini de 6 mesos, amb l’objectiu de limitar el nombre màxim de places turístiques a la ciutat per àmbits territorials, incloent-hi totes les tipologies d’allotjament (hotels, habitatges, albergs, creuers...), i amb suspensió de llicències per totes elles i a tota la ciutat, durant el procés de redacció. En segon lloc, Plans d’Usos per dotar d’un marc de regulació integral l’espai públic i les activitats dels barris que pateixen més pressió (Poblesec, barris de l’Eixample, Vila de Gràcia i Poblenou, d’entrada), amb un nou Pla d’Usos de Ciutat Vella que retorni a la política de creixement zero de l’oferta d’allotjaments. En tercer lloc, suspensió de la Marina de Luxe i modificació de l’ordenança de terrasses, per tal de restaurar la prioritat dels usos ciutadans. El Port Vell, les voreres i les places haurien de preservar-se com a bens comuns, excloent-hi la seva mercantilització. En quart lloc, un conjunt d’actuacions específiques sobre habitatges turístics: mapeig dels il.legals, enfortiment dels serveis d’inspecció, implicació del fiscal anti-mobbing. I més enllà, instar la Generalitat a reintroduir l’expropiació de l’ús dels habitatges desocupats per destinar-los a lloguer social. Finalment, la proposició explicita l’exigència de donar compliment a tres acords adoptats per àmplia majòria i amb el suport del Govern: el de plenari de democratització de Turisme de Barcelona i creació del Consell de Participació; i els de Comissió de reclamar la modificació de l’impost turístic (transferència del 100% de la recaptació i finalitat compensatòria i no promocional) i modificacions legals per retornar al règim de llicència en els habitatges turístics. Es tracta de passar ja de les intencions als fets; que els acords s’acompleixin i no siguin, un cop més, paper mullat.


Ens agradaria que el suport del govern a les propostes que esmentava impliqués un punt d’inflexió que es consolidés avui amb el suport a aquesta proposició. Estem convençuts que la seva aprovació podria ser una nova palanca per transitar cap a un turisme sense bombolla hotelera ni amenaces als barris. Un nou model limitat, amb ocupació digne, democratitzat, amb visitants corresponsables, i que distribueixi amb equitat social i territorial els beneficis generats. Avui l’elecció està ja entre turisme sense límits o ciutat democràtica. Avui cal governar en clau pública i transparent el turisme, per posar-li límits, perquè la gent recuperi, barri a barri, el dret a la ciutat.





18/03/2014 - Fast look


Si hoy es martes, esto es Bélgica es una película que parodia esos tour imposibles en los que apenas es posible ver nada. Siete días, diez ciudades, cincuenta monumentos. La industria del turismo cultural sigue aún hoy en muchos lugares la lógica de las visitas fugaces. Lo llamaremos fast look, la versión turística del fast food. Y el mismo sentido: Calidad mediocre, consumo masivo, precio bajo.

Los estudios que hemos llevado a cabo en INSETUR, en los que hemos seguido el rastro de los turistas en destinos culturales refuerzan esta imagen. Las iglesias de la Vall de Boí apenas ocupan unos pocos minutos de la estancia global de los visitantes del valle. En Girona, la media de tiempo dedicada a admirar monumentos no supera la media hora. Todo el sistema turístico está atrapado por los mecanismos de este fast look, que genera una relación muy superficial (casi epidérmica) entre sujeto y objeto, entre visitantes y destino.

Las causas

El fast look es la suma de muchas causas, históricas, sociales, turísticas, que operan de forma simultánea. Éstas son las más importantes.

1. La industria turística se ha basado en la colección de monumentos de forma casi compulsiva. El objetivo es acumular visitas, no hacer de cada una de ellas una experiencia memorable. Hojeemos cualquier guía: "Si tiene tres días, ésta es la lista de las cosas que tiene que visitar en Venecia". Las guías, los cuadernos de viaje, las narraciones turísticas son esencialmente una sucesión de lugares y monumentos.

2. La poderosa industria de la intermediación también fuerza estas visitas relámpago. De las excursiones radiales que te enseñan Barcelona en tres horas, a los cruceros que atracan en una mañana y salen al atardecer o los tours por ciudades europeas a tanto el kilómetro. Como en los antiguos restaurantes (que confundían calidad con muchas patatas fritas), algunas agencias creen que el valor de una excursión depende del número de cosas que se visitan.

3. Digamos que los destinos tampoco gastan demasiado esfuerzo en combatir este fast look. Los monumentos están organizados para ser visitados en un momento. Los lugares culturales parecen estar diseñados para un consumo instantáneo, entre el desayuno y el almuerzo. Cuesta mucho saber qué hacer en una catedral o en un museo, más allá de deambular o de mirar. Cuesta mucho encontrar relatos historias, emociones.

4. Existe una tradición enciclopédica, acumulativa, que hemos heredado de los primeros museos. Cuando uno entra en una pinacoteca como el Prado o el Hermitage, con pasillos infinitos y más cuadros de los que puede retener un mentalista, tiende a vagar de sala en sala hasta que su capacidad de retentiva se colapsa y entonces, probablemente, solo desee huir. Dos siglos después, aún vamos a un museo a seguir un itinerario casi obligatorio del primer al último cuadro.

5. No hay un protocolo claro de los que hacer en un monumento. Lo vemos, lo admiramos, leemos dos paneles (a menudo, insufribles), capturamos dos imágenes y, ¿ahora qué?. No existe una tradición de superar esa membrana que separa la profundidad de un lugar y la superficialidad del tránsito turístico. Faltan manuales que enseñan a escuchar los espacios.

6. Lo que hacemos la mayoría de nosotros en un espacio cultural es tomar fotografías y, a veces, filmar. El rito fotográfico es tan fuerte que a veces sustituye la propia visita corpórea. Con frecuencia me imagino a ese turista que captura miles de imágenes del lugar, sorprendido en su casa ante la belleza de un lugar que solo descubre cuando ve lo que ha guardado. A veces, vemos por primera vez en nuestro hogar, en el regreso.

7. Viajamos por muchas razones. Pero una de ellas es que viajamos para que los demás sepan que viajamos. Y en la bolsa social, cotiza a la alza el número de lugares que hemos visitado. No es lo mismo estar 16 veces seguidas en Bogotá, que estar un día en Cuzco y otro en La Habana. Por eso, muchos viajeros rehúyen volver a un lugar que ya han visto, como aquellos cromos que coleccionábamos y que tan solo nos interesabas los ejemplares que aún no teníamos.

8. Las redes sociales han multiplicado por mil este afán. Detallamos en un mapa todas las ciudades en las que hemos estado, compartimos las imágenes, explicamos en un breve tweet o en un comentario del muro de facebook cuatro vaguedades sobre el lugar que hemos visitado. Y al que no tenemos la intención de regresar.

El resultado de estas causas (y otras que ahora no sé formular) es un consumo superficial de las ciudades, epidérmico, sin profundidad. Turistas que están en muchos lugares, que ven mucho pero miran muy poco. Turistas a los que les cuesta entender y se limitan a contemplar. Los efectos del fast look no solo repercuten de forma negativa en los visitantes: Estas visitas fugaces crean más impactos que beneficios a las ciudades receptoras.

Contra el fast look

Si el fast look generó un proceso de slow food, el turismo también necesita su antídoto. Ni los visitantes, ni los monumentos, ni los destinos, ni las empresas de intermediación ganan con este modelo. ¿Cómo combatimos los mecanismos que fomentan el fast look?.

1. Los lugares se deben llenar de historias. Los monumentos, de contenidos. El objetivo no debe ser ver, sino escuchar. Precisamos de una verdadera revolución de las narraciones, una nueva era del relato. Las iglesias son contenedores de historias. También los museos, los palacios, los mercados, las murallas... La major forma de combatir la prisa es la curiosidad.

2. La estrategia de comunicación de los destinos debe buscar un cierto minimalismo. Sustituir las cincuenta cosas qué hacer en la ciudad por las tres experiencias inolvidables. Rebajar la presión en el visitante: Invitarle a ver memos cosas, pero verlas mejor. Pienso en oficinas de turismo que sugieren relatos, experiencias, oportunidades. Me imagino un folleto con un solo elemento.

3. Personalizar es una buena vía para acercar objetos y sujetos. Ofrecer solo lo que suponemos que le va a gustar. Despojar del listado de elementos aquellos que suponemos que no les va a gustar, y proponerles unas pocas ideas, con el máximo de profundidad posible.

4. Podemos hacer sentir a los visitantes como espectadores exclusivos de oportunidades casi únicas. Me imagino, por ejemplo, un museo que solo permite entrar a dos personas en una sala durante diez minutos. La oportunidad de ver un cuadro a solas y dejar que la pintura te explique alguna cosa. Me imagino un museo que selecciona cada mes unas pocas obras.

5. El cambio debe ser también organizativo. Hay que perseguir un tiempo mínimo de estancia en la localidad. Se me ocurren mil fórmulas para provocar estas estancias más prolongadas. Les propongo una idea simple: Un aparcamiento de coste inverso. Cuanto más tiempo estás, menos te cuesta.
Los destinos deben combatir activamente las estancias relámpago. 

6. Las experiencias híbridas son mucho más estimulantes. Mezclemos pintura y música, danza y patrimonio, teatro y escultura, gastronomía y ciencia... Sorprendamos al visitante. Imaginemos aquello que no espera y ofrezcámoslo. Estimulemos la curiosidad. Juguemos. Invirtamos todo lo establecido. Empecemos de cero.

El fast look es un ritual anclado en los patrones culturales del consumo turístico. Es una forma habitual, aprendida, reproducida de visitar un lugar. Y es muy difícil combatir un proceso tan arraigado. Pero no podemos permitir que la experiencia turística quede reducida a un brevísimo instante, capturado en una imagen fotográfica. Hay que crear, también en el turismo cultural, un slow look. 


20/09/2013 - Barcelona 2024 (I)


L'Ajuntament de Barcelona proposa fer una consulta sobre Barcelona 2024 i estic disposat a votar que sí si em garanteixen que l'alcalde dirà en el seu discurs que es pot fer un relaxing cigaló a la Plaça de Sant Jaume. Com?. Què no puc votar?. Visc a l'Empordà i aquí tenim més barcelonins durant els cap de setmana que en tot el Barri de Gràcia. Hauríem de tenir dret a decidir, també. I amb quatre canons, podem deixar el Montgrí com el Canigó al febrer. 

Les consultes estan bé. No només perquè es recupera el principi de la democràcia directa, sinó sobretot perquè permet debatre i ja saben que jo confio molt en les possibilitats de la democràcia deliberativa. I ara que s'iniciaran els debats sobre el turisme de neu, sobre els Pirineus o sobre els efectes dels Jocs d'Olímpic sobre el turisme de les ciutats que les acullen, em permeto anticipar-me al debat i dir-hi la meva. Aquest és, per tant, el primer d'una sèrie de posts dedicats al món del turisme blanc i els esports de neu. Com sempre, els comentaris són benvinguts i celebrats amb una joia descontrolada.

200 anys de turisme blanc

El turisme va néixer al mateix temps que neixia el muntanyisme i, de fet, aquest va ser un dels seus vectors inicials més actius. De fet, l'alpinisme té més de 200 anys, ja que la mítica ascensió al Jungrau va tenir lloc el 1811. I el Ford del turisme, Thomas Cook, integrà ja en els seus primers viatges els camins de muntanya. La via suïssa de Cook es va iniciar el 1858, i avui és un itinerari turístic encara vigent. La prehistòria del turisme està totalment vinculada amb Baden-Baden o Saint Moritz. A Catañunya, La Molina va rebre els primers esquiadors el 1908 i allà es va instal·lar el primer telecadira de tota la Península, el Font Canaleta, el 1943. 

Turisme blanc?. Els Alps

El turisme de neu té una restricció geogràfica molt significativa: Precisa muntanyes elevades, però accessibles; temperatures baixes, però no extremes; dominis esquiables, és a dir, espais amb pendents moderats; i innivació garantida. És cert que es pot esquiar a Dubai o en un altre dels 60 centres d'esquí indoor, però aquestes instal·lacions no són més que atraccions periurbanes. Amb aquestes condicions geogràfiques tan particulars, s'estima que en el món hi ha uns 5000 o 6000 espais esquiables i uns 2000 estacions d'esquí.

Les instal·lacions d'esquí es reparteixen entre 70 països del món. De fet, es pot esquiar a l'aire lliure en països com el Marroc, Algèria, l'Índia, Veneçuela, Sud-Àfrica, Xipre o Israel. Hi ha una àrea geogràfica que té la major concentració d'espais d'esquí del món: Els Alps. En aquesta Serralada, es troben 740 estacions d'esquí (un terç del total mundial) i més de 10.000 remuntadors mecànics. S'estima que hi ha en el món 400 milions d'esquiadors: El 44% d'aquests esquiadors escullen els Alps. Gairebé un de cada dos esquiadors en el món opta per aquest espai. I, per això, la pràctica esportiva de pujar muntanyes es diu alpinisme. Només 48 estacions en el món superen el milió de visitants anuals: El 77% d'aquestes estacions es troben situades als Alps.

Els gegants de la neu

La primera divisió mundial de la neu està formada pels països alpins de França (55 M), Àustria (53 M), Suïssa (27 M), Itàlia (28 M) i Alemanya (14 M), a més dels Estats Units (58 M), Canadà (19 M) i el Japó (36 M). Aquests són el G8 de la neu i es poden classificar en dos grans blocs. El primer bloc està format per països amb una demanda interna molt elevada i poc turisme, com Canadà, els Estats Units, el Japó i Alemanya o països que tenen una forta demanda interna, però el component és central en el seu model, com Itàlia, França i, especialment Suïssa o Àustria. A Àustria, per exemple, esquia un terç de la població del país, però els turistes representen el 66% de tots els forfaits venuts. 

Hi ha una segona divisió, una Liga Adelante, de la neu, que està formada per països que tenen entre 5 i 10 milions d'esquiadors anuals. Aquí es troben els altres dos països alpins de Txèquia (9 M) i Eslovàquia (5 M), els nòrdics Suècia (8 M) i Noruega (5 M), Eslovènia (5 M), l'exòtica Corea del Sud (5,5 M), Polònia (5 M) i... Espanya, amb gairebé 6 milions d'esquiadors anuals. Com el cas anterior, algus països han situat la seva marca en l'imaginari col·lectiu internacional i atreuen turistes de neu, com  Eslovàquia (25%), tot i que la gran majoria estan basats en el mercat intern. Aquest és el cas d'Espanya, on només un de cada 10 esquiadors es un turista. 

Els Pirineus invisibles

Catalunya té deu estacions d'esquí, moltes d'elles amb moltes dificultats econòmiques i tècniques que comprometen la seva supervivència immediata. De fet, només dues estacions tenen un volum d'activitat d'esquí considerable, que són Baquèira i Baret i Alp - Masella - La Molina. La resta d'estacions juguen un paper territorial molt significatiu (Vallter a la Vall de Camprodon, Boí Taüll a la Vall de Boí...), però s'alimenten de forma gairebé exclusiva del mercat de proximitat. Estan fora dels circuits internacionals. En una situació similar es troben les estacions del Pirineu d'Aragó (organitzades entorn de la marca Aramón), que estan orientades al mercat intern i no l'internacional.

I aquí tenim la primera peça del nostre trencaclosques. Els esquiadors internacionals realitzen estades més llargues, fan una despesa molt més elevada a les estacions i realitzen un ús més intensiu de les ciutats turístiques properes a les estacions, a l'apres-ski. Però a diferència del turisme internacional global, que creix de forma exponencial cada any, el turisme de neu porta més de 10 anys estancants. L'única forma d'atreure turisme de neu és capturant quota de mercat dels altres i això ha generat una ferotge competència entre destinacions. Els Pirineus són, encara avui, invisibles en aquests grans mercats i l'estratègia dels Jocs Olímpics té com a principal objectiu situar aquest espai en l'imaginari europeu dels esquiadors. De fet, si les estacions d'esquí catalanes no incrementen de forma significativa el seu flux turístic internacional, tendiran a extingir-se. 

Però és això és només el primer element d'aquest complicat engranatge. En el proper post, valorarem amb més detall les tendències del turisme de neu i el futur turístic dels Pirineus. 

La imatge és de l'arxiu del Centre Excursionista de Catalunya i mostra uns esquiadors a La Molina

15/09/2013 - Tòpics turismofòbics


Mentre que només uns pocs economistes van preveure la magnitud i la durada de la crisi, ara no hi ha economista que no et doni una recepta per sortir-ne. N'hi ha de tots els colors. Més educació, invertir en TIC, sortir de l'euro, reforçar el sector primari, energies renovables, l'eix del Mediterrani, minijobs... Però entre totes les propostes de futur, avui en parlaré de la que suggereix en Miquel Puig a El Punt: Per sortir de la crisi, hem de foragitar els turistes. 

Admeto que no he llegit el seu llibre. I que només en baso en una entrevista, que recull de manera molt sintètica idees que poden ser molt més elaborades. Però em sembla un bon punt de partida, perquè les opinions d'en M. Puig condensen molt bé un mainstream turismofòbic, basat en uns tòpics que m'agradaria qüestionar. Som-hi.

Catalunya no és un país turístic

Catalunya és una economia complexa, en la que el turisme només és un fragment. No som un país de cambrers (per cert, jo ho he estat durant molts estius), com tampoc ho som de ramaders de porcs, de fusters o de venedors de televisors. El pes del turisme a l'economia catalana és lleugerament superior al d'altres economies europees, però no té res a veure amb el que podríem anomenar països turístics, on el turisme ocupa totes les escletxes del model econòmic. 

Catalunya no ha apostat pel turisme

Diu Puig que "l'aposta pel turisme és la que ens ha portat al forat on som". Si el que vol dir és que hi ha hagut una aposta pública pel turisme, és a dir, que les finances públiques han invertit en el sector turístic, s'equivoca absolutament. El sector primari català sí ha rebut ajuts europeus, estatals i catalans a cabassos. També el sector de l'automòbil, el logístic, el biomèdic, l'agroalimentari,... El COPCA i el CIDEM, per exemple, eren instruments al servei de l'activitat industrial. Encara recordo els discursos del President Pujol a les Nits del Turisme, en les que explicava: "Ho feu molt bé. Ho feu tan bé, que no cal que us ajudem". 

Si el que vol dir és que el país, en el seu conjunt, va fer una aposta estratègica dissenyada i col·lectiva, com han fet a Austràlia, a Nova Zelanda, a Gran Bretanya o a Àustria, li diré que tampoc. Mai, com a país, hem dit que situarem el turisme en un punt central del nostre model econòmic. Ara, si el que vol dir és que una part del sector empresarial va optar pel sector turístic, d'acord. Un 11% del PIB, que està bé, però no sé si d'això en podem dir una "aposta de país". Jo més aviat diria que el turisme català  ha funcionat malgrat l'absència d'una aposta del país.

O turisme o nanotecnologia

Aquesta és l'essència del discurs puigià i el core de l'economia turismofòbica: El turisme fa fora les altres oportunitats econòmiques del país. Diu en Puig que si no haguéssim apostat pel turisme, estaríem molt millor, la qual cosa és indemostrable i, per tant, té el mateix valor científic que l'afirmació "Si no s'hagués construït la Catedral de Girona, la ciutat tindria més fibra òptica". Potser sí. Però no em faci buscar entre els universos paral·lels a veure si ha estat així. 

Tinc tres arguments contra la tesi central d'en M. Puig.

Mirem alguns dels països del Top Ten mundial en turisme: Estats Units, França, Itàlia, Gran Bretanya, la Xina, Alemanya... No em sembla un catàleg d'economies de subsistència precisament. O mirem algunes de les ciutats del Top Ten: Londres, Hong Kong, París, Nova York, Kuala Lumpur... Califòrnia acull el Silicon Valley i Disneyland. Aquesta imatge d'un sector turístic que elimina qualsevol rastre d'emprenedoria és empíricament falsa. No acabo de veure clar aquest raonament: "Jo voldria construir una empresa líder en aprofitament de la biomassa, però com que visc a Roses, em limitaré a fer un càmping i a cuinar croquetes". 

No crec massa en la dicotomia  entre llocs turístics i llocs industrials. L'evidència mostra que en el món contemporani, la tensió es dóna entre llocs atractius i llocs opacs. Els primers són espais amb una bona reputació, que els hi permet atreure visitants, empreses, congressos, residents o agències públiques. Els segons perden empreses, turistes, residents i estudiants universitaris. En la nova geografia que competeix aprofitant els atributs del lloc (tal i com descriu Harvey), el turisme no és més que una derivada d'un procés previ, que és la reputació de la teva marca territorial.

Tercer. Sabem que els sistemes econòmics no són tancats. És a dir, no hi ha un sector turístic delimitat per unes grans muralles, sinó relacions entre empreses de sectors molt diferents. Un hotel activa el sector agroalimentari, el tèxtil, el comercial, i fins i tot el tecnològic. De fet, tal i com demostra el compte satèl·lit del turisme, el principal sector beneficiat per la presència de turistes no és l'allotjament o el transport, sinó l'agroalimentari i el comercial. Un exemple. Tots sabem la importància que té la connectivitat per la capacitat exportadora d'un territori i la rellevància dels vols directes. Els aeroports turístics, dissenyats i gestionats per als fluxos de visitants, són oportunitats territorials per les economies on se situen, com sabem molt bé a Girona.

Les relacions causals del turisme mai són lineals

Podem dir que el turisme de la Costa Brava va fer fora les empreses del suro que hi estaven instal·lades o que hi arribà el turisme quan el sector havia entrat en una profunda decadència. Que la crisi del suro coincideixi amb l'aparició del turisme no vol dir que els dos fenòmens estiguin correlacionats. És com el famós estudi del consum de la carn de vedella i la mortalitat infantil: Tots dos estan relacionats entre sí, però no és cert que si menges més vedella, reduiràs la mortalitat infantil. 

L'edifici empíric d'en M. Puig es basa en la correlació entre atur i el que ell anomena "zones turístiques". I compara l'Espanya turística aturada, ignorant i frenada amb la dinàmica Espanya no turística del nord, essent el turisme sempre el factor que explica les diferències entre els uns i els altres. El primer problema té a veure amb les dades. Puig diu que el fracàs escolar és molt més gran a les zones turístiques, però la líder de l'Estat és Castella La Manxa i surten molt mal parats Extremadura, Aragó o La Rioja. I no, Puig, l'enoturisme no dóna per tant. O diu que la immigració només va a les zones turístiques, però Andalusia està molt per sota de la mitjana, i La Rioja o Aragó, molt per sobre. 

L'error més evident, però, és ometre un tercer element del model, que és la construcció. No serà que durant els darrers 15 anys, les zones del litoral han aprofitat la liberalització del sòl per a edificar sobre qualsevol pam de terra?. No serà la construcció l'agent causal, la x de l'equació?. I no, turisme i construcció no són el mateix. 

El turisme de masses no (sempre) és un error

Sempre que parlem de turisme de masses em pregunto quantes masses són massa. Per exemple, en M. Puig creu que Barcelona ja és Salou, i aquí Salou s'ha de dir amb cara de despreci, com si diguessis Txernòbil o Ciudad Juárez. Barcelona registra uns 15 milions de pernoctacions; Londres més de 100 milions. Si Barcelona és Salou, Londres deu ser la Riviera Maya sencera.  Que alguna cosa tingui molts consumidors no és necessàriament un problema. Google és una empresa global (de masses?) i no ho fan tan malament. De fet, en una economia de mercat, la demanda és un bon indicador de la teva eficiència. Si molta gent vol fer turisme a Catalunya és que el turisme català ha fet algunes coses bé, o millor que la competència.

En tot cas, si el debat se centra en la reconversió del model fordista (que no de masses) del litoral, ja hi estic d'acord. Si el debat no és turisme sí versus turisme no, sinó quin model de turisme garanteix la competitivitat del sector, ja podem començar. 

No existeix el turisme majestàtic

No existeix el turisme, així, com un tot. Tampoc existeix l'agricultura. O la logística. Hi ha molts turismes entre el turisme, molts nivells de qualitat diferents. És turisme una pensió minúscula en un poble de costa, un restaurant de Paellador i una botiga de souvenirs amb ratolins fets de petxines. També és turisme una app de geolocalització, l'hotel Camper o el Celler de Can Roca. I això no vol dir que jo pensi que hem de cobrir el país de cellers de Can Roca o que les pensions són, per definició, un error. Només vull dir que en el turisme, més que en cap altre sector, sempre s'activen uns mecanismes mentals d'associació que no sempre es corresponen amb la realitat.

És aquesta generalització la que permet a en M. Puig dir això: "És més senzill fer un hotel que una indústria, que està exposada a la competència internacional". I quan diu això, pensa en un hotelet de 20 habitacions, dirigit per un senyor panxut amb samarreta Imperio versus una empresa de de robòtica submarina. No compara un taller de reparació de pneumàtics versus una cadena d'hotels urbans, com AC. Perquè quan diem turisme pensem en José Luis Vázquez perseguint sueques i quan diem indústria ens imaginem la seu de Toyota, amb els seus cotxes elèctrics i els seus sistemes de producció robotitzats. 

I els sectors s'han de conèixer amb molta més profunditat, més enllà de les quatre dades estadístiques. Salou, que tanta aversió li genera a MP, té una planta hotelera imponent. Els hotels de Lloret competeixen el mercat internacional des de fa 50 anys. Hi ha Patronats (com el de la Costa Brava), que són una referència internacional en la gestió 2.0.  De fet, l'ús de les TIC va ser molt més precoç entre les pimes turístiques que en molts altres sectors. El yield management i el control de preus de un hotel de tres estrelles mig a la Costa Brava requereix gairebé matemàtiques borroses. I l'aportació d'R+D+i que fem des de centres com l'INSETUR o el Campus e-MTA està creant ecosistemes innovadors de referència internacional. No vull que el cop de pèndul vagi de la turismofòbia a la turismofília: N'hi ha molts errors en el sector turístic català. Però fem l'anàlisi des de la complexitat dels llocs, no des de la còmoda distància kilòmetrica de quatre dades i dos tòpics.

Les destinacions no són comparables

A M. Puig li agradaria que tinguéssim el turisme austríac: "Àustria obté els mateixos recursos turístics que Catalunya amb la meitat de l'esforç". Ni una cosa ni l'altra. Àustria és una potència turística mundial, rep molts més turistes internacionals que Catalunya i genera bastants més ingressos per turisme que no pas Catalunya. Ara bé, l'Agència de Turisme d'Àustria és (segons les dades de l'OMT) una de les que més està invertint a nivell mundial, té delegacions en més de 20 països i el seu pressupost anual té una proporció de 25 a 1 respecte del català. Afirmar que Àustria dedica la meitat dels esforços en turisme que Catalunya és una absoluta barbaritat. 

I no seré jo qui digui que Àustria és un mal exemple, però també té les seves ombres. L'estada mitjana és d'una mica més de tres dies, l'estacionalitat és brutal, l'ocupació mitjana dels establiments és molt baixa i la concentració territorial, escandalosa. Qui hagi viatjat als Alps, haurà vist catàstrofes ambientals i urbanístiques, al costat d'operacions molt respectuoses amb l'entorn. I l'ombra del canvi climàtic fa que estiguin reconvertint ràpidament el model clàssic de turisme de neu per un nou model de turisme de muntanya.

En tot cas, Àustria és al nord del sistema alpí i en el centre d'Europa, molt a prop de tot arreu i especialment molt a prop del gegant emissor, que és Alemanya. Nosaltres estem situats en una cantonada d'Europa, molt lluny de tot arreu, amb unes muntanyes molt més discretes i amb un magnífic litoral. No es pot comparar Àustria amb Catalunya, com tampoc Nova York amb Manresa. Hi ha activitats o estratègies que es poden incorporar, però el model austríac només és aplicable a Àustria, perquè els atributs turístics estan totalment ancorats amb les condicions geogràfiques del lloc.

Del turisme sí o no al debat del model turístic

Ja he dit altres vegades que el debat sobre turisme sí o no em sembla un debat estèril. Fer exercicis d'història ficció i imaginar com hauria estat Catalunya sense turistes és un divertimento, però amb nul·les aplicacions pràctiques. No només és un debat sense sortida, sinó que s'impregna d'un tuf elitista. L'única actitud turismofòbica coherent és la de no fer turisme, com feia en Pessoa que odiava el turisme i els turistes i no sortia de Lisboa. A mi la democratització del turisme em sembla un extraordinari avenç de la societat contemporània. I m'hauran d'argumentar molt bé perquè només uns pocs tenen la legitimitat de veure el món.

Ara bé. Si hem de parlar de quin model de turisme volem, llavors benvinguts al club. Si la discussió se centra en impactes, beneficis, estratègies, possibilitats, competències, línies vermelles, codis, pautes, inversions estratègiques i coneixement, els hi convidem a seure a la taula. Hi ha molta gent (empreses, centres de recerca, patronats, institucions) que portem anys reflexionant-hi, mentre a fora, uns quants criden "Tourists, go home". 

La imatge és de Marije van der Berg 

13/08/2013 - Museos saturados. ¿Qué hacemos?


Cada verano nos asaltan las mismas noticias, y a veces pienso que son exactamente las mismas, con sus mismos becarios, sus mismos planos y sus mismos guiones. Y entre los clásicos caniculares, no puede fallar el tumulto de turistas. Este año le ha tocado a los museos, saturados de señores con chancletas y la epidermis como el lapiz de labios de mi tía abuela. Y si lo dice la televisión, entonces es verdad: Los museos se han llenado de turistas y en la calle Montcada de Barcelona no cabe ni un Falete más. 

Digo turistas, aunque sabemos que algunos de los que hacen cola pacientemente a la entrada del museo son locales ávidos de cultura. En el artículo de El Periódico, leí que entre los visitantes había dos aborígenes en paro que habían optado por un recurso imaginativo: Ya que no tienen dinero para irse de vacaciones, van a hacer el turista en su propia ciudad, y ahí estaban el domingo en la calle Montcada con su cámara, sus chancletas y su turística paciencia.

Que los turistas visiten museos debería ser una buena noticia. Aunque nadie ha demostrado jamás que a los asesinos en serie no les guste Caravaggio o Kandinsky, ver un cuadro es bastante más inocuo que el balconing o las despedidas de soltero. Si un millón de personas entran en un museo, son un millón de pequeños instantes culturales que gana la humanidad; y además mientras están allí no pueden ver Gran Hermano ni Supervivientes, que no es poca cosa. Todo este preámbulo se podría haber condensado en una frase: Que los museos sean visitados, me parece mejor que peor. Creo que no hay nada más absurdo que un museo vacío; bueno, tal vez sí: la programación de Telecinco. 

Pero ahora debemos formular el problema. Son demasiados. Hacer dos horas de cola para después ver fragmentos de cuadros tapados por las cabezas de nipones que fotografían las pinturas, mientras grupos que persiguen guías vociferantes te empujan como si fueran ñus atravesando el Serengueti es una forma moderna de tortura. Y no se dejen engañar por las encuestas: Nadie va a confesar que su visita al museo ha sido como una hora en el dentista, porque en los manuales del buen turista les advierten que ver un museo es lo mejor que les puede pasar en la vida. 

Creo que la museología turística (no existe, pero debería existir) tiene que encarar el problema e inventar soluciones. Al menos antes que una familia de la Bretaña quede sepultada bajo un grupo de turistas rusos que aún no conocen la dieta Dukan. En un improvisado brain storming, éstas serían algunas propuestas iniciales. ¿Cuáles son las suyas?.

Gestión horaria

Los gestores de espacios saben que los turistas se concentran en horas montaña y que desaparecen en las horas valle. Hay una cadencia horaria en la que todos caemos. No es que sean muchos (que lo son), sino que además usan los mismos horarios por lo que llenan los espacios a las mismas horas. Una primera solución de emergencia es fijar horarios y, por tanto, llenar los espacios valle con los turistas que sobran de las horas montaña. Esto se puede hacer de forma universal, como en la Alhambra de Granada, o solo por cupos, como en el Fast Pass de los parques Disney.

Puestos a jugar con los horarios, ¿por qué no estirar los tiempos de apertura?. Casi todos los grandes museos de Barcelona abren a las 10 (algunos a las 11) y cierran a las 20 horas. Incluso cierran un día a la semana (como el MACBA) o alguna tarde. El horario medio de apertura es de unas 60 horas semanales, de las 168 posibles. Tal vez no compense estirar por la mañana (o tal vez sí), pero estoy seguro que un museo que cerrase a las 22 horas estaría lleno por las noches. Si pasamos de 60 a 120 horas, duplicaremos el tiempo disponible, lo que equivaldría a dividir por dos el grado de congestión en un modelo de gestión horaria. La mitad del agobio puede ser la tranquilidad.

Gestión de nodos

En realidad, no todos los museos de la ciudad están abarrotados. No se cabe en la Miró, el Picasso, el MACBA o el Cosmocaixa; la cosa empieza a decaer en el MNAC. El resto se llevan las migajas. La Tàpies no alcanza los 80.000 visitantes anuales. Le pasa lo mismo a Madrid, a Londres, a París o a Nueva York. Los turistas van a unos pocos museos y visitan unos pocos monumentos. Siempre los mismos; por eso están llenos.

Las ciudades se deberían plantear como objetivo estratégico colocar en el imaginario turístico un museo secundario. No hace falta recomendar a los turistas que vayan a la Miró, porque toda la maquinaria turística (de las guías a las excursiones facultativas) está organizada para ponerla en valor  o el Picasso. En algunas ocasiones, se podría fomentar un cierto antimarqueting de los grandes museos y a favor de los pequeños, que trasladase una parte de los flujos masivos hacia nuevos nodos por descubrir. Las ciudades no deberían recomendar sus TopFive porque lo único que hacen es contribuir al colapso. Parece más sensato intentar ampliar ese Top con dos o tres nodos más. Cuanto mayor sea la oferta, más se distribuirán los flujos y, por tanto, menor será la presión sobre cada uno de los nodos. Mejor seis museos con medio millón de visitantes que tres con un millón. En el peor de los casos, conseguiremos que los turistas no vean dos museos de media, sino que visiten tres, pero me parece un efecto secundario asumible.

Nuevos espacios

Los museos clásicos no estaban diseñados para grandes masas, a diferencia de los campos de fútbol o los parques temáticos. Los edificios museísticos deben asumir su condición de continentes de masas de una vez. Eso exige replantearse muchas cosas, tantas que no podría resumirlas en el espacio de este párrafo. Centrémonos en dos ideas clave: La primera es que la congestión está relacionada con dos variables, que son el número de usuarios y la superficie. Si no podemos actuar sobre la primera, hagámoslo sobre la segunda y estiremos al máximo el espacio disponible. Los museos son demasiado pequeños y los espacios de acceso crean más cuellos de botella que en una cervecería.

Puestos a rediseñar, me imagino salas menos densas, con muchas menos obras por pared, mayores recursos audiovisuales (diez personas no pueden admirar a la vez la textura de una pincelada, pero un buen audiovisual puede mostrarla a varias docenas), itinerarios diversos (cortos, medios, largos), áreas de consulta, zonas de reposo... De los museos incómodos, fríos, densos y minúsculos a los museos ágora. confortables, cálidos, espaciosos y dinámicos.

Públicos diversos

No todos los usuarios de un museo son iguales. Algunos precisan de una dosis mínima de obras para satisfacer su curiosidad, lo que me parece legítimo y, en algunas ocasiones, totalmente razonable. Otros quieren sentir el hálito de lo extraordinario y saben que eso requiere paciencia y una cierta intimidad. Unos buscan un contacto rápido e intenso. Otros valoran la soledad y el tiempo. ¿Por qué ofrecemos a todos el mismo producto?.

Imaginen un museo con tres itinerarios, distribuidos como las capas de una cebolla. Para algunos, la capa exterior (sobrefrecuentada) es suficiente; allá se encuentran algunas de las obras más representativas y la información básica. En una segunda capa, más exclusiva, entramos a salas con menos visitantes, con más tiempo, menos densidad, más información. Podemos, incluso, imaginar una capa profunda, más erudita, con experiencias culturales casi únicas.

Es posible también combinar los recursos audiovisuales con las obras expuestas. Para algunos, los recursos explicativos de alta calidad ofrecen las claves necesarias para entender unas pocas obras. El museo es más una fuente de respuestas que una exposición de arte. Para otros, las obras son el principal argumento y no necesitan una fuente de información densa. Estas dos necesidades extremas nos permiten imaginar dos museos diferentes bajo el mismo techo, que genera dos experiencias opuestas, pero perfectamente compatibles.

Me imagino, por ejemplo, la sala solitaria, una sala expositiva en la que solo es posible acceder de uno en uno, por tiempo limitado (digamos, 15 minutos) y que puede producir instantes de extrema sensibilidad.

Locales

No hay museos sin un uso ciudadano. Que el Picasso reciba casi un 97% de visitantes internacionales quiere decir que los locales (y, por extensión, los catalanes) lo consideran un museo inaccesible. Curiosamente, la paciencia es una virtud que desarrollamos en los viajes y estamos dispuestos a esperar y compartir nuestra visita con centenares de miembros de nuestra especie. Cuando estamos en nuestra localidad, cinco minutos se nos hacen eternos. Pero eso, y por otras razones que sería largo explicar, los residentes no visitan tantos museos como los turistas.

La estrategia turística de un museo precisa, paradójicamente, una estrategia no-turística. Si el museo no forma parte de la identidad local, su condición de artefacto turístico lo debilita. El nuevo plan de gestión del Park Güell nos da alguna pista, con acceso gratuito para los aborígenes y previo pago para los forasteros. Puestos a pedir, ¿por qué no horas exclusivas para locales, como las iglesias que cierran sus puertas para el culto de los feligreses?.

Romper el museo

Hay una forma extrema de conseguir romper la congestión, que es romper la unidad del museo. Imaginen, por ejemplo, que convertimos el Picasso en tres museos Picasso, separados entre sí por un espacio lo más amplio posible. Imaginen un Picasso en el Born, otro en el Eixample y un tercero en Montjuïc. Con ello, conseguiré o bien disminuir la presión sobre el conjunto (aquellos que deciden ver solo un espacio no presionan sobre los otros dos) o bien espaciar la visita (para aquellos que acaban recorriendo el conjunto de los espacios). Me imagino incluso un vehículo que los lleva de museo en museo y que durante el trayecto les permite ampliar su información sobre la obra y el autor.

Dejo a un lado las posibilidades de la tecnología (la aplicación del Street Museum de Londres, por ejemplo), la disolución de las fronteras entre dentro y fuera del museo, los espectáculos que combinen artes escénicas y obras o las sesiones de aprendizaje. Es cierto. Algunos museos están muy por encima del umbral de ruido. Ha llegado el momento de repensar los museos y la gestión turística de las grandes ciudades. Y ustedes, ¿qué ideas proponen?.

  

22/06/2013 - Turismofòbics, turismofílics i barrets de mexicans


Hi ha temes en els que costa molt trobar el camí del mig. O ets del Barça o del Madrid. O Montesco o Capuleto. O t'agrada Tarantino o el detestes. Al turisme li passa el mateix. O plaga o manà. O apocalíptics o integrats. O turismofòbic o turismofílic. 

Intento trobat el camí del mig en un intens debat a la xarxa originat per un article de Miquel Puig i un dens intercanvi de tweets de Nicola Padovan, que acaba amb una opinió a l'Ara. Alguns de vostès ja saben que no és el primera vegada que escric sobre la turismofòbia. Recordo precisament haver criticat un article turismofòbic del mateix Puig. Poden trobar una síntesi del que penso sobre Barcelona al Barcelona Metròpoli. Però per estalviar temps, deixin-me que els hi proposi una tercera via aprofitant l'article d'en Padovan.

Turisme sí, turisme no

El debat turisme o no és un debat fals i, en certa manera, hipòcrita. Ho és perquè l'única opció legítima de no turisme és la que practicava Pessoa, que odiava tant el turisme que mai el practicava. De manera que si la humanitat, en el seu conjunt, accepta el principi del no turisme (i l'incorpora, per exemple, als Objectius del Mil·leni) i els habitants som conseqüents i ens quedem en el nostre lloc de residència pels dies dels dies, llavors ho entenc. Però és difícil entendre que algú que és turista defensi el no turisme. 

El 2012, els catalans vam fer 27 milions de viatges turístics, és a dir, uns quatre viatges turístics per català. Hem rebut uns 14 milions de turistes internacionals, és a dir, uns dos turistes per català. De manera que si els catalans estem cansats dels turistes, i volem que ens deixin de visitar, l'única via conseqüent és aturar-nos, i deixar d'anar a Cancún, a Nova York, al pueblo, a Cadaqués o a Singapur. De fet, aquest cap de setmana he patit 30 Kilòmetres de cua per anar de la feina a casa, una cua ocupada essencialment per residents de Barcelona, que es queixen de l'excés de turistes a Barcelona. No sé si es pot parlar del "problema" del turisme de Barcelona sense ampliar el zoom i guanyar en perspectiva.

I saben què?. Sóc dels qui pensa que una de les grans conquestes de la societat contemporània és la democratització del viatge. I jo, que he tingut la sort de veure com el sol es fonia al Machu Pichu, que he plorat en un museu d'Atenes, que m'he trobat amb mi mateix al Bryce Canyon, que he rigut en un restaurant de Bogotà, que he compartit un instant màgic amb el meu fill a Tòquio, que m'he sentit sol a Montreal, que he vist com hem canviava la vida al Moçambic... jo, que és quan viatjo que hi veig clar, no posaré mai una creueta en la casella del no turisme. 

Massa turistes, massa gent

L'inici de la discussió és un tweet de Pavodan, on denuncia que hi ha massa turistes a Barcelona. És cert això?. Mirem les dades: El 2012 a Barcelona es van registrar uns 15 milions de pernoctacions; a Londres, més de 100 milions. Em diran que Londres és més gran que Barcelona i tenen tota la raó. Imaginem, però, que un dia qualsevol un OVNI se situa sobre la ciutat de Barcelona i de forma aleatòria abdueix 100 persones que en aquell moment són a la capital catalana. Si els kriptonians analitzessin l'origen d'aquests usuaris de la ciutat, constatarien que 75 són residents, 8 són commutings, 3 són estudiants, 4 són excursionistes i només 2 són turistes. Hi ha més estudiants a Barcelona que turistes. Són molts?. No ho sé. Jutgin vostès. 

De fet, les fronteres entre turistes i no turistes no fan més que afeblir-se. Les ciutats no són o turístiques o no turístiques; són o atractives o no atractives. Les ciutats atractives generen, com és lògic, fluxos molt diversos: estudiants que escullen la ciutat on es fa el màster i no el màster que es fa a la ciutat; residents temporals que volen viure un temps en una ciutat que els aporta oportunitats; immigrants de baix poder adquisitiu que intenten recollir les engrunes de la fortuna; professionals liberals que volen crear una família en una ciutat potent culturalment; turistes que visiten la ciutat; residents d'altres ciutats veïnes que pasen unes hores a la metròpoli... 

Els turistes són a les ciutats com un element més d'un procés més ampli, que omple aquestes metròpolis (París, Madrid, Kuala Lumpur, Nova York, Moscou) de persones. No són residents que hi viuran pels segles del segles, sinó persones que tenen una vinculació intensa però efímera amb la ciutat. Per això, si entren en l'organisme de promoció de Londres (London&Partners), veuran que els turistes són només una part molt petita dels seus esforços d'atracció. 

La ciutat fingida dels turistes

És veritat que la ciutat dels turistes no és la ciutat real. Però és que cap ciutat no ho és. Els turistes han construït uns itineraris urbans que segueixen com un ritual, malgrat la seva percepció de llibertat. És cert que consumeixen un fragment de la ciutat i el prenen per un tot: els turistes que transiten per Barcelona en realitat només transiten per uns quants carrers de la ciutat. Però els barcelonins han creat també la seva geografia urbana particular, i si resseguim els seus passos, veurem un gran buit, espais ignorats pels mateixos residents. Totes les ciutats viscudes són necessàriament una minúscula part de la ciutat real, que en realitat no existeix. Ni tan sols és la suma dels fragments. 

Però la crítica contra la ciutat fingida té una segona variant. Alguns diuen que el turisme crea una realitat virtual, allunyada de la identitat de Barcelona; que ignora la veritable identitat de la ciutat i ha creat una versió light, senzilla, immediata i falsa. Però, quina és la identitat de Barcelona? I, encara més: qui és el cronista acreditat per desvetllar-la? L’antropòleg Delgado veu la “veritat” en el conflicte social i per això constata més vida fora del MACBA que a dins. Jo crec que la Barcelona dels okupes, dels locutoris i de les whiskeries no és necessàriament la ciutat real. Com tampoc no ho és la ciutat obrera, la ciutat burgesa o la ciutat dels estudiants. 

L’error essencial de la crítica contra el turisme és pensar que existeix una ciutat de veritat, real, al marge dels fluxos turístics. La identitat de la ciutat és en realitat una construcció social. I el turisme és un agent més (un agent important) en la construcció d’aquesta identitat. Com ho poden ser el cinema, la literatura, l’experiència personal o l’evocació. El turisme no és un agent contra la identitat de Barcelona, sinó que és un element més d’aquesta identitat. Primer, perquè contribueix a crear-la i difondre-la. I segon, perquè els turistes formen part del paisatge urbà: són una peça més de la realitat. Per això, quan Woody Allen filma una pel·lícula a Barcelona no amaga els turistes, sinó que els integra dins de la seva mirada, perquè no és possible imaginar la Barcelona contemporània sense turistes de la mateixa manera que no podem dibuixar la ciutat del tombant de segle sense les fàbriques més enllà de la Ciutadella.

La ciutat buida

“El turisme buida la ciutat de residents i la converteix en un espai museu, un parc temàtic per al consum turístic” escriu Delgado. Crec que hi ha atribució causal equivocada. Els centres històrics de la ciutat han estat durant el XIX i bona part del XX els receptacles de la misèria, els espais underground de les capitals europees, perquè la màquina urbana semblava més eficient en els nous espais urbans que en la vella ciutat abandonada. Mentre la ciutat creixia en els nous àmbits metropolitans, el centre esdevenia un espai urbà marginal i degradat. És conegut que des dels anys cinquanta, l’ordenació i planificació urbana europea s’ha centrat en la recuperació dels centres històrics, com una estratègia de millora integral de la ciutat i, en certa manera també, com una forma de recuperació de la identitat col·lectiva. 

Els efectes de la restauratio varien d’una ciutat a una altra i depenen de molts factors: el preu del sòl, les polítiques actives d’habitatge, la política comercial, la gestió de la vialitat, la ubicació del CBD o la localització dels centres administratius. Tanmateix, hi podem trobar un denominador comú: l’increment del preu de l’habitatge. Allò que ha substituït els residents no han estat els turistes, sinó uns nous residents. La desertització dels centres de moltes ciutats europees s’ha donat per un procés de gentrificació i no per un procés de turistificació. 

El Barri Gòtic no s’ha buidat per la presència de turistes, ni tampoc per la competència de sòl dels establiments turístics. La cartografia dels hotels de la ciutat de Barcelona demostra una notable dispersió. Contràriament a d’altres ciutats europees, Barcelona no ha creat un barri turístic on es localitzen la major part dels establiments hotelers. Els hotels formen part del paisatge urbà com els mercats, les immobiliàries o les franquícies de cafès. 

Podem interpretar la ciutat buida en un altre sentit: la ciutat turística en oposició a les altres ciutats possibles. D’acord amb aquesta interpretació, el turisme seria una mena de cranc americà que foragita totes les opcions vitals de la ciutat, com en una ruleta russa: o tot o res. Si la ciutat és turística, ja només li resta assumir la seva condició exhibicionista i foragitar la resta d’activitats econòmiques que ja no tenen cabuda. Excepte les fàbriques de barrets mexicans, és clar. En realitat, el turisme metropolità no és mai hegemònic, perquè la mirada turística es projecta precisament sobre la diversitat de les activitats de la ciutat i és incompatible amb el monocultiu turístic. Convé precisar, a més, que no existeix el turisme. Barcelona atreu molts turismes, amb intensitats i efectes molt diferents.

El camí del mig

El turisme a Barcelona és al mateix temps beneficiós i perjudicial. Podem lloar els seus beneficis (que, per cert, van molt més enllà dels estrictament econòmics) i defensar un indolent laissez faire o podem ensenyar només les cicatrius i les varius i optar per una mena d'anti-turisme radical. També podem traçar una camí intermedi, molt complicat, perquè és ple de contradiccions i matisos, que intenti reduir els impactes negatius i potenciar els efectes positius. Els hi proposo cinc mesures: la gestió de fluxos, la lògica dels barris, l'expansió extra muros, les identitats complexes i una regulació estricta sobre els equipaments i serveis turístics. En una altra ocasió, els hi explicaré amb més detall cadascuna d'aquestes mesures, però poden estirar el fil del Pla Estratègic de turisme de Barcelona, que ja apunta algunes claus útils.

Ja sé que les terceres vies no tenen adeptes en aquests temps de blancs i negres. Però a mi particularment no em convencen ni els apocalíptics turismofòbics ni els integrats turismofílics. Com tantes altres coses, la qüestió no és si el què (ni tan sol el per què) sinó el com.



12/06/2013 - Els paradissos quotidians



Fins i tot la més exòtica de les ciutats, aquella que resta amagada en els enfonyalls d'un vell mapa, és el paisatge habitual dels seus residents. Fins i tot el més llunyà dels paisatges, aquell que zigazaga les fronteres dels camins, és l'escenari quotidià dels seus habitants.

Aquest és, al capdavall, el destí del turisme: La col·lisió fortuïta, com un titanic front un iceberg, entre l'extraordinari i el quotidià. 

01/04/2013 - Los más visitados
Ya sabemos qué países lideran el Top Five turístico en 2011. A la espera del turnover de China, Francia mantiene el liderazgo, por delante de Estados Unidos, China, España e Italia. Per quizás no sepan que hay parques temáticos que reciben más turistas que todo Thailandia o una estación de esquí tantos como visitantes de Cuba. Veamos los lugares más visitados del planeta. Por cierto, ¿saben cuál es el país con menos visitantes del mundo?



Ciudades

Tal vez las estadísticas más controvertidas, porque las ciudades no tienen "entrada de acceso" y el número de visitantes solo se mide por medios indirectos. En este caso, consideramos los visitantes internacionales, que muestran el liderazgo asiático, donde se sitúan ocho de las diez principales ciudades. En España, la primera ciudad es Barcelona con 5,3 millones de visitantes internacionales, en la posición 20 del mundo.

Hong Kong. China. 21.830.000
Singapur. Singapur. 19.818.000
Londres. Gran Bretaña. 15.106.000
Kuala Lumpur. Malasia. 13.315.000
Macao. China. 12.925.000

Parques temáticos 

Los parques temáticos son los mayores contenedores de visitantes y pueden superar los 10 millones anuales. Disney es el principal gigante del sector y copa los cinco primeros lugares. En España, el principal parque es Port Aventura con 3,7 millones de visitantes, de los que un 30% son extranjeros. Fuente

Magic Kingdom. Walt Disney World. USA. 16.972.000
Disneyland. USA. 15.980.000
Tokyo Disneyland. Japón. 14.452.000
Tokyo Disney Sea. Japón. 12.663.000
Disneyland París. Francia. 10.500.000

Estaciones de esquí 

Las estaciones de esquí cuentan con muchas limitaciones. La más importante es una temporada muy corta, pero también influye la dificultad del acceso y la propia capacidad de carga del complejo. Los grandes dominios esquiables son la suma de estaciones unidas entre sí. Los Alpes son el principal centro turístico de nieve del planeta y allí se encuentran las cinco grandes estaciones. En España, la más importante es Baqueira Beret, que vendió el 2012 765.191 forfaits. Fuente

La Plagne. Francia. 2.600.000
SkiWelt Wider. Austria. 2.250.000
Les Arcs. Francia. 2.100.000
Courchevel. Francia. 1.950.000
Kitzbühel. Austria. 1.900.000

Museos

Después del boom de los grandes museos a principios de siglo, los principales complejos continúan registrando cifras impresionantes, que en algunos casos alteran de forma drástica la calidad de la visita. Teniendo en cuenta las dimensiones de los museos, son los espacios con mayor densidad de visitantes. En España, el más frecuentado es el Prado que ronda los tres millones. Fuente

Louvre. Francia. 8.500.000
Smithsonian del Espacio. USA. 8.300.000
Smithsonian de Historia Natural. USA. 6.800.000
British Museum. Gran Bretaña. 5.842.000
Metropolitan. USA. 5.216.000

Parques naturales

Los principales parques naturales son anglosajones, tanto ingleses como norteamericanos, aunque se nutren esencialmente de visitantes nacionales. En España, el parque más frecuentado es el del Teide, con unos 3,5 millones de visitantes. 

Lake District. Gran Bretaña. 15.800.000
Yorkshire Dales. 9.500.000
Great Smoky Mountains. USA. 9.280.000
Peak District. 8.400.000
Broads. Gran Bretaña. 7.200.000


13/09/2012 - Barcelona World (III)


Quantes vegades hem sentit allò de "La ciutat s'ha convertit en un parc temàtic"?. En un món en què totes les paraules es devaluen i es confonen, temàtic és un comodí que serveix per a descriure coses tan diverses com una rambla plena de turistes, un carrer ambientat o una habitació d'hotel amb un pòster de cinema. De fet, el DIEC no reconeix l'acepció de tema o temàtic en el sentit portaventurià. Per cert, he après que prendre de tema vol dir agafar tírria a algú, curiosament.

Què (carai) és un tema?

Salvador Anton ens recorda que un tema "és un argument que dóna contingut, estructura i dota de significat a tots els elements d'un producte o d'un espai". Un tema és, per tant, l'espacialització d'una fantasia, socialment construïda. Quan jo transito per un nus temàtic, tots els elements de l'espai (els edificis, el mobiliari urbà, l'oferta de serveis, els propis treballadors) col·laboren per a crear una ficció, de manera passejar pel Far West de Port Aventura sigui com passejar pel Far West. 

Aquests espais temàtics han de tenir una aparença integral similar al codi simbòlic que l'identifica. Un espai pirata tematitzat ha de reproduir els elements que l'imaginari col·lectiu assigna als pirates, i els vaixells han de portar la bandera amb calavera, encara que els historiadors neguin la veracitat d'aquest mite. Al mateix temps, però, els espais temàtics han de fer explícita la seva inautenticitat. Hi ha un joc entre visitants i gestors, en el que les dues parts assumeixen el caràcter teatral de l'experiència i ningu no s'escandalitza perquè els pirates siguin en realitat actors disfressats amb barba de pega. Un espai temàtic és un espai hiperreal, en el que el pastiche, el simulacre, és explícit.

Parcs temàtics

Anton ha identificat amb paciència els orígens dels parcs temàtics moderns, a partir dels jardins europeus, les exposicions universals, els parcs d'atraccions i el llenguatge del cinema. Els anys 40, abans de l'aparició de Disneyland, neixen els primers parcs ambientats en els contes infantils i Santa Claus. Però és evident que és el parc dedicat als personatges de Disney el que obre les portes a una nova categoria espacial: els parcs temàtics. El parc crea un món alternatiu, fragmentat en àmbits temàtics, que creen un relat a mesura que es transita per ells. És un com llibre, una història, que és desxifrada quan la recorrem. I, naturalment, el parc s'organitza a partir dels espectacles i de les atraccions.

L'ona expansiva dels parcs ha arribat a tot el planeta. Des del seu espai original, els Estats Units, els parcs han ocupat la costa asiàtica del Pacífic i, en menor mesura, el continent europeu. El Top Ten dels parcs (IAAPA) està presidit per Disneyworld i Disneyland, amb més de 15 milions de visitants, seguit de Tokyo Disney i Tokyo DisneySea, més Disneyland París i EPCOT, també a Disneyworld. Només sis parcs en el món superen els 10 milions de visitants. El 2011, Port Aventura no es troba entre els 25 primers parcs del món i a Europa, el superen els dos Disney de París, Europa Park, Efteling i Tivoli. Malgrat l'evident impacte del parc en el model turístic de la Costa Daurada, el parc és un bon parc en una constel·lació de parcs europeus.

Espais temàtics

Mentre els parcs ocupen nous espais al Sud d'Amèrica i especialment al litoral asiàtic, té lloc un procés molt rellevant, que és l'extensió del model més enllà dels límits dels parcs. Neixen espais temàtics, que són temàtics, però que no són parcs. I aquests nous experiments geogràfics són el resultat de tres processos molt diferents.

Els primers espais temàtics neixen a prop dels parcs, com una mena d'extensió recreativa dels recintes. Per a què m'entenguin, una mena d'aftersky. Per exemple, a l'Universal de Los Angeles es pot trobar el CityWalk, que és un corredor comercial, recreatiu i fins i tot, de negocis, al costat del gran parc temàtic. També al Disneyland París podem trobar el Disney Village, que és en recinte obert amb cinemes, espais comercials, restaurants, especialment pensats per als visitants allotjats als hotels del complex. Aquests entorns adosats als parcs mantenen la seva coherència temàtica i perlloguen l'experiència més enllà de l'horari del parc. Però a diferència dels parcs, no tenen atraccions (ni espectacles), l'accés és gratuït i l'oferta és molt més difosa: comercial, gastronòmica, lúdica...

Aquests complexos temàtics han assolit una autonomia pròpia i es poden localitzar en espais sense el veïnatge d'un parc. A Macau, el Fisherman's Wharf és un immens escenari que reprodueix geografies del món (de la Roma Imperial als carrers d'Amsterdam), en el que podem trobar sobretot botigues, però també restaurants, hotels, algunes atraccions (poques) i, naturalment, casinos. Jo diria que si volen tenir una imatge aproximada del model de Barcelona World, han de consultar el web del parc i sobretot els recomano que facin un vol virtual amb Google Earth. Una part de la meva tesi doctoral estava dedicada al West Edmonton Mall, un centre comercial que acull hotels, viatges submarins, carrers temàtics, parcs aquàtics, parcs d'atraccions i, naturalment, centenars de botigues i grans magatzems. El WEM és, al mateix temps, un espai temàtic i shopping mall. 

I, finalment, els espais temàtics han penetrat en geografies ja existents i les han reformat, creant una nova lògica temàtica. Per exemple, la fàbrica original de Kellogg's és un espai industrial reconvertit en un espai temàtic (no en un parc), en el que tots els elements de l'espai s'organitzen entorn de l'element temàtic de la història de la marca de cereals. En certa manera, el complex Fisherman's Wharf de San Francisco és un espai temàtic, perquè l'antic barri de pescadors és reconvertit en un centre comercial i recreatiu, basat en la iconografia de l'espai portuari californià. Puy de Fou és un recinte històric amb elements "autèntics", sobre el que s'ha superposat una matriu temàtica, que l'ha reconvertit en un centre turístic que segueix la lògica dels primers parcs.

L'espai de BW

Barcelona World serà un espai temàtic ad hoc, és a dir, creat des del no res. Pertany a la categoria de recintes propers als parcs, que recullen els fluxos principals fora de l'horari d'obertura i, lògicament, poden atreure nous fluxos amb ofertes més o menys atractives. Pel seu disseny, és molt probable que la idea original sigui molt similar (gosaria dir que està inspirada en) el Macau Fisherman's Warf. 

En el proper post d'aquesta sèrie, estudiarem els tres components essencials del model presentat (els MICE, l'oferta comercial i el joc), valorarem les potencialitats de cadascun d'aquests eixos i ens preguntarem què entenem per visitants en un complex temàtic. El darrer post, ja els anticipo, plantejarà una radiografia del fenòmen temàtic a escala internacional, que ens ajudarà a acabar de dimensionar el projecte de Barcelona World. Com sempre, els seus comentaris són molt benvinguts.



09/09/2012 - Barcelona World II


El més important d'un discurs polític és sempre el que no es diu. Hi ha una diferència essencial entre les notícies dels mitjans sobre Barcelona World i el comunicat del Govern, una paraula que ens ajuda a entendre el projecte amb una altra perspectiva. Aquí tenen, per exemple, la notícia explicada a TV3 i aquí a un diari imparcial, com ara La Vanguardia, i aquí tenen la nota de premsa del Govern. Tic, tac. Mentre proven de trobar el mot ocult, fem una travessia en el temps.

Models de parc

Som a principis dels anys 90 i Disney decideix finalment apostar pel continent europeu. Com saben, l'imperi del ratolí dubtà entre Catalunya i París. No era només una elecció geogràfica, sinó essencialment una elecció entre dos models: un parc d'oci metropolità o una concentració turística. El primer parc Disney d'Anaheim és, essencialment, un espai d'oci de proximitat al servei dels habitants de la seva àrea d'influència, que és Califòrnia. El mateix passa amb TokyoDisney, que funciona perquè està situat en una àrea metropolitana amb una massa crítica suficient. Per contra, DisneyWorld és una peça clau d'un conjunt de parcs, situats a Orlando, que no viuen del mercat de proximitat, sinó dels fluxos turístics. Simplificant, quan Disney ha de triar entre París i Catalunya està triant entre un Disneyland o un Disneyworld europeus.

Ja coneixem la història: Disney opta per París, que té vàries desenes de milions de visitants potencials en una isocrona de tres hores. Però l'experiència acumulada, permet al Govern català atreure la inversió de l'operador nord-americà Anheuser Busch i obrir les portes de Port Aventura. Per tant, el parc és el Pla B del projecte Disney d'un complex turístic, capaç d'atreure milions de visitants per la concentració de diversos parcs. Per això, la complexa operació urbanística aïlla més de 800 hectàrees, quan en realitat l'extensió del parc inicial a penes supera les 300. Hi ha una reserva de sòl àmplia, que té l'objectiu explícit d'allotjar dos nous parcs temàtics i crear una versió europea del model d'Orlando.

En realitat, Disneyland París va ser alguna cosa més que un model d'oci metropolità. Com explica molt bé el professor Anton, el parc situat lluny de París, a Marne-la-Vallée, crea una nova centralitat que atreu activitats econòmiques que no són estrictament turístiques. A prop del parc se situa el gran complex comercial Val d'Europe, centres residencials, un parc tecnològic o un centre universitari. És una curiosa paradoxa: Si el primer parc Disney és un centre d'oci atret per la densitat urbana, el parc de París crea nous centres urbans (residencials, productius) atrets per la densitat d'oci. 

El projecte del segon parc

La història de Port Aventura ha estat, des dels seus orígens, molt condicionada pel referent d'Orlando. La fase inicial del parc s'alimenta essencialment del públic de proximitat i, de fet, només un terç dels 3 milions llargs de visitants són estrangers. Port Aventura és un bon parc, però no té les dimensions suficients com per a esdevenir una atracció ad hoc, més enllà de la seva àrea d'influència immediata. Molt lluny de les xifres de Disney, Port Aventura competeix amb parcs de dimensions molt similars com Europa Park, Efteling, Tivoli i Liseberg. 

El disseny inicial de Busch era la creació d'un primer parc que servís com a àncora per a la ubicació de dos nous parcs més endavant. L'única oportunitat de superar el sostre dels quatre milions i saltar del model regional era la concentració de peces, capaces de crear una atractiu per se. Quan Busch abandona el projecte i entre Universal, s'obren les portes a la construcció d'un nou parc del cinema, la segona peça necessària del sistema temàtic. Universal testa la salut del parc durant varis anys i finalment desestima l'operació i abandona el projecte. L'entrada del hòlding Investindustrial frena les expectatives de creixement, ja que el grup inversor només té experiència en un modest parc italià Gardaland

La paraula absent

Després d'aquest llarg periple, podem recuperar l'interrogant inicial. Quina és la paraula que empren tots els mitjans i que el Govern evita pronunciar?. Efectivament, la paraula és parc. Barcelona World no són sis parcs temàtics. Seria absurd pensar que hom pot encabir sis parcs en el mateix espai que ocupa Port Aventura, de manera que en realitat són sis àrees temàtiques, i no sis parcs. Però Barcelona World tampoc és un parc amb sis àrees, perquè simplement no és cap parc.

Un parc d'atraccions és un espai temàtic que té diverses característiques, però la més important és que concentra atraccions i espectacles. Sense atraccions, no hi ha parc. Els parcs tenen també un model gestió centralitzat, una narració seqüenciada, una estructura declinada en temes i un sistema únic d'entrada POP (pay one price). La nota del Govern diu textualment "complexos turístics" i no parcs, que estaran format per "hotels, shopping centers, teatres, centres de convencions, casinos i àrees amb serveis i oficines", però no diu que hi haurà atraccions. Ni sis parcs, ni un parc. En realitat, és un espai tematitzat, format per sis àrees, que acolliran diverses activitats recreatives i serveis.

El cost d'oportunitat

Barcelona World és, essencialment, la renúncia al model Orlando i la fi del projecte turístic de Port Aventura, que mai més podrà ser un model de concentració d'oci. Port Aventura precisava de dos parcs més per a aspirar a trencar el sostre de vidre de la seva capacitat d'atracció. I la reserva de sòl en l'espai adjacent tenia, des dels seus orígens, aquesta inequívoca funció. Sense un nou parc, Port Aventura serà sempre un espai centrat en la captació del mercat de referència i dels turistes del litoral. Per aquests darrers, el parc és una motivació secundària, un atractiu complementari de les motivacions bàsiques. I com ens ensenyen les estadístiques de l'Observatori de la Costa Daurada, la seva incidència és relativa.

Barcelona World és un cas de manual del concepte econòmic de cost d'oportunitat. La suma de la necessitat de capitalització del principal accionista i la necessitat política d'un pla B al fracàs d'EuroVegas, han accelerat un mecanisme d'aprofitament d'un sòl estratègic, que es destinarà a uns usos diferents dels que s'havien previst. L'absència d'un operador especialitzat en parcs temàtics i el protagonisme d'un inversor específicament immobiliari estan motivades per la naturalesa de l'operació: La venda d'uns terrenys atractius, amb una imatge de marca valuosa, que es destinaran a uns usos difosos (casinos, hotels, centres comercials, centres de convencions...), basats en allò que hem anomenat nova centralitat. Malgrat que sembli el contrari, és una mala notícia per al parc i per al seu projecte originari.

En el tercer episodi d'aquesta sèrie, farem un viatge pels principals espais temàtics del planeta i intentarem imaginar, per analogia, els possibles efectes del projecte. Mentrestant, els aconsello que recullin la notable producció del professor Anton sobre aquest tema i, específicament, el seu magnífic llibre. I, si tenen interès, podem obrir el debat en els comentaris.


07/09/2012 - Barcelona World (I)


La partida d'escacs entre Barcelona i Madrid per EuroVegas ha acabat en taules. Adelson marxa a Madrid (sembla ser) i un consorci inversor aposta per una alternativa, que se situarà en la zona veïna a Port Aventura. De la mateixa manera que Port Aventura omplí el forat negre que deixà la ubicació de Dinsey a París, Barcelona World és la torna per la decisió d'ubicar el complex de Las Vegas a Madrid. I potser (només és una hipòtesi), la intuïció femenina de la Presidenta de la Comunitat de Madrid ha accelerat la presentació del projecte.

Durant les properes setmanes, els hi presentaré una sèrie de posts amb la intenció d'afavorir el debat sobre els efectes i les causes del projecte temàtic. Em basaré en la bibliografia extensa sobre el tema i, especialment, en els treballs del millor expert europeu en parcs temàtics, el professor de la URV i amic meu, Salvador Anton. Obro el foc amb una reflexió sobre el model d'innovació de Port Aventura i el paper de Barcelona World en aquesta estratègia. Em segueixen?.

Les versions de Port Aventura

Els grans parcs temàtics han esdevingut sight seens, és a dir, espais obligats per a la visita en el seu àmbit d'influència. Des dels seus inicis, Port Aventura va situar-se en l'imaginari català i també estatal, com una destinació a la que calia anar-hi. També va aconseguir, tot i que en mesor mesura, atreure l'atenció dels turistes de la Costa Daurada i del conjunt del litoral. Recordem que només un terç dels visitants del parc són estrangers, un percentatge molt inferior al que previa el Master Plan del Parc. El disseny operatiu del parc es va basar en una ràpida innovació del producte: Quan un visitant, passava una jornada en el parc, acomplia amb el desig de consum al mateix temps que perdia sentit la repetició. 

El Parc obre el 1992 i el 1997 inaugura la gran muntanya russa de fusta Stampida i la versió infantil Tomahawk. Tota la seva estratègia de comunicació es va centrar en aquesta nova atracció, que justificava el retorn dels visitants. Podríem dir que amb Stampida, Port Aventura crea la seva versió 1.1.  Ja saben que el 1998 va ser un any decissiu, per la substitució de l'operador Anheuser Busch pel Grup Universal i, atenció, una importantíssima injecció de capital per part de La Caixa, que esdevé el soci majoritari.

El 2000 el Parc obre el simulador Sea Odyssey, que és la versió 1.2; i el 2001, es crea una de les atraccions més notables del complex, el Temple del Foc, que és la versió 1.3. del Parc. Veuen la lògica?. L'obertura de noves atraccions permet fidelitzar clients que ja coneixen el parc, però que tenen sempre un factor de novetat que reforça la seva intenció de retorn. Com els automòbils, els programes informàtics o els smartphones, el parc assumí que la seva estratègia de posicionament depenia de la capacitat de renovació del producte.

El 2002 el parc salta dels límits estrictes del seu àmbit geogràfic i crea dos peces molt rellevants del complex. En primer lloc, construeix dos hotels, de manera que trenca amb el projecte inicial poc partidari de la inversió hotelera. I en segon lloc, crea un nou espai temàtic, una mena de gran parc aquàtic tematitzat. És important aquest canvi perquè no suposa una millora del parc clàssic, sinó la creació de nous espais fora del parc, amb entrada independent. En certa manera, el 2002 neix Port Aventura versió 2.0.

Durant tota la dècada, el Parc manté l'estratègia de la introducció de noves atraccions, com l'Hurakan Condor (2005) o el Furious Baco (2007). Són el 2.1. i el 2.2. del Parc, que manté la seva tendència de creixement i voreja els tres milions de visitants anuals. Abans, Universal Studios havia abandonat el projecte, que queda en mans de La Caixa. Més tard, s'hi afegirà el grup inversor italià InvestIndustrial, un holding que controla també el parc Gardaland, a banda d'empreses com Ducati, Recoletos (sí, el Marca) o Applus. I el 2009 passem a la versió 3.0, amb l'estratègia dels camps de golf i el centre de convencions. Les dues darreres operacions han estat Sesamo Aventura (2011) i el Shambhala (2012), que ha estat l'eix de l'estratègia de comunicació del parc aquesta temporada. 

Barcelona World, Port Aventura 4.0

Barcelona World és el resultat d'aquesta seqüència. Després dels complexos mecanismes d'expropiació i cessió, la superfície del complex es va situar en les 833 hectàrees, de les que encara que disponibles unes 500 hectàrees. Des del seu disseny inicial, el parc aspirava a l'ampliació de nous elements que permetessin, entre altres objectius, renovar el producte. Per això, Barcelona World és, en realitat, Port Aventura 4.0. Contràriament a les previsions, el nou projecte no és un nou parc temàtic, sinó un espai tematitzat, que s'aprofita de la imatge de marca de Port Aventura i, al mateix temps, el reforça. Però sobre la diferència (no només nominal, sinó també funcional) entre parc temàtic i espai temàtic en parlarem en el segon post.

Voldria acabar amb dues reflexions sobre el model de creixement del parc. En primer lloc, la forta ocupació de sòl del nou projecte ens ajuda a imaginar la fi física del creixement expansiu del parc. Què passarà quan ja no hi hagi espai material per a les futures versions de Port Aventura?. On farem el Parc 6.0 o el 7.0 quan s'esgoti la reserva de sòl prevista per a l'expansió del complex?. El segon interrogant és si Barcelona World crearà les condicions necessàries per a canviar d'escala i convertir el parc en un veritable motor turístic. En altres paraules, podrà Barcelona World reconvertir el model Disneyland Anaheim actual en el model Disneyworld?. 



12/08/2012 - L'Ara s'apunta a la turismofòbia
Source: biber.co via José on Pinterest


La turismofòbia cotitza fort a la borsa dels diaris catalans. Si La Vanguardia manté una llarga tradició d'escrits obertament turismofòbics, el diari Ara inicia la seva trajectòria amb un article que condensa tots els tristos tòpics anti-turístics. Per això, els hi proposo una anàlisi extensa de l'argumentari, perquè és en realitat una forma de combatre el creixent runrun antiturístic.

Catalunya va ser un país industrial i està esdevenint un país turístic. Crec que és un procés lamentable que faríem bé de redreçar.

En Miquel Puig, l'autor de l'article, comença fort. "El turisme és una calamitat", ens vol demostrar, com tants altres intelectuals del país, que curiosament no deixen de fer turisme que arriben les vacances. Veiem que ens diu.

Les dades: el primer destí turístic del món és França, el segon europeu és Espanya. Reben uns 116 visitants estrangers per cada 100 habitants. El tercer destí europeu és Itàlia, on la xifra ja cau a 72. A Catalunya és 182.

Comencen els problemes. L'autor confon, d'entrada, visitants amb turistes; en realitat, un turista és un visitant que pernocta. Catalunya rep uns 15 milions de turistes internacionals, i gairebé 28 milions de visitants. En segon lloc, cap de les dades que ens proporciona són correctes: França tindria una proporció de 125, Espanya de 121, Itàlia de 76 i Catalunya superior a 202. Hi ha un tercer problema i és que l'autor només ens parla del turisme internacional, que és una part molt petita dels fluxos turístics efectius.

Deixant de banda aquests errors, cal dir que la proporció de visitants respecte de la població és una dada que no s'empra en els estudis turístics i que a escala nacional té un valor explicatiu nul. Potser l'autor ens intenta dir que hi ha dos turistes per cada català, una mena d'asfíxia pels foranis. En realitat, per cada 100 persones que ocupen el territori català un dia qualsevol només una és turista; les altres 99 no ho són. És això una "congestió turística"?. Crec que no. I vostès?.

Segons l'OCDE, el país membre on el turisme té un pes més gran en l'estructura productiva és Espanya, on representa un 10,7%, enfront del 3,7% de França o el 4,8% d'Itàlia.

És una pena que l'autor empri una font tan poc solvent com l'OECD Tourism Trends and Policies. Seria més convenient que revisés les estadístiques oficials de cada país i, especialment, que es fixés en la dada que recomana emprar l'OMT, que és el compte satèl·lit. La darrera dada de la que disposem, la de 2010, ens diu que el turisme representa un 10,2% del PIB espanyol. En tot cas, no veig clar el problema: Tenim un sector turístic molt potent, però estem molt lluny de la situació de dependència turística d'altres indrets com les Illes Balears o Canàries. Un 10% no em sembla alarmant. I a vostès?.

A Catalunya el pes és similar a l'espanyol (10,9%).

Tots sabem que la dada del pes relatiu del turisme en el PIB català és una dada ficció, una invenció estadística.

Pel que fa a la indústria, el seu pes relatiu està caient: era el 25% del PIB l'any 2000 i ara és el 18%. No es tracta d'un procés de desindustrialització inevitable que afecti tot Europa o d'un efecte estadístic: les mateixes xifres per a Alemanya són 25% i 24%, respectivament

Aquí tenim una flagrant contradicció de l'article. El pes del turisme en el PIB espanyol era del 11,5% el 2000 i del 10,3% el 2010, de manera que la pèrdua de pes relatiu de la indústria ha coincidit amb un procés similar en el turisme. Que és el contrari del que argumenta l'autor.

Tot i així, la manufactura encara ens és molt més important que el turisme: ocupa 425.000 afiliats a la Seguretat Social (contra 223.000)i, sobretot, aporta la major part dels 62.400 milions d'euros que Catalunya exporta en béns i serveis, enfront dels 9.900 que ingressa el turisme extracatalà.

Continua aquest absurd conflicte turisme - indústria, en una mena de competició numèrica (per cert, novament amb dades equivocades). La realitat és una altra: Prenem, per exemple, els resultats de la darrera taula input - output del turisme català. La despesa dels turistes va tenir uns efectes directes i induïts sobre l'economia catalana d'uns 11.000 milions d'euros. D'aquests, la restauració i l'hostaleria només representen un terç. La resta es distribueixen entre el comerç, el transport, els serveis i el sector industrial. Alguns subsectors en surten especialment implicats, com l'agroalimentari, la confecció, les indústries càrnies, l'elaboració de begudes...

El que demostra el compte satèl·lit és que el sector turístic no és l'alternativa, l'oposat, al sector industrial, sinó que és un factor de dinamització de l'estructura productiva del país. Carregar contra el turisme és una forma indirecta de carregar contra el sistema industrial.

L'atractiu polític del turisme és que es tracta del sector que més ocupació està creant. Per què, doncs, crec lamentable la hipertròfia del turisme? Perquè es tracta d'un sector que crea poca riquesa (abans se'n deia "valor afegit")

Crea poca riquesa?. Sense tenir en compte el turisme interior, el sector turístic té uns efectes anuals d'uns 11.000 milions d'euros sobre l'economia catalana. No em sembla una xifra menyspreable.

i perquè crea, sobretot, llocs de treball per a immigrants.

Aquest és un punt central de l'argument turismofòbic: Crea llocs de treballs per a immigrants. Quina desgràcia, oi?. Immigrants.

Aquests mesos hem tingut coneixement que Alemanya captava enginyers estrangers, és a dir, immigrants. De manera que la poderosa indústria alemanya crea llocs de treballs per a immigrants, sense que aparentment això generi un coflicte a Ca La Merkel. Ara fa uns dies, el Conseller Mena recomanava els joves catalans que anessin a treballar (com a immigrants, oi?) a Londres per aprendre l'anglès. En canvi, a casa nostra sembla ser que és una catàstrofe que treballin els immigrants.

En tot cas, l'autor hauria de saber que tenim més de cinc milions d'aturats i que durant la propera dècada   el que faren serà exportar mà d'obra. Vagi com vagi el sector turístic català i espanyol, durant la propera dècada el nostre saldo migratori serà clarament negatiu. Per cert, els meus estudiants de turisme (altament formats) se'n van a treballar a les noves destinacions turístiques que estan innovant mentre aquí ens perdem en debats absurds.

El desenvolupament tecnològic està vinculat a la indústria, i els països líders són els països que segueixen sent industrials. Si es volen xifres, del mateix estudi de l'OCDE se'n pot deduir que la productivitat al turisme és un 15% inferior a la mitjana. Com que és un sector molt poc exigent pel que fa a qualificacions laborals, els immigrants hi tenen una presència més forta: a Catalunya, més del 30% dels afiliats a la seguretat social del sector ho són, enfront del 12% de mitjana en el conjunt de sectors, i del 9% en el de la manufactura. És cert que el sector turístic és el que crea més llocs de treball, però no els crea necessàriament per als nostres fills.

Aquí tenim una enorme acumulació de tòpics, que acaben amb aquesta frase final tan lamentable. Anem a pams.

1. Mirem les primeres destinacions urbanes del món: Londres, París, Singapur, Nova York, Hong Kong... Una de les regions amb major atracció mundial és Califòrnia, el bressol de Disneylàndia, però també la seu de l'UCLA o de Silicon Valley. És exactament el contrari del que diu l'autor. Les nacions líders són alhora centres de coneixement, productors industrials i grans atractors turístics. La dicotomia "O turisme o indústria" és un absurd que ens hem inventat recentment a Catalunya. Els líders són alhora industrials i turístics.

2. Tenim un segon problema, que és (com tantes vegades) de caràcter estadístic. La classificació nacional d'activitats econòmiques (CNAE) considera com a turisme els epígrafs 55 (allotjament) i 56 (serveis de menjars i begudes). D'aquesta manera, el bar Pepe de la cantonada o el puticlub Manoli de la comarcal a Villaabajo són estadísticament, turístiques. I, en canvi, moltes de les activitats essencialment turístiques (la gestió d'esdeveniments, la informació, la intermediació, les TIC, el transport...) no hi consten en aquests epígrafs.

3. En realitat, no existeix "el sector turístic". Hi ha activitats turístiques amb un nivell d'innovació elevadíssim i altres que poden funcionar sense un endoll. És com el sector industrial: un petit taller i una gran multinacional comparteixen categoria, però no tenen res en comú. Parlar del turisme en abstracte és tan genèric com parlar dels africans. Convé recordar, però, que som líders mundials en MICE, un pol d'innovació en el sector hoteler de gama alta, referència internacional en gestió de turisme urbà, centre d'innovació tecnològica en TIC turisme (especialment sobre mòbil), exportador en models de transport turístic, gestors d'informació...

4. He tingut l'oportunitat de viatjar molt. Moltíssim. I de conèixer amb un cert detall els perfils professionals del turisme en molts països. I en tots els casos, la conclusió és sempre la mateixa: La mobilitat dels treballadors és molt elevada. L'especialització, la xarxa de cadenes transnacionals, el factor idioma i la carrera professional expliquen que molts recepcionistes, guies, informadors, agsnts de viatges siguin foranis. Forani no és sinònim de desgràcia, ni d'apocalipsi.

5.  Reitero que l'OCDE és una pèssima font, però admetem aquest 30% d'immigrants. I pensem que això és un problema, que és un gran exercici d'imaginació. Què fem amb l'altre 70%?. L'enviem a l'atur?. Jo mateix m'he pogut pagar els estudis perquè he tingut la sort de treballar en el sector turístic durant molts estius. Per què ara decidim que això és catastròfic?.

(...)
És absurd protegir un sector perquè és el que resisteix millor la crisi, perquè la conseqüència és que la càrrega s'ha de posar sobre un altre que la suporta pitjor

Protegir?. El sector turístic català (i l'espanyol) han tingut una protecció nul·la. No el compararé amb el sector agrícola, ni el ramader o el pesquer, que subsisteixen per la intervenció directa de l'administració europea. Parlem del sector industrial, com ara l'automòbil. Quant ha invertit directament i indirecta l'administració pública en aquest subsector?. O el subsector agroalimentari. O l'energètic. Quin és el pes, per exemple, de les polítiques d'ACC10 en el sector turístic?. Comparem el pressupost públic en turisme amb el de la indústria?.

Argumentar que no cal intervenir en un sector que resisteix bé la crisi, sinó en els sectors que ho passen més malament té un fàcil contraargument: Si no invertim en els sector tractors de l'economia, no disposarem dels recursos necessaris per a recolzar els sectors més castigats per la crisi. De fet, cap dels extrems té sentit. Sembla lògic que prenem les accions públiques que ens permetin optimitzar els recursos i protegir un model diversificat, garantint la supervivència dels sectors estratègics.

És absurd incentivar el sector econòmic que ja té més creixement en comptes d'incentivar el que crea més riquesa.

El que és absurd és parlar de la indústria de forma global. No es tracta d'escollir entre turisme o indústria, sinó recolzar aquells subsectors industrials i turístics (i financeres, de serveis, agrícoles...) que tinguin més capacitat d'esdevenir tractors econòmics. I si tenen un efecte induït sobre altres subsectors, amb més motiu.

És absurd protegir un sector perquè crea ocupació sense plantejar-se quins llocs de treball està creant. Precisament perquè tenim molts aturats, és absurd apostar pel sector que -amb la construcció- sabem que més proporció d'immigrants atreu.

És ridícul aquest patriotisme laboral, inèdit en els països pròspers en els que ens volem emmirallar. En tot cas, reitero que faci el que faci el sector turístic català, no tornarem a atreure immigrants en els propers anys, sinó tot el contrari. El que ens ha de preocupar no és quanta gent ens vindrà de fora, sinó quanta gent ens marxarà a fora. I el turisme pot ajudar (també, no únicament) a aturar aquesta pèrdua de capital humà. Sempre i quan no ens perdem en debats ridículs i aparquem, ni que sigui per un temps, aquesta folla turismofòbia, practicada per turistes en la intimitat.


09/07/2012 - Cinc preguntes


El Museu Thyssen de Sant Feliu de Guíxols era una peça estratègica en la renovació del model de la Costa Brava. El Govern ha decidit que el Museu s'instal·li a Barcelona, on quedarà diluït entre desenes de museus. Tinc cinc preguntes: 

 1. Quin projecte de país tenim?. Apostem només per Barcelona o tenim una visió territorial? 

 2. Si el museu més visitat de Catalunya és a Figueres, no té sentit crear un museu internacional al Baix Empordà? 

 3. Quin projecte turístic de país tenim?. I quin lloc tenen els museus en aquest projecte? 

 4. Si no apostem per l'alternativa cultural, amb centres potents de rang internacional, quina és la proposta de renovació de la Costa Brava?. 

 5. La Costa Daurada ha gaudit de l'efecte Port Aventura, basat en una inversió pública milionària. Barcelona acollirà el complex Eurovegas, basat en una inversió pública milionària. Quina és l'aposta pública per la Costa Brava?. 

 Com a ganxó, com a gironí, com a persona vinculada al sector turístic de la Costa Brava, avui és un dia de dol. En tot cas, no us perdeu l'Espai Thyssen, un cau d'art i de llum en el centre de la costa gironina. 

05/06/2012 - Infieles

Se acaban. Todos hemos conocido esos turistas obstinados, que vuelven año tras año al mismo hotel, casi a la misma habitación, a la misma mesa del mismo restaurante. Son esos turistas a los que les encanta que les reconozcan por la calle, que aprecian el deja vu y que antes de volver a casa ya reservan la estancia del año siguiente. Pues bien, esos turistas se acaban. Y llegan los infieles.

Ésta es una de las muchas conclusiones que se pueden extraer del estudio Lookinside. De hecho, en todos los estudios sobre nuevos hábitos de compra, una de las conclusiones más recurrentes es ésta: La facilidad con la que los consumidores cambian de colonia, de café, de compañía telefónica, de restaurante o de destino turístico. Acostumbrados como estábamos a una demanda cautiva, la infidelidad siempre es vista como un drama. Pero, como siempre, estos cambios abren las puertas a nuevas oportunidades. Veamos.

A río revuelto...

Empezamos por lo más obvio. Es verdad que en un contexto de infidelidad de marca, bajará la cuota de visitantes recurrentes: Habrá menos turistas repetidores. Pero eso también ocurrirá con los destinos competidores. No es una mala noticia. Ahora hay muchos más turistas potenciales, que antes repetían año tras año en los hoteles o las playas de la competencia. Nuestros clientes ya no son nuestros, pero tal vez los suyos pueden serlo.

Hoy por ti

En un nuevo contexto de turistas neófilos, esto es, amantes de lo nuevo y del cambio, la competencia puede ser una buena prescriptora. Parece absurdo proponer que tu competidor pase a ser tu vendedor, y tal vez lo sea, pero planteémonos esto: Un turista pasa tres noches fantásticas en un hotel. Cuando se van, en la factura, les recomendamos cuatro hoteles diferentes. Lo hacemos porque sabemos que esos turistas seguramente no volverán, pero quizás aceptarán un consejo. Por supuesto, esta estrategia requiere reciprocidad y esperamos que nos devuelvan el favor. Esta estrategia puede ser válida incluso para los destinos: ¿Se imaginan la Costa Brava recomendando Menorca?.

Vuelve aquí... por primera vez

Hay otra forma de conseguir un neófilo repita su visita: Que vuelva a un lugar que es nuevo. Cuando una empresa o un destino cambia, entonces podemos pedir a esos clientes amantes de la novedad que testen algo inédito. Es cierto: Cambiar es caro y costoso. Pero no siempre hay que invertir en decoración, diseño de producto o nuevos servicios. A veces basta con crear una historia, romper los hábitos o ver las cosas desde otra perspectiva. Cuando el Museo Dalí empezó a ofrecer las visitas nocturnas, se llenó de visitantes que conocían el museo  (que no teníamos demasiadas ganas de volver) y que descubrían "otro" museo.

Cambiar es una actitud. Renovar algunos muebles, cambiar la orientación de las piezas, descubrir nuevos decorados, divertir y sorprender en el trato con los clientes, esconder, combinar... Tal vez la mejor forma de afrontar la neofilia es combatir el deja vu.

Remember when

Como comentamos en otro post, algunos destinos pueden ser espacios rosebuds, es decir instantes en los que fuimos felices. Si repasan el célebre anuncio de Damm en Formentera (que también comentamos aquí), verán que el protagonista no sólo pasa unas vacaciones inolvidables en la isla, sino que decide volver porque ése fue su espacio rosebud, su fragmento de felicidad. Gestionar no sólo los destinos, sino las relaciones y los recuerdos, permite volver. Es un poco como la magdalena de Proust. ¿Se imaginan, por ejemplo, reunir de nuevo a un grupo de turistas que se conocieron en una excursión hace diez años?.

Los cambios son más difíciles de manejar. Pero en esta lenta mutación de turistas recurrentes a turistas infieles, no solo existen problemas de gestión. También hay nuevas oportunidades, que exigirán lo mejor de nosotros mismos. Como dijo Trueba, sé infiel, y no mires con quién.

Publicado en clan-destinos

22/05/2012 - Me gustaría

"Me gustaría estar en el campo para que me pudiera gustar estar en la ciudad. Me gusta, sin eso, estar en la ciudad aunque con eso mi gusto seria dos"

Pessoa

08/03/2012 - Viva Las Vegas (I IV)

El darrer post de la sèrie Las Vegas arriba una mica tard, quan segurament tot el que s'havia de dir sobre aquest espai ja ha estat dit. Tot i que encara no sabem el desenllaç de l'operació, a tots plegats ens sona a un tema caduc, un anacronisme engolit per l'efimeralitat del present.

S'ha escrit molt sobre Las Vegas i, en general, amb molt poca fortuna. Duran i Lleida escriu un post amb interrogants i dubtes, que són una mica la síntesi dels dubtes calvinistes del capitalisme: Diner o ètica?. Llocs de treball a canvi de més joc i més prostitució?. És el capitalisme l'eina del pecat?. Ara bé, el que s'ha cobert de glòria és en Carles Martí, que ens ofereix un catàleg de tòpics fàcils. Diu en Martí que el projecte és una còpia (també el front portuari de Barcelona és un clon del de Baltimore), que s'oposa al model de ciutat compacta (també la SEAT, el Parc Agrícola del Llobregat i el 22@), que és de "mala qualitat" i, atenció, que perpetua el model basat en l'especulació turística. Que algú que aspira a governar la ciutat de Barcelona s'apunti a la turismofòbia és com si el president de la Diputació de Jaen amanís un tomàquet amb oli de girasol. O com si l'alcalde de Barcelona critiqués l'Espanyol.

Tancarem la sèrie amb l'element més controvertit de la proposta: Les exempcions de l'Eurovegas. És difícil concretar massa perquè no sabem res de les intencions reals dels promotors, més enllà de llegendes urbanes, rumors i falses filtracions. El que és absurd, delirant, és que algú es cregui que el govern pot crear una "ill laboral" a Catalunya. Això no només no pot ser, sinó que a més és impossible. I és increïble el temps que s'ha perdut criticant un escenari impossible. Sabem el que no pot ser, però és una mica més difícil saber el que pot ser. Fem una mica de prospecció.

Zones turístiques

És molt freqüent que alguns espais amb capacitat de creixement turístic creïn zones turístiques. És evident que aquestes "zones turístiques" tenen una normativa específica, que les diferencia de la legislació dels espais veïns. Al nord d'Àfrica han proliferat les zones turístiques, que normalment estan regulades per un Plan d'Amenagement Touristique (PAT), amb unes condicions especials: urbanització per part de l'Estat, infrastructures d'aigua, gas o electricitat, accés directe a la platja, planificació turística específica (que exclou sovint els usos residencials)... El creixement turístic de Tunísia s'explica per la creació d'espai turístics promoguts per l'Estat i oferts a les cadenes internacionals per a la seva explotació. També en determinats espais del Carib o del sudest asiàtic, s'han creat zones turístiques preferents, amb unes condicions preferencials per tal de captar capitals internacionals.

Hem de dir, però, que la condició de "zona turística" no es limita als països perifèrics. Per exemple, a França ha existit històricament el concepte de municipi turístic. La darrera versió, el Code du Tourisme de 2006, preveu que els municipis turístics puguin gestionar una taxa turística específica, els hi permet diverses exempcions fiscals i els autoritza a obrir els diumenges i festius, si ho consideren oportú. A l'Estat espanyol, la major part de les lleis autonòmiques de turisme preveuen la figura de "municipi turístic", tot i que els beneficis efectius són molt poc precisos i sovint, simplement inexistents. Per exemple, si ens mirem la legislació vigent sobre municipi turístic a Catalunya, la major part dels municipis podrien sol·licitar aquesta condició. La llei d'horaris comercials de Catalunya preveu que els municipis turístics puguin crear una "illa horària", amb una regulació pròpia. 

Dúmping legal

Les ciutats del joc van néixer perquè van aprofitar-se del dúmping legal. L'autonomia local nordamericana permet que siguin les administracions locals les que regulin el joc i, en una societat d'arrel calvinista això vol dir una oposició gairebé universal. Les ciutats que opten per liberalitzar el joc concentren tota l'oferta de joc, que en un context de liberalització estaria molt més escampat. Reno, Las Vegas o Atlantic City aprovaren el joc com una via de recuperació econòmica i atracció de capitals, amb una gran controvèrsia interna. De vegades, el dúmping legal s'ampliava amb altres "ofertes", com en un pack (legislació sobre menors, divorci, alcohol...).

El promotor d'Eurovegas vol crear també una illa legal a l'Àrea Metropolitana de Barcelona. No hem de dedicar ni un minut a la llei d'estrangeria o a la llei del mercat laboral, perquè és evident que no es pot fer una normativa ad hoc per un projecte concret. El que sí s'ha de canviar és la llei de Jocs i apostes de Catalunya, perquè se sustenta en el joc responsable i en les bones pràctiques, principis totalment allunyats del model de Las Vegas. Certament. Però si hem de posar sobre la taula totes les cartes, podríem parlar també de l'escampada de màquines escurabutxaques per tot el país, que ha permès la fortuna d'empreses catalanes que també aposten pel negoci dels casinos. El que vull dir és que si ens llegim la llei actual fil per randa, i l'apliquem de forma literal, no tenim magatzems per a situar totes les màquines, bingos i similars. En segon lloc, s'hauria de revisar la llei del tabac, per a permetre que es fumi en aquests locals, tot i que és probable que les modificacions legislatives s'anticipin. I en tercer lloc, caldria revisar la normativa relacionada amb els horaris dels establiments perquè, com ja saben, el model de Las Vegas és una ciutat 24 hores. 

Com s'ha comentat en diversos fòrums, els ajustos normatius ad hoc generen agravis comparatius i una sensació d'impunitat que obre les portes a tota mena de demandes. Tenen raó alguns casinos, com el de Lloret, quan reclama que els privilegis d'EuroVegas s'haurien d'aplicar al conjunt del territori. També haurien de recordar que el casino de Lloret existeix perquè es va fer una adequació normativa ad hoc, perquè la legislació només permetia un casino a cada demarcació. Aquest és el problema d'obrir les rescloses de la llei. Si fem una excepció, ja no tenim autoritat per deixar-les de fer. 

Adequació urbanística

Finalment, el projecte d'EuroVegas reclama una adequació urbanística d'alta intensitat. Això obre les portes a un debat interessant sobre el valor de la planificació i els seus límits. Sense una modificació intensiva de la normativa urbanística, no hauria estat possible la Vila Olímpica de Barcelona, el complex temàtic de Port Aventura, el centre comercial La Roca Village, els resorts Vilar Rural o algunes estacions d'esquí. En el cas de Port Aventura, Salvador Anton ha estudiat amb detall la complexa reorganització urbanística de l'àrea implicada, amb una segregació municipal inclosa. El debat no és fàcil. Si la normativa pot modificar-se per a acollir un gran projecte, per què no ho pot fer per a resoldre les necessitats específiques dels seus usuaris?. En quin moment acceptem que la normativa urbanística i territorial vigent deixa de ser un criteri d'ocupació del sòl i el substituïm per les necessitats d'una empresa o una altra?. Sovint, massa sovint, la nova planificació inclou un aprofitament urbanístic que ajuda a quadrar els comptes del complex.

És cert que Sheldon Adelson, el promotor d'EuroVegas, juga una partida de pòker i força l'administració. No és fàcil saber què és farol i què és un pòker d'asos en una aquesta llarga partida. De ben segur que reclama una normativa específica, que inclou un aprofitament urbanístic de zones no urbanitzables, que exigeix una nova versió de la llei de jocs i apostes, una excepció sobre el tabac i els horaris comercials. Són demandes inferiors a les que va posar sobre la taula a Macau o a Singapur. En el primer cas, el govern va acceptar totes les condicions que imposà el milionari nordamericà, mentre que a Singapur l'administració va negociar una normativa molt més estricta. Contra el vici de demanar, hi ha la virtut de denegar. 



26/02/2012 - Viva Las Vegas III


Quan un guionista pensa en una pel·lícula d'agents secrets, sap que tard o d'hora el protagonista arribarà a un casino. Normalment juguen a cartes, i l'agent vestit amb smòquing té una escala de color que guanya el pòker del dolent gras, acompanyat d'una dona que acabarà compartint llit amb l'agent. Els casinos de les pel·lícules d'espies són elegants i distingits, molt lluny de l'escenari urbà de Leaving Las Vegas, on Nicolas Cage decideix passar els darrers dies d'una vida sense sentit. Són les dues cares d'una realitat complexa. Avui parlarem de casinos, de turistes i de turistes als casinos.

Casinos elitistes

Els casinos han estat units a la biografia del turisme, des dels seus orígens. Per això, quan es creen les primeres ciutats turístiques i, per tant, els primers artefactes turístics, hi podem identificar sempre un casino. El turisme ha contribuït a l'aparició de peces arquitectòniques i urbanístiques com els passejos, els piers, els pavellons, els hotels i, també, els grans casinos. Si ens situem a finals del XIX i principis del XX, amb l'aparició del turisme modern, podem ubicar un casino a les principals destinacions de l'època: el Gran Casino de Baden-Baden, l'imponent Casino de Montecarlo, el sobrecarregat Casino de Donostia (avui Ajuntament), el Casino de Biarritz... 

Els casinos clássics actuen com a anchors (àncores) d'altres ofertes turístiques, d'hotels i sales de festes, de passejos i festes, que acaben essent el veritable factor d'atracció de visitants. Els primers casinos són una mena de certificat de garantia que valida a la burgesia de principis del segle XX que la ciutat que l'acull és un espai d'oci. Això no vol dir que els primers turistes no apostessin fortunes en les taules distingides del casino, sinó que les primeres experiències turístiques eren alguna cosa més que una partida infinita de bridge. Una altra de les raons fonamentals per les quals la burgesia de principis de segle, i el que queda de l'aristocràcia europea, visita aquestes ciutats de l'oci és perquè allà només hi trobarà persones de la seva classe social. Per això és tan important el passeig: Els turistes volen veure i sobretot ser vistos.

Casinos populars

A partir dels anys 50, les classes mitjanes s'incorporen a l'aventura turística i ocupen els espais que havien estat destinats als més adinerats: les platges i les costes, les estacions d'esquí, els balnearis i, també, els casinos. És cert que hi havia antecedents notables, com els casinos flotants que passejaven pel Mississippi des de finals del XIX o els primers casinos de la costa oest americana, allà on la legalització del joc obria les portes a inversions i gàngsters a parts iguals. Però és amb la irrupció d'un nou turisme, adreçat ara a les noves classes mitjanes, que la biografia dels casinos pren un nou rumb. I com la història sempre juga amb els daus de l'atzar, el desembarcament d'uns militars a la costa est de Cuba, acceleraria aquesta transformació.

La caiguda del règim de Batista afavorí l'aparició de projectes de ciutats del joc als Estats Units. Reno obrí el foc amb la legalització del joc i del divorci el 1931, però acabarà essent eclipsat per l'ombra allargada de Las Vegas, que havia legalitzat el joc el mateix any. A partir dels 50, s'inicia la construcció dels primers casinos moderns, orientats a un consum massiu, i que han marcat la pauta estètica i organitzativa dels casinos contemporanis: una coberta de llum, uns immensos rètols titil·lants, un interior fosc i laberíntic (amb la inevitable moqueta), sobredosi de miralls i de daurats, i sales de joc (i màquines) en tots els racons del casino. A la costa est, haurem d'esperar fins el 1976, quan Atlantic City legalitza el joc i crea un front de joc amb gegants com el Trump Taj Mahal o el Harrah's, que conjuntament poden allotjar tota la població de la Vall d'Aran.

Las Vegas versió 2

El 1989 s’inagurà un casino molt lluny del centre de Las Vegas, el Mirage, el primer d’una immensa col·lecció d’artefactes d’oci hiperreals, en el corredor Las Vegas Strip. En aquest carrer de més de sis kilòmetres, s’hi han acumulat alguns hotels més grans del món i una de les majors concentracions de joc del planeta. Els hotels casino estiren fins els seus límits el concepte d’hiperrealitat. Podem veure una reproducció de París o de Venècia, viure dins d’una piràmide, admirar el major espectacle de fonts del món o una batalla improvisada de vaixells pirates. Las Vegas Strip és un dels escenaris més filmats dels Estats Units i ha entrat a formar part del selecte club dels National Scenic Byways.

Las Vegas Strip és un immens contenidor d’experiències i, potser per això, és la ciutat nord-americana que rep més visitants. Els casinos actuen com a anchors d’una oferta molt més àmplia, que inclou arts escèniques, espectacles, atraccions i festivals. La principal atracció de la ciutat és la pròpia ciutat, la successió d’hotels que intenten atreure l’atenció dels visitants amb el més difícil encara. Només un 9% dels visitants de Las Vegas tenen com a principal motivació el joc; tanmateix, el 80% dels visitants hi juguen amb una despesa mitjana d’uns 450 dòlars, amb una desviació immensa.

Un 18% dels turistes arriben a la ciutat per primera vegada i la mitjana de visites en els darrers cinc anys és de 6,2. I malgrat aquest perfil tan fidel dues terceres dels turistes dediquen la major part del seu temps a veure espectacles i activitats d’oci. És cert, per tant, que Las Vegas és una ciutat del joc i del pecat, però també és cert que els casinos són les àncores que fixen una oferta d’oci i de lleure molt més àmplia. No es pot entendre la realitat de la ciutat si obviem alguna de les seves parts: l’oci, l’espectacle i el joc. 

I com aquests dies, s’han usat moltes xifres sobre els efectes econòmics de Las Vegas i el seu model turístic, crec que pot ser útil recordar les dades de 2010. L’estada mitjana a la ciutat és de 3,6 nits, amb una despesa mitjana diària en allotjament de 80 dòlars, i una despesa total (compres, espectacles, menjar) que se situa a l’entorn dels 700 dòlars, sense incloure el joc. El perfil mitjà del visitant és una persona d’uns 50 anys, amb un alt poder adquisitiu i resident a la Costa Est. Els californians representen un 30% i els estrangers, un 18%. 

Las Vegas versió 3 

És interessant recordar que Las Vegas Strip enfonsà el centre de Las Vegas, allunyat del corredor d’oci per varis kilòmetres de capelles i motels. Ni tan sols l’espectacle de Freemont Street (que visiten pràcticament la meitat dels turistas de Las Vegas) ha pogut recuperar el pols d’un forat negre a la ciutat. Abans, la ciutat de Reno també va patir la decadència per l’èxit internacional de Las Vegas. Sempre és bo recordar abans de començar una aventura que els projectes tenen un cicle de vida. I si els pobles abandonat creen una atmosfera nostàlgica, els grans complexos turístics abandonats són gairebé espectrals. 

El model de Las Vegas Strip està arribant al seu límit gairebé físic. L’única opció, molt practicada, és demolir els casinos i aixecar en els solars noves versions molt més agoserades, molt més espectaculars. Però hi ha una segona via que és l’expansió geogràfica, la creació de nous Las Vegas fora de Las Vegas. Que és la mateixa estratègia que adoptaren les companyies hoteleres de Mallorca quan les Illes havien entrat en la fase d’estancament: Obrir nous mediterranis fora del Mediterrani. 

El principal actor d’aquesta estratègia, tot i que no l’únic, és Las Vegas Sands, l’operador de l’imponent hotel Venetian o del nou Palazzo Resort. El seu propietari aprofità la fi del monopoli del joc a Macau, que operava des de 1962, per a promoure una expansió urbanística de la ciutat i construir immensos hotels. El Venetian Macau és una rèplica d’un hotel que és una rèplica de Venecia i el seu Campanille (que per cert, també és una rèplica de l’original destruït per un terretrèmol). Umberto Eco no podia haver imaginat un exemple tan acabat quan escriví el seu Travel to Hyperreality. Macau és avui el principal centre de joc del món, afavorit per la proximitat a grans centres urbans orientals, especialment Hong Kong. A Singapur, l’operador de Las Vegas ha obert l’imponent Marina Bay Sands, una joia arquitectònica coronada per la piscina més espectacular del planeta. Són més de 5.000 places, un centre de convencions de més de 120.000 metres quadrats i naturalment sales de joc i màquines escurabutxaques disseminades per tot el complex. Altres operadors de Las Vegas estan estudiant projectes a Austràlia, la Xina i l’Índic. 

Aquest és el context que explica EuroVegas, l’expansió del projecte de Las Vegas més enllà del seu límit geogràfic, com una versió 3.0 de la ciutat. Cada nou episodi crea nous elements simbòlics i lúdics, però intenta preservar algunes de les peces bàsiques del projecte original. I si ens adonem que el projecte no és més que una peça d’un engranatge, una fotografia d’un film, és lícit preguntar-se quin paper pot jugar EuroVegas quan arribem a Las Vegas 4.0 o fins i tot Las Vegas 5.0. Però abans de perdre’ns pels camins tortuosos de la futurologia, demà dedicarem el darrer capítol a les polèmiques exempcions que exigeix el projecte.

24/02/2012 - Viva Las Vegas II
Si hem de parlar de Las Vegas, tard o d'hora haurem de recuperar un vell assaig de Robert Venturi. Som a l'any 1972 i aquest arquitecte nord-americà s'instal·la a la ciutat del joc amb uns estudiants i intenta desxifrar el seu codi simbòlic. El resultat de la seva estada és el llibre Learning from Las Vegas, una arma de destrucció massiva en el centre de l'arquitectura racional dels 70. Benvolguts arquitectes, horroritzats per la frivolitat de la ciutat del joc, els hi diu, confesso que he après de Las Vegas. I 40 anys després de la seva publicació, podem aplicar les dues tesis centrals del llibre al cas de l'EuroVegas. Aprenem de l'EuroVegas?.

La cultura popular

El gruix de crítiques al projecte veuen l'ombra de Las Vegas com una catedral del consum deforme i banal. No hi ha res que poguem aprendre d'una ciutat de neó, d'anuncis i pastiche. I, a sobre ens diuen, aquest és un model cultural estrany, totalment aliè a la lògica cultural dels catalans. És una reedició del debat d'EuroDisney, quan els francesos consideraven Mickey un "Txernòbil cultural". I va generar reaccions tan curioses com la recuperació del Parc Astèrix, perquè estava basat en una èpica local.

Venturi va demostrar que Las Vegas oferia un codi simbòlic complex, ric i dinàmic. Els seus estudis sobre els anuncis, els edificis o les seccions dels hotels mostraven una arquitectura basada en un llenguatge visual molt efectiu. En certa manera, Venturi oposa la racionalitat avorrida i clònica de les ciutats americanes de suburbis infinits i centres idèntics amb la creativitat i la càrrega simbòlica de Las Vegas. La ciutat és la forma física dels anhels, els desitjos i les contradiccions de la classe mitjana dels Estats Units. Per això funciona. I per això és un monument simbòlic mutant i hiperreal.

La nostra societat no ha encarat el debat sobre què és cultura en una societat de producció i consum en massa. I què vol dir exactament cultura popular. Els esforços intuïtius de l'Escola de Frankfurt (Adorno, Benjamin i companyia) no han tingut prou continuïtat i encara reproduïm les categories de finals del XIX i confonem cultura popular i folklore. Això no vol dir que hem de celebrar sense resistència l'aparició d'aquests elements "culturals", però hem d'admetre que Mickey no és precisament un estrany i que Astèrix és més universal que local. Deixem-ho aquí, però. Si volen estirar una mica més d'aquest fil, els hi proposo aquesta lectura, ja en perdonaran la cunya publicitària.

Imaginem per tant que en el procés de construcció social de valors i de formes arquitectòniques, Las Vegas ha estat un centre de producció de referents. I alguns dels vells casinos són ja patrimoni cultural de la societat contemporània, com també ho són les indústries metal·lúrgiques, les primeres colònies tèxtils o els ponts de l'arquitectura de ferro. I si a les primeres estacions balneàries de Gran Bretanya han preservat els artefactes turístics (el casino, el pier, l'ascensor), aviat començarem a preservar de l'oblit els primers hotels del litoral. En aquest context, considerar que Las Vegas és un intrús mereix una mica més de reflexió. En tot cas, tan intrús com Tom i Jerry, el rock, Batman, la MTV o els westerns.

La ciutat que funciona

La segona tesi, menys explícita, de l'obra de Venturi és que Las Vegas ha transcendit la seva condició de ciutat casino. Avui Las Vegas és el hub de Delta Airlines i, per això, té un dels aeroports més dinàmics del món. Amb més de mig milió d'habitants, la ciutat ha aconseguit atreure indústries i seus de corporacions transnacionals, és una capital mundial dels congressos i seminaris; i, sobretot, és l'epicentre de l'oci i l'espectacle, la seu de grans esdeveniments esportius, la capital dels musicals, de la màgia, del circ i del més difícil encara. La ciutat de mentida ha esdevingut més activa i dinàmica que les ciutats "reals". Aquest procés l'ha explicat amb detall el gran expert en parcs temàtics, el meu amic Salvador Anton, pel parc EuroDisney. El complex temàtic ha acabat essent un factor d'atracció d'espais comercials, seus corporatives, centres universitaris i fins i tot, residents, a l'entorn de Marnée la Vallée.

Aquesta era la funció esperada del projecte Scala dels Monegros, situat en un espai que volia generar una nova centralitat des del no-res, tal i com ha fet el gegant de Nevada. Però el projecte EuroVegas, deu vegades més petit, se situaria en un espai metropolità consolidat i seria una peça més d'un sistema urbà, turístic i de serveis. Per això, és molt rellevant la relació entre el disseny urbà del complex i l'espai circumdant; saber si la intenció és crear un espai-al-marge (seguint el terme de Shields) o si EuroVegas connectarà físicament i simbòlica amb les geografies veïnes.

A banda de l'atracció de visitants, EuroVegas és presentat com un factor de complementarïetat del turisme madur de Catalunya. I aquest, segurament, un dels punts centrals del debat. Si mirem l'estructura turística del país, comprovarem que se sustenta essencialment en dos grans espais: les marques litorals i Barcelona. El litoral català es troba clarament en la fase d'estancament del cicle de vida del producte i necessita un factor de rejoveniment per a recuperar competitivitat. L'espai litoral que ha assolit una major capacitat de renovació ha estat la Costa Daurada, precisament perquè Port Aventura ha permès un reposicionament de la marca en el mercat internacional. Barcelona es troba en un altre estadi del cicle de vida, però el seu Pla Estratègic ja detecta la necessitat d'una estratègia centrífuga: Una part dels turistes que arriben a Barcelona han de sortir de la ciutat.

Aquest és l'escenari. El litoral i Barcelona necessiten nous arguments turístics per garantir la seva competitivitat. I si mirem la geografia turística del país, constatarem que s'ha creat una segona corona, integrada per Montmeló, La Roca i Port Aventura; una corona, on situaríem el projecte d'EuroVegas. Aquestes peces tancades són arguments turístics potents que, certament, poden ajudar a la competitivitat del litoral català i de Barcelona. Tindríem un sistema turístic clàssic integrat per un element d'atracció (Barcelona o la platja) i una estructura perifèrica de nodes tancats, que actuen com a factors de complementarïetat de l'oferta principal. El principal problema és que aquesta estructura, i també els seus ingredients, és el model adoptat per les noves metròpolis turístiques i per les costes més dinàmiques. Això no vol dir que sigui una via equivocada; simplement és una via explorada.

Hi ha una alternativa, és clar. Altres destinacions madures (metropolitanes i litorals) han creat sistemes turístics a partir de l'agregació del rerepaís i dels principals nodes culturals o naturals. Aquesta estratègia també té alguns efectes secundaris: Requereix una inversió molt elevada per a convertir els recursos en productes, precisa d'una xarxa molt més àmplia perquè els llindars són molt inferiors i genera impactes en els elements del patrimoni, per la possible sobrefreqüentació. És la via mexicana, la nordafricana i l'estratègia de ciutats com Viena, Copenhage o Dublin. 

Em diran que les dues vies no són incompatibles. I potser tenen raó. Però és evident que és més fàcil concentrar els esforços, l'estratègia de comunicació, els recursos i fins i tot l'organització del sistema turístic, si hem optat per una d'elles. Eurovegas suposa la consolidació de l'arc Montmeló - Port Aventura. Hi ha un segon arc possible, que uniria l'enoturisme del Priorat i els paisatges culturals de l'Empordà. I encara que l'elecció sembla evident, res és trivial en aquesta història. Com veurem demà, quan parlarem de les relacions entre joc i turisme. 


23/02/2012 - Viva Las Vegas I


Aquest és el primer d'una sèrie de posts dedicats al projecte d'Eurovegas que l'empresari Sheldon Adelson  proposa construir a Madrid o a Barcelona. Tinc una opinió formada, que no és ni un no rotund ni un sí entusiasta, però el meu objectiu en aquests escrits no és defensar la meva postura. El que pretenc és donar elements de judici per a què vostès es puguin fer una composició de lloc més raonada. Obrim joc?. Doble o res.

Prèvia. Els projectes no diuen la veritat, normalment

El principal problema és que la majoria de la informació de què disposem té el seu origen en el projecte d'Adelson presentat als candidats, que com és lògic dibuixa un escenari ideal, i en alguns casos senzillament impossible. Un exemple, cap projecte faraònic pot generar 260.000 llocs de treball. Ni la meitat. Ni la quarta part. Ni... 

El complex ocuparia una extensió de 200 hectàrees, de les que estrictament l'àrea de joc no representaria més de 12 hectàrees. Això voldria dir 30.000 llocs de treball per hectàrea, que són uns 18.000 treballadors simultanis en una hectàrea, és a dir 1,8 treballadors per metre quadrat. Treballadors a les habitacions, als lavabos, als passadissos, a sobre de la ruleta, al jacuzzi... Una dada orientativa. Port Aventura ocupa una extensió quatre vegades superior (certament, amb una densitat molt inferior) i dóna lloc a unes 4.000 persones en els períodes de major afluència. Que són moltes, però no un quart de milió.

La imatge de marca. Califòrnia o Florida

En el primer post de la sèrie m'agradaria parlar de l'impacte en la marca del país. Quin efecte pot tenir aquest complex en la imatge de marca de Barcelona i de Catalunya?. Ens situa en el mapa europeu del turisme?. Associaran els turistes els atributs d'un casino al conjunt del país, el que repercutirà en una pèrdua de competitivitat del turisme natural?. En definitiva, seguint la pregunta que més vegades he sentit aquests dies, Catalunya ha de triar si vol ser Califòrnia o Florida?.

Les imatges del lloc són el resultat d'una complexa alquímia, formada per tòpics, experiències, mitjans i relats. Tots els estudis demostren que la imatge que tenim d'un lloc prové essencialment d'una construcció social elaborada a foc lent i amb una extraordinària resistència al canvi. Per això, les guies turístiques contemporànies continuen reproduint, en essència, els mateixos elements nuclears de les guies de principis de segle. 

Aquest mateix debat es va produir, per exemple, a París a mitjans dels 80 quan Disney projectà EuroDisney. La major dels detractors argumentaven que l'imperi del ratolí tenia una marca tan poderosa que anul·laria el glamour de la ciutat. Vint anys després de l'obertura del Parc podem dir que tots els atributs de la imatge de marca de París continuen inalterats, i que els turistes dissocien perfectament el complex temàtic i la ciutat de la llum. Per cert, EuroDisney té 2.000 hectàrees i dóna lloc a 14.000 persones. Que també són moltes, però no un quart de milió.

El turista contemporani tendeix a fer zàpping, és a dir, no només tolera sinó que celebra que una destinació ofereixi productes turístics aparentment antagònics. Els turistes que arriben a Califòrnia, (l'oposat a Florida, ens diuen) visitaran San Francisco i LA, parcs nacionals com Yosemite, Bryce o Zion i, molt probablement, passaran un dia a Las Vegas i dedicaran una jornada al Disney original o a Universal Studios. A la Costa Brava, un turista allotjat a Tossa és probable que s'apropi a Barcelona, que visiti la ciutat de Girona i, alguns d'ells, arribaran fins a Port Aventura. La composició d'elements turístics diversos no altera normalment l'essència de la imatge de marca d'un lloc, sinó que la declina, la fa més complexa i probablement més competitiva.

He dit normalment. Macau és una ciutat colonial portuguesa, amb un centre històric extraordinari, declarat Patrimoni de la Humanitat per la UNESCO. L'atmosfera urbana de Macao és una combinació molt suggerent entre la cultura portuguesa i l'origen xinès. Però la imatge internacional de la ciutat és avui essencialment la d'un gegantesc casino, amb espais temàtics, llums de neó i una estètica vegasiana, que no deixa espai per al seu principal atractiu, que és el patrimoni. Singapur, Hong Kong o Dubai són altres exemples de ciutats que han perdut la seva imatge tradicional per la potència transformadora de la ciutat del segle XXI. He tingut l'oportunitat de visitar les quatre ciutats i puc constatar que la imatge postmoderna, una mica Blade Runner, no fa justícia a la complexitat del pòsit històric i cultural d'aquests gegants asiàtics.

De manera que el combat real no és Florida vs. Califòrnia, sinó París vs. Macao. Ni les 20 hectàrees de l'Eurovegas em semblen prou contundents com per a crear una alteració significativa de la marca, ni Barcelona o Madrid tenen imatges febles vulnerables als efectes d'un agent transformador. Em sembla. No crec que el principal problema del projecte sigui que la imatge de marca de Catalunya, de Madrid o d'Espanya s'ofegués per la irrupció del complex del joc. Els efectes s'aproparien més al model de París que no pas al de Macao. Una altra cosa, de la que parlaré demà, és el joc del complex en el sistema turístic del país.

I acabo amb el nom, que és un component més de la marca. Quan Disney projectà el parc de París, el nomenà Euro perquè Amèrica l'associa a glamour, cultura, elegància; però al continent, euro és el nom de la moneda i l'associem a negocis, transaccions i les pàgines salmó del diari. I d'altra banda, tot i que Las Vegas és una marca consolidada, és un terme castellà, que és el país on s'ubicarà el complex. Que és com fer un nou New York a la ciutat de York: Parlaríem d'un "Nou nou York" a York?. Aquest és el problema de batejar els productes fora del context cultural que els consumirà. Els promotors haurien de contractar una empresa de naming amb urgència.

En els propers dies, parlarem de la connexió entre el projecte i el model turístic català, de Learning from Las Vegas de Robert Venturi, de les zones franques turístiques i dels efectes directes i indirectes del joc en les ciutats del joc. Mentrestant, espero els seus comentaris per a animar el debat.


27/12/2011 - La taxa turística (II)


En un post anterior, plantejava alguns dubtes sobre el projecte de llei de l'impost turístic (que els mitjans han rebatejat com a taxa). M'agradaria aportar dues idees més per tal d'afavorir un intercanvi d'idees i millorar col·lectivament la proposta final.

Taxes urbanes

És cert que en els darrers dos anys s'han escampat les taxes turístiques com s'escampen les fotografies indiscretes per la xarxa. La major part d'impostos són plantejats des de les grans ciutats turístiques, que segueixen sense dissimul l'estela que ha deixat la taxe de sejour francesa. Edimburg ha plantejat una taxa turística, que s'ha topat amb el rebuig del sector turístic i del Parlament escocès. Kiev aplicarà un impost a partir de gener de 2012. Vàries ciutats italianes han creat taxes similars a la francesa, com Siracusa, Venècia o Roma, amb l'objectiu de fer front a les despeses en la gestió del patrimoni. El cas més singular és el de Cambridge, que volen emprar la taxa com un element de dissuassió per a reduir el número de turistes de la ciutat.

La major part de les ciutats plantegen un impost sobre l'estada. És lògic. En el model urbà, els hotels són el principal actiu turístic, tot i que no l'únic. En algunes ciutats, es grava també la restauració o l'accés a museus i elements del patrimoni als no residents. 

Per això, les veus favorables a un impost turístic han arribat sempre des de la ciutat de Barcelona. No és unànim, certament, i existeixen sectors turístics claraments beligerants, però si volem trobar empresaris favorables a l'impost els hem de buscar a la capital catalana. Potser té alguna cosa a veure la crisi de les cambres de comerç i l'aparició de l'impost o potser no. Però Turisme de Barcelona té un problema per la manca de recursos de la Cambra i l'impost pot ser una solució d'emergència magnífica, ara que les arques municipals estan també sota mínims.

Input - output turístic

Però ni tan sols a Barcelona, turisme és hotel. Per avaluar l'impacte econòmic del turisme, la millor eina és l'excel·lent anàlisi input output del turisme català. La primera conclusió és que el turisme genera uns efectes directes sobre la producció catalana de 16.000 milions d'euros. I no és una conclusió qualsevol: El sector turístic és fràgil i la competència global, de manera que una variació lleu en les entrades o les despeses turítstiques tindria un efecte devastador sobre l'economia del país.

Una anàlisi input - output és com si instal·lèssim un GPS a cada euro que gasta un turista. Permet seguir el rastre de la despesa i esbrinar quins són els sector que es beneficien directament i indirectament de la despesa turística. Si considerem només els efectes directes, el 37,5% de la despesa recau en el sector de la restauració, un 12% en el transport aeri, un 11,3% en l'allotjament i un 10,2% en el comerç. Aquests quatre sectors representen el gruix de la despesa, amb un 71%, però encara resta un 29% que es reparteix entre sectors com la cultura, l'oci, l'alimentació...

Considerem ara els efectes indirectes. Podem entendre què vol dir aquesta despesa amb aquest exemple: Un turista que va a un restaurant paga una quantitat que ingressa directament el restaurador. Però els ingressos del restaurador es desvien parcialment al pescador que ha capturat el llobarro, al flequer que enfornà el pa o al viticultor que ha aportat el Priorat. El ventall d'empreses beneficiades és ara molt més ampli: serveis empresarials, comerç, agricultura, transport... però hi ha un que destaca clarament, que és l'alimentació i begudes, amb més del 15% del total dels efectes indirectes.

En resum, el turisme és un sector estratègic per tres motius. En primer lloc, perquè genera un volum d'ingressos molt elevat i creixent fins i tot durant la crisi; en segon lloc, perquè és una forma d'exportació molt solvent i un factor d'equilibri de la balança de pagaments; i, en tercer lloc, perquè el turisme no es concentra en un determinat sector, i en unes poques mans, sinó que té una extraordinària capacitat de difussió sectorial i espacial. Si considerem els efectes directes i indirectes, l'allotjament representa menys d'un 9% de la despesa dels turistes.

Impostos sobre allotjament

El projecte de llei del Govern grava les estades, seguint l'exemple de la taxe de sejour, que en realitat va ser dissenyada pel turisme urbà. Quan l'escala s'amplia a regions o països, es modifica el criteri impositiu i s'empren altres impostos: taxa de sortida, taxa d'aeroport, taxa d'entrada, impost sobre el consum, taxa d'entrada als parcs naturals, impost sobre les activitats... Tots els impostos són imperfectes i cada model té problemes, però en general, aquests exemples intenten recollir el caràcter difussor de l'activitat turística. 

Els visitants tenen moltes dificultats per dissociar l'impost i el preu de venda del servei, especialment quan el recaptador de l'impost és l'allotjament. Si la factura de l'hotel és de 208 euros, interpretem que l'hotel ens ha costat 208 euros i no que ens ha costat 200 euros i que paguem 8 euros a la destinació per la nostra estada. En realitat, la fiscalitat sobre l'allotjament és un increment del preu de venda de l'allotjament, que repercuteix directament sobre l'empresa. L'empresari té dues opcions. La primera és mantenir els 208 euros, de manera que el visitant notarà un increment de preu; i la segona és rebaixar a 200 euros, el preu de venda de l'any anterior, i aportar ell els 8 euros a l'administració.

Si recuperem el punt anterior, és lògic interpretar la indignació del sector d'allotjament. Critiquen, en primer lloc, que una part de l'allotjament català no està inscrit en el catàleg d'empreses turístics. Aquesta oferta para-hotelera que és en essència una competència deslleial d'hotels, càmpings i apartaments reglats, tenen un nou avantatge competitiu. Però hi ha un segon gruix de crítiques més solvents, que són  les que recuperen els resultats de les taules input - output. Si l'allotjament representa menys del 10% de la despesa directa i indirecta dels turistes, per què han de contribuir amb un 100% de la fiscalitat turística?.

Polítiques de preu

Afecta un increment de preu de 4 euros a un hotel de quatre estrelles que ofereix una nit a 100 euros?. És molt difícil respondre aquesta pregunta. Una forma d'aproximar-nos seria aquesta: Imaginem que l'empresari opta per mantenir el preu de venda a 100 euros i contribuir ell amb els 4 euros. Això implica una reducció dels ingressos en un 4%, que no és poca cosa en una època de crisi.

Naturalment vostès em dirien que el millor que pot fer l'hoteler és apujar 4 euros el preu de cada nit i emetre una factura per 104 euros. Però això ens portaria a una pregunta: Per què si el turista és insensible a aquest increment, l'empresari està ofertant el seu establiment a un preu inferior?. En realitat, les polítiques de preu dels establiments hotelers en l'actualitat són processos d'enginyeria. El yield management és el conjunt de mecanismes que intenten adaptar el preu de l'hotel al màxim possible que estem disposats a pagar i també totes les mesures per evitar els llits freds, les habitacions desocupades. Un hotel no pot crear stocks i una habitació no venuda és una habitació perduda. Per això, les polítiques de preu són avui molt agressives, en un marc de competència molt elevat.

I tenim un tercer problema. Els turistes són més sensibles a uns preus que a uns altres. Els estudis sobre la percepció del preu presenten resultats variables, però en general coincideixen en destacar el preu del viatge i el preu de l'allotjament, com els factors crítics en la percepció del preu i, lògicament, en la presa de decisió de compra. 

Ara podem tornar a contestar la pregunta. Afectarà l'impost a la indústria hotelera?. En alguns casos, sí i an altres, no massa o gens. No plantejo en absolut que no s'hagi d'aplicar l'impost, però sí que els efectes sobre el preu hoteler és més complex del que plantegem.

En resum

Si hem d'aplicar un impost turístic, podem plantejar-nos nous camins que superin l'impost sobre l'estada francès, pensat per a les ciutats. Si m'ho permeten, imaginem que no hem de solucionar només un problema de Barcelona, i que hem de fer front a un model impositiu global per al país. A la llum dels dos epígrafs anteriors, hauríem de ser capaços de trobar un mecanisme tributari més eficaç, que no penalitzés només el 10% de l'activitat turística.